TODO sobe Pablo Iglesias y Podemos.

Pues no se entiende tu aficion por políticos chavistas.
Si te refieres al socialismo bolivariano . Podemos no és bolivarista. Pero comenzar el bolivarismo es panamericano y transnacional. Es más semejante al socialismo árabe de nasser que a podemos que no persigue un proyecto europeo. También hay una fuerte identidad en el socialismo bolivariano que no hay en podemos. Hay un enfoque histórico e integrador de la realidad indígena como contrapeso al colocoslismo. Si marxismo es mucho más a la izquierda.

Peró claro hay que tener primero idea, de lo que el socialismo bolivariano para ver que o tiene nada que ver con Podemos. A menos que tengan un proyecto paneuropeo y transaccional oculto en Podemos. Tampoco hay u programa de nacionalización masivo

Pero bueno se ha de partir de la idea de que casi nadie en España entiende que el socialismo bolivariano como el socialismo panarabe sólo se pueden aplicar en sus continentes porque están unidos a una identidad que parte de que están en inferioridad ante las o injerencias externas. El bolivarismo pelea contra un enemigo exterior mucho mas que uno interior

pero claro aqui explicar las diferencias entre socialismos y porque el bolivarismo es imposible de exportar a europa, parte de paises sometidos a colonialismo y hasta donde yo se Europa nunca ha sido una colonia, es una utopia
 
Si te refieres al socialismo bolivariano . Podemos no és bolivarista. Pero comenzar el bolivarismo es panamericano y transnacional. Es más semejante al socialismo árabe de nasser que a podemos que no persigue un proyecto europeo. También hay una fuerte identidad en el socialismo bolivariano que no hay en podemos. Hay un enfoque histórico e integrador de la realidad indígena como contrapeso al colocoslismo. Si marxismo es mucho más a la izquierda.

Peró claro hay que tener primero idea, de lo que el socialismo bolivariano para ver que o tiene nada que ver con Podemos. A menos que tengan un proyecto paneuropeo y transaccional oculto en Podemos. Tampoco hay u programa de nacionalización masivo

Pero bueno se ha de partir de la idea de que casi nadie en España entiende que el socialismo bolivariano como el socialismo panarabe sólo se pueden aplicar en sus continentes porque están unidos a una identidad que parte de que están en inferioridad ante las o injerencias externas. El bolivarismo pelea contra un enemigo exterior mucho mas que uno interior

pero claro aqui explicar las diferencias entre socialismos y porque el bolivarismo es imposible de exportar a europa, parte de paises sometidos a colonialismo y hasta donde yo se Europa nunca ha sido una colonia, es una utopia
Y Cataluña no es una colonia, luego no hay autodeterminación que valga. Y volviendo a la dictadura bolivariana se les ha visto el pelo. Viendo a Colau y Carmena, no hacen más que perder votos
 
Es que Venezuela...no es una subida de un escalón del IRPF. Hablamos de un cambio radical del sistema. Y estamos lejos de aquello.

«Dicen que España no es Venezuela igual que yo decía que Venezuela no era Cuba”
La exrectora del Consejo electoral Nacional de Venezuela. Ana Mercedes Díaz, alerta: "Pedro Sánchez va hacia el socialismo del siglo XXI". Díaz advierte de que "los españoles tienen un cóctel súper peligroso, que puede originar que España en unos años se desintegre".

 
Pablo Iglesias con el partido de Pablo Iglesias
Ruth Toledano
17/11/2019 - 20:50h
Pablo Iglesias y Pedro Sánchez

Pablo Iglesias y Pedro Sánchez

A pesar de todo, que Pablo Iglesias y otras personas de Unidas Podemos lleguen a formar parte del Gobierno de España es una buena noticia para las izquierdas en unos cuantos sentidos. Al líder se le ha acusado hasta la saciedad de personalismo, de arrogancia extrema, de depurar a los disidentes. Muchos y muchas se han apartado de su lado y ha perdido apoyos y poder a nivel territorial. Los detractores también hacen hincapié en los 600.000 votos que la formación ha perdido respecto a las elecciones del pasado mes de abril. Sin embargo, es meritoria la resiliencia y la "perseverancia" que Iglesias ha demostrado en medio del fuego cruzado que no ha cesado desde el nacimiento, hace cinco años, de Podemos.

