RECETAS DE COCINA

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Arròs amb bledes (Arroz con acelgas)

L’arròs amb bledes (arroz con acelgas) es un plato casero casero. Una receta tradicional valenciana que pasa de generación en generación. Es plato de diario, y tan barato que, a veces, injustamente no se le valora lo suficiente.
Es un arroz de esos que comías en casa de pequeño y que nos recuerda a nuestra madre. Uno de los mejores ejemplos del sabor de la memoria. Hoy en día, este típico plato valenciano, arròs amb bledes, no es uno de los que más se cocinan en las casas, y es muy difícil encontrarlo en restaurantes. A pesar de eso, cuando alguien cuelga una foto de arroz con acelgas Facebook o en Instagram se forma un revuelo de narices, y todos hablan de lo bien que le salía a su madre o a su abuela. Con casi total seguridad es uno de los platos de arroz de la gastronomía valenciana más fácil de preparar y más económico.

Lo típico es cocinar el arròs amb bledes en una cazuela de barro pero no es imprescindible e incluso podéis utilizar una olla exprés. Cocinadlo como queráis pero no os perdáis esta joya gastronómica. ¡Animáos!

Aviso que esta receta de Arròs amb bledes es mi receta, y es bastante canónica, pero no pretendo sentar cátedra. Lo digo en previsión de los posibles ataques de los defensores del “auténtico arroz con acelgas” de los puristas valencianos, que seguro que están al acecho y hacen bien.

Arròs amb bledes

Arròs amb bledes, un plato típico de la Cuaresma

Por cierto, la receta original lleva caracoles (vaquetas) pero yo no los suelo poner.

Arròs amb bledes


Ingredientes

(para 4 raciones):
  • 150 gramos de judías secas (remojadas desde la noche antes)
  • 250 gramos de arroz
  • 1 litro de agua
  • 250 gramos de acelgas tiernas
  • 100 gramos de patata cortada a cuadritos
  • 1 tomate maduro rallado
  • aceite de oliva virgen extra , unas hebras de azafrán , pimentón dulce, un pellizco de pimienta negra molida y sal
  • 1 puñado de caracoles (opcional) limpios



Preparación

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  1. Lavad y cortad las acelgas, hojas y pencas
  2. Poned las acelgas junto a las judías secas en una cazuela, lo cubrís de agua fría y lo lleváis a ebullición.
  3. En una sartén sofreid el tomate y, ya sofrito, echad una cucharadita de pimentón y lo tiráis a la cazuela donde hierven las habichuelas y las acelgas. Se deja hervir hasta que todo está cocido. Diez minutos antes echad la patata. Si ponéis caracoles, ponedlos también en este momento.
  4. Añadid la sal, el azafrán y un pellizco de pimienta negra y a continuación echáis el arroz (de 15 a 18 minutos) procurando que no quede excesivamente caldoso sino más bien entre caldoso y trabado.
Notas:
  • Los 5 primeros minutos de cocción del arroz a fuego fuerte, y los 10 o 12 minutos restantes, que dependerá de la variedad del arroz y la cantidad de caldo que absorba, a fuego moderado. Es útil seguir las indicaciones del paquete a la hora de cocer el arroz.
  • Generalmente, para un arroz caldoso la proporción debe ser cuatro partes de agua por cada parte de arroz. Un poco menos si lo queremos más trabado. También se puede jugar con el fuego. A más fuego necesitará más agua. Y recordad que cuando sirváis el arroz, si lo dejáis reposar 5 minutos,
  • Respecto al azafrán, para potenciar su sabor, machacadlo en un mortero antes de incorporarlo a la cocción. No se consigue mucho color con el azafrán así que si el arroz os gusta con un poco más de color añadid algo de colorante.




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En Els nostres menjars, Libro de Gastronomía Valenciana, publicado en 1977, Martí Domínguez Barberá habla, entre muchas otras cosas, de los arroces caldosos:
“El més justament famós és l’arròs en bledes. No té altres ingredients que l’oli —abundós, però no massa—, un poc de tomaca sofregida, bledes ben tallades, fesols tendres o remullats abans… i caragols de muntanya; aigua, sal i foc. Ben fet, la gent forastera que el prova i es creu llesta, pensa —ho diu o calla— que el líquid no és aigua pura sinó un caldo de cocció a part més substanciós.”


(El que merece más fama es el arroz con acelgas. No tiene más ingredientes que el aceite -abundante, pero no demasiado-, un poco de tomate, acelgas bien cortadas, alubias tiernas o remojadas antes … y caracoles de montaña; agua, sal y fuego. Bien hecho, la gente forastera que lo prueba y se cree lista, piensa -lo dice o calla- que el líquido no es agua pura sino un caldo de cocción hecho aparte más sustancioso).
 
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Patatas y huevos fritos "Comfort food"


El término comfort food apareció a principios de la década de los setenta en Estados Unidos (nombrado por primera vez en el diario The Palm Beach Post en el Sur de Florida) y se popularizó en Europa en el año 2014, gracias al libro Comfort Food escrito por el cocinero británico Jamie Oliver. Según explica el cocinero en su libro, la “comfort food” se refiere a aquellos platos que te hacen recordar las tradiciones y tu infancia. La cocina de siempre, que hemos conocido siempre y que nos hace sentir bien.

Generalmente la “confort food” se caracteriza por su alta naturaleza calórica, alto nivel de carbohidratos o una preparación simple. Son platos asociados a la seguridad de la infancia (la tortilla de patatas de tu madre o un caldo). Desde luego la “comfort food” es algo muy subjetivo y guarda relación con recuerdos, olores, sabores e incluso colores. ¿Cuál es tu plato “de toda la vida” que podrías definir como tu “comfort food”?

Y todo esto ¿por qué lo estoy contando? Pues para daros una receta muy, muy fácil, y presente en millones y millones de hogares, que estoy segura es, para muchos, su “comfort food“: Huevos fritos con patatas fritas.

