Sara 4 años golpeada,violada y asesinada por sus padres (valladolid)

El jurado salva a la madre de la niña Sara de la prisión permanente revisable

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Roberto y Davinia. / El Norte

El tribunal popular considera a Roberto Hernández y a Davinia Muñoz culpables del asesinato de la pequeña de cuatro años, pero absuelve del delito de violación a la acusada

M. J. PASCUALValladolid Sábado, 25 mayo 2019, 20:44

Culpables de asesinato. Los dos. Uno como autor material de la muerte intencional y, la otra, por «comisión por omisión», una figura jurídica muy compleja que, sin embargo, el jurado ha tenido muy clara. «Hemos hecho lo que nos ha dictado el corazón y la conciencia», decía, después de quitarse el peso de encima del veredicto, una de las cuatro mujeres y cinco hombres que han integrado el tribunal popular que ha condenado por el crimen de Sara a Roberto Hernández y Davinia Muñoz.

Después de cinco semanas de juicio (el más largo de la historia de la Audiencia de Valladolid) y un encierro para deliberar de tres días, a nueve horas de debate por jornada para llegar a un acuerdo sobre las 138 preguntas del objeto del veredicto, el jurado habló por boca de su portavoz: los dos acusados son culpables del asesinato, pero solo uno de ellos violó a la niña Sara, el hombre. Y solo la suma de ambos delitos gravísimos, uno contra la vida y otro contra la libertad sexual de una menor, abre la puerta a la máxima condena, la prisión permanente revisable, para el exnovio de la madre.

Del largo y minucioso cuestionario preparado por el presidente del jurado, el magistrado Feliciano Trebolle –que dictará sentencia en unos días– medio centenar de preguntas clave han sido claves para delimitar la participación de Davinia Muñoz, de 39 años, natural de Pedrajas de San Esteban, militar y madre soltera de dos niñas, en los hechos que sucedieron en la intimidad del domicilio de la calle Cardenal Torquemada en un mes y medio de noviazgo, que desembocaron en la muerte de su hija pequeña, Sara, que acababa de cumplir cuatro años.

El jurado considera autor material del calvario de la pequeña Sara a Roberto, la expareja de la madre, y le atribuye la violación y el asesinato, con alevosía, ensañamiento y «odio a los rumanos».

Además del trágico final, se considera probado que, a manos del acusado, la niña sufrió una escalada de agresiones físicas desde el 23 de junio hasta la muy grave del 28 de julio, en la sien, si bien el jurado reduce de seis a cuatro las lesiones que las acusaciones atribuían inicialmente al exmecánico de helicópteros, de 38 años y natural de Medina del Campo. Se le culpa también de maltrato continuado.

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El presidente y las partes, en la lectura del veredicto / R. JIMÉNEZ

HECHOS PROBADOS
La relación


Redes sociales: Roberto Hernández Hernáiz y Davinia Muñoz García se conocieron a mediados de abril de 2017 en una red social.

La expareja: Marinel Feraru, padre biológico de Sara, de nacionalidad rumana, era la pareja de Davinia. Cuando Davinia y Roberto se conocieron, Marinel aún vivía con la madre y las hijas.

La convivencia: La primera vez que Roberto se queda a dormir con Davinia es el 30 de mayo de 2017. Ese día se marcha de la casa Marinel. Roberto sabe que el padre de Sara es rumano y ha manifestado su rechazo a personas de esta nacionalidad.

El maltrato

Las lesiones: Antes de que Roberto entrara en casa de Davinia, Sara no había presentado ese tipo de lesiones. Desde el 22 de junio, el nuevo novio se instala en el piso. Davinia vio a Roberto golpear a la niña cuando se hacía pis. El 23 de junio, Marinel lleva a las niñas a Pedrajas con sus tíos. Ven hematomas en el cuerpo de Sara, sin que Davinia les de importancia.

La denuncia: El 11 de julio Davinia lleva al hospital Campo Grande a Sara con los labios inflamados. Los doctores, tras la exploración, denuncian maltrato. La madre sospecha de Roberto pero no tomó medidas para proteger a su hija.

