En mi casa hay calendario de adviento desde que yo era pequeña, lo compraba mi padre, venían de fuera. Yo sigo comprándome uno cada año para mi, mi hijo tiene uno de cajón tíos que se lo relleno todos los años.Ayer en mi salida puentera fui a una gran superficie, levanté la vista y vi dos plantas más arriba un par de arbolillos de Navidad todo peripuestos con sus luces. También, en un chaflán vi la deco de Halloween. Se está adelantando todo el fasto,¡vaya! Bueno, no pasa nada. En casa ya estamos con la lista de regalos navideños y el calendario de Adviento está encargado también. Mi marido me ha señalado y todo la decoración que le gustaría ver en el árbol. Estoy convencida de que la gente, a pesar de todo, este año no se va a privar de celebraciones navideñas, por lo menos en el ámbito familiar, lo cual me alegra porque esta es la esencia de la Navidad. Mi madre recuerda que cuando ella era pequeña el despliegue navideño en la ciudad comenzaba a primeros de diciembre. Las compras de comida mi abuela las hacía en la misma semana de Navidad, y los regalos incluso el día antes de Reyes, entonces en su casa no había Papá Noel, eran los Reyes. Cuando yo era pequeña también eran los Reyes, hasta que cumplí 10 años y mi madre decidió que disfrutáramos desde Navidad de los juguetes. Me recuerdo con mi bata, mi pijama, mis zapatillas de estar por casa, retocando el árbol de Navidad y el belén de figuritas de plástico. Más adelante mi madre compró en la Plaza Mayor un misterio napolitano (el portal de Belén) de terracota pintada que todavía conserva. Cuando yo tenía 15 años compré uno de escayola que mi madre llevó a la asociación de mujeres para pintarlo y que conservo yo y coloco encima de la chimenea. Le tengo mucho cariño.
Un vecinito mío de cuando yo era pequeña, cuyo padre es alemán, sí que tenía regalos por partida doble desde bien pequeño y hasta calendario de chocolate, creo que belga, y a mí eso me intrigaba mucho porque no me parecía justo que tuviera regalos por dos días y chocolate durante un mes, pero mi madre decía que era porque era alemán, y yo pensaba que también quería ser alemana porque vaya chollazo tener regalos a tutiplén. En esta cuestión ha ocurrido como con Halloween, que se ha importado esta costumbre quizás por ser atractiva.