Parto en casa vs en hospital

a mi me parece una autentica salvajada que haya padres que interpongan sus ideales y la salud de sus hijos por no vacunarles

las vacunas deberían ser obligatorias en todos los países, salvan vidas y los niños no tienen tantas enfermedades

partos en casa estoy totalmente en desacuerdo
los hospitales y los buenos profesionales salvan vidas, aunque sea un parto normal, nunca sabes si a esa madre le da un infarto y se queda ahí....

los partos en casa los prohibiria, que la mujer tenga un parto con un minimo de seguridad y condiciones y eso lo tiene un hospital
no es justo que se prohíban los pàrtos en casa, eso suena totalitario, lo siento, no hay porque demonizxar los partos en casa que si hay medico, enfermera y comadrona son también seguros,
 
Me estáis diciendo de verdad que parir en casa o exigir un parto respetado se hace por egoísmo de la paciente sin pensar en el bebé? Como muchos habláis de sobrinos, hermanos, primos y demás y no lo habéis vivido en vuestras propias carnes y especuláis más que otra cosa, os expondré mi caso personal. Me quedé embarazada de mi hija en 2016, he de admitir que por esa época no tenía ni idea de nada porque el embarazo nos vino a mi pareja y a mí de sorpresa, sin planificar. A pesar de todo estaba muy contenta porque yo siempre había querido ser madre. A partir de ahí comencé a ir a la matrona y a hacer mis seguimientos y poco después comenzaron las clases preparto, donde me encontré con otras embarazadas. Me gustaron esas clases porque nos informaron mucho, dedicamos mucho tiempo a hablar de la epidural, tipos de parto y demás, por lo que nos hablaron de los riesgos que conllevaba esa anestesia, entre otros estaba el sufrimiento fetal a causa de que el trabajo de parto se ralentizara tras “sufrir” los efectos de la anestesia. Yo en cuanto oí eso automáticamente me decanté por no ponerme epidural, ya que para mí lo más importante era minimizar los riesgos para mi hija, además, nos dieron datos muy sólidos que probaban que un parto no medicalizado tenía muchas más probabilidades de éxito que un parto medicalizado. Para mí fue simple lógica. A pesar de esto, al verbalizarlo en mi clase de preparto (había 15 embarazadas más) no recibí más que críticas “por qué vas a sufrir si puedes no tener dolor”, “vas a pedir la epidural a gritos”, “eres tonta, habiendo anestesia”... curiosamente, lo que se está diciendo en este hilo es que tomé una decisión egoísta, cuando parece que la única que se preocupó primordialmente por la seguridad de su bebé fui yo. Yo cuánto más me informaba más ganas tenia de que mi parto fuese totalmente natural, y qué queréis que os diga, que la gente me dijera que no lo iba a conseguir sólo me motivaba más. Afortunadamente en mi entorno más íntimo me decían que podría conseguirlo, pero parecía que no podía salir de mi círculo porque todo eran ganas de tocar las narices, y parecía que había un deseo generalizado de que no lo consiguiera (curioso cómo la sororidad se va por el desagüe en algunos ámbitos).
Llegó por fin ese día maravilloso. Estaba de compras con mi pareja cuando de repente y sin haber tenido contracciones previas, rompí aguas. Ahí, sin aviso ni nada. Tranquilamente fuimos al hospital y me dijeron que por protocolo hospitalario, si no me había puesto de parto en un plazo de doce horas, habría que provocarlo para evitar infecciones ya que no tenía tapón mucoso. Me pareció perfecto, pero sentí una punzada de decepción ya que se me había dicho que si no podría con un parto normal, mucho menos con un parto provocado mediante ovulos de prostaglandina (creo que se llaman así). Doce horas después, como no me había puesto de parto, me pusieron la primera dosis (me tenían que poner una cada cuatro horas en el cuello del utero, y al parecer eran seis dosis. Veinticuatro horas de parto en total). Cabe decir que la matrona que me estaba atendiendo era un poco