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Las series de televisión que se estrenan (y regresan) en mayo y que no puedes perderte

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GALERIA : https://www.vanitatis.elconfidencia...star-antena-3-nueva-temporada-fecha_1555102#0

01.05.2018 –
La oferta televisiva, en cuanto a series de entretenimiento se refiere, sigue creciendo frenéticamente. A tan solo unas semanas del esperado verano, Antena 3, Movistar +, HBO y Netflix te traen multitud de proyectos de ficción de todo el mundo para que sigas viajando y viviendo a través de diferentes y originales historias.

A continuación tienes ordenadas por fecha de lanzamiento las imprescindibles, aquellas con las que vivirás y sentirás con los mejores personajes, reencontrándote también con aquellos que ya conoces gracias a las nuevas temporadas.

Rehaz tu calendario de mayo, saca el máximo partido a tus suscripciones, pon tu teléfono móvil en silencio y disfruta como solo tú sabes hacer de las mejores series de televisión.
 
Las series de televisión que se estrenan (y regresan) en mayo y que no puedes perderte

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01.05.2018 –
La oferta televisiva, en cuanto a series de entretenimiento se refiere, sigue creciendo frenéticamente. A tan solo unas semanas del esperado verano, Antena 3, Movistar +, HBO y Netflix te traen multitud de proyectos de ficción de todo el mundo para que sigas viajando y viviendo a través de diferentes y originales historias.

A continuación tienes ordenadas por fecha de lanzamiento las imprescindibles, aquellas con las que vivirás y sentirás con los mejores personajes, reencontrándote también con aquellos que ya conoces gracias a las nuevas temporadas.

Rehaz tu calendario de mayo, saca el máximo partido a tus suscripciones, pon tu teléfono móvil en silencio y disfruta como solo tú sabes hacer de las mejores series de televisión.
Yo veo las series,en una pagina en internet,las veo cuando quiero y sin publi,ahora llevo cuatro "palante"
 
Alguien ha visto el primer capitulo de "La verdad" en T5? A mi me ha gustado el suspense de la trama. De momento seguire viendola.
 
sí, lalore I de fuenla:eek:
:kiss:

Jajaja, me parto :ROFLMAO::ROFLMAO::ROFLMAO: que conste que no me convencieron sus sesudas observaciones cinéfilas para decicir ver la serie. La tenía ya fichada de hace tiempo (la serie no a laLore, que me la veo subiendo otro de sus vidrios “polémicos”
quejándose de que la acosamos sin piedad incluso fuera de su hilo o_O :LOL: ).
 
'Fariña' en Torremolinos: así es la historia de 'Brigada Costa del Sol'
Hugo Silva, Sara Sálamo, Jesús Castro y Álvaro Cervantes encabezan el reparto de esta serie policial basada en la historia real del primer grupo antidrogas más laureado de los 70

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Hugo Silva y Jesús Castro en 'Brigada Costa del Sol'. (Mediaset)

MARTA MEDINA. TUDELA

23/06/2018

Son los años 70 y tras una década de desarrollismo España se ha convertido en la playa del norte de Europa. Mientras aquí Tony Leblanc, Rafael Alonso y Antonio Ozores dedican el verano a perseguir turistas suecas, en Estados Unidos 'Starsky y Hutch' ponen de moda la combinación pistola-chupa de cuero-pantalón de campana. En Torremolinos y Benalmádena brotan garitos y discotecas como champiñones silvestres y desde Madrid, por las noches, sale un avión que aterriza en Málaga al que bautizan como 'el putero'; no hace falta explicarlo. Y con la fiesta, de la manita, llegan las drogas, esa quimera imposible, esa cosa de legionarios y de películas de Hollywood que no podía existir en la virtuosa España del tardofranquismo. Toneladas primero de hachís que entran desde Marruecos y se distribuyen a través de Málaga al resto del continente.

Son los años 70 y tras una década de desarrollismo España se ha convertido en la playa del norte de Europa. Mientras aquí Tony Leblanc, Rafael Alonso y Antonio Ozores dedican el verano a perseguir turistas suecas, en Estados Unidos 'Starsky y Hutch' ponen de moda la combinación pistola-chupa de cuero-pantalón de campana. En Torremolinos y Benalmádena brotan garitos y discotecas como champiñones silvestres y desde Madrid, por las noches, sale un avión que aterriza en Málaga al que bautizan como 'el putero'; no hace falta explicarlo. Y con la fiesta, de la manita, llegan las drogas, esa quimera imposible, esa cosa de legionarios y de películas de Hollywood que no podía existir en la virtuosa España del tardofranquismo. Toneladas primero de hachís que entran desde Marruecos y se distribuyen a través de Málaga al resto del continente.