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Fotografía Flirck

Los huevos fritos con patatas es quizás uno de los platos más apreciados del mundo. Lo mismo lo puedes preparar para un desayuno, para una comida o para una cena. Sin embargo, a pesar de que apetece siempre y no nos cansaríamos de comerlo, es una receta de la que no conviene abusar porque es altamente calórica. Pero de vez en cuando conviene disfrutarlo ¡sin remordimientos!

Podemos añadir un poco de jamón o embutido al plato y entonces ya tocaremos el cielo.



Huevos fritos con patatas


Ingredientes

  • 1 o 2 huevos por persona
  • 1 patata grande o 2 medianas por persona
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • Unas lonchas de jamón ibérico o serrano



Preparación

  1. Primero pelamos las patatas y las cortamos en rodajas, en tiras o como prefiráis.
  2. Las freímos en una sartén honda con abundante aceite caliente
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  3. Una vez doraditas y a vuestro gusto, las dejáis escurrir sobre una fuente con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
  4. En una sartén más pequeña, ponemos abundante aceite y vamos friendo los huevos.
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  5. Ponéis unas patatas en un plato y colocáis los huevos sobre las patatas.
Podéis acompañar con un poco de jamón, unos pimientos fritos, embutido…
 
RECETAS DE POSTRES

Receta de polos de capuchino


Receta de polos de capuchino

Polos de capuchino
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Los polos de capuchino los podemos tener siempre listos en el congelador para animar cualquier cena y comida

Los polos de capuchino los podemos tener siempre listos en el congelador para animar cualquier cena y comida o pasar una tarde en la terraza disfrutando del verano. El café es un buen aliado para activarse durante el día. Vamos a preparar unos polos con un café especial, el clásico capuchino. Le daremos el toque helado que se merece para alegrarnos y sorprender. Si estás buscando polos deliciosos para llenar tu congelador, toma nota de esta delicia a base de café, leche y un poco de chocolate, el resultado es espectacular.

Ingredientes:
  • 150 ml de leche
  • 300 ml de café expreso
  • 2 cucharadas de azúcar
  • 50 ml de nata
  • 1 cucharadita de azúcar glass (para montar la nata)
  • 2 cucharadas de cacao en polvo
Cómo preparar polos de capuchino
  1. Para esta receta se necesita una buena dosis de café, podemos elegir un descafeinado si queremos evitar los efectos de la cafeína.
  2. Receta de polos de capuchino
  3. Preparamos un café intenso, lo mejor es un expreso que concentre todo el sabor de esta bebida digna de los dioses.
  4. Esperamos a que se enfríe, podemos dejarlo listo y empezar a preparar el resto de los ingredientes.
  5. Empezamos por la nata. Para poder montarla deberá estar fría. El bol donde la montemos también será fría de esta forma será más fácil que adquiera volumen.
  6. Para conseguir la consistencia deseada le añadimos una cucharadita de azúcar glass. Con la textura de la nata lista podremos empezar a preparar los polos.
  7. Mezclamos el café con la leche y le añadimos azúcar. Podemos darle el toque a cacao poniendo un poco para marcar su sabor.
  8. Preparamos los moldes para helado, los podemos encontrar en tiendas especializadas o por internet.
  9. Montamos un pequeño capuchino en cada polo, ponemos el café, la nata y un toque de cacao de esta manera nos quedará un postre muy vistoso.
    Receta de polos de capuchino
  10. Congelamos los polos, tardarán unas tres horas en estar perfectos. Dejamos que se enfríen, los tendremos siempre disponibles para cualquier ocasión.
  11. De esta manera tan sencilla tendrás listos unos polos increíbles que harán las delicias de toda la familia. Atrévete a probarlos siempre que te apetezcan.
 
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Cómo preparar una ensalada

ensalada con fresas


Una ensalada puede consistir en una diminuta y prístina lechuga con una pizca de sal y aceite de oliva o un enorme bol con verduras, quesos, fiambres, carnes, cereales y todo lo que se nos pueda ocurrir.
Las más sencillas son las que su elemento principal suele ser algún tipo de lechuga. Alguna de las muchas variedades que podemos encontrar son las siguientes:
Romana: es una de las lechugas más conocidas y la que más se utiliza en las ensaladas. Combina bien prácticamente con todo. Existe un tipo de Romana más pequeña, conocida como “cogollos de Tudela”.
Escarola: Es muy peculiar por el rizado de sus hojas y tiene un sabor amargo que combina bien con frutas como la manzana o la pera y con frutos secos y pasas, con vinagretas dulces (miel) y también puede mezclarse con algún otro tipo de lechuga.
Trocadero: Es la lechuga francesa, otra de las variedades más conocidas de lechuga. Su textura y sabor hace que combine con prácticamente todo.
Hoja de Roble: Su sabor es ligeramente dulzón por lo que combina bien con la fruta o el queso.
Rúcula: Su sabor es amargo pero no tanto como la escarola. Queda muy bien mezclada con otro tipo de lechugas.
Canónigos: Al igual que la Rúcula se suele tomar mezclada con otro tipo de lechugas.
Endibias: Su sabor es amargo y sus hojas se sirven enteras. Combina muy bien con quesos fuertes (como el Azul, el Roquefort, Camembert, etc. ), nueces, manzana, mango, La forma clásica de preparar las endivias es al Roquefort.
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La variedad de verduras en el mercado sigue creciendo y podemos preparar una ensalada muy variada en cualquier época del año. Siempre que podamos, mejor comprar verduras de temporada o locales. Lo mejor es adquirir las lechugas enteras pero si no las encontramos siempre tenemos las envasadas ya cortadas y lavadas ¡estupendo si esto significa que vamos a comer ensalada con más frecuencia porque nos resulta más fácil!.
Las fechas de vencimiento no son siempre garantía de frescura. Mejor revisar el contenido del paquete para ver que no hay hojas oxidadas o marchitas. Y, a pesar de que vienen prelavadas, mejor darles un enjuague al preparar la ensalada. Si compramos las lechugas enteras un truco es presionar con una uña en la base de una hoja y si sale un poco de líquido, eso significa que las hojas están frescas y jugosas.
Un bol ancho y poco profundo es el ideal para preparar una ensalada. Puede ser el mismo recipiente en el que se va a servir. Lo mejor es remover las ensaladas con cucharas de madera para poder mezclar suavemente los ingredientes sin aplastarlos como podría pasarnos con utensilios de metal. Podemos utilizar cucharas de plástico o silicona también.
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Si guardamos los paquetes de lechuga durante más de un par de días, mejor abrir el paquete y girarlo unas cuantas veces para esponjar las hojas y mantener el aire en circulación. Pero tratemos de usar la lechuga rápidamente, ya que está más fresca recién sacada de la bolsa. Un enjuague rápido con agua fría es suficiente para la lechuga previamente lavada. Si compramos la pieza entera debemos asegurarnos de lavarla muy bien.
La lechuga siempre hay que guardarla en el frigorífico. Se marchita rápidamente a temperatura ambiente.
Ensaladas verdes
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Una ensalada verde es un gran aliado en nuestra cocina. Solo una porción de hojas frescas y un poco de sal y aceite o una vinagreta es suficiente para conseguir una buena ensalada, pero siempre podemos aderezar la ensalada con tomate, pepino, zanahorias ralladas y/o cebollas cortaditas.