Servicios sociales: Davinia acudió a la cita con las funcionarias de Protección de Menores el 26 de julio pero les ocultó que Roberto vivía con ellas en el domicilio familiar.

El 28 de julio: Las lesiones fueron 'in crescendo' hasta la más grave de la sien izquierda, el 28 de julio. El hermano de Davinia trató de que lleven a la niña al médico, pero no lo hacen. A primera hora Davinia había llamado a los Servicios de Protección para cancelar la visita domiciliaria porque tenía guardia, que se pospuso para el 1 de agosto. Pero a las dos de la tarde las funcionarias se presentaron en el piso. La hija mayor no les abrió porque su madre se lo indicó por Whatsapp desde el trabajo.

El crimen

Violación: El 2 de agosto, sobre las 7:00 horas Davinia se prepara para ir al trabajo y Sara se vistió para irse con ella, pero la dejó a cargo de Roberto. Este violó a la pequeña por la via vaginal. Después, a sabiendas de que podía matarla, la golpeó en varias ocasiones impactando la cabeza de la niña contra una superficie plana. Le causó heridas por todo el cuerpo y le arrancó una uña de cada pie.

Muerte: Como consecuencia de la agresión, entró en parada cardiorrespiratoria y Roberto llamó a Davinia y luego al 112. La niña murió a la mañana siguiente por el traumatismo craneoencefálico.

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A Davinia, el jurado no solo la exculpa de la violación, sino que entiende que no incurrió tampoco en abandono de la menor, el único delito que se le atribuía a ella sola. Al absolver a la madre de Sara de la autoría de la agresión sexual, el veredicto le aleja de la condena de prisión permanente revisable que también pedían para ella todas las acusaciones excepto una, la representante legal de su expareja, Marinel Feraru, padre biológico de Sara, quien ha ejercido la acusación particular en el proceso dirigida exclusivamente contra Roberto, quien fuera su sustituto en el corazón de Davinia.

Obcecación y confesión

Amores que matan. El jurado reconoce que la militar estaba obnubilada por su nuevo novio, una relación que la había ilusionado, que no quería perder a toda costa y ello fue determinante para el terrible final de su hija. Por ello, la fiscal aplica en su nueva petición de condena para la madre de la niña la circunstancia atenuante de obcecación, a la que suma la analógica de confesión o de colaboración en la investigación. Atenuantes sobre las que una de las acusaciones populares, la Asociación Clara Campoamor, expresó su absoluto desacuerdo.

«La obcecación implica arrebato, instantaneidad, y aquí pasó mes y medio; tampoco estamos de acuerdo con la confesión: ocurriría si se hubiera producido antes de abrirse el procedimiento judicial; pero que se dejara tomar el ADN o entregara su móvil no significa nada; que un investigado declare no significa que colabore con la justicia», subrayó el abogado Luis Antonio Calvo durante su turno de 'reajuste' de petición de condenas por las partes, una vez oído el veredicto del jurado.

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REAJUSTE DE LAS PENAS

Fiscalía

Para Roberto Hernández mantiene la solicitud de prisión permanente revisable por un delito de asesinato con agravantes de odio y ensañamiento, además de 10 años de libertad vigilada. Un año de cárcel por cada uno de los cuatro delitos de maltrato; tres años de prisión por maltrato habitual con agravante de odio; y quince años de prisión por violación.

Para Davinia, retira la solicitud de prisión permanente revisable y pide veinticinco años de prisión y diez de libertad vigilada durante diez años. Considera que existen las circunstancias atenuantes de obcecación y confesión. Rechaza la circunstancia agravante de parentesco, ya que se la considera autora de comisión por omisión y pide cinco meses de cárcel por cada uno de los tres delitos de lesiones y veinte meses por maltrato habitual.

Acusación particular

Prisión permanente revisable solo para el acusado. Por el resto de los delitos (4 de lesiones, 1 de maltrato continuado y 1 de agresión sexual), solicita condenas de entre 22 y 24 años de cárcel, además de medidas de seguridad e indemnizaciones.

