Solo "tapas". De bares, mesones y terrazas.

Bueno después de tanta comida estupendisima hay que tomar algún vinito, pero cuidado con las facturas...

Gran polémica en este lugar de vinos por descorchar la botella
Por Darío, 20 ene 2018, 13:00


A primera vista no le veo nada raro. Pueden haberse dado dos casos: el primero es que el local tenga servicio de descorche y el cliente se trajera una botella de casa. Aunque cuatro euros es un precio bastante bajo para el servicio.
El segundo es que el local sea una tienda en la que se pueden consumir los vinos pagando un descorche por el servicio y las copas.
 
A primera vista no le veo nada raro. Pueden haberse dado dos casos: el primero es que el local tenga servicio de descorche y el cliente se trajera una botella de casa. Aunque cuatro euros es un precio bastante bajo para el servicio.
El segundo es que el local sea una tienda en la que se pueden consumir los vinos pagando un descorche por el servicio y las copas.


Todo depende de que si te lo advierten en la vinoteca cuando accedes a ella. Lo contrario sería ilegal o alegal.
 
Pimientos rellenos de morcilla
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Info.
Ingredientes para Pimientos rellenos de morcilla
  • 12 pimientos de piquillo
  • 1 morcilla de arroz de Burgos (recomiendo una de Villalba o de Lerma)
  • 1/2 puerro
  • 1 cebolleta
  • 1 diente de ajo
  • 75 ml. de vino blanco
  • 500 ml. de caldo de verduras
  • 40 gr. harina de maíz o almidón de maíz
  • 200 ml. de nata o crema de leche para cocinar
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal (al gusto)


Cómo hacer unos pimientos de piquillo rellenos de morcilla. Con los pimientos de piquillo pasa lo mismo que con los canelones y lasañas, podemos rellenarlos de casi cualquier cosa.

Hoy os traigo una nueva receta para prepararlos en casa, pimientos de piquillo rellenos de morcilla, un éxito en muchas casas de Navarra.

Los pimientos de piquillo son un vegetal típico de Lodosa, Navarra, y cuentan con D.O.P. fuera de la zona no es fácil conseguir, por no decir, imposible, esta variedad de pimientos, pero lo que sí tenemos es su versión enlatada que se comercializan ya asados y limpios.

Este vegetal nos ofrece un sinfín de opciones a la hora de rellenarlos, ternera, pollo, verduras, langostinos o bacalao. En el caso de la receta de hoy, hemos optado por una morcilla de arroz de Burgos. Aunque pudierais pensar que con la morcilla el relleno será un poco fuerte o excesivo, la verdad es que el resultado de la receta es suave y sabroso.

Si sois de los que os gustan estos embutidos, seguro que la receta de hoy os va a encantar, unos muy fáciles de preparar pimientos de piquillo rellenos de morcilla, sabrosos y suaves.

Preparación de la salsa y el relleno de los pimientos
  1. En una cazuela calentamos un chorrito de aceite de oliva. Cuando el aceite esté listo agregamos ½ cebolleta, 1 diente de ajo y ½ puerro, todos cortados en dados pequeños. Sofreímos la verdura durante unos 20 minutos, hasta que esté bien blandita.
  2. Mientras se cocinan las verduras preparamos una crema, entre bechamel y velouté. En una cazuela calentamos un chorrito de aceite de oliva y añadimos la otra media cebolleta bien picadita. Sofreímos la cebolleta hasta que esté transparente.
  3. Añadimos 25 gr. de harina y la cocinamos unos minutos antes de agregar el vino blanco. Dejamos que se evapore el alcohol unos minutos e incorporamos el caldo de verduras y la nata. Cocinamos la crema durante 10 minutos, probamos el punto de sal y reservamos.
  4. Abrimos la morcilla y le retiramos la piel exterior. La incorporamos a la cazuela donde tenemos el sofrito de verduras y dejamos que se cocine durante unos 10 o 15 minutos. Añadimos 5 o 6 cucharadas de la bechamel que tenemos reservada, mezclamos bien y apagamos.
  5. Cuando el relleno se haya templado ligeramente procedemos a rellenar los pimientos. Una vez que tengamos todos los pimientos rellenados, los colocamos en un recipiente apto para horno y regamos con el resto de la bechamel que tenemos reservada.
Horneado de los pimientos y presentación final
  1. Con el horno previamente caliente a 170º C, horneamos durante unos 10 o 15 minutos.
  2. Servimos los pimientos rellenos de morcilla recién hechos, aunque también estarán de rechupete una vez fríos.
  3. A pesar de llevar morcilla entre sus ingredientes, no se trata de un plato pesado ni demasiado contundente. La combinación de sabores es perfecta para que disfruten tanto niños como mayores.
Si aún así no lo tenéis claro, os dejo un paso a paso en fotos de esta receta de pimientos rellenos de morcilla. No os perdáis detalle y os saldrán perfectos.