Ha habido de todo: fuego enemigo, fuego amigo y autodisparos al pie. Pero, si todo sale como conviene, está a punto de ser vicepresidente del Gobierno. Incluso en los tiempos de la política de la inmediatez y la sorpresa, esta posibilidad debe causar un asombro positivo entre las filas progresistas (incluida esa militancia socialista que se lo gritaba a Sánchez el 10 de noviembre a los pies del balcón de Ferraz), así como causa estupor y temblores entre conservadores y provoca la cólera de dios entre fachas y ultrafachas.

A falta de otras opciones medianamente aceptables para el PSOE, y ante unos resultados de Vox que a nadie le han extrañado ante la repetición de elecciones, a Sánchez le parece ahora “imprescindible” el acuerdo con Iglesias y así se lo ha hecho saber a las bases en una carta que les hizo llegar este fin de semana. Y las izquierdas deben celebrarlo. Incluso si, como escribió Pablo Iglesias a sus propios militantes en su correspondiente misiva de hace unos días, la coalición con el PSOE conlleva “muchos límites y contradicciones” y que haya que “ceder en muchas cosas”. Lo importante es aquello que logre superar esos límites y todas aquellas cosas en las que se consiga no ceder: “Mejorar la vida de la gente desde el Gobierno de nuestro país”, dice también la misiva. Nadie lo habría dicho hace cinco años y supone un antes y un después, un cambio real, en la política nacional. A lo mejor sí se puede. Aunque sea poco, aunque sea insuficiente, aunque sea frustrante.




Este gobierno de coalición vendría además a producirse cuando el franquismo colea, acaso, en su estertor final, aunque las urnas parezcan decir lo contrario. La momia del dictador ya salió del Valle, por lo que, más allá del sociológico, del franquismo residual queda un modelo de jefatura del Estado que, tarde o temprano, habrá que revisar. No será temprano, pero será. De ahí, la defensa a ultranza que Vox hace, explícita e insistentemente, de la corona. Pablo Iglesias no viene a tocar ese modelo, sabe que aún no podría hacerlo. Pero es relevante para el futuro del Estado que el republicanismo entre en el Gobierno. Más aún en los tiempos de la política de la inmediatez. Porque quién sabe.

Unidas Podemos en general y Pablo Iglesias en particular no lo tendrán fácil en el gobierno de coalición con el PSOE. Para empezar, con el problema catalán y los que en mi opinión son presos políticos. A ver qué dice Esquerra, y qué vota o no vota. Para seguir, con los poderes económicos, los poderes financieros y los derechos laborales. Y, siempre, con las propias izquierdas, que deberán entender que no es momento para acusar a Iglesias de querer perpetuarse en el liderazgo: en última instancia, eso sería lo de menos para los intereses comunes de esas propias izquierdas. Que los hay. Como hay diferencias inexcusables: por ejemplo, la cuestión de la tauromaquia, que tampoco Iglesias podrá abordar si en el Gobierno siguen personas como Calvo y Ábalos, que defienden activamente la tortura, y cuando él mismo ha demostrado ser tibio al respecto. No cabe esperar nada al respecto.

Es difícil, pues, celebrar desde la decepción previa y, sin embargo, conviene celebrar la posible entrada de Unidas Podemos al gobierno. Conviene por ánimo político, por inteligencia emocional política, si puede decirse así. Conviene, mucho más allá de que quien entre se llame Pablo Iglesias.

Conviene, de hecho, olvidar a la persona (esa persona a la que se acusa de personalismo), aunque sea la persona que ha resistido hasta lograr estar ahí. También conviene imaginar que quizás este Pablo Iglesias pueda llevar al PSOE en el gobierno algo de aquel otro que llevaba su nombre.

Aquel Pablo Iglesias republicano, antitaurino y socialista.