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Fotografía de los miembros de la Brigada Costa del Sol que aparece en el documental 'Los que caminan solos'





Y allí, en enero de 1976 nace el primer grupo policial antidrogas fuera de la capital, la Brigada Costa del Sol, un conjunto de policías de lo menos convencional, vestidos con deportivas y cazadoras y con los Magnum asomando por la sobaquera, agentes de la ley con pinta de macarras como punta de lanza en la lucha contra el narcotráfico. "Éramos muy marchosos, demasiado marchosos", reconoce Gonzalo Prieto, miembro de la brigada, en el documental 'Los que caminan solos' de Antonio Moreno. Ninguno tenía mucha idea sobre el tema y tuvieron que aprender a distinguir los diferentes tipos de drogas en un cursillo de apenas una semana, un reflejo de la inocencia que respecto a las drogas presentaba la sociedad española de la época. Una brigada mítica que se infiltró desde los barrios marginales hasta los grupos internacionales de tráfico de estupefacientes y que ahora se ha convertido en la última ficción televisiva que prepara Mediaset —junto a Warner y con la participación de Netflix— y que se ha presentado en rueda de prensa en el festival Lo que viene de Tudela de Navarra.

Este viernes fue el duodécimo día de rodaje —de aproximadamente 180— para Hugo Silva, Miki Esparbé, Jesús Castro, Álvaro Cervantes y Sara Sálamo, quienes encabezan el reparto de 'Brigada Costa del Sol', una serie "ambiciosa" y que ha sido difícil de poner en pie. "Fue el grupo policial más premiado y más laureado de la historia", explica el realizador argentino Fernando Bassi, uno de los creadores junto al guionista Pablo Barrera ('Punta escarlata', 'El corazón del océano') y el coordinador de postproducción Juanjo García. "Recibimos hace un par de años de un colega malagueño el documental de 'Los que caminan solos', que hablaba de la historia de este grupo de policías, cada uno de su padre y de su madre, que se juntaron. Empezaron a trabajar solos, sin casi apoyo oficial, y se hicieron muy cercanos y amigos de por vida; hoy en día siguen siendo mejores amigos, padrinos, familia".



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Una imagen de Jesús Castro y Hugo Silva en el rodaje de 'Brigada Costa del Sol'. (Mediaset)


"Hemos querido retratar cómo se construye en el ámbito del trabajo policial una amistad y una lealtad tan fuerte que se sostiene 40 años después. Torremolinos, año 77, discotecas, música disco, comienzo de los tiempos democráticos en España, que se abre al mundo, y que con esa apertura llega el hachís de Marruecos, algo que empieza a transformarse en un negocio", explica. "Era un grupo de aventureros con unos perfiles muy concretos", continúa Barrera, que admite referencias como 'Doce hombres sin piedad' o 'Los doce del patíbulo' a la hora de retratar a la brigada en el guión. "Era una época en la que el trabajo policial era un poco como el 'far west', porque las leyes en España venían del franquismo y había una vigilancia militar y fuerte que de repente desapareció. Los policías trabajaban como si fueran 'sheriffs' con total impunidad en sus métodos".

Los policías trabajaban como si fueran 'sheriffs' con total impunidad en sus métodos

Hugo Silva da vida a Bruno López, el cabecilla del grupo, mientras que Álvaro Cervantes es el inspector Leo Villa, al que llaman 'el pijo'. Jesús Castro forma parte de la Brigada como Terrón, un personaje "que te puede decir las cosas a buenas o darte dos hostias", y Miki Esparbé hace de Martín Pulido, que es el cerebro del grupo, la cabeza pensante. Finalmente, Sara Sálamo es Yolanda, 'La Buhíta', hija de un pescador de La Carihuela y que se dedica a algunos negocios turbios que chocan con los intereses del grupo.

