TODO sobe Pablo Iglesias y Podemos.

No se vayan todavía...aún hay más:

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no hay nadie mas ignorante que el que se miente a sí mismo, pero no dan para más los pobres...
 
El 20-D solo hay dos opciones: lo de siempre o el cambio, y el cambio lo representa Podemos”
Ione Belarra, candidata de Podemos al Congreso por Navarra, vaticina un vuelco electoral el 20 de diciembre. “Vamos a gobernar nosotros”, dice convencida



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Ione Belarra, en el Caballo Blanco de Pamplona. (Patxi Cascante)

Ione Belarra Urteaga (Pamplona, 25 de septiembre de 1987) fue confirmada hace unos días candidata de Podemos Navarra al Congreso. Licenciada en Pscología por la Universidad Autónoma de Madrid, en la actualidad prepara la tesis doctoral. Vive a caballo entre Pamplona, donde tiene a su familia, y la capital de España.

Procedente de los movimientos sociales, en especial de la lucha por los derechos de las personas migrantes, hasta la irrupción de Podemos nunca había participado en partidos políticos. “He dado el paso porque por primera vez hay un partido que hace lo que dice, es transparente y emplea primarias para elegir a sus candidatos”, enumera Belarra como parte de las razones que le han llevado a vivir la política desde la primera línea.

“Vengo de la lucha contra los centros de internamiento., pero veía que aunque lo estábamos dando todo en la calle, eso no tenía ningún efecto de cambio en la político, lo que era bastante frustrante”, recuerda la candidata, convencida de que “ha llegado el momento de entrar en las instituciones para cambiar desde la política lo que no podíamos cambiar desde la calle porque no nos estaban escuchando”.

A poco más de un mes de convertirse en diputada, si los navarros mantienen a Podemos un apoyo similar al que le brindaron en mayo, rezuma ilusión por el proyecto que lidera Pablo Iglesias. “Siempre nos han dicho que somos muy ambiciosos, pero siempre hemos dicho que hemos venido a la política para ganar”.

¿Por qué ha tardado tanto tiempo Podemos en confirmar su candidatura al Congreso por Navarra?

-Porque estamos en un proceso tanto de incorporación de personas de la sociedad civil como de acuerdos en distintos territorios (Catalunya, Galicia y Comunidad Valenciana, y en Navarra para el Senado) que ha llevado su tiempo y hasta que no estaban cerrados todos los fichajes no se podían publicar las listas.

Usted iba en unas primarias estatales. ¿No se ha hurtado de alguna forma la voluntad de los militantes navarros para elegir a su candidata?

-Se acordó que al ser unas elecciones estatales era la asamblea ciudadana estatal la que tenía que tomar esa decisión. Pero los miembros de Navarra forman parte de esa asamblea y, por lo tanto, han participado en el proceso de elección.

Pero no me negará que eran unas primarias muy dirigidas por Pablo Iglesias.

-En realidad se trataba de replicar el mismo proceso que se hizo a nivel autonómico, en el que toda la asamblea de Navarra eligió a los candidatos. Como ahora las elecciones son generales, entendimos que Pablo Iglesias tenía que componer el equipo y ese es el que se votó.

¿Ha satisfecho a la militancia de Navarra su elección?

-Sí. La situación de Podemos Navarra es positiva. Yo llevo participando prácticamente desde el comienzo y la gente está cómoda con que yo sea la candidata.

En el caso de que obtenga el escaño, ¿su prioridad va a ser trabajar por los intereses generales del Estado o por los de Navarra?

-Voy a trabajar por los intereses de todos y todas, poniendo el ojo muy especialmente en Navarra. Si algo nos define a Podemos, es que trabajamos por los intereses de los de abajo y es lo que vamos a hacer en el Congreso. Lo que más nos diferencia es que defendemos los intereses de la mayoría, algo que los partidos tradicionales no han estado haciendo.

¿Las elecciones llegan en un buen momento para Podemos o el partido se ha desinflado tal y como lo reflejan las encuestas?

-Nuestras expertas dicen que no hay que fiarse mucho de las encuestas porque no están hechas para momentos de excepcionalidad política como el que vivimos. Los sondeos han ido fallando sistemáticamente en el último año y medio. El ejemplo más claro son las Europeas del año pasado, que nos daban un diputado y al final sacamos cinco. También nos daban mejor en Catalunya de lo que salió. Ahora el escenario está completamente abierto, ya que alrededor del 50% de la población no ha decidido su voto, así que confiamos en ganar.

Recientemente Carolina Bescansa dijo que el partido no está en condiciones de ganar las elecciones. ¿Fue una metedura de pata?

-Ella ya explicó que se le había entendido mal. Quiso decir que estábamos en situación de ganar, pero que el escenario es muy volátil y está muy abierto.

¿Ha perdido fuerza el discurso de Podemos o es consecuencia del desinterés de algunos medios por miedo a potenciar esta marca?

