A los 30 los amigos desaparecen

Muchos amigos son de "conveniencia geográfica" porque coincides en un momento y lugar (estudios, compañeros de piso,...) y cuando pasa esa circunstancia es difícil que se mantengan. Sobre todo cuando se entra en el mundo laboral la cosa se complica. Empieza a dar pereza quedar con la gente y no apetece abrirse tanto a contar cosas íntimas como cuando tienes 18. Muchas veces se queda por airearse pero es que además, la gente con la que uno se suele relacionar más es la del trabajo y no apetece verles también en el tiempo libre y además suelen tener vidas diferentes y centradas en la familia.

Yo he sido siempre de pocos amigos y además asumo con naturalidad la caducidad de la amistad y no me esfuerzo por mantener el contacto si noto que me empieza a dar pereza y que se convierte en una quedada por compromiso. Así que, así me pasa, que estoy más sola que la una pero me da pereza luchar por conservar amistades con las que siento que ya no hay feeling o la suficiente confianza.
 
Da para debate este tema, siempre he cuidado mucho mis amistades y puedo decir que tengo bastantes buenos amigos y amigas de los de verdad y a pesar de eso hay momentos en los que te sientes un poco solo aveces.

Yo paso de los 40 y aunque es difícil por agendas ,en mi día a día quizás veo entre semana un día o dos a algunos amigos y el finde íntento ir viendo a quien llevamos tiempo sin coincidir, lo que si que me he esforzado mucho siempre en perder el vínculo con la gente que quiero aunque aveces no se ha podido mantener...creo que hay personas que cumplen una etapa y ya.

Tengo un amigo de los de toda la vida que sé que me quiere como al que más y yo a él pero a la vez muchas veces he estado apunto de separar caminos por su individualismo, es una persona con la que no se puede hablar profundo si no es cuando el tiene problemas y que ya hace tiempo descubrí no está dispuesto a escuchar demasiado cuando tú lo necesitas y incluso resta importancia a tus " problemas" porque bastante tiene con los suyos, en épocas en que pasábamos más tiempo juntos estuve muy al límite y me sentía casi como en un divorcio porque son más de 30 años de amistad y ahí también hay mucho bueno acumulado, realmente confiamos más el uno en el otro que en muchas otras personas con las que tenemos más feeling y afinidad, aprendí a quedarme con la parte positiva de esa amistad y saber hasta donde y para que puedo contar con el y ya me he " reconciliado" con ese conflicto que me generaba.

El caso es y ya dejo de enrollarme qué cuando tienes buenos amigos pero no puedes verlos el día a día por cuestiones de agenda al menos a mí me pasa que no me sirve el ampliar círculos ni forzar lo de conocer gente porque se es mucho más selectivo casi sin querer al haber encontrado ya gente muy afín a ti y creo que la amistad como el amor no se puede forzar ni presionar, a fuego lento y duradera mucho mejor.

Eso para mí es un baderón rojo.
 
Eso para mí es un baderón rojo.


Tal como suena lo es pero no es algo literal, es decir nosotros nos tenemos en cuenta y mucho más aprecio que a otros amigos con los que quizás hay más profundidad pero que conoces de menos años, como decía es una amistad de casi 30 años y aunque en algunos aspectos me parece un poco individualista y que prioriza mucho sus necesidades pues aprendí hace años después de estar al límite de separar caminos a quedarme con la parte buena de nuestra amistad que es mucha pues siempre nos hemos tenido presentes y tenemos un montón de amigos en común y su familia es prácticamente como la mía, así que mejor " entender" algunas formas de funcionar que no comparto y ya está.
 