Es útil conocer las características de las diferentes lechugas que incorporamos a la ensalada (sabor suave, multiuso, resistente y picante), cada una con sus peculiaridades distintas que se “comportan” de forma diferente. Tenemos las ensaladas verdes suaves, utilizando variedades de lechugas como el Iceberg, la Hoja de Roble, la Romana, la Rúcula y también podríamos utilizar hojas tiernas de espinaca y berros.

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Atrevámonos a experimentar mezclando diferentes tipos de elementos verdes y después podemos terminar con una vinagreta.Ensaladas elaboradas
Una ensalada elaborada es más que una simple colección de lechugas en un bol. Un ejemplo clásico es la Ensalada Niçoise, que puede constituir una comida perfecta en un día de verano.

Ensaladas


Ensalada Nicoise. En su origen se elaboraba solo con vegetales crudos. Pero el paso del tiempo y distintas cocinas, le ha ido incorporando nuevos ingredientes como las judías verdes y las patatas cocidas al vapor,
Para una ensalada elaborada ideal no hay una receta pero si hay algunas reglas.
  • Comencemos con las lechugas más fuertes: las lechugas blandas tienden a aplastarse en una ensalada grande.
  • A continuación, puede agregarse uno o dos elementos de frutas, verduras, y/o proteínas. Podemos usar lo que tengamos a mano y buscar una mezcla artística de texturas, colores, formas y gustos. De cualquier manera, todo lo que hagamos probablemente estará muy bueno. De seis a ocho ingredientes en total puede ser el número perfecto. Si ponemos muy pocos nuestro paladar se aburrirá.
  • Atrevámonos con un aderezo importante, uno con un elemento cremoso como aguacate, queso o yogur para mezclar todos los componentes de la ensalada.
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Al preparar una ensalada grande, recordemos que las frutas y verduras agregan peso, pero, lo que es más importante, ofrecen una mezcla de colores y sabores atractivos.

La forma del corte influirá en su consistencia. Las manzanas, los aguacates, los pimientos, el apio, las zanahorias, los pepinos, el hinojo, los champiñones, las cebollas, las peras, los rábanos, los guisantes, el calabacín y los tomates (escurridos en hojas de papel de cocina si están acuosos) hay que cortarlos en juliana (pelados, si es necesario). Los higos, nectarinas, melones, mangos y melocotones mejor cortarlos en trozos pequeños.
Los tomates cherry y las uvas pueden ir enteros. Los espárragos, la remolacha, el brócoli, la coliflor, el maíz, los guisantes y las judías verdes deben cocinarse hasta que estén tiernos y cortarse en trozos pequeños.
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La proteína es opcional, pero sacia mucho así que no abuséis. Si utilizáis un ingrediente suave como el salmón o el tofu, agregadlos al final para que no se deshagan. Si ponéis jamón cocido, jamón serrano, tocino o panceta mejor en cortadas muy finas. De manera similar, el salchichón, el chorizo o el salami en rodajas finas. También podéis echar a vuestra ensalada pollo (frito o asado) o ternera, en trozos pequeños. Y ¿cómo no? no nos olvidemos de los huevos, duros y cortados en cuartos o cortados por la mitad, o bien escalfados y dejados enteros.
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Las legumbres o la pasta son otra magnífica opción para incluir en la ensalada.
 
RECETAS DE ENSALADA

Receta de ensalada de mozzarella con melocotón

Receta de ensalada de mozzarella con melocotón

Ensalada de mozzarella con melocotón
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Esta ensalada de mozzarella con melocotón es una delicia fácil de preparar y muy saludable.

Esta ensalada de mozzarella con melocotón es una delicia fácil de preparar y muy saludable. Sin necesidad de cocinar nada, podemos traer a la mesa esa ensalada fresca y deliciosa que se saldrá un poco de la tradicional ensalada con mozzarella o caprese. Este queso con nombre propio es muy cremoso y tiene una textura que lo convierte en un básico para el verano. Directamente de la nevera y con una fruta de temporada, como el melocotón podemos crear algo realmente maravilloso en un tiempo récord. Atrévete a probar una ensalada de mozzarella con melocotón deliciosa.

