Sara Carbonero

Yo lo que creo es que ninguno de los dos ha asumido que no son los que fueron y que no pasa nada por no serlo, que ahora son otra cosa.

Entiendo que debe ser difícil y más con sus enfermedades, pero coxx, lucha si quieres estar en el candelero (Sara como itgirl/comunicación e Iker en el mundo del futbol), es que son tal para cual, son personas que si que han sido disciplinados, pero que la vida profesional les ha venido muy rodada y cuando toca remontar una situación que no es tan favorable como ellos quisieran (que ojo, sigue siendo muy favorable) se les ven las costuras... a ambos.
El tema es que los boom pasan, es imposible mantener el ritmo de fama y éxito que tuvieron.

Siempre que lo hemos comentado en este post he dicho lo mismo: yo no conozco a ninguna famosa española que viviera un boom como el que vivió Sara entre 2009-2011 aproximadamente. Creo que psicológicamente tuvo que ser muy gordo pasar de no ser nadie, a tenerlo todo y luego caer. Y con Iker pues lo mismo: entra en el Madrid, está en la cantera, pasa a ser titular en el Madrid y en la selección, es un dios y luego a jubilarse como todos los futbolistas.

No sé, es que me parece que cae de cajón... no puedo entender cómo no les entra en la cabeza que ya no son la parejita cuqui que enamoró a España en 2010, que ya no lo petan ni personal ni laboralmente.

Yo creo que Iker ha sido muy disciplinado, no se llega a la élite del fútbol siendo un vago, pero Sara no tiene cultura del esfuerzo. Fue muy guapa y todo le vino rodado. Y ahora no tiene ni formación, ni experiencia ni talento, sólo belleza que se va a ir marchitando.
 
Creo que Sara e Iker ya estaban preocupados de que no fuera una separación silenciosa.
Pediste discreción en Instagram. Pero ha sucedido todo lo contrario.
Desde marzo, los medios no han dejado de publicar sobre la ruptura y la infidelidad.
Creo que a Iker no le interesan las publicaciones de su vida privada.
De lo contrario le gusta dar interwievs en todas partes. Cuando se trata de fútbol y la fundación.
Por eso entiendo aún menos por qué debería contarle a un periodista algo sobre sí mismo.

¿Será que la prensa sigue leyendo?
Por ejemplo, la parte de que Sara le planchase las camisas.
No puedo imaginar que Iker realmente dijera eso.
El periodista leyó eso aquí. 😅
 
Pues a mí la publicación esa de Jordi Martín me suena a que ya se estaba excusando antes de que Iker dijera que esa información era falsa. Además, que como ya se ha dicho por aquí dudo mucho que Iker dé esas declaraciones y más a revistas del corazón
 
Yo lo de Iker no lo entiendo. Creo que todo futbolista sabe (o debería saber) que llegará un momento que se jubilan y dejan de serlo todo.

Que lo mismo que tu padre o el mío se jubilan con 65 años, pues los futbolistas se jubilan con menos de 40. Y es muy duro, pero es lo que hay. También ganan más dinero que cualquier currito, eso hay que decirlo.

Y yo de Iker me espero cualquier cosa, pero Sara debería saber mejor que nadie cómo funciona la prensa.
Creo que a Casillas le ha afectado mucho su obligada retirada del fútbol. Él soñaba con una despedida por todo lo alto y luego jugar unos años en Estados Unidos. Antes del infarto incluso fantaseaba con regresar a la Selección. El infarto truncó todos sus sueños y se vio, de la noche a la mañana, jubilado antes de los 40 años y sin ningún plan de futuro trazado.

Ha pasado de ser un ídolo de masas a ser un exportero retirado y, además, ha estado al borde la muerte. Es lógico que esté un poco perdido. Y ahora lo único que tiene claro es que quiere disfrutar de la vida (o de su vida de soltero), pero no sabe a qué dedicar su vida. Lo de la Fundación es un mero entretenimiento que puede ayudarle a estar distraído, pero no es una gran ocupación. Y su vida sentimental tampoco le ayuda a tener estabilidad. Todo esto, unido a la información bomba que los medios amenazan con publicar, debe de estar pasándole factura psicológicamente.
 
Creo que a Casillas le ha afectado mucho su obligada retirada del fútbol. Él soñaba con una despedida por todo lo alto y luego jugar unos años en Estados Unidos. Antes del infarto incluso fantaseaba con regresar a la Selección. El infarto truncó todos sus sueños y se vio, de la noche a la mañana, jubilado antes de los 40 años y sin ningún plan de futuro trazado.

Ha pasado de ser un ídolo de masas a ser un exportero retirado y, además, ha estado al borde la muerte. Es lógico que esté un poco perdido. Y ahora lo único que tiene claro es que quiere disfrutar de la vida (o de su vida de soltero), pero no sabe a qué dedicar su vida. Lo de la Fundación es un mero entretenimiento que puede ayudarle a estar distraído, pero no es una gran ocupación. Y su vida sentimental tampoco le ayuda a tener estabilidad. Todo esto, unido a la información bomba que los medios amenazan con publicar, debe de estar pasándole factura psicológicamente.
Se le juntó todo.