Acusaciones populares Asociación de Víctimas y Clara Campoamor

Prisión permanente revisable para Roberto y Davinia por asesinato. Para él, otras condenas de entre 22 y 24 años de cárcel por las lesiones, el maltrato continuado y la violación, además de las oportunas medidas de seguridad e indemnizaciones correspondientes. Para ella, también otras penas de entre 21 y 22 años.

Defensa de Roberto Hernández

Pide que se aplique a su patrocinada el menor grado de las penas solicitadas y ya anuncia recursos.

Defensa de Davinia Muñoz

Pide que se aplique a su patrocinada el menor grado de las penas solicitadas y ya anuncia recursos.

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Respecto de las condenas, dos respuestas del jurado al objeto del veredicto, votadas por unanimidad, estarán muy presentes en la sentencia que dicte el magistrado Trebolle: que Davinia, al marcharse a trabajar aquel 2 de agosto de 2017 y dejar a Sara al cuidado de Roberto, a pesar de los antecedentes de lesiones que había,«aceptó la posibilidad de que este pudiera causar a Sara lesiones de tanta gravedad que le produjeran la muerte».Y que las heridas inferidas por Roberto a Sara, distintas de las que la mataron, como «el arrancamiento de una uña de cada pie, se realizaron con ánimo de aumentar de forma innecesaria e inhumana el sufrimiento de la niña».

El veredicto concluye con la oposición del jurado a que los acusados, puedan gozar de los beneficios de una condena condicional o a que se proponga el indulto, total o parcial, de la pena que se les imponga.

https://www.elnortedecastilla.es/valladolid/roberto-davinia-culpables-20190525100301-nt.html
 
Última edición:
La madre de la niña Sara y su pareja, culpables del salvaje crimen de la menor

El jurado popular ve culpable del asesinato, violación y maltrato de la niña al hombre y a la mujer del delito de omisión

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La madre de Sara y su pareja, culpables del asesinato y violación de la menor. / R. GARCÍA (EFE / VÍDEO: EFE)

Europa Press | Valladolid - Sábado, 25/05/2019 | Actualizado a las 15:23 CEST

El jurado popular ha emitido veredicto este sábado de culpabilidad de Roberto H.H. y Davinia M.G. sobre la muerte intencionada de Sara, la niña de 4 años hija de la mujer que el 3 de agosto de 2017 murió en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid al que llegó el día anterior agónica tras recibir una brutal paliza antes de ser violada vaginal y analmente.

Las cuatro mujeres y cinco varones integrantes del jurado, quienes ya el miércoles por la tarde comenzaron la deliberación, han dado a conocer esta mañana su decisión, una vez respondidas las 138 preguntas del objeto del veredicto, para responsabilizar a los dos encausados, por unanimidad, de la muerte violenta de la pequeña, en el caso de Davinia en la modalidad de comisión por omisión.

Además, Roberto deberá responder por un delito de agresión sexual, cuatro delitos de maltrato con lesión y de otro de maltrato habitual, todos ellos también por unanimidad del jurado, mientras que no ha sido considerado autor de otros otros dos delitos de lesiones de los que venían siendo acusado.

En el caso de ella, amén de su responsabilidad por la muerte de su propia hija, Davinia ha sido acusada de tres delitos de maltrato con lesión y de otro de maltrato habitual, mientras que ha quedado libre de la agresión sexual padecida por Sara, del delito de abandono de la niña y de un total de tres delitos de maltrato con lesión.

El jurado también se ha mostrado en contra de aplicar a los acusados los beneficios de la remisión condicional de la pena y de la concesión del indulto.

La sentencia, en los próximos días
Conocido el veredicto, el magistrado Feliciano Trebolle ha hecho un receso para que las partes pudieran estudiar el mismo a los efectos de concretar las peticiones de condena que las acusaciones expusieron el último día del juicio celebrado el pasado día 17 de mayo, desde prisión permanente para ambos por asesinato hasta otras condenas, a mayores, de 24 años de cárcel para Roberto y 25 para Davinia, así como para que las defensas, que pedían la absolución, hicieran lo propio.