Consejos para unos pimientos rellenos de rechupete
  • La calidad de los ingredientes hará que la receta sea un aprobado justito a un notable alto. No dudéis en comprar unos buenos pimientos del piquillo y por supuesto una buena morcilla de arroz, la de Villalba o la de Lerma (cerca de Aranda) es una magnifica opción. Es de cerca de la zona de mi chica, siempre traemos unas cuantas cuando vamos de visita.
  • Aunque os parezca mentira el sofrito de verduras es clave en la receta. Pues es parte del acompañamiento de la morcilla, hará que queden suaves y con mucho sabor. Redondeamos el relleno con una salsa ligera, una velouté, que aportará suavidad y sabor al relleno.
  • La velouté es una salsa clara que se prepara con caldo, ya sea de verduras, de carne o de pescado y se engorda con un roux de mantequilla y harina a partes iguales. La diferencia con la bechameles que se sustituye la leche por caldo.
  • Con esto se consigue una salsa más ligera y sabrosa, que permitirá que la morcilla aporte todo su sabor que no nos resulte un plato excesivamente pesado o contundente
  • No os paséis con la sal, recordad que la propia morcilla ya tiene. Id probando antes de añadirla para que el relleno no os quede salado. Si os gustan los pimientos especiados, al relleno de morcilla le acompaña muy bien, la canela y el comino.


Equipo Recetas de Rechupete
 
Croquetas de cocido caseras
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Info.
Ingredientes para Croquetas de cocido caseras
  • Para la bechamel: 100 gr. de mantequilla
  • 850 ml. de leche entera
  • 100 gr. de harina
  • 1 pizca de nuez moscada
  • 1 pizca de sal y pimienta negra recién molida (al gusto)
  • Para la masa de la croqueta: 1 cebolla grande
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen
  • Los restos de cocido: Gallina o pollo, el chorizo sin piel, morcilla sin piel, carne de ternera normalmente morcillo y algo de jamón
  • Para el rebozado de las croquetas: 3 huevos
  • 100 g de pan rallado, si es casero mejor
  • Aceite de oliva virgen extra suave (para freír las croquetas)


Cómo hacer croquetas de cocido. Al hablar de croquetas a todos se nos llena la cabeza de recuerdos, sobre todo el de nuestra casa cuando éramos niños/as.

Los fines de semana mi madre preparaba croquetas para un regimiento en Ourense (la verdad es que aún lo hace) y como pinches de categoría le ayudábamos mi hermana Nuria y yo. La bechamel salía de una manera u otra dependiendo del cocinero: la de Nuria bastante contundente, la de mi madre Rosa muy ligera, y la mía siempre quemada, jeje… Menos mal que con el tiempo le fui cogiendo el puntillo. Yo creo que la mejor es la de mi madre, muy ligera, a veces de más. Un poco difícil de trabajar a la hora de rebozar pero riquísima cuando comes esa croqueta crujiente por fuera y suave por dentro.

En casa no se tira nada y las croquetas son un manera muy digna de aprovechar esos restos de carne o pescado del día anterior. El relleno depende normalmente de la comida del domingo, yo las he llegado a comer de conejo, jabalí, queso azul, cabrales, foie, chipirones, sardinas… infinitas variaciones.

Y si tenéis compañía en la cocina podéis disfrutar del ritual de producción en cadena, cada uno con su función en la cocina: la preparación de la bechamel, el picado de la carne, el moldeado de la masa, el rebozado en pan rallado y huevo, la fritada en un buen aceite de oliva y el paso final, la degustación en caliente que te quema la lengua…

Ahora en Madrid la historia es otra, gracias a la familia de Jimena tengo dos estilos de croquetas estupendas. Unas de marisco por parte de su abuela Pilar y otras de cocido de su padre Evelio con una masa muy jugosa gracias al toque de la cebolla y una bechamel muy cremosa.

Y es que el cocido ha inspirado coplas, libros y hasta una ópera. Por toda la geografía española encontramos cocidos en múltiples variantes, el cocido gallego, el vasco, la escudella catalana, el pote asturiano, el famoso cocido madrileño, el cocido montañés, la olla podrida, el puchero canario, el andaluz o pringá, el cocido Maragato, la olla gitana de Murcia, la presa de predicador en Aragón, y alguno que seguro que me olvido… todos variantes de una misma idea, el cocido.

Con los restos de cada uno de ellos podemos preparar unas croquetas increíbles. No dudéis en preparlas en cantidades industriales y congelad las que os sobren para tener siempre a mano.