Ingredientes:
  • 200 gr de melocotones
  • ½ pepino
  • 1 cebolla
  • Queso Mozzarella
  • Aceite de oliva
  • Pimienta
  • 1 granada
  • Albahaca
  • Sal
  • Vinagre de Módena
Cómo preparar una ensalada de mozzarella con melocotón
  1. Uno de los pasos más importantes de esta ensalada es conseguir que quede bonita. Vamos a intentar cortar todos los ingredientes de forma original para emplatarla como un profesional.
    Receta de ensalada de mozzarella con melocotón
  2. Pelamos el pepino y lo cortamos en espirales, podemos usar una herramienta para hacer espaguetis de verduras, nos quedará bien y ayudará a verlo más apetecible.
  3. Seguimos con la cebolla, la cortaremos en trocitos del mismo tamaño para que se mezclen a la perfección con el resto de los sabores.
  4. El ingrediente que dará un punto extra de sabor será el melocotón, lo ideal es que sea fresco, aunque podemos poner una pieza que esté en almíbar.
  5. Pelamos el melocotón y lo cortamos en taquitos del mismo tamaño. Esta ensalada tendrá mucho más color y alegría con un poco de granada.
  6. Podemos sustituirla por unos frutos secos para conseguir ese punto crujiente que nos interesa, unas nueces quedarán muy bien.
  7. Emplatamos colocando el pepino y la cebolla en el fondo. Salpimentamos y aliñamos con un poco de aceite y vinagre.
  8. Encima disponemos la mozzarella, la escurrimos bien y cortamos en trocitos para ponerla sobre la base de pepino y cebolla.
    Receta de ensalada de mozzarella con melocotón
  9. Colocamos el melocotón y la granada o los frutos secos. Con un poco de pimienta por encima para darle ese toque inesperado.
  10. Unas hojas de albahaca o la rúcula aportarán ese toque verde que toda ensalada necesita. Rectificaremos de sal y pimienta.
  11. Conseguiremos de esta manera una ensalada fresca y original con un contraste de sabores increíble. Solo nos quedará probarla y disfrutarla.
 
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Salmorejo de maíz, entrante fácil y fresquito que se hace en un momento

Tiene un punto dulce que contrasta de maravilla con el vinagre, es fresco y sorprendente y sobre todo facilísimo de hacer. Este salmorejo de maíz te encantará.


4 julio, 2020 12:43
  1. CREMA
  2. MAÍZ
Clara Villalón @clarapvillalon
  • Total: 15 min
  • Comensales: 6
Salmorejos, gazpachos, cremas y sopas frías - llamadlas como queráis - son una alternativa maravillosa para el verano porque las preparamos con antelación y los dejamos en la nevera (que mejoran de un día para otro, eso es así) y los vamos sacando cuando sea la hora de comer. En casa, personalmente, siempre hay tarros de diferentes preparaciones líquidas/semi líquidas y nos gusta servirnos unos vasitos con cualquier comida aunque también hay días en los que son los indiscutibles protagonistas de primer plato.

Ingredientes
  • Diente de ajo, 1/2
  • Maíz cocido (en lata o congelado), 800 g
  • Miga de pan, 30 g
  • Agua, 300 ml
  • Aceite de oliva suave, 100 ml
  • Vinagre de manzana, 30 ml
  • Sal y pimienta negra, c/s
  • Rabanitos, cebollino, más maíz, palomitas... como topping
Este salmorejo de maíz es diferente, tiene un punto dulce residual del maíz marcado que contrasta de manera maravillosa con el vinagre y además nos abre una nueva puerta a una preparación que quizás no habíamos pensado. Luego, por encima, podemos terminar el salmorejo con el topping que nos apetezca: rabanitos, cilantro, palomitas, queso feta o fresco, kikos...¡imaginación al poder!

Paso 1
En un vaso batidor triturar el maíz bien escurrido con el agua, el pan, el ajo y el vinagre. El secreto es olvidarnos de ello en la trituradora, para que no haya restos de pieles del maíz.

Paso 2
Cuando esté todo bien triturado añadir la sal, poniéndolo a punto, y poco a poco sin dejar de triturar añadir el aceite de oliva a chorro fino para que emulsione bien. Una vez listo, dejar enfriar en la nevera completamente por lo menos 8 horas. Si veis que tiene mucho residuo tosco lo podéis pasar por un pasapurés o un colador chino.
Paso 3
Servir el salmorejo de maíz con los toppings deseados, en este caso un poco de maíz cocido, rabanitos y cebollino picado pero os admite un sinfín de posibilidades, incluyendo por supuesto el combo clásico: jamón y huevo. Este salmorejo también sirve como salsa para carnes, pollo o para mojar un montón de cosas.

Trucos y sugerencias
Si queréis un salmorejo todavía más especial podéis añadir unos tomates amarillos, que ahora llega su temporada, y también unas mazorcas de maíz ligeramente tostadas a la brasa o a la plancha, que le darán un sabor a maíz más personal y característico. Como topping podéis terminarlo con la oda al maíz: mazorquitas de maíz en vinagre, polvo de kikos y palomitas.
 
Receta de sándwich vegetal sin pan

Sándwich vegetal sin pan

Receta de sándwich vegetal sin pan
Si te gusta de vez en cuando tomar un saludable sándwich en casa y no quieres tomar pan, apunta estas ricas recetas de sándwich vegetal sin pan.

¿Un sándwich vegetal sin pan? Claro que sí, hay muchas opciones a la hora de sustituir las rebanadas de pan tradicionales, como veremos a continuación. En muchas ocasiones se desea cambiar el pan por algo menos calórico y disfrutar igualmente de un rico sándwich, sobre todo cuando se quiere bajar de peso, o cuando se tiene intolerancia al gluten, es decir, cuando se sufre de celiaquía.

