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J.M. Aznar y la ultraderecha en Vox
Ruth Toledano
07/10/2018 - 19:59h
Creíamos que Aznar pasaba el rato en el gimnasio como cualquier jubilado que se entretiene jugando a la petanca. Pero no: se musculaba para mantenerse en forma. Aznar estaba agazapado tras mancuernas y barras romanas. Desahogaba así también la arrogancia, en esperaba de decir a los suyos, por un lado; al Partido Popular en su conjunto, por otro; y en general, a la patria española y al convulso mundo mundial, que J. M. Aznar sigue vivito y está dispuesto a traer cola de nuevo. Cuando es por soberbia, siempre se aspira a volver. Aunque sea para publicar libros sobre el futuro.
Se da la paradoja de que el predicamento de Aznar (entendido como que J.M. vuelve a expresarse y sus expresiones encuentran eco político y mediático, dado que los de su cuerda –es decir, Pablo Casado, es decir, Esperanza Aguirre, es decir, él mismo- han recuperado posiciones de poder en el PP) coincide con la condena a prisión de Rodrigo Rato, ministro suyo de Economía, así como con su comparecencia en el Congreso de los Diputados ante la comisión que investiga la presunta financiación irregular del PP. Pero J.M. no se arredra, saca pectorales y concede una entrevista a Pedro J. Ramírez (quien en 2004 definió a Aznar como "un derechista imbuido de un sentido provincialista enfurruñado que no consultaba con nadie", pero también como un gobernante “honesto y eficaz”). Y hay que reconocer que en ella el estadista de acento tejano da algunas claves de interés, algunas basadas en contradicciones que no dejan de serlo porque se emitan de manera pomposa y con esa comunicación postural a la que el ego le rompe las costuras. De no ser contradicciones, serían aviesas y sibilinas consignas.
Aznar llama centroderecha al PP al tiempo que afirma que la ultraderechista Vox ha salido del propio PP: “lo que era un espacio totalmente unido en el año 2003 hoy está dividido en tres: PP, Ciudadanos y Vox”. En la no tan velada acusación a Rajoy por haber dividido el partido y permitido que se muchos se fueran a Vox (también a Ciudadanos), está reconociendo que en el PP anterior se concentraban los que ahora se concentran en la plaza de Vistalegre de Madrid. Es decir, la ultraderecha estaba en el suyo, en el PP de J.M. Más allá de lamentar la espantada de esos fachas descarriados, verbalizarla es ir haciendo un cierto llamamiento para una eventual vuelta al redil. Que para eso tienen a un Casado que estaría encantado que Santiago Abascal le guardase las espaldas con su Smith&Wesson.
Aznar se dirige, además, a Casado y a Rivera para recordarles, con el tono de un jefe autoritario, “la magnitud” de la responsabilidad histórica que tienen para que no se rompa España. Se dirige a ambos. Como si el PP de Casado y el Ciudadanos de Rivera tampoco fueran formaciones rivales, sino escisiones que se han producido por los errores de M. Rajoy que, por tanto, podrían, con esfuerzo, reparase. La que él llama “la refundación”. Ya se sabe: la voluntad y sus triunfos.
Asegura Aznar, con enorme desfachatez, que en la España constitucionalista “han pasado relativamente pocas cosas desde el punto de vista de conflictividad social. Lo que ha pasado es la secesión”. Como si la corrupción endémica de su partido, el rescate bancario, los desahucios, la ley mordaza o la reforma laboral nada tuvieran que ver con el conflicto ni con la sociedad. Incluso, puestos a alimentar el fantasma secesionista, la empecinamiento de impedir la consulta democrática llegando hasta la represión policial del 1-O. Pero no se limita J.M. a un análisis tan sesgado de la política de las últimas décadas, sino que se atreve a pretender insultar a la historia, pasada y presente, diciendo que “algunos radicales quieren volver a la Segunda República”. Habría que explicarle la diferencia entre los radicales y los violentos. Y explicarle que ojalá nunca hubiéramos querido volver a la Segunda República porque no hubiera acabado con su legitimidad ese golpe militar fascista que apoyan tantos de los suyos.
Para Aznar el de las Azores, la izquierda española no solo es iletrada y radical sino también “picaresca”, un término que expele un tufillo clasista de corte engominado. Para él es picaresca aspirar a que los privilegios dejen de serlo. Para él se inscribe en la picaresca el acceso de la izquierda a las esferas de poder. No es picaresca para él, sin embargo, el elenco que acompañó a su hija al altar. Ni que su esposa Ana Botella llegara a ser alcaldesa de Madrid. Ni que los pisos sociales en Madrid acabaran en fondos buitre vinculados con su hijo Josemari junior. Son unos poquitos ejemplos, nada más, que dejan en evidencia la desvergüenza política y personal del expresidente que hablaba catalán en la intimidad.