desagradable, aunque no llego a tratarme mal en ningún momento, no parecía respetarme mucho tampoco. Total, un par de horas después de la primera dosis empezaron las contracciones y empezaron a dolerme. Cuando vinieron a ponerme la segunda dosis no había dilatado nada y aún tenía el cuello del utero intacto, aunque blando. A partir de ahí mis contracciones empezaron a ser totalmente horribles, básicamente sentía como si me estuviese muriendo. A pesar de eso, yo estaba convencida a no ponerme epidural, aunque sabía que si el parto era muy largo me lo plantearía. Tres horas de contracciones después mi “agradable” matrona hizo el cambio de turno con un chico joven y muy, muy amable. Me hizo un tacto pidiéndome permiso, me sonreía y me decía que estuviese tranquila, que lo estaba haciendo muy bien. Él tenía mi plan de parto y me preguntó si era correcto que no quería epidural. Entre lágrimas le dije que sí, que así lo había decidido. Volvió a sonreírme y me dijo “no sabes lo mucho que te vas a alegrar de esto”. No se me va a olvidar nunca, en el transcurso de las dos horas siguientes me animó junto con mi pareja para que continuase así, que me iba a alegrar. Poco después, cuando sentí ganas de empujar, mi hija bajó los “cuatro pisos” sin ayuda, y poco después la tenía en brazos, totalmente despierta y buscando mi pecho como una loca. Una hora después pude levantarme yo misma de la cama a hacer pis, y tuve la energía para dar el pecho a mi hija durante todo el día. Doce horas después de parir ya me había subido la leche, ya que ella no paraba de succionar.
Después de mi parto, ya en planta, me pusieron en la habitación junto a otra madre. Llevaba dos días ahí, llevaba una episiotomia de treinta puntos por culpa de los fórceps ya que su bebé no bajó nada después de estar horas tras haber dilatado completamente. Me dijo que su trabajo de parto se había parado después de haberse puesto la epidural. Su bebé de dos días tenía una herida enorme en la cara del instrumental médico. Al día siguiente le dieron el alta y pusieron a otra chica a mi lado. Esta se había pasado dieciocho horas en la sala de parto después de haber parido porque por un efecto de la epidural no se había podido mover hasta entonces. En pleno julio venia tapada hasta el cuello sin poder moverse de cintura para abajo. Cuando yo dejé la habitación al día siguiente la pobre sólo podía ir al baño acompañada de una enfermera. Creo que no es necesario decir que lo mejor para tu bebé es que estés bien, ya que necesitan de tu calor y de tu fuerza, por así decirlo.
A día de hoy todavía me encuentro a gente que me dice que eso lo hice por moda o porque no tuve un parto doloroso (lo fue, y mucho) o me encuentro hilos aquí en los que se dice que soy una egoísta porque por una moda pienso antes en mí que en mi hija. A día de hoy todavía tengo que aguantar que me digan que me creo mejor por dar el pecho o por haber pasado dolor en el parto o que tendría que habérselo puesto “más fácil” a los profesionales sanitarios.
A día de hoy es mucho más respetable decir que no das el pecho porque quieres seguir teniendo tu vida que decir que lo das porque tu hijo es lo primero. Sigue siendo más respetable decir que no te pones epidural “porque claro, para que voy a pasar dolor” que decir que no te pones porque quieres minimizar los riesgos para tu bebé, y así, una infinidad de cosas más.
Así que por favor, no se os ocurra decir que las personas que optamos por la vía más natural lo hacemos por moda o por interés propio y que no pensamos en nuestros hijos porque a día de hoy, todavía tenemos que callarnos para que no nos salgan los enterados de turno a decirnos que somos idiotas.
Perdonad el rollo, simplemente quería exponeros mi caso personal para que pudieseis empatizar en lugar de especular sin tener ni idea de lo que pasa por nuestra mente.
muchas gracias por tu testimonio, te apoyo por completo. ole por ti
 