Por lo general, la celiaquía presenta síntomas que van desde pérdida de peso hasta la caída de cabello o abortos espontáneos en los casos más graves. Puede acompañarse de anemia, diarreas crónicas o distensión abdominal, pero también puede ser asintomática, lo que dificulta muchas veces un diagnóstico correcto. Sin embargo, los síntomas más usuales son la irritación del colon o su inflamación al ingerir cualquier alimento que contenga gluten. El pan es producido a partir de la harina de trigo, y el trigo contiene gluten, por lo que buscar un sustituto siempre es una opción.
Se pueden utilizar muchos alimentos: hojas de lechuga, rodajas grandes de queso gratinado, setas de las más grandes o con rebanadas asadas de berenjena. Las posibilidades son muy amplias y aquí explicaremos las opciones de setas, de berenjenas y de queso gratinado.
Ingredientes:
  • 1 berenjena grande
  • 3 tomates
  • Hojas de lechuga
  • Tallos de apio
  • Cebolla
  • 1 pepino
  • 1 pimiento rojo
  • perejil
  • 2 setas del tamaño más grande que se consiga
  • 2 rebanadas de queso gruesas
  • Salsa tártara
  • Aceitunas verdes y negras
  • Mostaza de Dijon
  • Sal y pimienta
Cómo preparar un sándwich vegetal sin pan:
Sándwich vegetal sin pan

  1. Sándwich de queso gratinado: cortar dos rebanadas gruesas del queso de elección, procurando que queden redondas.
  2. Poner una rebanada de queso en una fuente de horno.
  3. Cortar el pimiento en brunoise, así como media cebolla y un tomate.
  4. En una sartén sofreír las verduras hasta formar un guiso. Salpimentar.
  5. A continuación, rellenar la rebanada de queso con el guiso de vegetales, colocar la otra rebanada encima.
  6. Precalentar el horno 5 minutos y luego meter el sándwich en modo grill para gratinar durante 3 minutos. Dejar enfriar un poco antes de servir.
  7. Sándwich de berenjena: cortar la berenjena en cuatro rebanadas gruesas.
  8. Calentar la plancha, agregar unas gotas de aceite y cocinar por ambas caras.
  9. Cortar rebanadas de tomate y de cebolla, y las aceitunas en rodajas; colocar encima de una de las rebanadas, agregar un toque de mostaza y tapar con la otra rebanada.
  10. Sándwich de setas: cortar el rabito a las setas y rebanar en láminas gruesas.
  11. En la plancha bien caliente, echar unas gotas de aceite y cocinar las setas. Luego ponerlas en la tostadora para que queden crujientes.
  12. A continuación, rellenar con tomate, apio, cebolla, pepino, lechuga, aceitunas y perejil, y coronar con una cucharada de salsa tártara. Colocar la otra capa de setas y servir.
Prepara un sándwich vegetal sin pan, y disfruta de un bocadillo totalmente diferente
 
Gazpacho de melón, una sopa fría deliciosa para el verano

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El gazpacho de melón es una de las formas más refrescantes y divertidas de tomar el melón. Creo que no hay fruta más fresca y rica que el melón. Tomar de postre un par de rajas de melón en pleno verano da la vida.


Hoy vamos a preparar un gazpacho de melón. Anteriormente preparé el gazpacho de sandía y el gazpacho de cerezas, por sí queréis usar otras frutas de verano. Y si queréis tirar del gazpacho andaluz clásico podéis ojear su receta.

Este gazpacho es realmente delicioso y como todos sabemos, la mejor guarnición es acompañarlo de jamón picado o jamón serrano crujiente.

CÓMO HACER LA GUARNICIÓN DE JAMÓN SERRANO CRUJIENTE

Una de las cosas que más me gustan es hacer jamón serrano y que cruja para poder echarlo por encima, hacerlo es realmente sencillo.
Cogemos un par de lonchas de jamón y las ponemos entre dos papeles de horno. Cogemos un plato y lo colocamos encima. Lo introducimos al microondas a máxima potencia durante un par de minutos.

Un vez que veáis que el jamón está “hecho”, lo dejamos enfriar. Una vez frito lo machacamos un poco en un mortero o con la mano y tendremos jamón crujiente.
Esta es una forma genial de presenta el jamón, eso sí, usad jamón serrano porque el jamón ibérico es para disfrutarlo tal y como viene.
Con todos estos consejos vayamos a preparar una de las recetas de sopas frías más ricas que hay, el gazpacho de melón. Sin olvidarnos del ajoblanco malagueño, la porra antequerana o el salmorejo cordobés.

INGREDIENTES PARA HACER GAZPACHO DE MELÓN
  • Medio melón
  • 1 diente de ajo (sin el corazón)
  • Media cebolleta
  • 1 pimiento verde pequeño
  • 1 pepino
  • Pan de molde (opcional)
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Pimienta blanca molida
CÓMO HACER GAZPACHO DE MELÓN

1.- Para preparar el gazpacho de melón comenzaremos pelando el pepino, la cebolleta y el pimiento.
2.- Respecto al ajo lo tenemos que incorporar pelado y sin el corazón para que no repita.
3.- En un vaso de batidora colocamos todos los ingredientes y trituramos bien.
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4.- Pasamos por un colador para quitar algún posible resto y rectificamos de sal y pimienta blanca.
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5.- Es importante dejar enfriar y lo bueno que no necesitaremos prácticamente agua porque el melón aporta muchísima. Servimos con guarnición por encima o algunas hierbas aromáticas y listo.
 
Los beneficios de comer guisantes y cinco recetas para este verano

Los guisantes son ricos en fibra, vitamina C y ayudan a regular los niveles de glucemia y el colesterol en sangre; y a mejorar el tránsito intestinal
Por qué es recomendable tomar guisantes.