"Era muy importante que nos trasladáramos a la España de verdad del 77", prosigue el guionista. "Siempre he tenido la sensación de que cuando tratamos los géneros en España a menudo tenemos la tentación de trasladar las películas de otros países aquí y no asentar nuestra idiosicrasia. Creo que ahora es una tendencia generalizada la de utilizar los géneros y llevarlos justo a la identidad de cada país. El género negro nórdico es interesante porque es nórdico y 'Narcos' es interesante porque sucede en Colombia y no en Estados Unidos. Es esa idea de lo glocal, que podamos tratar los géneros con ese lenguaje narrativo universal pero siendo muy locales a la hora de contarlo".

Pero el Torremolinos de entonces poco tiene que ver con el Torremolinos de 2018. Aunque en 1976 ya existía el brutalismo arquitectónico de los mamotreto de apartamentos de una docena de pisos, el paseo marítimo exhibía una amplitud estrangulada hoy por la congestión de turistas y turismos y por los 'pequeños' rascacielos que se suceden en fila india frente a la playa. "Específicamente, Torremolinos es de lo que más ha cambiado en la zona", afirma Bassi. "Es una ciudad que se ha contaminado urbanísticamente de muchos carteles de turismo barato. El proceso de localización ha sido delicado y largo, aunque siempre tienes el mar y la playa a tu favor, porque eso no ha cambiado. Pero en un margen de 50 km desde Málaga hacia un lado y hacia otro es donde hemos encontrado esos lugares que se asemejan a lo que era el Torremolinos de los años 70 y, sobre todo, a la imagen que tenemos del Torremolinos de los años 70".

Tampoco los españoles de los años 70 tenían demasiado que ver con los españoles de ahora. "En esa época nadie sabía nada de esto", incide Barrera. "Ni los polis sabían nada ni los malos sabían nada. Eran contrabandistas de tabaco que vieron que había mucho más dinero en este otro negocio. Y la consigna de la policía era 'las drogas en España no existen'"

https://www.elconfidencial.com/cultura/2018-06-23/brigada-costa-sol-drogas-serie-hugo-silva_1582833/
 
ENTREVISTA
Estreno de la nueva serie de Mediaset

DAVID SANZ EZQUERRO
Madrid
24 SEP. 2018


407



VIDEO :http://www.elmundo.es/television/2018/09/24/5ba673fde2704e18368b45b8.html



Antena 3 programa Palmeras en la nieve frente al estreno en Telecinco de Vivir sin permiso

"Espero a la parca con una sonrisa. Que venga cuando venga. No me va a pillar con miedo. Me descojono de ella". José Coronado suelta la frase sin desafío ni resignación. El tono es más de quien tiene entendido, desde hace tiempo, de qué va la vida. "Cuando tenía 30 años recuerdo estar con un amigo diciéndole: 'Me podría morir ahora y habría tenido una vida muy completa y rica que muchos envidiarían'", comparte el actor en una entrevista con este diario: "Si ya a los 30 pensaba así, imagínate ahora".

Vivir sin permiso, serie basada en una novela de Manuel Rivas con guion de Aitor Gabilondo, arranca con la celebración del 60 cumpleaños del personaje protagonista (Nemo Bandeira). La misma edad que tenía su intérprete durante el rodaje -ahora suma ya un año más-: "El paso del tiempo siempre lo he llevado muy bien y ahora, después de lo que me pasó, mejor todavía". Coronado se refiere al infarto que sufrió en abril de 2017. "Para mí ha sido una bendición, así lo digo", afirma. "Esto lo que me ha hecho es priorizar mucho más. Antes me levantaba, y corriendo a trabajar. Ahora me despierto y sonrío solamente por ver el sol o por oír un pájaro cantar. Y doy muchas más gracias por todo", confiesa.

Coronado ya acepta con normalidad su nueva situación, pero reconoce que durante un tiempo le costó asumirlo. "Después de que te da un infarto tienes un bajón tremendo. A mí me entraron ataques de ansiedad", explica. Ese periodo coincidió precisamente con el inicio del rodaje de Vivir sin permiso, pero decidió y consiguió darle la vuelta a su debilidad. "Lo que me pasó se lo incorporé a Nemo. Me resultó muy fácil porque esa sensación de fragilidad, ese miedo a que me voy, lo tenía yo metido en la sangre".