Preparación de la bechamel base para las croquetas
  1. Tamizamos la harina con un colador para que luego no se produzcan grumos. Ponemos en un cazo la leche a fuego medio durante 4-5 minutos sin que llegue a hervir. Así aceleramos el proceso de preparación de la salsa.
  2. En otro cazo introducimos la mantequilla y la calentamos a fuego bajo hasta que se derrita, tiene que tornar a un color avellana y sacará un poco de espuma que podemos quitar si queremos. Aunque yo he usado sólo mantequilla, podéis utilizar a medidas iguales mantequilla y aceite de oliva. El aceite le da un toque especial, probad a ver si os gusta.
  3. Añadimos la harina tamizada y dejamos que se mezcle hasta que formen pequeñas masas de tono dorado, nos ayudará a ligar la bechamel (la mezcla de harina y mantequilla se llama Roux y no sólo se utiliza en esta salsa sino en muchas otras). Este proceso de tostado es muy importante para que la bechamel no sepa mucho a harina, cosa que pasará si se nos queda cruda.
  4. Removemos muy bien con una cuchara de madera la harina con la mantequilla hasta quede como una bola. Echamos la leche caliente en el cazo con la harina y la mantequilla. Añadimos sal, pimienta al gusto y un poco de nuez moscada molida.
  5. Removemos de manera continua con una varilla (5-6 minutos). Vamos controlando la temperatura, lo mejor es dejarel fuego al mínimo. Quedará un mezcla homogénea y lo más importante, sin grumos. Si no tenéis controlada esta salsa y os quedan grumos, podéis arreglarla con un toque de batidora, os quedará perfecta.
Ya tenemos la bechamel, base de unas buenas croquetas ahora sólo nos falta mezclar todo, con los restos del cocido.

Preparación de las croquetas de cocido
  1. Los restos de cocido que hemos utilizado en este caso son: gallina o pollo, el chorizo sin piel, morcilla sin piel, carne de ternera (morcillo) y algo de jamón. La combinación dependerá de lo que te haya sobrado en la comida del domingo.
  2. Picamos finamente los restos de cocido, debemos tener especial cuidado con las ternillas, los huesecitos del pollo, la piel del chorizo y la morcilla. Os recomiendo unas tijeras o un cuchillo que esté bien afilado. Este proceso se llama desmigado o deshilachado y es fundamental para no encontrarnos ningún tropezón molesto a la hora de comer.
  3. Introducimos en una sartén dos cucharadas de aceite y cuando esté caliente echamos 1 cebolla muy picada. La pasamos unos 10 minutos a fuego medio hasta que quede dorada y añadimos los restos ya picados del cocido. Juntamos todo bien con una cuchara y probamos de sal, rectificamos con sal y pimienta si hace falta. En unos 2-3 minutos estará todo listo.
  4. Añadimos la carne a la bechamel y removemos unos minutos en frío.
  5. En una fuente engrasada con mantequilla y espolvoreada con harina echamos la masa de croquetas. Tapamos con papel de plástico tipo film para que no se reseque la parte superior y una vez que haya enfriado metemos la fuente en la nevera. En frío la masa tira más y se manipula mejor, debemos dejarla en la nevera durante un día, así podremos moldear correctamente las croquetas.
  6. Para el empanado se les da forma con dos cucharas o con la mano en función de cómo te haya quedado la bechamel. Las pasamos por un plato con huevo batido y luego por pan rallado, que sea lo más crujiente posible. Si lo podéis preparar casero mucho mejor, porque así elegís el tipo de pan que más os guste. Unas de las mejores croquetas que he probado estaban rebozadas con pan de Cea, simplemente increíbles.
  7. Las vamos depositando en un plato sin que se peguen unas a las otras y las dejamos una hora en la nevera.
  8. Freímos en abundante aceite de oliva hasta que estén doradas. Con las medidas de esta receta salen unas 25 croquetas. Si sois pocos en casa, como es mi caso, podéis congelar las que no vayáis a comer, siempre sin freír.
Y ya están listas ¿os parece una receta difícil? No lo es en absoluto, cuando se han preparado una vez luego te salen con los ojos cerrados. Una de las tapas con más seguidores de España, casi una religión.

Consejo: Para congelar croquetas, colócalas en una fuente (sin amontonar, las metemos al congelador y al cabo de 12 horas y que estén como piedras, sepáralas y consérvalas en una bolsa de plástico limpia y cerrada. Para freírlas no es necesario descongelarlas. Se fríen, en aceite muy caliente, en 2 minutos moviendo la sartén en vaivén para no tener que tocarlas.

No dejéis de disfrutar de todos los tipos de croquetas que tenemos como recetas de aperitivos y por supuesto todas las recetas con carne tanto para hacer una empanada rellena de cocido, unas pilotas de cocido o estas famosas croquetas de cocido, os aseguro que encontraréis un montón de ideas para hacer mucho más felices a los vuestros.

Equipo Recetas de Rechupete
 
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