El veredicto, al que en próximos días seguirá la sentencia que se encargará de dictar el magistrado que ha presidido la sala, Feliciano Trebolle, pone el punto y seguido--el fallo, con toda seguridad, será recurrido ante el Tribunal Superior de Justicia--al juicio con jurado más largo de los celebrados hasta ahora en la historia judicial vallisoletana que se inició el pasado día 25 de abril y que en algunas fases, como el día de la pericial forense, se ha celebrado a puerta cerrada debido a la crudeza de las fotografías de la autopsia de la pequeña.

Todas las acusaciones, a excepción de la letrada que ha representado al padre biológico de la niña, que tan solo acusa al novio de su expareja, han venido solicitando desde el principio prisión permanente revisable--nunca hasta el momento se ha aplicado en Valladolid--para los dos encausados, en el caso de Roberto como autor material del crimen, violación y maltrato de Sara y en el de ella en calidad de comisión por omisión, es decir, que sabiendo o sospechando lo que ocurría "miró para otro lado y antepuso su relación de pareja a su propia hija, no la protegió, no hizo absolutamente nada y jugó a la ruleta rusa con ella", como así censuró la fiscal en su informe final.

El origen del trágico desenlace de Sara se remonta a la relación de noviazgo que su madre Davinia inició a mediados de mayo de 2017, cuando aún ella seguía conviviendo en el domicilio familiar con su pareja y padre biológico de la pequeña, y casualmente, como así han venido a coincidir todas las acusaciones, a partir de ahí la víctima, de forma sospechosa, comenzó a padecer todo tipo de lesiones, golpes y hasta alguna quemadura.

Protocolo de malos tratos
No fue hasta el día 11 de julio cuando la madre, una militar destinada en el Palacio Real de Valladolid, decidió llevar a la pequeña al Servicio de Pediatría del Hospital Campo Grande para ser atendida de un fuerte hematoma en los labios y allí los facultativos, alertados por la cantidad de lesiones hallados en todo el cuerpo de Sara, activaron el protocolo de malos tratos. "Tenía el culete, literalmente, cosido a hematomas", dijo gráficamente en el juicio una médico que la atendió.

Sin embargo, los Servicios Sociales de la Junta no recibieron el encargo de Fiscalía de iniciar una investigación, por correo ordinario, hasta el día 25 del mismo mes, casi 15 días después.

La entrevista que los funcionarios de la Junta mantuvieron al día siguiente con Davinia y las niñas ya les hizo sospechar, si bien no lograron volver a mantener encuentros con ellas debido a las largas dadas por la madre y ni siquiera consiguieron que los días 28 de julio y 1 de agosto les franqueara la puerta del domicilio.

Para cuando el día 2 de agosto las técnicos de los Servicios Sociales llamaron a Davinia por teléfono para comunicarle que se hacían cargo de la tutela de Sara, ya era tarde. Al otro lado del teléfono la madre les advirtió entonces de que su hija yacía intubada, en muerte cerebral, en la UCI pediátrica del Clínico Universitario, donde falleció al día siguiente a causa de un traumatismo craneoencefálico sufrido fruto del posible zarandeo y golpeo de la cabeza de la niña con una superficie roma.

Neonazi
La autopsia practicada objetivó ya entonces una multiplicidad de lesiones, características del denominado 'síndrome del niño apaleado', con moratones de distinta evolución por todo el cuerpo que, según determinaron los forenses, no eran accidentales, así como evidentes muestras de haber sufrido una violación anal y vaginal, no consumada del todo debido a la constitución anatómica de la víctima.

Junto a los indicios de la autoría por parte de Roberto, entre ellos la aludida coincidencia temporal de su estancia en el domicilio de la madre y la aparición de las lesiones en la niña, las acusaciones añadieron los whatsapp intercambiados entre los acusados reveladores de la "obsesión" que él tenía por la víctima ("Sara es mía" o "la voy a comer el culete"); su oposición a que fuera atendida por médicos, el "temor" que infundía el acusado a Sara o la "extrema tristeza" que esta mostraba en las últimas fotos antes de morir, coincidiendo con la entrada de su presunto verdugo en la vida de la madre.