-Hemos vivido tiempos complicados, pero no hemos rebajado el discurso, sino que hemos concretado nuestras propuestas. Estaban claros los objetivos, que son reducir la desigualdad y que los intereses de las mayorías estén representados en las instituciones. Pero luego es difícil concretarlo en propuestas que supongan un proyecto de país y es lo que hemos hecho.

Episodios como los ocurridos recientemente en la CAV, donde la dirección estatal ha desautorizado a candidatos, no ayudan a mejorar la imagen del partido.

-Lo que ha ocurrido en el País Vasco es que el secretario general y parte de su equipo estaban en desacuerdo con decisiones tomadas desde el consejo ciudadano y la asamblea estatal. Desde el principio dijimos que en Podemos ponemos luz y taquígrafos a los debates internos. Eso significa que cuando alguien está en desacuerdo lo manifiesta. Es honesto por parte de Roberto Uriarte que si no está de acuerdo, haya dimitido. Personalmente me produce tristeza que un compañero que se ha dejado la piel tenga que dimitir.

Pero no favorecen estos conflictos.

-Está claro. Siempre es mejor permanecer unidos.

Cifra en la mitad de los votantes el porcentaje de indecisos, de ahí que sea muy difícil hacer pronósticos. Pero, ¿qué quiniela se atreve a hacer para el 20-D?

-No me gustan las quinielas.

Dicho de otra forma. ¿Quién va a gobernar a partir del 20-D?

-Yo creo que vamos a gobernar nosotros.

Difícilmente podrán hacerlo solos. ¿Con quién se ve gobernando?

-El escenario está fragmentado, pero nos vamos a dejar la piel para ganar las elecciones. Los acuerdos que se hagan después dependerán de cómo quede el mapa político. Para pactar, pondremos las condiciones que siempre exigimos de transparencia, lucha contra la corrupción y defensa de los derechos sociales.

¿Teme que si PP y Ciudadanos tienen la llave de la gobernabilidad frustren el cambio?

-Ciudadanos no es el cambio, sino el recambio. Se ha posicionado del lado del PP y del PSOE, que son parte de las elites que han roto el acuerdo social de 1978. Además, el PSOE solo forma parte del cambio cuando Podemos queda por delante. Cuando es al revés, hace lo mismo que ha hecho siempre. Es decir, el PSOE solo está con los de abajo cuando está en la oposición, pero cuando gobierna reforma el artículo 135 de la Constitución.

¿Estaría dispuesto Podemos a facilitar una hipotética investidura de Pedro Sánchez?

-Es demasiado pronto para hablar de pactos postelectorales.

Donde el cambio es una realidad es Navarra. ¿Qué opinión le merece la acción de este Gobierno?

-Valoramos muy positivamente el cambio después del tiempo de sequía política que hemos vivido en Navarra. El acuerdo programático refleja puntos muy interesantes que tienen que ver con la defensa de los derechos sociales. Otra cosa es que si nosotros estuviéramos en el Gobierno, haríamos reformas, como la fiscal, más en profundidad.

Ya tuvieron posibilidad de entrar en el Gobierno con alguna persona de su confianza, pero renunciaron a ello.

-Ya explicó Laura Pérez que las circunstancias en que se produjo la posibilidad de entrar en el Gobierno de Navarra no se correspondían con los tiempos de democracia interna que maneja Podemos, que tiene que consultar a la asamblea ciudadana de Navarra, que es la soberana en la toma de decisiones.

¿La dirección estatal de Podemos, de la usted forma parte, tuvo claro desde el primer momento que había que apoyar el cambio aunque participara EH Bildu o hubo debate interno al respecto?

-La plurinacionalidad la defendemos tanto interna como externamente. Entendemos que las comunidades autónomas, y todavía más las que tienen peculiaridades históricas y culturales propias, tienen que ser soberanas sobre las decisiones que toman. En este caso la decisión se tomó en Navarra y luego nos limitamos a informar de ello.

¿Y qué balance hace la dirección de Madrid del cambio en Navarra?

-Muy positivo, por supuesto. Podemos mira con muy buenos ojos lo que está pasando aquí, y ve el cambio como punta de lanza de posibles cambios en el Estado. Pablo Iglesias está muy contento con lo que está pasando en Navarra y con lo que estamos haciendo. Llevábamos décadas de inmovilismo y, solo por higiene política, era muy importante abrir las ventanas.

¿Qué es lo que más le gusta y lo que menos de la gestión del Gobierno de Navarra?

-Creo que podrían responder mejor mis compañeros del grupo parlamentario, que están haciendo un trabajo magnífico. Pero lo que más me gusta es que hemos sido capaces de dialogar y de entendernos. Era algo que necesitaba la ciudadanía navarra. Y lo que menos es la reforma fiscal, que nos gustaría que fuera más progresiva y que llevara mecanismos para luchar contra el fraude fiscal. Porque puedes hacer una política social muy buena, pero si no haces una economía de redistribución de la riqueza no solucionas el problema.