Aznar, en fin, anuncia, pomposo, que ya no aceptará la presidencia de honor del PP pero que volverá a votar a ese partido. Quizá lo anuncia para que los que fueron a Vistalegre vuelvan a Génova. Quizá, entonces, vuelva él.
https://www.eldiario.es/zonacritica/JM-Aznar-ultraderecha-Vox_6_822477760.html
Creo que con un Franco ya tuvimos suficiente...pero en fin...hay tijeras, navajas y cuchillos entre Vox, PP y C's.
La derecha se divide.
Allá se autofagociten entre ellos.
Ruth Toledano
07/10/2018 - 19:59h
Creíamos que Aznar pasaba el rato en el gimnasio como cualquier jubilado que se entretiene jugando a la petanca. Pero no: se musculaba para mantenerse en forma. Aznar estaba agazapado tras mancuernas y barras romanas. Desahogaba así también la arrogancia, en esperaba de decir a los suyos, por un lado; al Partido Popular en su conjunto, por otro; y en general, a la patria española y al convulso mundo mundial, que J. M. Aznar sigue vivito y está dispuesto a traer cola de nuevo. Cuando es por soberbia, siempre se aspira a volver. Aunque sea para publicar libros sobre el futuro.
Se da la paradoja de que el predicamento de Aznar (entendido como que J.M. vuelve a expresarse y sus expresiones encuentran eco político y mediático, dado que los de su cuerda –es decir, Pablo Casado, es decir, Esperanza Aguirre, es decir, él mismo- han recuperado posiciones de poder en el PP) coincide con la condena a prisión de Rodrigo Rato, ministro suyo de Economía, así como con su comparecencia en el Congreso de los Diputados ante la comisión que investiga la presunta financiación irregular del PP. Pero J.M. no se arredra, saca pectorales y concede una entrevista a Pedro J. Ramírez (quien en 2004 definió a Aznar como "un derechista imbuido de un sentido provincialista enfurruñado que no consultaba con nadie", pero también como un gobernante “honesto y eficaz”). Y hay que reconocer que en ella el estadista de acento tejano da algunas claves de interés, algunas basadas en contradicciones que no dejan de serlo porque se emitan de manera pomposa y con esa comunicación postural a la que el ego le rompe las costuras. De no ser contradicciones, serían aviesas y sibilinas consignas.
Aznar llama centroderecha al PP al tiempo que afirma que la ultraderechista Vox ha salido del propio PP: “lo que era un espacio totalmente unido en el año 2003 hoy está dividido en tres: PP, Ciudadanos y Vox”. En la no tan velada acusación a Rajoy por haber dividido el partido y permitido que se muchos se fueran a Vox (también a Ciudadanos), está reconociendo que en el PP anterior se concentraban los que ahora se concentran en la plaza de Vistalegre de Madrid. Es decir, la ultraderecha estaba en el suyo, en el PP de J.M. Más allá de lamentar la espantada de esos fachas descarriados, verbalizarla es ir haciendo un cierto llamamiento para una eventual vuelta al redil. Que para eso tienen a un Casado que estaría encantado que Santiago Abascal le guardase las espaldas con su Smith&Wesson.
Aznar se dirige, además, a Casado y a Rivera para recordarles, con el tono de un jefe autoritario, “la magnitud” de la responsabilidad histórica que tienen para que no se rompa España. Se dirige a ambos. Como si el PP de Casado y el Ciudadanos de Rivera tampoco fueran formaciones rivales, sino escisiones que se han producido por los errores de M. Rajoy que, por tanto, podrían, con esfuerzo, reparase. La que él llama “la refundación”. Ya se sabe: la voluntad y sus triunfos.
Asegura Aznar, con enorme desfachatez, que en la España constitucionalista “han pasado relativamente pocas cosas desde el punto de vista de conflictividad social. Lo que ha pasado es la secesión”. Como si la corrupción endémica de su partido, el rescate bancario, los desahucios, la ley mordaza o la reforma laboral nada tuvieran que ver con el conflicto ni con la sociedad. Incluso, puestos a alimentar el fantasma secesionista, la empecinamiento de impedir la consulta democrática llegando hasta la represión policial del 1-O. Pero no se limita J.M. a un análisis tan sesgado de la política de las últimas décadas, sino que se atreve a pretender insultar a la historia, pasada y presente, diciendo que “algunos radicales quieren volver a la Segunda República”. Habría que explicarle la diferencia entre los radicales y los violentos. Y explicarle que ojalá nunca hubiéramos querido volver a la Segunda República porque no hubiera acabado con su legitimidad ese golpe militar fascista que apoyan tantos de los suyos.
Para Aznar el de las Azores, la izquierda española no solo es iletrada y radical sino también “picaresca”, un término que expele un tufillo clasista de corte engominado. Para él es picaresca aspirar a que los privilegios dejen de serlo. Para él se inscribe en la picaresca el acceso de la izquierda a las esferas de poder. No es picaresca para él, sin embargo, el elenco que acompañó a su hija al altar. Ni que su esposa Ana Botella llegara a ser alcaldesa de Madrid. Ni que los pisos sociales en Madrid acabaran en fondos buitre vinculados con su hijo Josemari junior. Son unos poquitos ejemplos, nada más, que dejan en evidencia la desvergüenza política y personal del expresidente que hablaba catalán en la intimidad.