Entre los móviles del crimen figura el odio que, presuntamente, Roberto sentía hacia las personas de origen rumano--era simpatizante del grupo neonazi Juventud Nacional Revolucionaria--, de ahí el término despectivo de "rumanilla" con el que éste se dirigía a la niña.

En cuanto a la propia madre, los acusadores, a excepción de la letrada del padre biológico, se mostraron contundentes al afirmar, en palabras de la fiscal, que "conocía y consentía" los malos tratos sufridos por la pequeña y pese a ello "dio prioridad absoluta a su relación de pareja, antepuso su interés egoísta y jugó a la ruleta rusa con su hija", lo que, en su opinión, es tan o más grave que la actitud ya absolutamente reprochable del anterior.

https://www.elperiodico.com/es/suce...0525/crimen-sara-valladolid-veredicto-7472947
 
Lo que a mí nunca me cabrá en la cabeza es por qué nadie del entorno se dio cuenta de nada de lo que estaba sufriendo ésta niña. Me refiero a colegio, abuelos, tíos, vecinos. Porque por lo visto la niña era maltratada por los 2.
Y una niña con 4 años habla perfectamente para poder contarle a su abuela o profesora que los cardenales que tiene se los ha hecho su madre o su padrastro de una paliza.

Pobrecita niña, se me parte el corazón al pensar lo que habrá tenido que pasar durante tanto tiempo.
 
Buag que caso, tengo una niña de cuatro años!!!
Llorando me hayo..me muero de la rabia!!!!!!
Como es posible que el hombre tenga tanta maldad!!!!¿?¿?¿?¿
Os juro que lo mataria con mis propias manos..que si lo tuviera de frente lo mataba!! Me da igual que me reporten..pero si yo pudiera hacer algo incluso pagaria para que a este diablo le violaran el culo hasta desangrarlo ojala y le entre el peor cancer del mundo y sufra como una perra hasta su ultima suspiro..como me gustaria pagar para que todosnlos dias de su vida sufriera!!!
Buag me riraria horas hablando del mal que le deseo!
 
Lo que a mí nunca me cabrá en la cabeza es por qué nadie del entorno se dio cuenta de nada de lo que estaba sufriendo ésta niña. Me refiero a colegio, abuelos, tíos, vecinos. Porque por lo visto la niña era maltratada por los 2.
Y una niña con 4 años habla perfectamente para poder contarle a su abuela o profesora que los cardenales que tiene se los ha hecho su madre o su padrastro de una paliza.

Pobrecita niña, se me parte el corazón al pensar lo que habrá tenido que pasar durante tanto tiempo.
hay una entrevista a una vecina q bueno, dice q no se dio cuenta.. a ver, ella veía a la niña extraña, dice, pero no supo relacionarlo con el infierno q le hacían vivir esos monstruos en su casa.

a ver si lo pillo y lo linko:

(pues dice que sí tenía indicios..; bueno mejor mirad el video)
https://www.telecinco.es/elprograma...Vecina-madre-biologico-Sara_2_2415555032.html

y la de la asociación campoamor pues se puso bien crítica con los servicios sociales, tbn sale por algun lao, miro a ver. es que la muy cerda "mintió" les dijo que el padre no vivía ahí, pero se olvidó de decir que había metido ya un monstruo en su casa, por novio de ella, y maltratador de su niña.
 
Última edición:
Lo que a mí nunca me cabrá en la cabeza es por qué nadie del entorno se dio cuenta de nada de lo que estaba sufriendo ésta niña. Me refiero a colegio, abuelos, tíos, vecinos. Porque por lo visto la niña era maltratada por los 2.
Y una niña con 4 años habla perfectamente para poder contarle a su abuela o profesora que los cardenales que tiene se los ha hecho su madre o su padrastro de una paliza.

Pobrecita niña, se me parte el corazón al pensar lo que habrá tenido que pasar durante tanto tiempo.
Los hechos fueron desde que entra el hdp en casa de la madre en mayo hasta su muerte, 2 meses y pico. No hay palabras.
 
