Vidas para-lelas. Tema sobre Vega Royo-Villanova.

Mucha gente hace yoga porque es bueno para el cuerpo y la mente. Yo no seguí porque no podía relajarme ni desconectar el cerebro como quería la instructora y algunas posiciones no podía mantenerlas, sentía que los demás se burlaban de mi. Pero asumir la filosofía yoga como un estilo de vida implica ser vegetariano, pacifista, apolítico (¿te suena algo Vaga?) y vivir una vida simple (no slow, Vaga) renunciando al lujo y todo lo superfluo. Así que Vaga hace yoga pero sólo como postureo


Claro. Aunque también mucha gente asume el yoga de manera menos rigurosa, como algo práctico más que filosófico. Como un ejercicio físico más. De los tantos que hay para mantenerse activo y estar en forma (como el zumba, por ejemplo; sin pretender compararlos), que también es válido. Sólo que como extra, por lo de la respiración y concentración, ayuda al control mental. Se lo recomiendan a mucha gente que se la pasa en modo eléctrico, para que le ayude a bajar la intensidad. Vemos que con Vaga no funciona. Además, el yoga tampoco es que te quite lo bobo.
 
Los religiosos fanáticos inventan cada cosa. Yo soy loca con los sonajeros, tengo mi casa llena de ellos, pues un "cristiano" que fue a hacer un trabajo de plomería, me dijo que "esas cosas son para llamar al diablo". Y entonces, para qué son las campanas de las iglesias?


Hace siglos me regalaron un móvil de esos que suenan, que son para colocar en las puertas y atraer la buena suerte, era como de cristal, bello: tenía un querubín en el centro y cuatro cilindros huecos de color plata, con un labrado muy bello; ellos eran los que sonaban al soplar el viento. Me encantaba. Pues una vez escuché en un programa new age, que los móviles de cuatro elementos sonoros son pavosos. Decir que tardé más en escucharlo que en salir espantada a la puerta de mi cuarto y botar el móvil. También decir que no tarde mucho en darme cuenta de lo idiota que fui. Hasta ahora me doy de cabezazos, arrepentida por botarlo y abochornada por ser tan tarada. En fin.
 
Hace siglos me regalaron un móvil de esos que suenan, que son para colocar en las puertas y atraer la buena suerte, era como de cristal, bello: tenía un querubín en el centro y cuatro cilindros huecos de color plata, con un labrado muy bello; ellos eran los que sonaban al soplar el viento. Me encantaba. Pues una vez escuché en un programa new age, que los móviles de cuatro elementos sonoros son pavosos. Decir que tardé más en escucharlo que en salir espantada a la puerta de mi cuarto y botar el móvil. También decir que no tarde mucho en darme cuenta de lo idiota que fui. Hasta ahora me doy de cabezazos, arrepentida por botarlo y abochornada por ser tan tarada. En fin.
he tenido que ir a google. pavoso es gafe, verdad??? (que da mala suerte) ¡que bonita palabra!!
 
Permíteme corregirte, compañera: una mujer con más dignidad, no. Una mujer con dignidad, simplemente. Una que de haberse visto en la situación de Vaga, inmediatamente devuelve la roca. Bueno, es que si me voy al extremo, hasta podría no la devolverla, pero eso sí, lo que definitivamente no haría nunca es convertirla en colgante para encasquetárselo en el pescuezo y exhibirlo al mundo. A lo recordatorio de: "casi lo logro, pero no estoy ardida". Patético.

De acuerdo. Y de verdad que resulta muy indigno. Yo soy partidaria de regresar los anillos porque ¿para qué guardar algo que te va a recordar lo que no pudo ser o que pudo ser y hubiera sido un matrimonio infeliz? El otro que haga lo que quiera con él y una a seguir adelante. Lo de Vaga fue ir un paso más allá y más que un mensaje de "no estoy nada dolida", me pareció más de "quiero usar diamantes, no puedo porque no los puedo pagar y mejor aprovechar" porque sí o sí sacaba dicho colgante para cualquier situación, era su joya "elegante" junto con el anillo old style de su madre.
 
De acuerdo. Y de verdad que resulta muy indigno. Yo soy partidaria de regresar los anillos porque ¿para qué guardar algo que te va a recordar lo que no pudo ser o que pudo ser y hubiera sido un matrimonio infeliz? El otro que haga lo que quiera con él y una a seguir adelante. Lo de Vaga fue ir un paso más allá y más que un mensaje de "no estoy nada dolida", me pareció más de "quiero usar diamantes, no puedo porque no los puedo pagar y mejor aprovechar" porque sí o sí sacaba dicho colgante para cualquier situación, era su joya "elegante" junto con el anillo old style de su madre.


Es que, ya seas tú quien termine la relación o seas quien recibe el corte violento de patas, el hecho es que ya no habrá bodorrio, ni pachanga, ni luna de miel, ni retoños, ni nada. Entonces, ahí tú agarras y devuelves la roca de compromiso que te dieron. Precisamente porque al ya no haber tal compromiso y por ende al ya no haber tal boda, el puto anillo no pinta nada. Ése es un regalo que se hace justo para la concreción de fin, que al frustrarse, no tiene sentido conservarlo. Digamos que es una especie de regalo condicional, que para efectos prácticos es como una contraprestación (pero en este caso, sin deducible, penalización o compensación por incumplimiento de alguna de las partes) que al no darse, pues debe ir de regreso. Al menos moralmente debería ser así. Digo, a mí me plantan, y más si es con los tequeños listos para el pachangón, y lo que menos haría sería conservar el pedrusco. Por dignidad. Pero si hasta de superar el dolor se trata, si acaso quedas muy tocada emocionalmente con la ruptura, lo más sano es devolverlo y seguir con tu vida. Vaga en cambio no sólo no lo devuelve, ella va y se lo cuelga del pescuezo.
 
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