Aznar, en fin, anuncia, pomposo, que ya no aceptará la presidencia de honor del PP pero que volverá a votar a ese partido. Quizá lo anuncia para que los que fueron a Vistalegre vuelvan a Génova. Quizá, entonces, vuelva él.
https://www.eldiario.es/zonacritica/JM-Aznar-ultraderecha-Vox_6_822477760.html
Creo que con un Franco ya tuvimos suficiente...pero en fin...hay tijeras, navajas y cuchillos entre Vox, PP y C's.
La derecha se divide.
Allá se autofagociten entre ellos.
Última edición por un moderador:
Asi es. Ya basta de intentar acomplejados a las personas que estamos orgullosas de pertenecer a un pais estupendo y precioso. Por cierto, es muy raro que en cuanto alzas la bandera de tu pais te califiquen de extrema derecha pero nadie titula de extrema izquierda a los comunistas. Os dejo un articulo sobre la zasca que se llevó el diario " El Pais".
http://www.outono.net/elentir/2018/...s-lectores-por-sus-manipulaciones-contra-vox/
Y la extrema derecha indepe no es que mienta...es de ilegalizar esos partidos de un plumazo.
De matemáticas siempre he andado faltal, pero de 10.000 + 3.000 a cientos de miles va un trecho.
No sé de dónde viene esa idea de que por ser víctima, uno está legitimado para pontificar sobre cualquier cosa. El sufrimiento no exime de decir tontás como panes.
El PP está muy tocado y grita que VOX les ha robado los votantes, vamos como si los votantes fuesemos propiedad personal. Muchos de los votantes se han ido a VOX precisamente por los temas de corrupción e incumplimiento de las promesas del PP, al contrario de los votantes del PSOE y Podemos, que viendo lo que hay siguen creyendo en los cuentos que les cuentan. Hasta la fecha de hoy VOX es el único partido que ha cumplido y sigue cumpliendo sus palabras. En ningún otro pais europeo se toleraría tener un presidente cum fraude junto con sus nombrados ministros igualmente mentirosos y defraudadores. Es intolerable e incomprensible que todavía haya personas que les crean una sola palabra y siempre señalando a los demás como culpables de su ineptitud. "Porque vosotros hicisteis tal y cual y el PP es una panda de corruptos", dicen mientras levantan el dedo moralista. No, ahora sois vosotros los que gobernais. Ahora es vuestro turno. Y en vez de señalar con el dedo al pasado mostrad que sois mejor, aunque a la vista está que sois peor. Por cierto, PSOE y Podemos andan hacia atrás como los cangrejos. En vez de solucionar los problemas de hoy en día, tienen que retornar 50 años y más en la historia, que empezaron con Franco y han seguido retrocediendo hasta la inquisición, tal como hace el bufón Monedero para promocionar la escuela de Podemos. Pronto nos devolverán a la época de los Iberos y los Celtas para terminar en la edad de piedra.
a mi no me da miedo vox, me preocupa, por supuesto, como en su día me preocupó otro partido extremista aunque fuera de izquierdas.
los extermos no me gustan, no me han gustado nunca
pero creo que es una reacción casi lógica que apareciera en España un partido de extrema derecha populista, estaba ocurriendo en toda Europa, y más después de que apareciera un partido de extrema izquierda populista y de la locura nazzionalista de cataluña.
ahora bien, los que llevan años tildando al PP o a Cs de extrema derecha, van a enterarse leyendo el programa de Vox de lo que es de verdad una extrema derecha populista.
por cierto, si os vais a la definición de extrema derecha... encajan más CIU, la CUP y ERC en dicha definición que Vox...
igual alguno que va de izquierdas... debería reflexionar
los extermos no me gustan, no me han gustado nunca
pero creo que es una reacción casi lógica que apareciera en España un partido de extrema derecha populista, estaba ocurriendo en toda Europa, y más después de que apareciera un partido de extrema izquierda populista y de la locura nazzionalista de cataluña.
ahora bien, los que llevan años tildando al PP o a Cs de extrema derecha, van a enterarse leyendo el programa de Vox de lo que es de verdad una extrema derecha populista.
por cierto, si os vais a la definición de extrema derecha... encajan más CIU, la CUP y ERC en dicha definición que Vox...
igual alguno que va de izquierdas... debería reflexionar
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me gustaría saber cuales son esas palabras que ha cumplido y sigue cumpliendo ya que nunca ha gobernado en ninguna parte y es donde se puede ver si cumple o no.
vamos, digo yo
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a mi tampoco me cuadraba el número. Ni saben leer ni hacer números.
A mí también me está precupando bastante estos partidos radicales que se están creando a la derecha y a la izquierda. En toda Europa. Nacen porque la sociedad se está radicalizando. Nadie busca ya el consenso.
Tienes cierta razón en tu último párrafo. Los discursos racistas y supremacistas de algunos de sus líderes son directamente de la derecha radical, sólo hay que ver que partidos extranjeros se han solidarizado con ellos. Esto en vez de preocuparme o darme miedo me hace gracia.