Yo creo que las amistades al final, como los noviazgos y todas las relaciones, son circunstanciales, si tú dejas de tener experiencias con esas personas, la relación al final se acaba difuminando (aunque eso no quita que algunas se puedan recomponer).
Creo que esto me ha generado una especie de peso permanente . Es decir, me voy de mi ciudad a otra, dejo atrás la gente del colegio (ok, esto lo entiendo porque luego miras el antes y el ahora de la gente del colegio y es como: madre mía este o esta en lo que se ha convertido), paso 8 años en otra ciudad en una facultad endogámica donde solo te tratabas con gente de tu carrera, llega el fin de carrera y cada persona desperdigada, porque cada una es de un sitio,y ahí es como cuando notas que empieza a diluirse todo lentamente, silenciosamente, sin rupturas ni dramas, sin conversaciones de: "oye esto noto como que se va acabando ?¿" , vuelves a tu ciudad donde no tenías nada y es como: pues ahora ni los de aquí ni los de allí. Al principio guay porque es como el subidón de querer conocer gente nueva, sales, vas, quedas con tal, cual, pero el tiempo de nuevo vuelve a traicionarte silenciosamente, atraviesas la barrera de los 20 a los 30 y como que se te viene el mundo encima desde el punto de vista de las relaciones.
Estos últimos meses , casualidades de la vida, años más tarde me he encontrado en mi ciudad con personas que eran como hermanas y con las que he compartido horas y horas, que han vuelto a la ciudad sin avisar. Una de ellas me la he encontrado dos veces y actúa siempre con una naturalidad que no llego a entender, como muy correcto todo y muy cool, pero yo me quedo de hielo sin saber cómo reaccionar, porque dentro de mí se remueve mi mente y me sacude en plan a lo bestia. Le he escrito un email porque quería pedir unos libros a una compañera suya que trabaja en la biblioteca donde él trabaja y no la localizaba, y me ha dado su teléfono y que le escriba por ahí. Me los ha conseguido y me ha dicho que me los da cuando le invite a un café. Y a ver cómo me siento yo delante de él, para contarle qué, y con qué objetivo, porque él ya tiene su vida. Qué partes de estos años cuentas, cuáles omites. Y sobre todo, qué puede aportar el que las cuentes y , si cuentas las cosas malas, cuál es el riesgo de sea para él simplemente un relato. Tengo bajonazo, porque ha sido un largo proceso de aceptación de esto que habláis de que los amigos van desapareciendo, y ahora otra vez que aparezcan es como uf. Sobre todo porque bueno, si fuera para re-continuar la amistad, me parecería bien, pero cómo se llena ese vacío de tantos años (11) si la vida nos ha tratado de forma diferente y ya pienso que no somos las mismas personas. Es que ni aunque me digas: que te ha dicho un café, no iros a compartir piso; pero es como que no gestiono bien . Tampoco me gustan los small talks , esa especie de conversación contenida para mantener el tipo, porque a partir de los 30 parece que hay que mantener el tipo, no desprender mucha energía ni parecer que los dramas te acompañan en la vida. A los 30 ya es como que hay que tener una dignidad, o aparentarla. A mí esto de las amistades que se fueron me llenó de desencanto, esa sensación chunga de sentir que tu tiempo, tu energía, se han difuminado. Y de hecho ha hecho que evite involucrarme en conocer gente por ese miedo a desgastar energía.

Siempre me viene a la mente este artículo que salió en la JotDown hace unos años
 
Última edición:
Lo ideal es tener tus amigos de toda la vida, solo si son relaciones sanas. En este tipo de relaciones suele haber roles adquiridos y etiquetas que pocas veces son sanas del todo.
Y además ir adquiriendo amigos por el camino. Compaginarlo todo es bastante complicado.
Yo soy partidaria que si siempre te rodeas de la misma gente es muy difícil evolucionar.
Lo malo de los 30, y no hablemos de los casi 40 que ya te has llevado muchos palos y pierdes la inocencia con la que se debe encarar una amistad incipiente.
 