Me estáis diciendo de verdad que parir en casa o exigir un parto respetado se hace por egoísmo de la paciente sin pensar en el bebé? Como muchos habláis de sobrinos, hermanos, primos y demás y no lo habéis vivido en vuestras propias carnes y especuláis más que otra cosa, os expondré mi caso personal. Me quedé embarazada de mi hija en 2016, he de admitir que por esa época no tenía ni idea de nada porque el embarazo nos vino a mi pareja y a mí de sorpresa, sin planificar. A pesar de todo estaba muy contenta porque yo siempre había querido ser madre. A partir de ahí comencé a ir a la matrona y a hacer mis seguimientos y poco después comenzaron las clases preparto, donde me encontré con otras embarazadas. Me gustaron esas clases porque nos informaron mucho, dedicamos mucho tiempo a hablar de la epidural, tipos de parto y demás, por lo que nos hablaron de los riesgos que conllevaba esa anestesia, entre otros estaba el sufrimiento fetal a causa de que el trabajo de parto se ralentizara tras “sufrir” los efectos de la anestesia. Yo en cuanto oí eso automáticamente me decanté por no ponerme epidural, ya que para mí lo más importante era minimizar los riesgos para mi hija, además, nos dieron datos muy sólidos que probaban que un parto no medicalizado tenía muchas más probabilidades de éxito que un parto medicalizado. Para mí fue simple lógica. A pesar de esto, al verbalizarlo en mi clase de preparto (había 15 embarazadas más) no recibí más que críticas “por qué vas a sufrir si puedes no tener dolor”, “vas a pedir la epidural a gritos”, “eres tonta, habiendo anestesia”... curiosamente, lo que se está diciendo en este hilo es que tomé una decisión egoísta, cuando parece que la única que se preocupó primordialmente por la seguridad de su bebé fui yo. Yo cuánto más me informaba más ganas tenia de que mi parto fuese totalmente natural, y qué queréis que os diga, que la gente me dijera que no lo iba a conseguir sólo me motivaba más. Afortunadamente en mi entorno más íntimo me decían que podría conseguirlo, pero parecía que no podía salir de mi círculo porque todo eran ganas de tocar las narices, y parecía que había un deseo generalizado de que no lo consiguiera (curioso cómo la sororidad se va por el desagüe en algunos ámbitos).
Llegó por fin ese día maravilloso. Estaba de compras con mi pareja cuando de repente y sin haber tenido contracciones previas, rompí aguas. Ahí, sin aviso ni nada. Tranquilamente fuimos al hospital y me dijeron que por protocolo hospitalario, si no me había puesto de parto en un plazo de doce horas, habría que provocarlo para evitar infecciones ya que no tenía tapón mucoso. Me pareció perfecto, pero sentí una punzada de decepción ya que se me había dicho que si no podría con un parto normal, mucho menos con un parto provocado mediante ovulos de prostaglandina (creo que se llaman así). Doce horas después, como no me había puesto de parto, me pusieron la primera dosis (me tenían que poner una cada cuatro horas en el cuello del utero, y al parecer eran seis dosis. Veinticuatro horas de parto en total). Cabe decir que la matrona que me estaba atendiendo era un poco desagradable, aunque no llego a tratarme mal en ningún momento, no parecía respetarme mucho tampoco. Total, un par de horas después de la primera dosis empezaron las contracciones y empezaron a dolerme. Cuando vinieron a ponerme la segunda dosis no había dilatado nada y aún tenía el cuello del utero intacto, aunque blando. A partir de ahí mis contracciones empezaron a ser totalmente horribles, básicamente sentía como si me estuviese muriendo. A pesar de eso, yo estaba convencida a no ponerme epidural, aunque sabía que si el parto era muy largo me lo plantearía. Tres horas de contracciones después mi “agradable” matrona hizo el cambio de turno con un chico joven y muy, muy amable. Me hizo un tacto pidiéndome permiso, me sonreía y me decía que estuviese tranquila, que lo estaba haciendo muy bien. Él tenía mi plan de parto y me preguntó si era correcto que no quería epidural. Entre lágrimas le dije que sí, que así lo había decidido. Volvió a sonreírme y me dijo “no sabes lo mucho que te vas a alegrar de esto”. No se me va a olvidar nunca, en el transcurso de las dos horas siguientes me animó junto con mi pareja para que continuase así, que me iba a alegrar. Poco después, cuando sentí ganas de empujar, mi hija bajó los “cuatro pisos” sin ayuda, y poco después la tenía en brazos, totalmente despierta y buscando mi pecho como una loca. Una hora después pude levantarme yo misma de la cama a hacer pis, y tuve la energía para dar el pecho a mi hija durante todo el día. Doce horas después de parir ya me había subido la leche, ya que ella no paraba de succionar.
Después de mi parto, ya en planta, me pusieron en la habitación junto a otra madre. Llevaba dos días ahí, llevaba una episiotomia de treinta puntos por culpa de los fórceps ya que su bebé no bajó nada después de estar horas tras haber dilatado completamente. Me dijo que su trabajo de parto se había parado después de haberse puesto la epidural. Su bebé de dos días tenía una herida enorme en la cara del instrumental médico. Al día siguiente le dieron el alta y pusieron a otra chica a mi lado. Esta se había pasado dieciocho horas en la sala de parto después de haber parido porque por un efecto de la epidural no se había podido mover hasta entonces. En pleno julio venia tapada hasta el cuello sin poder moverse de cintura para abajo. Cuando yo dejé la habitación al día siguiente la pobre sólo podía ir al baño acompañada de una enfermera. Creo que no es necesario decir que lo mejor para tu bebé es que estés bien, ya que necesitan de tu calor y de tu fuerza, por así decirlo.
A día de hoy todavía me encuentro a gente que me dice que eso lo hice por moda o porque no tuve un parto doloroso (lo fue, y mucho) o me encuentro hilos aquí en los que se dice que soy una egoísta porque por una moda pienso antes en mí que en mi hija. A día de hoy todavía tengo que aguantar que me digan que me creo mejor por dar el pecho o por haber pasado dolor en el parto o que tendría que habérselo puesto “más fácil” a los profesionales sanitarios.
A día de hoy es mucho más respetable decir que no das el pecho porque quieres seguir teniendo tu vida que decir que lo das porque tu hijo es lo primero. Sigue siendo más respetable decir que no te pones epidural “porque claro, para que voy a pasar dolor” que decir que no te pones porque quieres minimizar los riesgos para tu bebé, y así, una infinidad de cosas más.
Así que por favor, no se os ocurra decir que las personas que optamos por la vía más natural lo hacemos por moda o por interés propio y que no pensamos en nuestros hijos porque a día de hoy, todavía tenemos que callarnos para que no nos salgan los enterados de turno a decirnos que somos idiotas.
Perdonad el rollo, simplemente quería exponeros mi caso personal para que pudieseis empatizar en lugar de especular sin tener ni idea de lo que pasa por nuestra mente.