Lo primero fue irse del Madrid. Que Iker ya se veía como un icono madridista intachable, como un Butragueño o un Raúl. Pues eso, iconos madridistas queridos por toda la afición. Y resulta que se fue por la puerta de atrás, con una despedida ridícula y siendo el eterno topo. De Santo a repudiado.

Luego ficha por el Oporto. Que con todos mis respetos, pero a Iker (y a Sara, para qué nos vamos a engañar) le habría encantado ir a la liga inglesa, a al alemana o a la francesa. Hasta los padres de Iker decían que le preferían en el Barça antes que en el Oporto.

Y luego el infarto, claro, que no pudo despedirse. No pudo tener un último partido.

Y ahora que está en Madrid está viendo que en el club no pinta mucho, que está en la fundación y ya.
 
Creo que a Casillas le ha afectado mucho su obligada retirada del fútbol. Él soñaba con una despedida por todo lo alto y luego jugar unos años en Estados Unidos. Antes del infarto incluso fantaseaba con regresar a la Selección. El infarto truncó todos sus sueños y se vio, de la noche a la mañana, jubilado antes de los 40 años y sin ningún plan de futuro trazado.

Ha pasado de ser un ídolo de masas a ser un exportero retirado y, además, ha estado al borde la muerte. Es lógico que esté un poco perdido. Y ahora lo único que tiene claro es que quiere disfrutar de la vida (o de su vida de soltero), pero no sabe a qué dedicar su vida. Lo de la Fundación es un mero entretenimiento que puede ayudarle a estar distraído, pero no es una gran ocupación. Y su vida sentimental tampoco le ayuda a tener estabilidad. Todo esto, unido a la información bomba que los medios amenazan con publicar, debe de estar pasándole factura psicológicamente.
Yo también lo veo así. Iker quería jugar hasta los 40 (o tanto tiempo como Buffon), solía decir eso.
Además, después de su contrato con el FC Porto, todavía estaría en Miami o Qatar (aunque no sé si Sara habría participado).
Miami tal vez se parezca más a Qatar.
El repentino final de su carrera y el infarto le impusieron una gran presión.
Estaba demasiado débil para lidiar adecuadamente con la enfermedad de Sara.
Dio demasiadas vueltas a su alrededor.
Trabajar en la fundación es demasiado fácil. Iker a veces va a eventos, concede entrevistas y recibe dinero por ello.
Sin salario mensual fijo.
También noté que sus nombramientos para la fundación solo aumentaron después del divorcio.
 
Se le juntó todo.

Lo primero fue irse del Madrid. Que Iker ya se veía como un icono madridista intachable, como un Butragueño o un Raúl. Pues eso, iconos madridistas queridos por toda la afición. Y resulta que se fue por la puerta de atrás, con una despedida ridícula y siendo el eterno topo. De Santo a repudiado.

Luego ficha por el Oporto. Que con todos mis respetos, pero a Iker (y a Sara, para qué nos vamos a engañar) le habría encantado ir a la liga inglesa, a al alemana o a la francesa. Hasta los padres de Iker decían que le preferían en el Barça antes que en el Oporto.

Y luego el infarto, claro, que no pudo despedirse. No pudo tener un último partido.

Y ahora que está en Madrid está viendo que en el club no pinta mucho, que está en la fundación y ya.
Sí, tiene mucho que digerir y su vida personal no contribuye a su tranquilidad.

Y no entiendo cómo publica un tweet diciendo que es "acojonante" que publiquen unas declaraciones falsas suyas y exigiendo una rectificación al director. Si no es verdad que haya dado ninguna entrevista emites un comunicado redactado por tus abogados diciendo que es falso y que vas a demandarles. No recurres a un tweet con unas frases que parecen sacadas del grupo de whatsapp con tus amigos. Una pensaría que un exjugador profesional forrado como él puede permitirse tener un equipo de comunicación y jurídico. Yo si fuera Sara le obligaría a buscarse una agencia de comunicación por el bien de los dos. Y si ya la tiene que le quiten el móvil porque cada vez que habla sube el pan.
 
Se le juntó todo.

Lo primero fue irse del Madrid. Que Iker ya se veía como un icono madridista intachable, como un Butragueño o un Raúl. Pues eso, iconos madridistas queridos por toda la afición. Y resulta que se fue por la puerta de atrás, con una despedida ridícula y siendo el eterno topo. De Santo a repudiado.

Luego ficha por el Oporto. Que con todos mis respetos, pero a Iker (y a Sara, para qué nos vamos a engañar) le habría encantado ir a la liga inglesa, a al alemana o a la francesa. Hasta los padres de Iker decían que le preferían en el Barça antes que en el Oporto.

Y luego el infarto, claro, que no pudo despedirse. No pudo tener un último partido.

Y ahora que está en Madrid está viendo que en el club no pinta mucho, que está en la fundación y ya.

En la base, eso también parece un trabajo de presentación puro. Iker no puede equivocarse y no tiene influencia. Va a eventos, da entrevistas y autógrafos y eso es todo.

Que no haya recibido una despedida lo entristecerá durante mucho tiempo.
Por eso fue tan importante para él la despedida del FC Porto en la final de copa. Más importante que el funeral del abuelo de Sara. Y, por supuesto, Sara estaba enojada con Iker.
 

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