Creo que esto me ha generado una especie de peso permanente . Es decir, me voy de mi ciudad a otra, dejo atrás la gente del colegio (ok, esto lo entiendo porque luego miras el antes y el ahora de la gente del colegio y es como: madre mía este o esta en lo que se ha convertido), paso 8 años en otra ciudad en una facultad endogámica donde solo te tratabas con gente de tu carrera, llega el fin de carrera y cada persona desperdigada, porque cada una es de un sitio,y ahí es como cuando notas que empieza a diluirse todo lentamente, silenciosamente, sin rupturas ni dramas, sin conversaciones de: "oye esto noto como que se va acabando ?¿" , vuelves a tu ciudad donde no tenías nada y es como: pues ahora ni los de aquí ni los de allí. Al principio guay porque es como el subidón de querer conocer gente nueva, sales, vas, quedas con tal, cual, pero el tiempo de nuevo vuelve a traicionarte silenciosamente, atraviesas la barrera de los 20 a los 30 y como que se te viene el mundo encima desde el punto de vista de las relaciones.
Estos últimos meses , casualidades de la vida, años más tarde me he encontrado en mi ciudad con personas que eran como hermanas y con las que he compartido horas y horas, que han vuelto a la ciudad sin avisar. Una de ellas me la he encontrado dos veces y actúa siempre con una naturalidad que no llego a entender, como muy correcto todo y muy cool, pero yo me quedo de hielo sin saber cómo reaccionar, porque dentro de mí se remueve mi mente y me sacude en plan a lo bestia. Le he escrito un email porque quería pedir unos libros a una compañera suya que trabaja en la biblioteca donde él trabaja y no la localizaba, y me ha dado su teléfono y que le escriba por ahí. Me los ha conseguido y me ha dicho que me los da cuando le invite a un café. Y a ver cómo me siento yo delante de él, para contarle qué, y con qué objetivo, porque él ya tiene su vida. Qué partes de estos años cuentas, cuáles omites. Y sobre todo, qué puede aportar el que las cuentes y , si cuentas las cosas malas, cuál es el riesgo de sea para él simplemente un relato. Tengo bajonazo, porque ha sido un largo proceso de aceptación de esto que habláis de que los amigos van desapareciendo, y ahora otra vez que aparezcan es como uf. Sobre todo porque bueno, si fuera para re-continuar la amistad, me parecería bien, pero cómo se llena ese vacío de tantos años (11) si la vida nos ha tratado de forma diferente y ya pienso que no somos las mismas personas. Es que ni aunque me digas: que te ha dicho un café, no iros a compartir piso; pero es como que no gestiono bien . Tampoco me gustan los small talks , esa especie de conversación contenida para mantener el tipo, porque a partir de los 30 parece que hay que mantener el tipo, no desprender mucha energía ni parecer que los dramas te acompañan en la vida. A los 30 ya es como que hay que tener una dignidad, o aparentarla. A mí esto de las amistades que se fueron me llenó de desencanto, esa sensación chunga de sentir que tu tiempo, tu energía, se han difuminado. Y de hecho ha hecho que evite involucrarme en conocer gente por ese miedo a desgastar energía.

Siempre me viene a la mente este artículo que salió en la JotDown hace unos años
Yo vivo en crisis existencial continua y al final he llegado a una conclusión corta: "asi es la vida"
Y a otra más compleja que mucha gente no llega a entender, que es que la vida está llena de vidas, mi yo de antes de la pandemia y de la de ahora se desconocen, ¿qué sentido tiene que se relacionen con las mismas personas? (que yo no tengo amigos pero se entiende creo yo)
 
Yo tengo una norma para definir la amistad: si no puedo contar cualquier tipo de problema a esa persona, o sea, que siento que tengo que ocultar cosas/temas, o me da pereza quedar con ella, no es amig@, es conocid@ más o menos bien avenid@.

No pasa nada por reconocer que personas que considerabas amigas no lo son, mejor saber a qué atenerse...

Y si te llevas palo, son cosas de la vida, experiencias que te llevas...
 
Yo tengo una norma para definir la amistad: si no puedo contar cualquier tipo de problema a esa persona, o sea, que siento que tengo que ocultar cosas/temas, o me da pereza quedar con ella, no es amig@, es conocid@ más o menos bien avenid@.

No pasa nada por reconocer que personas que considerabas amigas no lo son, mejor saber a qué atenerse...