No sé si te he entendido bien porque a estas horas estoy ya un poco espesa, pero no termino de entender tu idea de parto natural. Te preindujeron con prostaglandinas para madurar el cuello y eso se seguiría de una inducción con oxitocina, más un puerperio en el que también llevarías oxitocina. Un parto natural no es un parto sin epidural, nosotros cuando nos referimos a un parto natural es un parto sin apenas intervención (sin oxitocina, sin romper bolsa...).
 
no es justo que se prohíban los pàrtos en casa, eso suena totalitario, lo siento, no hay porque demonizxar los partos en casa que si hay medico, enfermera y comadrona son también seguros,

y si la da una embolia o un infarto que???, muchas maniobras se te puede ir la mujer
nunca en una casa un parto es seguro, nunca sabes como va a reaccionar el cuerpo de una madre..
a mi parir en casa me parece una salvajada, que lo hicieran mis abuelas por que no había medios lo entiendo y no lo discuto
pero ahora habiendo medios y profesionales me parece una salvajada parir en casa
 
y si la da una embolia o un infarto que???, muchas maniobras se te puede ir la mujer
nunca en una casa un parto es seguro, nunca sabes como va a reaccionar el cuerpo de una madre..
a mi parir en casa me parece una salvajada, que lo hicieran mis abuelas por que no había medios lo entiendo y no lo discuto
pero ahora habiendo medios y profesionales me parece una salvajada parir en casa
en un hospital también pueden pasar cosas que provoquen la muerte de la madre o del niño por favor, en la época de nuestras abuelas también existían hopitales y podían acudir a ellos pero no querían y eso no significa que sea una condena a muerte, un parto es algo natural
 