La reforma fiscal todavía es un proyecto.

-Está claro. Vamos a seguir negociando y seguro que podemos aportar algo.

Usted ha participado también en la negociación para la lista de confluencia al Senado. ¿Temió que no fructificara la iniciativa?

-El miedo que teníamos era que no se cumplieran los mínimos que establecemos para la renovación democrática y política. Podemos no ha nacido para ser un partido como los demás y repartir sillones, sino para regenerar la vida política. Para nosotros era fundamental que se respetara el código ético. Una vez que se aceptó, Podemos renunció con generosidad a participar con un candidato en esa lista, porque lo más importante es que queda reflejada la regeneración democrática.

El código ético incluye, entre otras cosas, la limitación del salario a tres veces el SMI (1.945 euros). ¿No es un pelín bajo para alguien que tiene que aparcar su carrera profesional para dedicarse puntualmente a la política?

-No. Dada la situación que vivimos, es un sueldo que está muy bien. En este país el 50% de la población vive con menos de mil euros y los políticos debemos dar ejemplo. A los representantes públicos se nos debe pedir un plus. No podemos estar aquí para sacar algo, sino para aportar algo para que la gente viva mejor. Y el hecho que el salario esté limitado nos garantiza que no nos vamos a quedar aquí eternamente. Yo dejaré el paso a otros compañeros y volveré a mi profesión, que es mi vocación.

Es una forma de que la gente no se perpetúe en el cargo.

-Además, si vives como la gente es más fácil defender lo que ella quiere. En cambio, si vives en un barrio en el que no ves a nadie, es más difícil que defiendas a la gente de a pie.

La candidatura de confluencia tiene una oportunidad histórica de derrotar a la derecha. ¿Lo ve factible?

-Sí. Estoy muy ilusionada con esta candidatura. Queremos que el Senado sea una verdadera cámara de representación territorial, que pueda participar en la legislación de leyes que afecten a sus territorios. Pero mientras llegue ese momento, creemos que la ley electoral es un poco tramposa, porque el Senado concede una sobrerrepresentación a la fuerza mayoritaria. Pero este acuerdo permite trasladar la diversidad política de Navarra a la Cámara Alta.

¿Le hubiera gustado que esta misma confluencia se hubiera pactado también para el Congreso?

-Me hubiera gustado mucho. No ha sido posible en Navarra y me da pena. Pero en el Estado sí que hemos llegado a muchos acuerdos.

En Navarra tienen el reto de repetir los resultados de mayo si quieren obtener representación.

-La gente sabe que en estas elecciones nos jugamos mucho, quizá más que lo que nos hemos jugado en muchos años. Y creo que la gente va a votar sabiendo que solo hay dos opciones: lo de siempre o el cambio. Y el cambio estatal lo representa Podemos, el único partido que va a defender la plurinacionalidad. Dicho esto, no solo creo que vamos a mantener los resultados de mayo, sino que los vamos a mejorar bastante.

Lo que está sucediendo en Catalunya va a condicionar el debate de esta campaña electoral. ¿Cree que les puede favorecer que PP, PSOE y Ciudadanos vayan de la mano?

-Como dice Pablo Iglesias, se han bunkerizado bastante. Nosotros miramos a Catalunya con mucha preocupación ya desde el 27 de septiembre. Mientras todos estaban celebrando, nosotros, que tuvimos un resultado mucho peor de lo que esperábamos, vimos que esta situación nos llevaba a un choque de trenes. Ahora, cada vez se hace más evidente que Rajoy no tiene un plan para Catalunya porque es incapaz de dialogar, mientras el otro bloque sabe que unilateralmente no puede llegar a ninguna parte. En este sentido, la gente va a quitar al PP del poder y va a poner en el Gobierno a alguien que pueda hacer un proyecto de país que pueda permitir a la catalanes decidir si quieren seguir o irse de España.

Ese discurso de Podemos no se entendió muy bien en septiembre.

-Quizá porque las posiciones estaban muy repartidas para cuando nosotros entramos como sujeto político. Pero creo que incluso en Catalunya nuestro discurso va a revalorizarse. La gente ha visto que Artur Mas tampoco tiene un proyecto para Catalunya.

http://www.noticiasdenavarra.com/20...o-el-cambio-y-el-cambio-lo-representa-podemos
 
Hay que ver lo productivo que es asaltar capillas.

Por cierto...una pregunta...¿se les puede considerar ricos?. Desde luego según mis estándares de vida, SI.

A POR ELLOOOOOSSSS!!!!!!!!!!

Ten en cuenta que son unos defensores furibundos de los derechos de los pobres,y por lo tanto su estatus riquil no cuenta, son ricos pero como si fueran pobres. El ricómetro del podemismo funciona así
 
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