El personaje de Nemo Bandeira es un poderoso empresario gallego que amasó fortuna durante un turbio pasado relacionado con el narcotráfico. Pero de repente todo cambia para él cuando le comunican que sufre Alzheimer y su vida comienza a desvanecerse ante un enemigo que le tiene ganada la partida de antemano. "La serie trata sobre el poder y sobre los miedos personales de cada uno", resume Coronado.

Con más de 30 años de carrera interpretativa a sus espaldas y un Goya en su haber (No habrá paz para los malvados), José Coronado es actualmente uno de los actores más respetados de España. "Al principio era más malo que nadie, porque no sabía. No tenía otra cosa que ofrecer más que la galanura", reconoce. "Ser buen actor es muy difícil. Son muchos años los que se tarda en formarse", apunta. "Yo aprendí no teniendo miedo a torear lo que me saliese. Me dije: los miuras ya llegarán, pero yo vaquilla que me salga, la toreo. Y lo mismo me dio hacer televisión, que teatro; cine, recitar poesía, doblar un documental o salir con Mayra Gómez Kempdisfrazado de marinerito con tal de coger kilómetros".

Ahora él es el veterano y a menudo le toca compartir pantalla con las nuevas generaciones de actores. "Los chavales jóvenes no te enseñan mucho, la verdad. Me contagian ilusión y energía, pero nada más", señala Coronado, quien se declara consciente de su propia evolución. "Ahora tengo el peso que te da la experiencia, tanto profesional como personal", comenta. "Casi nunca sé dónde hay que dar para acertar y hacer lo bueno, pero sé dónde está todo lo malo. Conozco las cosas que no hay que hacer. Ésas las tengo aprendidas", añade. "He llegado a un momento en el que no tengo ningún tipo de nervios, digo lo que pienso y no me odio", sentencia.

Muchos actores de la generación de Coronado entendían la televisión como algo de lo que había que huir. Pero él tuvo claro desde el principio que no había que darle la espalda. "Yo les decía: 'Pero un medio que llega a seis millones de espectadores a la semana cómo va a ser algo menor, ¿estáis locos o qué?'". Y así pasó por Brigada central, Hermanos de leche, Periodistas, Acusados, El Príncipe... Ahora además de Vivir sin permiso tiene pendiente el estreno de Gigantes(Movistar+). "Mira que amo el teatro, pero si hoy tuviera que elegir y quedarme con un sólo medio sería la televisión", asegura: "Creo que es el más completo y satisfactorio de todos".

Duelo contra 'Palmeras en la nieve'
Vivir sin permiso (Alea Media) es la principal apuesta de ficción de Mediaset de la temporada. La serie, en cuyo elenco además de José Coronado figuran Álex González o Pilar Castro entre otros, se presentó este fin de semana en el Festival de San Sebastián. Su primer capítulo podrá verse este lunes (22.40 horas) de forma simultánea en Telecinco, FDF, Divinity, Energy y Be Mad. Para hacerle frente, Antena 3 ha programado Palmeras en la nieve. El pasado febrero, cuando Telecinco anunció el estreno de La verdad, Antena 3 programó esta película para el mismo día. Tras el movimiento de su rival, Mediaset aplazó el lanzamiento de su serie, ante lo que Atresmedia decidió guardar también la película.
 
‘Arde Madrid’, s*x* en gama de grises
La serie de Paco León y Anna R. Costa no es exactamente una comedia, su tono agridulce o a veces directamente agrio, como la época, lo impide

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VIDEO




ELSA FERNÁNDEZ-SANTOS
En la primera secuencia de Arde Madrid, la falangista Ana Mari adoctrina sobre el matrimonio a una clase de la Sección Femenina. No sacar de quicio a los hombres, eso aprendían en los sesenta las disciplinadas jóvenes españolas. Coja, reprimida y franquista, Ana Mari, interpretada por la actriz Inma Cuesta, es fichada por los servicios secretos nacionales para entrar en el servicio doméstico de una actriz americana que, instalada en Madrid, tiene mosca al régimen por su vida y su círculo de amistades. No hace falta añadir, después de la apabullante y eficiente campaña promocional de Arde Madrid, que la actriz es Ava Gardner y que el telón de fondo de la serie, estrenada ayer completa en Movistar +, es el plomizo Madrid de aquella época.