Me estáis diciendo de verdad que parir en casa o exigir un parto respetado se hace por egoísmo de la paciente sin pensar en el bebé? Como muchos habláis de sobrinos, hermanos, primos y demás y no lo habéis vivido en vuestras propias carnes y especuláis más que otra cosa, os expondré mi caso personal. Me quedé embarazada de mi hija en 2016, he de admitir que por esa época no tenía ni idea de nada porque el embarazo nos vino a mi pareja y a mí de sorpresa, sin planificar. A pesar de todo estaba muy contenta porque yo siempre había querido ser madre. A partir de ahí comencé a ir a la matrona y a hacer mis seguimientos y poco después comenzaron las clases preparto, donde me encontré con otras embarazadas. Me gustaron esas clases porque nos informaron mucho, dedicamos mucho tiempo a hablar de la epidural, tipos de parto y demás, por lo que nos hablaron de los riesgos que conllevaba esa anestesia, entre otros estaba el sufrimiento fetal a causa de que el trabajo de parto se ralentizara tras “sufrir” los efectos de la anestesia. Yo en cuanto oí eso automáticamente me decanté por no ponerme epidural, ya que para mí lo más importante era minimizar los riesgos para mi hija, además, nos dieron datos muy sólidos que probaban que un parto no medicalizado tenía muchas más probabilidades de éxito que un parto medicalizado. Para mí fue simple lógica. A pesar de esto, al verbalizarlo en mi clase de preparto (había 15 embarazadas más) no recibí más que críticas “por qué vas a sufrir si puedes no tener dolor”, “vas a pedir la epidural a gritos”, “eres tonta, habiendo anestesia”... curiosamente, lo que se está diciendo en este hilo es que tomé una decisión egoísta, cuando parece que la única que se preocupó primordialmente por la seguridad de su bebé fui yo. Yo cuánto más me informaba más ganas tenia de que mi parto fuese totalmente natural, y qué queréis que os diga, que la gente me dijera que no lo iba a conseguir sólo me motivaba más. Afortunadamente en mi entorno más íntimo me decían que podría conseguirlo, pero parecía que no podía salir de mi círculo porque todo eran ganas de tocar las narices, y parecía que había un deseo generalizado de que no lo consiguiera (curioso cómo la sororidad se va por el desagüe en algunos ámbitos).
Llegó por fin ese día maravilloso. Estaba de compras con mi pareja cuando de repente y sin haber tenido contracciones previas, rompí aguas. Ahí, sin aviso ni nada. Tranquilamente fuimos al hospital y me dijeron que por protocolo hospitalario, si no me había puesto de parto en un plazo de doce horas, habría que provocarlo para evitar infecciones ya que no tenía tapón mucoso. Me pareció perfecto, pero sentí una punzada de decepción ya que se me había dicho que si no podría con un parto normal, mucho menos con un parto provocado mediante ovulos de prostaglandina (creo que se llaman así). Doce horas después, como no me había puesto de parto, me pusieron la primera dosis (me tenían que poner una cada cuatro horas en el cuello del utero, y al parecer eran seis dosis. Veinticuatro horas de parto en total). Cabe decir que la matrona que me estaba atendiendo era un poco desagradable, aunque no llego a tratarme mal en ningún momento, no parecía respetarme mucho tampoco. Total, un par de horas después de la primera dosis empezaron las contracciones y empezaron a dolerme. Cuando vinieron a ponerme la segunda dosis no había dilatado nada y aún tenía el cuello del utero intacto, aunque blando. A partir de ahí mis contracciones