Los tíos de la pequeña Sara denuncian "la total falta de atención de la Policía Nacional, Policía Local, Servicios Sociales..."
26 agosto 2017


Rosana y Pedro rompen el silencio y piden que se investigue con todas las consecuencias lo ocurrido el 28 de julio/ Reclaman la custodia de la hermana mayor

Rosana y Pedro, tíos de Sara, la niña agredida y asesinada en los primeros días de agosto, han roto el silencio. Amparados por la Asociación de Asistencia a las Víctimas de Agresiones Sexuales y Malos Tratos (Adavasymt) han comparecido ante los medios de comunicación para leer una estremecedora declaración de los últimos días de Sara y el inadmisible comportamiento de la Policía Nacional, Policía Local, Servicios Sociales... que acabaron con la vida de la pequeña la mañana del pasado día 3.

La presidenta de Adavasymt, Conchi Minayo, comentó las circunstancias de cómo habían establecido contacto con Rosana y pedro, tíos de Sara. "Desde el primer momento no tuvimos ninguna duda en darles el apoyo jurídico, social y psicológico. Han vivido en primera persona lo sucedido", dijo Minayo, que recordó que sus manifestaciones tenían lugar horas antes de la comparecencia de la Consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades.

"Somos los tíos de Sara", se presentaron Rosana y Pedro, hermanos de la madre de la menor.

"Hemos sido testigos presenciales de la vida de Sara y hacemos esta declaración con la esperanza de que se tome en consideración por la Consejería de Familia, los Grupos Parlamentarios... y que estos trágicos hechos no se vuelvan a producir", expresó Rosana, antes de dar comienzo a un escrito cuya lectura, por momentos, se vio interrumpida por la emoción.

Dado el interés de lo manifestado, reproducimos integramente lo dicho por Rosana y Pedro, que confían en obtener la custodía de la hermana mayor de Sara.

"Rosana y Pedro, que somos los tíos de Sara, la niña agredida y asesinada en los primeros días de agosto, queremos a través de esta declaración dirigirnos a la opinión pública en general, a la Consejera de Familia de la Junta de Castilla y León y a los grupos parlamentarios de las Cortes para que se tenga en cuenta nuestro relato de los hechos ocurridos, de los que fuimos testigos presenciales.

Nuestra pretensión con esta declaración es que hechos tan trágicos como los ocurridos con nuestra sobrina no se vuelvan a producir. Ya sabemos que a Sara no le podemos devolver la vida, pero queremos que se clarifique todo lo ocurrido porque es el único camino para que estas cosas no vuelvan a ocurrir.

En nuestra opinión ha habido claras deficiencias, por decirlo suavemente, en el funcionamiento de las diferentes administraciones, algunas de las cuales detallaremos al final de este escrito.

CRONOLOGÍA DE LOS HECHOS


11 de julio martes:


La madre de Sara lleva a la niña por primera vez al Hospital del Campo Grande porque tiene moratones en el cuerpo y los labios muy hinchados, como mordidos; la madre explicó que se los podía haber hecho jugando con su hermana. El pediatra al ver los moratones y otros síntomas hace un diagnóstico de sospecha de malos tratos y avisa a la policía y creemos que al 112 (emergencias).


La madre le contó al pediatra la posibilidad de que el padre de la niña la maltratara, pero que como se había ido a vivir fuera ya no había riesgos; de esta primera declaración se retractó posteriormente.


La madre de Sara llamó a su hermano Pedro cuando iba hacia el hospital. Los hermanos de la madre de Sara, Rosana y Pedro, llegaron al hospital cuando la madre de Sara y ella misma ya habían abandonado la consulta y estaban montando a la niña en el coche para irse. Los tíos de Sara, Rosana y Pedro, preguntaron por lo ocurrido a su hermana, la madre de Sara; ésta les contestó que se había hecho unos moratones jugando con su hermana, pero que aún así el pediatra había pasado un informe de malos tratos y lo había comunicado a la Policía y al ¿112?, por lo que al salir del hospital la madre tuvo que ir a declarar a la comisaría.


Cuando fue preguntada por los golpes de la niña, la madre dijo que se los podía haber hecho jugando con su hermana. También dijo que sospechaba que su ex-pareja y padre de la niña podía haberla estado maltratando, pero que el riesgo se había acabado ya que éste se había ido a vivir fuera. En esta ocasión también denuncia ella misma malos tratos por parte de su ex-pareja, (ambas denuncias fueron retiradas posteriormente).