Y si te llevas palo, son cosas de la vida, experiencias que te llevas...
También hay que entender que es necesario tener "amigos para salir de fiesta" que no siempre todos los amigos son de unión espiritual que sois almas gemelas.
 
Esos yo los llamo compañeros de pachanga, no amigos.
Colegas que dicen los paisanos... 😀
Me cito a mí misma para no andar editando y explicar más mi mensaje con un ejemplo.

A mí me encanta bailar, y tengo mis colegas de baile. En otoño/invierno, estuve fuera del circuito por hemorragias intensas, que acabaron con histerectomía por laparoscopia y recuperación.

Por supuesto, no fui a ningún sarao desde septiembre hasta enero.
Dos de esos colegas me contactaron que por qué no voy a los saraos. Les conté muy resumidamente lo que me pasaba.

Uno se interesó un poco más, le conté un poco más. Me dió un mensaje de ánimo y cuando me incorporé al baile casi no mencionamos el tema. Fue correcto para lo poco que nos tratamos, para nuestra relación, tampoco pido más.
El otro ni se interesó, no se dió por aludido. Cuando me incorporé, me preguntó qué tal el hombro (que llevaba con él algo chungo todo el año pasado), o ni me miró los mensajes o vió tema operación y no siguió leyendo y a otra cosa mariposa, supongo que interpretó que era cosa del hombro y no supe más de él hasta que lo volví a ver en un sarao, vamos que está claro que nos conocemos SÓLO para pasarlo bien. No le pregunté si se llegó a enterar del tema porque NO es mi amigo, es sólo un colega.

A ver, nos queremos para lo que nos queremos, es decir, para vernos en los saraos, bailar, compartir a lo mejor algún viaje para nuestra afición común y santas Pascuas.

Pero nunca los podré llamar amigos, son compañeros de baile, colegas de afición. Y ya está, para pasarlo bien y punto, será que a mi edad (50), no estoy para llamar amiga a toda persona que conozco con la que me llevo más o menos bien y comparto una afición.
 
Me cito a mí misma para no andar editando y explicar más mi mensaje con un ejemplo.

A mí me encanta bailar, y tengo mis colegas de baile. En otoño/invierno, estuve fuera del circuito por hemorragias intensas, que acabaron con histerectomía por laparoscopia y recuperación.

Por supuesto, no fui a ningún sarao desde septiembre hasta enero.
Dos de esos colegas me contactaron que por qué no voy a los saraos. Les conté muy resumidamente lo que me pasaba.

Uno se interesó un poco más, le conté un poco más. Me dió un mensaje de ánimo y cuando me incorporé al baile casi no mencionamos el tema. Fue correcto para lo poco que nos tratamos, para nuestra relación, tampoco pido más.
El otro ni se interesó, no se dió por aludido. Cuando me incorporé, me preguntó qué tal el hombro (que llevaba con él algo chungo todo el año pasado), o ni me miró los mensajes o vió tema operación y no siguió leyendo y a otra cosa mariposa, supongo que interpretó que era cosa del hombro y no supe más de él hasta que lo volví a ver en un sarao, vamos que está claro que nos conocemos SÓLO para pasarlo bien. No le pregunté si se llegó a enterar del tema porque NO es mi amigo, es sólo un colega.

A ver, nos queremos para lo que nos queremos, es decir, para vernos en los saraos, bailar, compartir a lo mejor algún viaje para nuestra afición común y santas Pascuas.

Pero nunca los podré llamar amigos, son compañeros de baile, colegas de afición. Y ya está, para pasarlo bien y punto, será que a mi edad (50), no estoy para llamar amiga a toda persona que conozco con la que me llevo más o menos bien y comparto una afición.

Exacto, ¡toda la razón! Yo a día de hoy porque estoy algo cerrada a la vida y creo que mi vida como tal se ha terminado y me queda esperar a morirme, pero si otra persona estuviera en mi caso que no sale para nada y no se relaciona con otros le aconsejaria como tu, que primero es tener colegas y ya si surge una amistad bien, pero que es necesario tener colegas y salir y socializar
 

Temas Similares

Respuestas
9
Visitas
753
Back