Ava había aterrizado en España en 1955 atraída por el clima, la gente y la música. Eligió un país donde, según sus memorias, podía vivir “sin hacer nada, durmiendo... y bailando flamenco toda la noche”. En su tercera vivienda en la ciudad, situada en la calle de Doctor Arce, tuvo de vecino a Juan Domingo Perón, exiliado en España. La animadversión del general por la actriz forma parte de la leyenda que rodeó la vida de Ava en España. A principios los años noventa, en un reportaje para este periódico, el veterano portero de la finca rehusó con enfado hablar de aquellos años apelando a un misterio que en el fondo sigue sin resolverse. “No quiero hablar sobre ella ni sobre lo que ocurrió en esta casa. Mis recuerdos son para mí y para ella. Hay que respetar a los difuntos”, dijo.

Pero Arde Madrid no es una serie sobre Ava Gardner, y empieza donde acaba cualquier secreto: en la ficción. En este caso, sobre el despertar sexual de unas mujeres pacatas enfrentadas a un extraterrestre: una mujer, sola, divorciada, atea y, para colmo de males, actriz. Creada por Anna R. Costa y Paco León (director de los ocho episodios y en la piel del chófer de la estrella), la serie —que a ratos parece destinada a completar el mapa de hábitos sexuales que León inició con su éxito cinematográfico Kiki, el amor se hace— recrea la vida de un país al que se le negó el derecho al deseo y que, pese a todo, encontró sus vías de escape y alegría. Su mejor baza, el punto de vista elegido: el de los criados de una mujer que solo cree en la brújula del placer. Inma Cuesta y Anna Castillo llevan delantal y cofia, pero reinan en Arde Madrid porque suya es esta historia de dos pobres mujeres aprendiendo las reglas del juego de una rica apátrida.

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Rodada en blanco y negro y con una estética que a veces evoca las fotos de Catalá Roca de la Gran Vía y otras la gama de grises de los edificios de Kindel, la serie eleva su tono de comedia en las breves apariciones de Carmen Machi (genial en la piel de ríspida falangista); en algunas secuencias del sufrido matrimonio Perón; gracias al torbellino hormonal que calca con su talento Anna Castillo o en ese capítulo final donde El guateque de Peter Sellers se mira en el espejo de la fiesta eterna de Enrique Pantoja y Tomasito.

Pero Arde Madrid no es exactamente una comedia; su tono agridulce o a veces directamente agrio, como la época, lo impiden. Inma Cuesta es la encargada de cargar y resolver ese nudo de amargura. La peor parte se la lleva el retrato de Ava, que a veces roza la caricatura. Interpretada por la actriz estadounidense Debi Mazar, en su descargo hay que decir que la intérprete tiene que lidiar con una empresa imposible. Sí, Ava bebía, y mucho, y ya no era una jovencita, pero ni en su versión más ordinaria fue vulgar. Por eso, lo mejor de aquella mujer respira en los otros personajes, como en ese plano de la diva durmiendo abrazada a una tierna e insomne Pilar (Anna Castillo) en una madrugada en la que la voz de Rosalía entona La zambra del Campamento de Manolo Caracol y que, como tantas, ella prefirió no pasar sola.

https://elpais.com/cultura/2018/11/08/television/1541699388_341014.html
 
‘Arde Madrid’, s*x* en gama de grises
La serie de Paco León y Anna R. Costa no es exactamente una comedia, su tono agridulce o a veces directamente agrio, como la época, lo impide

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ELSA FERNÁNDEZ-SANTOS
En la primera secuencia de Arde Madrid, la falangista Ana Mari adoctrina sobre el matrimonio a una clase de la Sección Femenina. No sacar de quicio a los hombres, eso aprendían en los sesenta las disciplinadas jóvenes españolas. Coja, reprimida y franquista, Ana Mari, interpretada por la actriz Inma Cuesta, es fichada por los servicios secretos nacionales para entrar en el servicio doméstico de una actriz americana que, instalada en Madrid, tiene mosca al régimen por su vida y su círculo de amistades. No hace falta añadir, después de la apabullante y eficiente campaña promocional de Arde Madrid, que la actriz es Ava Gardner y que el telón de fondo de la serie, estrenada ayer completa en Movistar +, es el plomizo Madrid de aquella época.