 
El fascismo olvida los derechos de la clase obrera y nadie dice que el fascismo hay que eliminarlo porque está fuera de la CE. Y lo peor es que hay canales de tv y radio que les dan alas.
¿Perdón? El fascismo siempre ha buscado a sus seguidores entre los obreros. Cuanto peor están las clases trabajadoras mejor le va al fascismo. Mira en Italia, surgió porque los trabajadores no podían ya ni vivir. En la Alemania nazi, el apoyo fundamental venía de los trabajadores que sufrían desempleo y una inflación que no les dejaba vivir. También ahora, la AfD consigue votos donde los trabajadores no consiguen bienestar. Por eso odian a los extranjeros, porque les quitan los trabajos. Trabajos de baja calidad, no estamos hablando del director de un banco, para el que los inmigrantes ilegales son mano de obra bien barata.
También con Franco el tema era ayudar a las clases trabajadoras. La obligación de facilitar un sitio para comer, aún vigente, viene directamente de leyes franquistas. Protección del trabajador.
Curioso considerar que fascismo y clase obrera no están absolutamente relacionados.
 
acaban de llegar, te recuerdo que hace unos meses por acá juraban que Rivera sería el próximo presidente

Podemos ya ha demostrado su capacidad de supervivencia y su estabilidad

a vox aun le queda lo mas dificil de todo, demostra que no es un receptor de odio catalán voolatil (como fue cierto partido anarnjado)

el voto por odio es mucho mas inestable que el voto por afinidad

Lo de C´s es tremendamente paradójico, porque los votos de C´s se han ido al PP y a VOX ( q tampoco facilitaron el gobierno del PSOE...). Sería comprensible que castigaran su falta de acuerdo con el PSOE y éste ganara votos... pero ni el psoe ni Podemos han sido receptores de C´s...
 
¿Perdón? El fascismo siempre ha buscado a sus seguidores entre los obreros. Cuanto peor están las clases trabajadoras mejor le va al fascismo. Mira en Italia, surgió porque los trabajadores no podían ya ni vivir. En la Alemania nazi, el apoyo fundamental venía de los trabajadores que sufrían desempleo y una inflación que no les dejaba vivir. También ahora, la AfD consigue votos donde los trabajadores no consiguen bienestar. Por eso odian a los extranjeros, porque les quitan los trabajos. Trabajos de baja calidad, no estamos hablando del director de un banco, para el que los inmigrantes ilegales son mano de obra bien barata.
También con Franco el tema era ayudar a las clases trabajadoras. La obligación de facilitar un sitio para comer, aún vigente, viene directamente de leyes franquistas. Protección del trabajador.
Curioso considerar que fascismo y clase obrera no están absolutamente relacionados.


Solo un botón de muestra....

Preston asegura que Franco trató a la clase obrera española peor que HitIer a la alemana
El historiador polemiza con quienes hablan de autoritarismo en lugar de dictadura
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FRANCESC VALLS

Barcelona 4 DIC 1997
Los historiadores investigan con constancia la España contemporánea desde nuevas perspectivas. Paul Preston, el autor de la más completa biografía del general Franco, visitó ayer Barcelona para presentar su nuevo libro sobre el fascismo y el militarismo español. La tesis del profesor británico es que "Mussolini, comparado con Franco, era un santo". También ayer presentaron en Madrid su última obra los profesores Juan Pablo Fusi y Jordi Palafox, en la que apuestan por una visión de la España reciente alejada del tradicional catastrofismo. Fusi y Palafox argumentan que la historia de España no estaba predeterminada: "Ni la guerra civil ni la dictadura de Primo de Riveraeran inevitables".

