Algunos de esos lameculos tenían como objetivo acabar dando clases en la universidad, por eso iban de perrillos falderos de los profesores, y me consta que más de uno lo consiguió.
Yo solo recuerdo haber echado una vez un trozo de hígado en un cacharro con agua oxigenada para ver la reacción...pero no recuerdo qué sacamos en limpio de aquel experimento.
En mi facultad, además, los alumnos Internos/adjuntos al departamento eran precisamente los más lerdos.
Hace como un año o así entre en la web de la facultad y consulté el claustro. Un auténtico inútil que me dio a mi clase alguna vez sustituyendo el titular es ahora el catedrático! Y varios de los más lerdos de mi promoción están ahora de profesores titulares.
Así va la cosa...