Ava había aterrizado en España en 1955 atraída por el clima, la gente y la música. Eligió un país donde, según sus memorias, podía vivir “sin hacer nada, durmiendo... y bailando flamenco toda la noche”. En su tercera vivienda en la ciudad, situada en la calle de Doctor Arce, tuvo de vecino a Juan Domingo Perón, exiliado en España. La animadversión del general por la actriz forma parte de la leyenda que rodeó la vida de Ava en España. A principios los años noventa, en un reportaje para este periódico, el veterano portero de la finca rehusó con enfado hablar de aquellos años apelando a un misterio que en el fondo sigue sin resolverse. “No quiero hablar sobre ella ni sobre lo que ocurrió en esta casa. Mis recuerdos son para mí y para ella. Hay que respetar a los difuntos”, dijo.

Pero Arde Madrid no es una serie sobre Ava Gardner, y empieza donde acaba cualquier secreto: en la ficción. En este caso, sobre el despertar sexual de unas mujeres pacatas enfrentadas a un extraterrestre: una mujer, sola, divorciada, atea y, para colmo de males, actriz. Creada por Anna R. Costa y Paco León (director de los ocho episodios y en la piel del chófer de la estrella), la serie —que a ratos parece destinada a completar el mapa de hábitos sexuales que León inició con su éxito cinematográfico Kiki, el amor se hace— recrea la vida de un país al que se le negó el derecho al deseo y que, pese a todo, encontró sus vías de escape y alegría. Su mejor baza, el punto de vista elegido: el de los criados de una mujer que solo cree en la brújula del placer. Inma Cuesta y Anna Castillo llevan delantal y cofia, pero reinan en Arde Madrid porque suya es esta historia de dos pobres mujeres aprendiendo las reglas del juego de una rica apátrida.

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Rodada en blanco y negro y con una estética que a veces evoca las fotos de Catalá Roca de la Gran Vía y otras la gama de grises de los edificios de Kindel, la serie eleva su tono de comedia en las breves apariciones de Carmen Machi (genial en la piel de ríspida falangista); en algunas secuencias del sufrido matrimonio Perón; gracias al torbellino hormonal que calca con su talento Anna Castillo o en ese capítulo final donde El guateque de Peter Sellers se mira en el espejo de la fiesta eterna de Enrique Pantoja y Tomasito.

Pero Arde Madrid no es exactamente una comedia; su tono agridulce o a veces directamente agrio, como la época, lo impiden. Inma Cuesta es la encargada de cargar y resolver ese nudo de amargura. La peor parte se la lleva el retrato de Ava, que a veces roza la caricatura. Interpretada por la actriz estadounidense Debi Mazar, en su descargo hay que decir que la intérprete tiene que lidiar con una empresa imposible. Sí, Ava bebía, y mucho, y ya no era una jovencita, pero ni en su versión más ordinaria fue vulgar. Por eso, lo mejor de aquella mujer respira en los otros personajes, como en ese plano de la diva durmiendo abrazada a una tierna e insomne Pilar (Anna Castillo) en una madrugada en la que la voz de Rosalía entona La zambra del Campamento de Manolo Caracol y que, como tantas, ella prefirió no pasar sola.

https://elpais.com/cultura/2018/11/08/television/1541699388_341014.html

La he visto entera y me ha gustado muchísimo
 
ENTREVISTA
Estreno de la nueva serie de Mediaset

DAVID SANZ EZQUERRO
Madrid
24 SEP. 2018


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Antena 3 programa Palmeras en la nieve frente al estreno en Telecinco de Vivir sin permiso

"Espero a la parca con una sonrisa. Que venga cuando venga. No me va a pillar con miedo. Me descojono de ella". José Coronado suelta la frase sin desafío ni resignación. El tono es más de quien tiene entendido, desde hace tiempo, de qué va la vida. "Cuando tenía 30 años recuerdo estar con un amigo diciéndole: 'Me podría morir ahora y habría tenido una vida muy completa y rica que muchos envidiarían'", comparte el actor en una entrevista con este diario: "Si ya a los 30 pensaba así, imagínate ahora".