Paul Preston, el autor de la más completa biografía de Franco, no se anda por las ramas. Para el profesor de la London School of Economics, en España hubo una dictadura gobernada con mano de hierro por un general: un temible militar africanista. No se trató, pues, de un simple y tibio autoritarismo. Ésa es una de las tesis que sostiene en su último libro, La política de la venganza. El fascismo y el militarismo en la España del siglo XX (Península), que ayer presentó en Barcelona. "El desprecio a la clase obrera que muestra Franco en la guerra civil fue más duro que el de los nazis; Hitler trataba mejor a los alemanes no judíos, claro. Y, desde luego, Mussolini, comparado con Franco, era un santo", afirma Preston.No sólo el historiador británico expresa esta opinión. Himmler, reichführer de las SS, de visita en Madrid en 1940 se mostró francamente impresionado por el trato del nuevo poder con los trabajadores. Por eso, entre otras cosas, Preston no puede compartir la opinión de aquellos que pretenden que en España hubo una suerte de régimen autoritario. "Esa idea cobra mayor fuerza casi al final de la guerra fría. Entonces hubo un momento en que a la política exterior americana le interesó apoyar a ciertas dictaduras suramericanas. Si se las llamaba fascistas hubiese costado vender esa ayuda", dice. "Juan José Linz y Stanley G. Payne son la vertiente española de esa operación de saneamiento. Ellos, cuando hablan de franquismo, se refieren a un régimen autoritario, lo cual supone que era menos malo que una dictadura fascista", asegura. Con ello, Preston no quiere decir que fascismo y franquismo sean iguales, sino insistir en la dureza del régimen. "Algunos, para exculpar a Franco, dicen que no era fascismo de verdad y es esa idea la que combato", agrega. Ésa es una de las partes del libro en el que repasa la actitud del Ejército español a lo largo del siglo XX, un ejército movidito: desde 1814 hasta 1981 ha participado en más de medio centenar de pronunciamientos o, golpes de Estado.

En 1943, el Ejército se llevaba el 53% del presupuesto nacional: todo en salarios. El propio Franco reconocía años más tarde ante el almirante Forrest P. Sherman que carecía de radares o equipos antiaéreos. Al acabar el desastre de Cuba, en 1898, España tenía más oficiales por cañón que el Ejército de Montenegro o el de Rumania. Algo parecido ocurrió al finalizar la guerra civil con los alféreces provisionales, auténtica legión de fieles a Franco.

Poco a poco la situación comenzó a variar. Con matices. En 1971, el general Angel Campano -dos Cruces de Hierro con la División Azul en la URSS- quería fusilar a 1.000 izquierdistas en plena fiebre de protestas por el Consejo de Guerra de Burgos. "Esos señores vivían en los años cuarenta", asegura Preston, para quién, afortunadamente, la situación ya s e ha normalizado. "El cambio biológico primero, luego la humillación del fracaso del tejerazo y finalmente el ingreso en la OTAN les ha acercado a otro mundo. Eso les ha eliminado la figura del enemigo interior, aunque también deberíamos analizar cuál es el enemigo exterior, porque yo no lo sé".

Ese cuadro dantesco hace intuir que en 1975 la transición debió ser lo más parecido a un milagro. "Además del gran papel que jugaron Suárez y Carrillo", asegura Preston, "el Rey fue clave para que los militares no se adelantasen con un golpe de Estado".

El historiador británico está convencido de que la situación es irreversible y por ello no ve especialmente preocupantes las opiniones de altos cargos de la dictadura, como Ricardo de la Cierva o Gonzálo Fernández de la Mora. "Los franquistas van a defender el franquismo: lo grave es que se lo dejen decir en televisión".

 
Diez razones para no dormir con Pablo Iglesias en el Gobierno
Podemos no es un partido al uso, sino un movimiento antisistema cuyos líderes profesan una ideología totalitaria.
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2019-11-19
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Podemos no es un partido al uso, sino un movimiento antisistema cuyos líderes profesan una ideología totalitaria.