Por qué es recomendable tomar guisantes. -
Adobe Stock04 Jul2020 04:06h
Melissa GonzálezRedactor

¿Sabías que el guisante es una legumbre? El guisante, arveja o chícharo es la pequeña semilla comestible de la planta que se cultiva para su producción. La planta es una trepadora de 2 m de alto, con zarcillos ramificados y flores blancas o moradas de hasta 30 mm de ancho. Es un alimento oriundo de Oriente Medio y de Asia Central, donde se cultiva desde hace miles de años. Hoy en día, es una legumbre conocida en todo el mundo.
Pertenece a la familia de las legumbres (junto a los garbanzos, lentejas, etc.), aunque muchas gente todavía piensa que forma parte del grupo de verduras. Y, como buena legumbre, es una muy buena fuente de carbohidratos complejos, fibra (hasta 16,5 gramos por 100 gramos de guisantes según la BEDCA), proteína vegetal y rica en vitaminas del grupo a, C y K. Además también contiene muchos minerales, sobre todo destaca el hierro, magnesio y fósforo.
Patricia Ortega ( @patriortega_nutricion), nutricionista y dietista, dice que esta legumbre, a pesar de ser fuente de proteína vegetal, no es completa en cuanto a su aporte de aminoácidos esenciales, si bien aclara: «Esto no supone un problema ya que si en la misma comida o en el resto de comidas diarias realizamos una complementariedad proteica con un cereal integral o fruto seco (arroz integral o almendras, por ejemplo), ya cubriremos con los aminoácidos esenciales deficitarios en el guisante».
Como el resto legumbres, además, el guisante contribuye a la sostenibilidad y a mitigar el cambio climático. «Se debe a que las legumbres fijan el nitrógeno al suelo donde se cultivan y una vez recolectadas no necesitan de procesado ni de refrigeración para su conservación por lo que disminuye el consumo de recursos naturales», explica la nutricionista. Por lo que, si estás pensando en reducir el consumo de alimentos de origen animal, además de buscar un profesional que te asesore adecuadamente, estas pueden ser unas buenas aliadas.

Por qué elegirlos

Según la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), desde el punto de vista nutricional, el guisante se considera tanto una legumbre como una verdura: como la legumbre es rico en proteínas (aunque en menor medida que la media de las legumbres), pero al consumirlos frescos y verdes aportan vitamina C, como las verduras. Su aporte en fibra no es desdeñable.
«Al ser un alimento rico en fibra, ayuda a mejorar el tránsito intestinal (previniendo el estreñimiento y mejorando nuestra flora bacteriana), regula nuestros niveles de glucemia y favorece la reducción del colesterol en sangre», indica Patricia Ortega. Además, como es una buena fuente de hierro, puede mejorar los estados de anemia: «Eso sí, al ser un hierro no hemo (de origen vegetal) cuya tasa de absorción es menor al hierro hemo, se recomienda combinarlo en la misma comida junto a alimentos ricos en vitamina C (un cítrico, por ejemplo) para mejorar su absorción», dice.
Cuántos guisantes tomar.

Cuántos guisantes tomar. - Adobe Stock

¿Cuántos guisantes puedo comer a la semana?

Según la fuente en la que revisemos la recomendación de consumo de las legumbres (incluyendo por supuesto los guisantes) esta puede variar. A nivel internacional, las Guías Dietéticas Americanas 2015-2020 publicadas por el USDA, establecen una recomendación de unos 300 gramos a la semana, y el popular Plato Saludable de Harvard incluye las legumbres en los alimentos vegetales, que deben suponer el mayor aporte de la dieta, mientras que la pirámide australiana de la alimentación saludable recomienda el consumo de cinco raciones de verduras o legumbres cada día. Por tanto, siempre y cuando los guisantes sean bien tolerados, se pueden consumir de forma frecuente sin problema.
«Si detectas que tienes alguna molestia digestiva tras el consumo de guisantes (gases, hinchazón, abdominal, etc.), esto a cierto punto puede ser normal porque puede ser debido a su aporte de fibra», explica Patricia Ortega. Pero en el caso de que pueda llegar a ser realmente molesto, puedes probar a cocinarlos durante más tiempo en vez de dejarlos al dente, según aconseja la experta. «Esto puede favorecer su digestión», aclara.

Recetas originales con guisantes

Los guisantes son muy versátiles en la cocina porque podemos incluirlos en hummus, ensaladas, pistos con verduras, albóndigas o hamburguesas vegetales, guisos, purés de verduras y sopas frías, pasteles de verduras, paté, etc. Estas son algunas de las recetas más apetecibles:

ÍNDICE TOP
Paté de guisantes
Paté de guisantes.

Paté de guisantes. - @realfooding

- 1 lata de garbanzos
- 1/2 lata de guisantes
- El jugo de un limón pequeño
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 1 diente de ajo
- 1/2 cucharadita de comino
- Sal al gusto
Triturar todos los ingredientes con una batidora. Acompáñalo de plátano macho al horno.

Pesto de guisantes con anacardos

Pesto de guisantes con anacardos.

Pesto de guisantes con anacardos. - @alimentavita

- 200 gramos de guisantes cocidos
- 100 gramos de agua
- 70 gramos de aceite de oliva virgen extra
- 50 gramos de anacardos crudos
- 40 gramos de hojas de albahaca fresca
- 20 gramos de queso parmesano o levadura nutricional
- 1 ajo grande
- Zumo de limón
- Sal y pimienta negra
Si se parte de guisantes crudos (frescos o congelados) cocer en agua abundante y colar reservando 100 gramos de agua.
Guardar algo menos de un puñado de guisantes para incorporarlos enteros al final y el resto batirlos enérgicamente con el agua hasta conseguir una salsa muy fina. Si se desea se puede colar para evitar grumos aunque se perdería parte de la fibra. Reservar.
A parte triturar la albahaca, los anacardos, el ajo, el parmesano, el aceite y un chorrito de limón para que no se oxide y mantenga el color.
Mezclar la salsa de guisantes, lo triturado y los guisantes enteros apartados. Sazonar al gusto con sal y pimienta.

Coliflor asada con guisantes

Coliflor asada con guisantes.

Coliflor asada con guisantes. - @eme3a

- Coliflor naranja
- AOVE
- Sal
- Especias para la coliflor: cebolla en polvo, pimienta, pimentón, cúrcuma y comino
- Guisantes frescos
- Cebolla morada
- Especias para los guisantes: sal, pimienta y ajo en polvo
Untamos la coliflor con una mezcla de AOVE, sal, cebolla en polvo, pimienta, pimentón, cúrcuma y comino. La horneamos unos 50 minutos a 180°.
En una sartén, rehogamos los guisantes y la cebolla picada final con sal, pimienta y ajo en polvo. Emplatamos y servimos con alioli de manzana.