Vivir sin permiso, serie basada en una novela de Manuel Rivas con guion de Aitor Gabilondo, arranca con la celebración del 60 cumpleaños del personaje protagonista (Nemo Bandeira). La misma edad que tenía su intérprete durante el rodaje -ahora suma ya un año más-: "El paso del tiempo siempre lo he llevado muy bien y ahora, después de lo que me pasó, mejor todavía". Coronado se refiere al infarto que sufrió en abril de 2017. "Para mí ha sido una bendición, así lo digo", afirma. "Esto lo que me ha hecho es priorizar mucho más. Antes me levantaba, y corriendo a trabajar. Ahora me despierto y sonrío solamente por ver el sol o por oír un pájaro cantar. Y doy muchas más gracias por todo", confiesa.

Coronado ya acepta con normalidad su nueva situación, pero reconoce que durante un tiempo le costó asumirlo. "Después de que te da un infarto tienes un bajón tremendo. A mí me entraron ataques de ansiedad", explica. Ese periodo coincidió precisamente con el inicio del rodaje de Vivir sin permiso, pero decidió y consiguió darle la vuelta a su debilidad. "Lo que me pasó se lo incorporé a Nemo. Me resultó muy fácil porque esa sensación de fragilidad, ese miedo a que me voy, lo tenía yo metido en la sangre".

El personaje de Nemo Bandeira es un poderoso empresario gallego que amasó fortuna durante un turbio pasado relacionado con el narcotráfico. Pero de repente todo cambia para él cuando le comunican que sufre Alzheimer y su vida comienza a desvanecerse ante un enemigo que le tiene ganada la partida de antemano. "La serie trata sobre el poder y sobre los miedos personales de cada uno", resume Coronado.

Con más de 30 años de carrera interpretativa a sus espaldas y un Goya en su haber (No habrá paz para los malvados), José Coronado es actualmente uno de los actores más respetados de España. "Al principio era más malo que nadie, porque no sabía. No tenía otra cosa que ofrecer más que la galanura", reconoce. "Ser buen actor es muy difícil. Son muchos años los que se tarda en formarse", apunta. "Yo aprendí no teniendo miedo a torear lo que me saliese. Me dije: los miuras ya llegarán, pero yo vaquilla que me salga, la toreo. Y lo mismo me dio hacer televisión, que teatro; cine, recitar poesía, doblar un documental o salir con Mayra Gómez Kempdisfrazado de marinerito con tal de coger kilómetros".

Ahora él es el veterano y a menudo le toca compartir pantalla con las nuevas generaciones de actores. "Los chavales jóvenes no te enseñan mucho, la verdad. Me contagian ilusión y energía, pero nada más", señala Coronado, quien se declara consciente de su propia evolución. "Ahora tengo el peso que te da la experiencia, tanto profesional como personal", comenta. "Casi nunca sé dónde hay que dar para acertar y hacer lo bueno, pero sé dónde está todo lo malo. Conozco las cosas que no hay que hacer. Ésas las tengo aprendidas", añade. "He llegado a un momento en el que no tengo ningún tipo de nervios, digo lo que pienso y no me odio", sentencia.

Muchos actores de la generación de Coronado entendían la televisión como algo de lo que había que huir. Pero él tuvo claro desde el principio que no había que darle la espalda. "Yo les decía: 'Pero un medio que llega a seis millones de espectadores a la semana cómo va a ser algo menor, ¿estáis locos o qué?'". Y así pasó por Brigada central, Hermanos de leche, Periodistas, Acusados, El Príncipe... Ahora además de Vivir sin permiso tiene pendiente el estreno de Gigantes(Movistar+). "Mira que amo el teatro, pero si hoy tuviera que elegir y quedarme con un sólo medio sería la televisión", asegura: "Creo que es el más completo y satisfactorio de todos".

Duelo contra 'Palmeras en la nieve'
Vivir sin permiso (Alea Media) es la principal apuesta de ficción de Mediaset de la temporada. La serie, en cuyo elenco además de José Coronado figuran Álex González o Pilar Castro entre otros, se presentó este fin de semana en el Festival de San Sebastián. Su primer capítulo podrá verse este lunes (22.40 horas) de forma simultánea en Telecinco, FDF, Divinity, Energy y Be Mad. Para hacerle frente, Antena 3 ha programado Palmeras en la nieve. El pasado febrero, cuando Telecinco anunció el estreno de La verdad, Antena 3 programó esta película para el mismo día. Tras el movimiento de su rival, Mediaset aplazó el lanzamiento de su serie, ante lo que Atresmedia decidió guardar también la película.
La serie está muy bien y Coronado borda el papel
 
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