Pedro Sánchez recibe a Pablo Iglesias | EFE
Y,finalmente, lo consiguió. Casi seis años han pasado desde que Podemos nació como partido político, aprovechándose del enorme descontento social que dejó tras de sí la crisis económica, y su máximo líder, Pablo Iglesias, está a un paso de cumplir su gran sueño de entrar en el Gobierno.
Lo que más sorprende en este caso no es tanto el hecho de que uno de los populismos más radicales y peligrosos de Europa haya logrado irrumpir en las instituciones españolas, dado que son numerosos los países que han corrido la misma suerte a lo largo de la historia, sino que su llegada al poder sea alentada por buena parte de las fuerzas que componen el hemiciclo, junto con el inestimable apoyo de importantes medios de comunicación, y, especialmente, que sea el PSOE quien le abra la puerta de la Moncloa, pues el principal objetivo de los podemitas no es otro que el de liquidar y enterrar al socialismo patrio.
Que una proporción significativa de la sociedad española aplauda el principio de acuerdo alcanzado entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias para conformar un Gobierno de coalición ya es alarmante per se, pero que el artífice de meter al enemigo en casa haya sido el propio secretario socialista, ahora que Podemos se aproximaba a su techo político natural, resulta incomprensible, salvo que el presidente en funciones, tal y como ha demostrado una y otra vez, esté dispuesto a todo con tal de mantenerse en el cargo, hasta el punto de jugarse tanto la estabilidad institucional del país como la supervivencia de su partido a medio plazo.


Los primeros se equivocan de plano al pensar que Podemos es un partido al uso, asimilable a lo que se conoce comúnmente como socialdemocracia, cuando, en realidad, se trata de un movimiento antisistema de marcado perfil totalitario; mientras que los segundos confían en domesticar a la bestia, pese a que la mera concesión de un espacio en el Gobierno refuerza electoralmente a Podemos, consolidando así el liderazgo de Iglesias.
El problema, en definitiva, es que se trata de una pésima noticia para el conjunto de la población. Efectivamente, tal y como advirtió Sánchez en una de las escasísimas verdades que ha pronunciado como político, es que con Iglesias en el Gobierno son muchos los que no podrán dormir por la noche. Y razones no les faltan, pues, al menos, son diez los argumentos que deberían preocupar a la inmensa mayoría de españoles.
1. Comunista
No, por mucho que lo niegue o intente maquillar, Iglesias no es socialista ni socialdemócrata, sino un comunista convencido y, sobre todo, pragmático, lo que resulta aún más peligroso. Es la primera vez que el comunismo toca poder en España desde los aciagos tiempos de la Segunda República, y casi lo mismo se podría decir a nivel europeo, exceptuando el desastroso primer mandato de François Mitterrand en Francia, a principios de los años 80, y el no menos traumático de Syriza en Grecia desde 2015, con corralito incluido. El comunismo no sólo no tiene en su haber ni una sola historia de éxito, sino que es, de lejos, la ideología más asesina de la historia de la humanidad, con más de 100 millones de muertos a sus espaldas y otros tantos esclavos.

2. Chavista
Tal ha sido el fracaso de esta ideología, que sus defensores han tenido que reinventarla bajos eufemismos de toda índole para tratar de engañar a la opinión pública, como el "Socialismo del siglo XXI" que se sacó de la chistera el golpista Hugo Chávez, cuyo legado se ha traducido en la mayor crisis económica, política, social y humanitaria de la historia de Venezuela. No es de extrañar, por tanto, que el nuevo vicepresidente rojo que ostentará España se declare un fervoroso admirador del chavismo.
"Hugo Chávez era la democracia" o "lo que ha ocurrido en Venezuela es una referencia fundamental para los ciudadanos del sur de Europa" son tan sólo algunas de las numerosas loas que ha proferido Podemos en favor del desastroso régimen bolivariano durante los últimos años.

3. Contra la Constitución
Pero como, por suerte, España cuenta con una Constitución que garantiza derechos y libertades individuales frente a la amenaza totalitaria del comunismo, lo que, en última instancia, pretende Iglesias es derogar la Carta Magna, a la que llegó a tildar de "papelito" para imponer su particular modelo colectivista. ¿Qué quién lo dice? Él mismo… "Un proceso constituyente para abrir el candado del 78 y podamos discutir de todo, de democratizar [colectivizar] la economía, de la cuestión territorial, de todas y cada una de las cosas...".