Al declarar en comisaría, los policías le dicen a los tíos de Sara que alguien la está maltratando.


14 de julio viernes:


Pedro y Rosana, tíos de Sara, conocen al nuevo novio de la madre tomando un café: éste es Roberto Hernández, ex-mecánico del Ejército del Aire.


16 de julio domingo:


Para organizar un encuentro familiar y estar con sus sobrinas, hacen una barbacoa en Pedrajas de San Esteban, a la cual acude también el novio de la madre de Sara. Rosana, la tía de Sara, percibe que ésta rehúsa acercarse al novio de su madre.


El tío de la niña en un momento dado se percata de que Sara tiene un dedo de una mano muy hinchado; les dice a la madre y a su novio de llevarla a urgencias a Íscar, el novio contesta con indiferencia ante esta solicitud. La madre le contesta que la lleve él si lo considera oportuno.


Pedro, tío de Sara, lleva sobre las 22h a ésta al centro de salud de Íscar. Desde allí les remiten al Hospital Clínico de Valladolid para que le hagan una radiografía que descarte la existencia de fracturas.


Una vez en el Hospital Clínico Universitario, los tíos le cuentan al personal de los servicios de Urgencia que la madre de Sara tiene una denuncia por una atención incorrecta a Sara, aunque no conocen bien las particularidades de esa denuncia. Se le realiza una radiografía a Sara en la que se excluye la existencia de fracturas, y en relación con la denuncia sobre la madre de Sara, comentan que esa es otra cuestión que no afecta al problema por el que va a urgencias. Salen de urgencias hacia las 04:00 de la madrugada.


21 de julio viernes:


El tío de las pequeñas lleva a sus sobrinas al cine como suele hacer habitualmente para pasar un rato con ellas, ya que está preocupado por cómo ve a Sara; la nota apagada, triste, retraída, con un estado de ánimo muy diferente al habitual de la pequeña.


28 de julio viernes:


Pedro, el tío de Sara, sale pronto de trabajar y decide ir directamente a ver a su sobrina ya que está preocupado. Han llamado varias veces y nadie les ha contestado al teléfono.


A eso de las 15:30 llama al timbre desde el portal y comprueba que no funciona, pero justo en ese momento llega su hermana (la madre de las niñas) de trabajar y sube con ella a casa.


Cuando entra en casa de su hermana, donde están las niñas, la imagen que ve Pedro es al novio de su hermana semidesnudo, aplicándole hielo a Sara ya que tiene un ojo muy hinchado y morado. Al preguntarle qué ha ocurrido, el hombre responde que él no lo sabe y que se habría dado un golpe con una puerta.


El tío intenta hacerles ver que tienen que llevar a la niña al hospital, ante lo que el novio de la madre reacciona con indiferencia diciendo que eso no es cosa suya. Pedro le recrimina la actitud despreocupada, y el hombre reacciona yéndose de casa y dejando allí a Sara, a su hermana, a su tío y a su madre.


El tío de las niñas, ya a solas con su hermana, la madre de las niñas, intenta hacerle ver que tienen que llevar a Sara a que la atienda un médico, ya que tiene el ojo muy hinchado, a lo que ella le responde que no la va a llevar a ningún sitio porque ya tiene una denuncia de maltrato hacia la menor presentada por el pediatra que la vio el día 11 de julio, y que si vuelve al hospital le van a quitar la custodia de sus hijas. La mujer no da su brazo a torcer y echa a Pedro de casa de muy malas maneras.


Cuando se marcha de la casa, Pedro sigue intentando por teléfono que su hermana lleve a la niña al hospital, pero ésta se niega, y en un momento dado deja de contestar a las llamadas de su hermano.


Rosana, que es avisada por su hermano Pedro para que acuda al domicilio familiar de Sara para ayudarle en la solución del problema, una vez allí, comienza a llamar desesperadamente tanto a servicios sociales, como a Policía Nacional y Municipal, que se pasan la pelota unos a otros diciendo en todo momento que esa no es responsabilidad suya. Los servicios sociales dicen que tiene que haber una denuncia previa por algún medio para poder intervenir.