Tortitas de guisantes y calabacín

Tortitas de guisantes y calabacín.

Tortitas de guisantes y calabacín. - @me_gusta_comer_sano

- 1 calabacín mediano
- 100 gramos de guisantes congelados
- 1 huevo campero
- 2 cucharadas de harina de avena (u otra harina integral)
- 1 cucharada de parmesano rallado
- 1 chorrito de leche
- AOVE (para engrasar la sartén)
- Especias al gusto (cúrcuma, ajo y cebolla en polvo)

Lava, seca y ralla el calabacín con piel incluida. Descongela los guisantes en el micro en 2 minutos.
Bate con alegría el huevo en un bol. Añade al bol la harina, la levadura, el parmesano, las especias y el chorrito de leche. Mezcla bien con unas varillas.
Incorpora las verduras al bol y da un par de meneos para que se integren con la mezcla anterior. Engrasa una sartén antiadherente, ponla a calentar y con una cuchara coge porciones de masa y haz en ella las tortitas.
Deja que se doren las tortitas y da la vuelta hasta que estén cuajadas.

Macarrones con salsa de guisantes

Macarrones con salsa de guisantes.


Macarrones con salsa de guisantes. - @realfooding

- Macarrones integrales
- 1 yogur griego
- 100 gramos de guisantes
- 1 diente de ajo
- Albahaca
- Queso azul
- Nueces
- AOVE
- Sal y pimienta
Por un lado cocemos la pasta y por otro lado añadimos al vaso de la batidora el yogur griego, los guisantes (guardamos algunos para el plato), el diente de ajo, las hojas de albahaca, un poco de queso azul, aceite, sal y pimienta y lo trituramos.
Escurrimos la pasta y la volvemos a poner en el fuego. Agregamos la salsa y removemos un par de minutos.
Emplatamos con los guisantes que reservamos, unas hojas de albahaca, un poco de queso desmigado y unas nueces.
 
Celebra el día mundial del cacao con un cóctel especial, el cacaotini

Imagina un cóctel con sabor a chocolate para una tarde perfecta de verano, en este día mundial del cacao.


Celebra el día mundial del cacao con un cóctel especial, el cacaotini

Celebra el día mundial del cacao con un cóctel especial, el cacaotini
Imagina un cóctel con sabor a chocolate para una tarde perfecta de verano, en este día mundial del cacao. Una serie de ingredientes apetecibles se fusionarán para dar lugar a una receta sorprendente. Si quieres darte esa alegría inesperada con un sabor a chocolate que impresionará, prepara la coctelera y el hielo para disfrutar de algo sorprendente. Un poco de vodka y una buena cantidad de chocolate que se verá potenciado con un poco de licor de este ingrediente. Atrévete a probar un cacaotini de lujo, el resultado te sorprenderá.

INGREDIENTES:
  • 8 cubitos de hielo
  • 2 onzas de vodka de vainilla
  • 1 onzas de chocolate blanco
  • 1 onza de licor de chocolate
  • 2 onzas de crema para batir
  • 2 cucharadas de cacao
  • 1 cucharada de azúcar
  • Chocolate rallado
  • Pepitas de chocolate
CÓMO PREPARAR UN CÓCTEL CACAOTINI PARA ESTE DÍA MUNDIAL DEL CACAO
  1. Para esta receta usaremos un vodka de vainilla es un ingrediente básico en cualquier bar casero, un sabor intenso es lo que lo convierte en único.
  2. Seguimos con el chocolate blanco. Lo fundimos para darle a este vodka un complemento perfecto.
  3. Lo vamos a mezclar con el vodka, teniendo en cuanta que le dará un punto más de dulzor. Incorporamos el licor de cacao.
  4. Batimos la crema y la incorporamos al resto de los ingredientes. Añadimos el hielo. Podemos triturarlo todo a modo de sorbete o dejar el hielo entero.
  5. La podemos poner la cucharada de azúcar en este momento o dejarla para más adelante. El propio chocolate ya es bastante dulce.
  6. Servimos con una copa de Martini. Colocamos esta bebida muy fresquita y por encima podemos añadir la nata con las pepitas de chocolate.
  7. Tendremos listo un cóctel con chocolate espectacular, solo nos quedará probarlo con la mejor compañía posible para disfrutarlo.
  8. Atrévete con tu cacotini, podrás comprobar como este cóctel es casi un postre de lo dulce y contundente que es. Un capricho que de vez en cuando no viene mal.
 
Receta de bizcocho de limón y semillas de amapola

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Este bizcocho de limón y semillas de amapola es una delicia saludable que podemos preparar siempre que nos apetezca un poco de repostería saludable. La base de limón nos garantiza ese toque cítrico que quedará perfectamente enmarcado con un ingrediente que destaca por sus buenas propiedades. Las semillas de amapola estarán listas para hacer destacar cualquier dulce, son unas excelentes aliadas por ser calmantes y expectorantes. Si estás buscando el bizcocho sano que te salve de más de un contratiempo, toma nota de esta delicia de limón y semillas de amapola, te encantará el resultado.