empezaron a ser totalmente horribles, básicamente sentía como si me estuviese muriendo. A pesar de eso, yo estaba convencida a no ponerme epidural, aunque sabía que si el parto era muy largo me lo plantearía. Tres horas de contracciones después mi “agradable” matrona hizo el cambio de turno con un chico joven y muy, muy amable. Me hizo un tacto pidiéndome permiso, me sonreía y me decía que estuviese tranquila, que lo estaba haciendo muy bien. Él tenía mi plan de parto y me preguntó si era correcto que no quería epidural. Entre lágrimas le dije que sí, que así lo había decidido. Volvió a sonreírme y me dijo “no sabes lo mucho que te vas a alegrar de esto”. No se me va a olvidar nunca, en el transcurso de las dos horas siguientes me animó junto con mi pareja para que continuase así, que me iba a alegrar. Poco después, cuando sentí ganas de empujar, mi hija bajó los “cuatro pisos” sin ayuda, y poco después la tenía en brazos, totalmente despierta y buscando mi pecho como una loca. Una hora después pude levantarme yo misma de la cama a hacer pis, y tuve la energía para dar el pecho a mi hija durante todo el día. Doce horas después de parir ya me había subido la leche, ya que ella no paraba de succionar.
Después de mi parto, ya en planta, me pusieron en la habitación junto a otra madre. Llevaba dos días ahí, llevaba una episiotomia de treinta puntos por culpa de los fórceps ya que su bebé no bajó nada después de estar horas tras haber dilatado completamente. Me dijo que su trabajo de parto se había parado después de haberse puesto la epidural. Su bebé de dos días tenía una herida enorme en la cara del instrumental médico. Al día siguiente le dieron el alta y pusieron a otra chica a mi lado. Esta se había pasado dieciocho horas en la sala de parto después de haber parido porque por un efecto de la epidural no se había podido mover hasta entonces. En pleno julio venia tapada hasta el cuello sin poder moverse de cintura para abajo. Cuando yo dejé la habitación al día siguiente la pobre sólo podía ir al baño acompañada de una enfermera. Creo que no es necesario decir que lo mejor para tu bebé es que estés bien, ya que necesitan de tu calor y de tu fuerza, por así decirlo.
A día de hoy todavía me encuentro a gente que me dice que eso lo hice por moda o porque no tuve un parto doloroso (lo fue, y mucho) o me encuentro hilos aquí en los que se dice que soy una egoísta porque por una moda pienso antes en mí que en mi hija. A día de hoy todavía tengo que aguantar que me digan que me creo mejor por dar el pecho o por haber pasado dolor en el parto o que tendría que habérselo puesto “más fácil” a los profesionales sanitarios.
A día de hoy es mucho más respetable decir que no das el pecho porque quieres seguir teniendo tu vida que decir que lo das porque tu hijo es lo primero. Sigue siendo más respetable decir que no te pones epidural “porque claro, para que voy a pasar dolor” que decir que no te pones porque quieres minimizar los riesgos para tu bebé, y así, una infinidad de cosas más.
Así que por favor, no se os ocurra decir que las personas que optamos por la vía más natural lo hacemos por moda o por interés propio y que no pensamos en nuestros hijos porque a día de hoy, todavía tenemos que callarnos para que no nos salgan los enterados de turno a decirnos que somos idiotas.
Perdonad el rollo, simplemente quería exponeros mi caso personal para que pudieseis empatizar en lugar de especular sin tener ni idea de lo que pasa por nuestra mente.