En una llamada a la policía, les dicen que si la madre no ve conveniente llevar a la niña al hospital, que no la lleven.


Al cabo de un rato, una agente llama a la tía de la niña, es la cuarta vez que hablan con la policía; en esta ocasión les dicen que si no hay denuncia ellos no pueden hacer nada.


La Policía Nacional les remite a la Policía Municipal y la Municipal a la Nacional... estas gestiones y llamadas se producen entre las 15h y las 19h, mientras siguen intentando ponerse en contacto con la casa de Sara sin ningún resultado. Todo esto lo realizan a las puertas del domicilio de Sara.


Llama varias veces a los servicios sociales entre las 17h y las 19h, pero no respondió nadie; en otras ocasiones que había llamado, la llamada quedaba registrada y les llamaban más tarde; esta vez no fue así.


También llama al 091, que le insta a llamar al 092 y así sucesivamente durante un buen rato. También llamaron a la comisaría de Delicias, pero nadie respondió.


A la policía en sus llamadas les contó todo: que la niña tenía un seguimiento por posibles malos tratos, que tenía moratones continuamente, que habían acudido al domicilio de la niña pero que nadie contestaba ni les abrían la puerta...


La respuesta de la policía fue que ellos no podían hacer nada.


El registro de todas las llamadas que hicieron las conservan en los móviles.


2 de agosto miércoles:


El novio de la madre llama al 112 diciendo que Sara está en muy mal estado.


La niña queda ingresada en el clínico con muerte cerebral.


Sus tíos no se enteran de que Sara está ingresada hasta las 19h, cuando un policía les avisa de lo ocurrido.


El mismo día que ingresan a la niña, sus tíos tenían una cita con los servicios sociales a las 14h. A las 11:10 los servicios sociales llaman a Rosana, tía de la niña, para anular la cita, pero no les dicen que la niña ya está ingresada con muy mal pronóstico.


Se enteran en comisaría el día 3 sobre las 11h de que su sobrina había fallecido.


El presunto autor de los hechos se llama Roberto Hernández Hernaiz, y hay indicios de que cuenta con antecedentes.


CONCLUSIONES:

Parece bastante evidente que ha habido diferentes fallos en todo el proceso, pero queremos centrarnos en uno que fue definitivo y que, de no haber ocurrido, muy probablemente Sara hoy estaría viva: nos referimos a la total falta de atención a las llamadas que Rosana y Pedro hicieron a Policía Nacional; Policía Municipal; Servicios Sociales... durante la tarde del viernes 28 de julio.

Además de todo el proceso, nos parece absolutamente imprescindible que se investigue con todas las consecuencias lo ocurrido en la tarde del viernes 28 de julio y las razones del porqué no se dio una solución positiva a las llamadas de socorro de los tíos de Sara.

Queremos expresar que hemos solicitado a los servicios sociales la custodia de nuestra sobrina, la hermana mayor de Sara, porque somos sus únicos parientes y siempre nos hemos sentido corresponsables en su vida. Hacemos por tanto un llamamiento público a que éste procedimiento se agilice para que nuestra sobrina esté con su familia lo antes posible".

http://ultimocero.com/noticias/2017...ia-nacional-policia-local-servicios-sociales/
 
Pues leyendo ésto, para mí los tíos son tan responsables como el resto de inútiles. Si la policía les dice que no pueden actúar si no hay una denuncia, pues coñe, ve y pon tú la denuncia. Con éso ya estaría todo solucionado. Ellos se limitan a llamar por teléfono y como no se lo cogen, pues ya iré otro día...
Pero a mí me da la impresión de que fueron un poco dejados.
Yo veo a mi sobrina así, y me la llevo, me da igual que luego me denuncien, pero yo no dejo a la niña así.

Que tengan cuidado éstos dos, porque les puede caer también un buen puro por dejadez y omisión de amparo a ésa niña.
Lo siento, pero lo veo clarísimo.
 
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