Ingredientes:
  • 50 ml de leche
  • 3 cucharadas de semillas de Amapola
  • 2 huevos
  • 125 gr de azúcar Moreno
  • 1 yogur natural o griego
  • 60 ml de aceite de girasol
  • 20 ml de zumo de Limón
  • 175 gr de harina
  • 7 gr de levadura
  • Ralladura de 1 Limón
Cómo preparar un bizcocho de limón y semillas de amapola

  1. Este bizcocho de limón y semillas de amapola es una delicia en todos los sentidos. Empezamos batiendo los huevos con el azúcar. Crearemos una especie de salsa que aligeraremos con la leche.
    Receta de bizcocho de limón y semillas de amapola
  2. Podemos ponerle leche vegetal si somos intolerantes a la lactosa, con arroz o almendras quedará espectacular.
  3. Le añadimos el yogur natural o griego, es un básico de todo bizcocho rápido. Le dará un toque muy especial.
  4. Incorporamos el zumo de limón y la ralladura de la piel para que nos quede una base aromatizada con un sabor indescriptible.
  5. Llega el turno del aceite de girasol, podemos darle mayor intensidad con un poco de aceite de oliva si nos gusta su sabor.
  6. Nos faltarán los ingredientes sólidos, la harina tamizada y la levadura que también tamizaremos para no dar lugar a ningún grumo.
  7. Mezclamos todo bien y le incorporamos las semillas de amapola. Las podemos poner en la masa o por encima como nos gusten más.
  8. Untamos la fuente para horno con un poco de mantequilla y vertemos la masa. Este bizcocho necesita cocinarse en un horno que previamente esté precalentado.
  9. Lo ponemos a 180º y cocinamos el bizcocho durante unos 35 minutos hasta que esté perfectamente cocinado. Pinchamos con un palillo para ver si sale limpio.
    Receta de bizcocho de limón y semillas de amapola
  10. Retiramos del horno y esperamos a que se enfríe para desmoldarlo, podemos decorarlo con un poco de queso fresco y unas semillas de amapola más.
  11. Tendremos listo un bizcocho saludable de excepción con todo lo necesario para triunfar. Solo nos quedará probarlo y disfrutarlo.
 
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Arroz chaufa de cerdo, el arroz frito peruano que te va a conquistar

Divertido, sabroso y con mil posibilidades, el arroz chaufa o arroz frito peruano reúne a la gastronomía de China con la de Perú en una receta muy sencilla
.


La colonia china peruana ha dejado tanta huella que un arroz típico suyo, el arroz frito, se ha convertido en emblema nacional bajo el nombre de arroz chaufa. Este arroz - símbolo indiscutible de la cocina chifa - puede ser de mariscos, de pollo, de ternera o como en esta ocasión de cerdo, empleando una buena panceta ibérica fresca. Pero el proceso sería absolutamente igual si empleásemos otra carne o pescado.

Ingredientes
  • Arroz largo cocido, 4 tazas
  • Cebolleta tierna, 2 u
  • Cebolleta china, 2 u
  • Diente de ajo, 1 u
  • Jengibre fresco, 20 g
  • Pimiento rojo, 1/2 u
  • Zanahoria, 1 u
  • Panceta ibérica fresca, 200 g
  • Aceite de sésamo, 1 cucharadita
  • Salsa de soja, 100 ml
  • Salsa de ostras, 1 cucharada
  • Azúcar, 1 cucharadita
  • Sal y pimienta negra, c/s
  • Huevos, 4 u
  • Aceite de oliva suave, 4 cucharadas
El secreto de este arroz es hacerlo en un wok o una sartén muy muy caliente donde ir salteando todo a fuego fuerte hasta conseguir un arroz despegado con todo el sabor de las salsas que se añaden y el punto final característico del huevo revuelto que nunca puede faltar en ningún chaufa.


Paso 1
Picar la cebolleta tierna fina para que sea la base de nuestro arroz, picar también el pimiento rojo retirando las semillas interiores y las partes blancas. Pelar la zanahoria y picarla en cuadraditos pequeños.


Paso 2
En la sartén que vayamos a emplear preparar una tortilla estilo francesa con los cuatro huevos bien batidos, no hace falta que sea preciosa porque luego la vamos a trocear y la incorporaremos al salteado en el último minuto.

Paso 3
Triturar el diente de ajo con el jengibre y un poco de aceite hasta hacer una pasta, reservar.

Paso 4
Picar también la cebolleta china (verde) muy fina y trocear la panceta en cuadraditos.

Paso 5
Con todo listo, arrancaremos el salteado, que será breve y rápido y por eso necesitamos tener todo cortado y preparado con antelación. Calentamos una sartén o un wok a fuego fuerte y añadimos el aceite con la pasta de ajo y jengibre, salteamos apenas unos segundos hasta que empiece a dorarse y añadimos la cebolleta blanca picada (no la china), el pimiento rojo y la zanahoria. Salteamos removiendo sin parar, sacando todos sus aromas, tostándose por fuera ligeramente pero removiendo para que no se queme.

Paso 6
Añadir entonces la panceta picada y hacer lo mismo, saltearla removiendo a fuego fuerte para que se dore bien por fuera y se cocine por dentro.

Paso 7
Agregar el arroz cocido y dejar que se tueste ligeramente, todo siempre a fuego fuerte, en la sartén. Añadimos y dejamos unos minutos hasta que empiece a sonar, removemos bien rascando con una cuchara que no dañe el wok o la sartén y volvemos a dejar otra vez tostándose, para que los granos se separen bien y cojan un poco de crujiente.

Paso 8
Añadir entonces todas las salsas y remover bien, poner a punto de sal y pimienta negra. Incorporar también la tortilla en el último minuto y la cebolleta verde china picada.

Trucos y sugerencias
Esta receta parte de un arroz blanco largo cocido que tendremos que dejar hecho con antelación para que le de tiempo a enfriarse pero sin que quede un plastón, es importante para el éxito de la receta. Se podría añadir al final unas gotas de zumo de lima y picante al gusto. Si se quisiera hacer de marisco, en Perú usan mucho la vieira, el pulpo y los langostinos, para hacerlo de pollo y que quede jugoso os recomiendo unos contramuslos de pollo y de ternera una buena tapilla o solomillo, carnes que sirvan para saltear y no para cocer.

Las salsas se encuentran ya en casi todos los supermercados y son claves para este arroz, no las debéis olvidar, y en cuanto a los vegetales que se añaden las posibilidades son infinitas...hay quien incorpora guisantes al arroz chaufa, por ejemplo, y también quien incorpora al final unas láminas de rocoto (o algún ají fresco) por encima para darle un golpe gracioso de picante a este arroz que se suele servir en bandejas infinitas de mucho copete.
 
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