4. Expropiar, confiscar…
Y es que Pablo Iglesias, por mucho que se diga lo contrario, no cree en la propiedad privada -al menos, en la de los demás-. "Un Gobierno no puede salir un día y abolir la economía de mercado, no se puede, ya me gustaría a mí", según señaló en Salvados, pero, para empezar, aboga abiertamente por nacionalizar empresas y "sectores estratégicos" tales como la banca o la energía, entre otros. "Ser demócrata es expropiar", según el líder de Podemos, en clara alusión al ya célebre "exprópiese" chavista. Y, si hace falta, se confisca (sin pagar justiprecio) y punto, lo cual supone un robo a mano armada.

5. Quiebra soberana
Y por si todavía no queda clara la naturaleza colectivista de Iglesias, he aquí sus palabras: "Yo pienso en Francia, últimamente, mucho. Y recuerdo una frase que me entusiasmó de Jean-Luc Mélenchon: Si gano las elecciones, lo primero que haré es hacer que el Ejército desfile por los Campos Elíseos para mandar un mensaje a los mercados financieros. Ya me gustaría a mí poder hacer lo mismo", en alusión a un posible impago de la deuda pública.
6. Salir del euro
A nivel europeo, son muy escasos los políticos que abogan abiertamente por abandonar la moneda única para volver a imprimir pesetas, pero Iglesias es uno de ellos. España debería "recuperar el control de la política monetaria, saliendo del euro, e inmediatamente devaluar para favorecer las exportaciones. Debería también decretar la suspensión del pago de la deuda y nacionalizar la banca…".

7. Contra la prensa libre
La radicalidad de Iglesias se extiende igualmente al ámbito de los derechos civiles más básicos, como la libertad de prensa. "Lo que ataca la libertad de expresión es que la mayoría de los medios sean privados, e incluso que existan medios privados", afirmó con rotundidad en su día. Negar la libertad de prensa es negar la democracia misma, pero poco parece importar al gremio periodístico semejante amenaza.

8. Contra la libertad de expresión
Que apoye los escraches como una forma de "jarabe democrático", siendo, como son, un arma de intimidación política, también constituye una enorme preocupación a tener en cuenta. Y si no que se lo pregunten a Rosa Díez, que no pudo ejercer su derecho a la libertad de expresión por culpa de un boicot en el que participó el hoy aspirante a vicepresidente.

9. Disturbios
Y lo mismo se podría decir de las marchas y disturbios callejeros que tan habitualmente protagonizan los antisistema, donde la violencia, lejos de ser excepción, es norma. "Tengo que reconocer que me ha emocionado", decía Iglesias en alusión a unas imágenes en las que la turba rodeaba y agredía a un policía tras una marcha celebrada en 2012 cuyo objetivo consistía en rodear el Congreso de los Diputados… Todo muy democrático, sin duda.

10. "Explicación política" de ETA
Asimismo, su alusión a la "guerra" de ETA contra el Estado, la "explicación política" del terrorismo o su posición en torno a la puesta de libertad de los etarras también deberían generar un hondo alarmismo en el seno de la sociedad.
El próximo vicepresidente del Gobierno, en definitiva, profesa una ideología totalitaria, admira a un régimen ruinoso como el chavista, sueña con derogar el marco constitucional del 78, aspira a derribar la economía de mercado, impagar la deuda y salir del euro, además de nacionalizar empresas o acabar con la libertad de prensa, entre otros terribles postulados… Sí, Sánchez, por una vez, tenía razón: sobran los motivos para no dormir tranquilo con Iglesias en el Gobierno. Ahora, empieza la pesadilla
 
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Preston asegura que Franco trató a la clase obrera española peor que HitIer a la alemana
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FRANCESC VALLS

Barcelona 4 DIC 1997
Los historiadores investigan con constancia la España contemporánea desde nuevas perspectivas. Paul Preston, el autor de la más completa biografía del general Franco, visitó ayer Barcelona para presentar su nuevo libro sobre el fascismo y el militarismo español. La tesis del profesor británico es que "Mussolini, comparado con Franco, era un santo". También ayer presentaron en Madrid su última obra los profesores Juan Pablo Fusi y Jordi Palafox, en la que apuestan por una visión de la España reciente alejada del tradicional catastrofismo. Fusi y Palafox argumentan que la historia de España no estaba predeterminada: "Ni la guerra civil ni la dictadura de Primo de Riveraeran inevitables".