No entiendo porqué te llaman egoísta por haber elegido parir sin epidural...A mí me pareces muy valiente porque aún sabiendo que ibas a pasar mucho dolor consideraste que preferías sufrirlo al considerar que era lo mejor para tu hija.

A mi también se me pasó por la cabeza en algún momento no pedir la epidural pero tenía miedo a que el dolor fuera demasiado fuerte. La gente me contaba historias de partos terribles sin epidural que hicieron que no me atreviera a plantear no ponérmela.

Total que luego la naturaleza fue a su bola y parece ser que en mis partos tengo las contracciones tan intensas desde el primer momento que dilató a toda leche y pa cuando llegó al hospital ya ni epidural ni leches a pelo las dos veces :eek::eek:
En fin cosas de la vida :D
 
Yo lo tengo claro :

- parto en hospital. Solo la idea de que hubiera cualquier complicación y no se puediera resolver porque no tengo todos los medios posibles a mi alrededor ya me daría pánico. Nunca me abandona la idea de que ni que todo vaya perfecto ( embarazo, posición del bebé, yo con buena salud...) puede suceder algo imprevisto que ponga en riesgo al bebé o la madre. Será por desconocimiento. Pero me puede esa idea.

- 2 partos he tenido. Muy buenos los dos. En un hospital público. El personal fantástico. Mi marido regaló a todo el personal de planta entradas de cine para agradecerles su trabajo. :love:

- admiro sin límites a las mujeres que paren sin epidural. Seré una miedica. Yo la encargué las dos veces nada más entrar en el hospital :LOL:
Lo más divertido de todo, y que más me ha hecho dudar a posteriori, es que justamente la amiga más aprensiva que he tenido en la vida decidió renunciar a la epidural en sus dos partos. En el primero lo logró. En el segundo se ve que no pudo aguantar y se la puso.
Mi comadrona igual. En el primer parto sin, en el segundo la pidió.
Imagino que no todas la mujeres somos iguales ( respecto a soportar el dolor ) como no lo serán todos los partos.


En fin. Que no seré yo quien diga a ninguna mujer qué debe hacer. Ni siquiera un consejo. Somos ya todas conscientes de las posibilidades que tenemos al alcance, e imagino que de los riesgos también.
 
en un hospital también pueden pasar cosas que provoquen la muerte de la madre o del niño por favor, en la época de nuestras abuelas también existían hopitales y podían acudir a ellos pero no querían y eso no significa que sea una condena a muerte, un parto es algo natural

Que algo sea natural no implica que sea bueno. De hecho existe un debate filosófico actualmente sobre cómo se ha desvirtualizado el concepto de "natural". En cualquier caso, la leche cruda, por ejemplo, es natural y no es para nada buena, de hecho es potencialmente muy peligrosa. Que las cosas se hicieran antes de una manera no implica que estuvieran bien hechas sino que simplemente no había recursos, información y mecanismos para que se hicieran de otra manera.
Las mujeres tenemos que parir en hospitales (siendo atendidas no solo como madres que van a dar a luz a una vida sino también como mujeres, como personas independientes a ese bebé que nos merecemos respeto) y se nos tiene que respetar y aceptar las decisiones que tomemos en ese entorno (si queremos anestesia o no, la posición en la que queremos parir, etc) y ello hará que tanto nuestras vidas como las de los bebés no se pongan jamás en peligro. Está claro que hay cosas que pueden salir en un parto que da igual si estás en hospital o no pero la mayoría de las complicaciones de un parto se pueden solucionar facilmente en un hospital mientras que en una casa supondrían poner en grave peligro la vida de la madre y/o del bebé.
 
Que algo sea natural no implica que sea bueno. De hecho existe un debate filosófico actualmente sobre cómo se ha desvirtualizado el concepto de "natural". En cualquier caso, la leche cruda, por ejemplo, es natural y no es para nada buena, de hecho es potencialmente muy peligrosa. Que las cosas se hicieran antes de una manera no implica que estuvieran bien hechas sino que simplemente no había recursos, información y mecanismos para que se hicieran de otra manera.
Las mujeres tenemos que parir en hospitales (siendo atendidas no solo como madres que van a dar a luz a una vida sino también como mujeres, como personas independientes a ese bebé que nos merecemos respeto) y se nos tiene que respetar y aceptar las decisiones que tomemos en ese entorno (si queremos anestesia o no, la posición en la que queremos parir, etc) y ello hará que tanto nuestras vidas como las de los bebés no se pongan jamás en peligro. Está claro que hay cosas que pueden salir en un parto que da igual si estás en hospital o no pero la mayoría de las complicaciones de un parto se pueden solucionar facilmente en un hospital mientras que en una casa supondrían poner en grave peligro la vida de la madre y/o del bebé.
que cada mujer haga lo que quiera, las que quieren parir en casa tienen derecho a hacerlo y repito, en la época de las abuelas había hospitales y seguramente en los casos extremos las llevaban alli
 
que cada mujer haga lo que quiera, las que quieren parir en casa tienen derecho a hacerlo y repito, en la época de las abuelas había hospitales y seguramente en los casos extremos las llevaban alli

