Porque Peñafiel es una carmelita descalza, no?
Era tan compinche del emérito, que no imagino recibió "agradecimientos" cuando no habló/publicó romances. Cuando se le cortó el chorro, esos escándalos eran viejos, a crear nuevos.
Pero hay límites, que otros periodistas respetan. Como su odio es para la Reina Sofía y Letizia, porque con ellas no tuvo esos "agradecimientos", les da con todo, porque sabe que no lo van a demandar.
Y ya prepara terreno para atacar a Leonor y Sofía por "no" ser hijas de su madre.
Jaime Peñafiel hace muchísimos años que no tiene ninguna clase de fuente directa ni con la Casa ni confidentes de ningún tipo en ese círculo. Casi desde la primera época de Sabino Fernández Campo como jefe de la Casa del Rey. Fernández Campo lo toleraba pero dudo mucho que se fiara de él.
La gran frustración y obsesión de Peñafiel es, desde mi punto de vista, que nunca ha pertenecido al ambiente de la nobleza o al de la realeza. Si lo hubieran nbrado palanganero real o le hubieran dado un título, aunque fuera el de Conde de Chicha y Nabo, sería el hombre más feliz del planeta.
Esto es lo que hubiera sido Peñafiel si fuera palanganero
Palanganero | Coloquialmente
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Peñafiel da su versión del encontronazo con el Rey: “No me reprochó nada, sino que me pidió. Y me estrechó la mano”
El encontronazo entre el Rey y Jaime Peñafiel, en la cena de homenaje a Sabino Fernández Campo por su 90 cumpleaños, se resume en que don Juan Carlos le dijo que no sabía cómo se acercaba a saludarle, en alusión al libro recién publicado “Juan Carlos y Sofía. Retrato de un matrimonio”. Sin...
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Como no lo ha logrado y su carrera periodística está muy sobredimensionada, pasea su amargura y su rencor dondequiera que va. Además es un avaro lamentable, que ha echado pestes sobre la televisión y ha acudido encantado a programas de telebasura.
Se ensaña con Letizia Ortiz porque es la que tiene peor imagen (es una persona que resulta bastante antipática) y el eslabón más débil de esa familia. Ente lo que no sabe y lo que se inventa podría escribir cien libros más.
Dos detalles del carrerón de Peñafiel:
- Borracho de soberbia, se creyó que la revista Hola le pertenecía hasta que el hijo de los dueños le señaló donde estaba la puerta. Acto seguido inicia otro proyecto de revista bajo el auspicio del mismo sello que la revista Interviú (un remedo muy sui generis de Playboy y de Sábado Gráfico, otra revista veterana).
De esa portada y de cómo consiguió las fotos ha contado varias versiones.
A nivel humano, me parece deleznable. Por muy dictador que fuera, las fotos no tenían ningún valor informativo.
- Durante diez años colaboró en la radio con una comunicadora bastante lamentable pero con mucho gancho popular llamada Encarna Sánchez. Muy bien pagado, por cierto.
En un programa la comunicadora estaba criticando a la Sociedad General de Autores (SGAE) por su celo recaudatorio. En aquella época la SGAE pretendía gravar a cualquier pequeño negocio que tuviera a una radio o televisión y emitiera música e imágenes, lo cual era surrealista y escandalizaba a cualquiera. Pues bien, Jaime Peñafiel se envalentonó y dijo que era un impuesto revolucionario, como el de ETA, grupo terrorista que se financiaba con la extorsión a empresarios. Lamentable, como casi siempre.
En lugar de retractarse y disculparse la comunicadora y él hicieron como si no pasara nada y fueron querellados. Perdieron a pesar de apelar pero la comunicadora murió en 1996.
Como le tocó pagar, años después se dedica a hablar de esa señora como de una desequilibrada, inculta, una ignorante y una mujer atormentada que no aceptaba su homosexualidad. Parece ser que mientras que pagaba generosamente no veía nada de eso.
En lugar de retractarse y disculparse la comunicadora y él hicieron como si no pasara nada y fueron querellados. Perdieron a pesar de apelar pero la comunicadora murió en 1996.
Como le tocó pagar, años después se dedica a hablar de esa señora como de una desequilibrada, inculta, una ignorante y una mujer atormentada que no aceptaba su homosexualidad. Parece ser que mientras que pagaba generosamente no veía nada de eso.