Paul Preston, el autor de la más completa biografía de Franco, no se anda por las ramas. Para el profesor de la London School of Economics, en España hubo una dictadura gobernada con mano de hierro por un general: un temible militar africanista. No se trató, pues, de un simple y tibio autoritarismo. Ésa es una de las tesis que sostiene en su último libro, La política de la venganza. El fascismo y el militarismo en la España del siglo XX (Península), que ayer presentó en Barcelona. "El desprecio a la clase obrera que muestra Franco en la guerra civil fue más duro que el de los nazis; Hitler trataba mejor a los alemanes no judíos, claro. Y, desde luego, Mussolini, comparado con Franco, era un santo", afirma Preston.No sólo el historiador británico expresa esta opinión. Himmler, reichführer de las SS, de visita en Madrid en 1940 se mostró francamente impresionado por el trato del nuevo poder con los trabajadores. Por eso, entre otras cosas, Preston no puede compartir la opinión de aquellos que pretenden que en España hubo una suerte de régimen autoritario. "Esa idea cobra mayor fuerza casi al final de la guerra fría. Entonces hubo un momento en que a la política exterior americana le interesó apoyar a ciertas dictaduras suramericanas. Si se las llamaba fascistas hubiese costado vender esa ayuda", dice. "Juan José Linz y Stanley G. Payne son la vertiente española de esa operación de saneamiento. Ellos, cuando hablan de franquismo, se refieren a un régimen autoritario, lo cual supone que era menos malo que una dictadura fascista", asegura. Con ello, Preston no quiere decir que fascismo y franquismo sean iguales, sino insistir en la dureza del régimen. "Algunos, para exculpar a Franco, dicen que no era fascismo de verdad y es esa idea la que combato", agrega. Ésa es una de las partes del libro en el que repasa la actitud del Ejército español a lo largo del siglo XX, un ejército movidito: desde 1814 hasta 1981 ha participado en más de medio centenar de pronunciamientos o, golpes de Estado.

En 1943, el Ejército se llevaba el 53% del presupuesto nacional: todo en salarios. El propio Franco reconocía años más tarde ante el almirante Forrest P. Sherman que carecía de radares o equipos antiaéreos. Al acabar el desastre de Cuba, en 1898, España tenía más oficiales por cañón que el Ejército de Montenegro o el de Rumania. Algo parecido ocurrió al finalizar la guerra civil con los alféreces provisionales, auténtica legión de fieles a Franco.

Poco a poco la situación comenzó a variar. Con matices. En 1971, el general Angel Campano -dos Cruces de Hierro con la División Azul en la URSS- quería fusilar a 1.000 izquierdistas en plena fiebre de protestas por el Consejo de Guerra de Burgos. "Esos señores vivían en los años cuarenta", asegura Preston, para quién, afortunadamente, la situación ya s e ha normalizado. "El cambio biológico primero, luego la humillación del fracaso del tejerazo y finalmente el ingreso en la OTAN les ha acercado a otro mundo. Eso les ha eliminado la figura del enemigo interior, aunque también deberíamos analizar cuál es el enemigo exterior, porque yo no lo sé".

Ese cuadro dantesco hace intuir que en 1975 la transición debió ser lo más parecido a un milagro. "Además del gran papel que jugaron Suárez y Carrillo", asegura Preston, "el Rey fue clave para que los militares no se adelantasen con un golpe de Estado".

El historiador británico está convencido de que la situación es irreversible y por ello no ve especialmente preocupantes las opiniones de altos cargos de la dictadura, como Ricardo de la Cierva o Gonzálo Fernández de la Mora. "Los franquistas van a defender el franquismo: lo grave es que se lo dejen decir en televisión".

Lo cual no contradice lo que yo decía. Cuando busca votos el fascismo va a los obreros y trabajadores con menores ingresos. Y si están desesperados mejor. Como el comunismo. Es normal, la gente cuando está desesperada busca soluciones, y cuanto más radicales mejor.
 
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