Esta historia es para comprar palomitas y esperar desenlace pero lo del anillo es cutre, cutre y poco caballeroso. Joer con el señor juez.
El hombre no está para gastos, de milagro que no se ha llevado también a uno de los niños y así se ahorra el fortunón que cuesta ahora la crianza de los bebés . No están los tiempos para despilfarros pensará su seño.