Es que el problema del "que cada mujer haga lo que quiera" en poder parir en casa o no es que está en juego su vida (y la del bebé). Esto no es decidir si vivo en un piso o en una casa, es decidir sobre algo que, si surge cualquier imprevisto, te puede matar a ti y a tu bebé. Que las mamás hagan lo que quiera en el hospital, como si quieren parir a 4 patas, es que me da igual, pero en mi opinión no debería estar permitido parir en casa (porque además si ahora se está poniendo "de moda" parir en casa es por el poco respeto que se tiene a las mujeres parturientas), menos parir en casa y más pelear para que podamos parir como nos de la gana y ya de paso no jugarnos la vida en el proceso.
Si nuestras abuelas parían en casa porque no les quedaba otra, vivieron otros tiempos, y muchos MUCHÍSIMO bebés se morían. Y madres ni te cuento. No deberíamos poner de ejemplo a nuestras abuelas y bisabuelas porque gracias a lo que muchas de ellas pelearon y sufrieron y gracias también, por desgracia, a sus pérdidas, tenemos hoy en día lo que tenemos, entre otras cosas, paritorios y médicos que nos atiendan.
 
Es que el problema del "que cada mujer haga lo que quiera" en poder parir en casa o no es que está en juego su vida (y la del bebé). Esto no es decidir si vivo en un piso o en una casa, es decidir sobre algo que, si surge cualquier imprevisto, te puede matar a ti y a tu bebé. Que las mamás hagan lo que quiera en el hospital, como si quieren parir a 4 patas, es que me da igual, pero en mi opinión no debería estar permitido parir en casa (porque además si ahora se está poniendo "de moda" parir en casa es por el poco respeto que se tiene a las mujeres parturientas), menos parir en casa y más pelear para que podamos parir como nos de la gana y ya de paso no jugarnos la vida en el proceso.
Si nuestras abuelas parían en casa porque no les quedaba otra, vivieron otros tiempos, y muchos MUCHÍSIMO bebés se morían. Y madres ni te cuento. No deberíamos poner de ejemplo a nuestras abuelas y bisabuelas porque gracias a lo que muchas de ellas pelearon y sufrieron y gracias también, por desgracia, a sus pérdidas, tenemos hoy en día lo que tenemos, entre otras cosas, paritorios y médicos que nos atiendan.
en casa no tiene porque correr peligro la vida, que es algo que siempre se ha hecho, que están asistidas de medico, enfermera y comadrona,y con nuestras abuelas repito, había hosdpitales donde podían ir a parir pero lo veian horrible y por eso lo hacvian en casa y en sui cama mucho mejor y no se morían tantos niños, niños que ahora también mueren en hospitales
 
Es que el problema del "que cada mujer haga lo que quiera" en poder parir en casa o no es que está en juego su vida (y la del bebé). Esto no es decidir si vivo en un piso o en una casa, es decidir sobre algo que, si surge cualquier imprevisto, te puede matar a ti y a tu bebé. Que las mamás hagan lo que quiera en el hospital, como si quieren parir a 4 patas, es que me da igual, pero en mi opinión no debería estar permitido parir en casa (porque además si ahora se está poniendo "de moda" parir en casa es por el poco respeto que se tiene a las mujeres parturientas), menos parir en casa y más pelear para que podamos parir como nos de la gana y ya de paso no jugarnos la vida en el proceso.
Si nuestras abuelas parían en casa porque no les quedaba otra, vivieron otros tiempos, y muchos MUCHÍSIMO bebés se morían. Y madres ni te cuento. No deberíamos poner de ejemplo a nuestras abuelas y bisabuelas porque gracias a lo que muchas de ellas pelearon y sufrieron y gracias también, por desgracia, a sus pérdidas, tenemos hoy en día lo que tenemos, entre otras cosas, paritorios y médicos que nos atiendan.

Tampoco se puede poner como ejemplo a las abuelas y el bebé muerto pq eran partos sin las adecuadas condiciones higiénico-sanitarias, sin asistencia médica en muchos casos, sin controles durante en embarazo para valorar la viabilidad del parto en casa. E insisto, la OMS, que no un par de locas, la propia Organización Mundial de la Salud es la que reconoce que no hay diferencias entre el parto en casa y hospitalario si se cuenta con asistencia profesional y los requisitos para un parto de bajo riesgo.
Que en muchos países de la UE es la propia "seguridad social" la que recomienda determinados partos en casa (si la parturienta está de acuerdo claro).
 

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