RECETAS DE COCINA

Tabulé con pulpo de lata. Receta rápida

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¡¡¡Ya tenemos cena rápidaaaaa!! Esto es para todos, sobre todos para los que en Instagram habéis elegido que la receta de hoy fuese algo sencillo para preparar en cualquier momento en 10 minutos… Ya veréis como os sorprende los rapidito que es…

Tened a mano todos los ingredientes. Pesa el cuscús, corta las verduritas en taquitos super chiquititos -el plato queda más rico- y a mano unas latas en la despensa. En la mía jamás falta atún, mejillones, sardinitas, pulpo… ? es que me sacan de muchos apuros cuando llego sin tiempo o no me apetece cocinar gran cosa. Tampoco faltan nunca los botes de legumbres, lo que suelo hacer con ellas es previamente un sofrito -que podéis tener hecho en porciones en el congelador- añado setas a la sartén, unas espinacas y uno o dos botes de garbanzos… Con las alubias igual. Las puedes usar para mil cosas.

Esta es una idea para esa noche que tienes prisa. El cuscús es un ingrediente súper cómodo porque se hidrata en 5 minutos y mezclado con verduras está buenísimo, así que dejad volar vuestra imaginación y tunead todo lo que queráis.


Tabulé con pulpo de lata, receta rápida

Preparación
5 min
Cocción
5 min
Tiempo total
10 min

¿Una receta que te salve y se prepare en 10 minutos? Aquí tienes este cuscús con pulpo. Nos encanta porque con unas latas podemos comer o cenar en un periquete de lujo. A por ella.

Autor: Rosa Ardá
Tipo de receta: Cuscús,
Cocina: Española
Raciones: 4
Ingredientes
  • Para el cuscús:
  • 250 g de cuscus precocido
  • 20-30 g de pimiento verde cortado en cubitos pequeñitos -pon cantidad a tu gusto-
  • 20-30 g de pimiento rojo cortado en cubitos pequeñitos -pon cantidad a tu gusto-
  • 20-30 g de tomate cortado en cubitos pequeñitos -pon cantidad a tu gusto-
  • 5 g de perejil fresco o cilantro picadito
  • 10 g de aceite de oliva variedad Arberquina -o al gusto-
  • 5g de vinagre de Jeréz
  • Sal y pimienta al gusto -molinillo con descuento "velocidadcuchara"-
  • 3-4 latas de pulpo en aceite de oliva Albo®
  • Para el yogur:
  • 200 g de yogur griego
  • 1 pizca de comino
  • 1 pizca de pimienta negra recién molida
  • 20 g de aceite de oliva variedad arberquina
  • 2 g de sal

Pasos a seguir
  1. Para el cuscús: Pesa en un cuenco el cuscús y reserva. Pon en el vaso la misma cantidad de agua del peso del cuscús, un chorro de aceite de oliva y una pizca de sal y calienta 4 minutos, 70ºC, velocidad cuchara. Vierte el agua caliente en el cuenco donde tienes el cuscús, remueve y deja reposar e hidratar al menos 5 minutos.
  2. Mientras corta el pimiento verde, rojo y el tomate en cubitos los más pequeñitos posible, en brunoise. Pica el perejil o el cilantro y cuando el cuscús esté listo mezcla con todo y aliña.
  3. Prepara la mezcla de verduras y cuscús, y monta el plato con el pulpo. Puedes emplatar con un arito para que quede más bonito. Una vez listo todo sirve con la salsa de yogur.
  4. Para el yogur: mezcla todos los ingredientes en un bol y sirve al lado para que cada uno use la cantidad que más le guste. Listo
 
Cómo hacer huevos fritos sin aceite

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Comerse un par de huevos fritos para desayunar, comer o cenar es uno de los pequeños placeres de la vida. No se concibe una nevera sin huevos, y tampoco un huevo frito sin aceite, aunque es posible hacerlo. La grandeza de esta preparación no elimina lo mejor de los huevos fritos, esa crema que nace de su interior y que se expande por todo el plato. Sobre un trozo de pan y con la cantidad justa de clara, es un pequeño vicio que de vez en cuando nos podemos permitir. Toma nota de estas formas para hacer huevos fritos sin aceite.

Formas de hacer huevos fritos sin aceite:

Los fritos no son buenos. Es una manera de añadir grasa a los ingredientes de un plato que hace que sea más perjudicial para la salud, para evitarlos, debemos tener en cuenta algunas técnicas como ésta.

Cómo hacer huevos fritos sin aceite

  • Usa una sartén antiadherente. Con esta herramienta puedes cocinar un huevo sin problemas, conseguirás lo mejor sin nada de calorías extra. Puedes salpimentar el huevo o acompañarlo de unas tostadas para conseguir un resultado espectacular. Sin una sartén que realmente sea antiadherente, puedes ponerle un poco de agua o papel de horno para que no se pegue el huevo y quede igual de bueno.
  • El microondas es un buen aliado. Esta herramienta puede conseguirlos unos huevos de lujo sin nada de aceite y en un tiempo récord. Rompe el huevo y ponlo en un plato de los que utilizas para calentar la comida en el microondas. A máxima potencia tardará unos 30 segundos en estar listo el huevo. Podemos acompañarlo de un poco de queso o de unos tacos de jamón, tendremos listo un plato ideal.
  • También podemos usar el horno para hacer un huevo frito. Colocamos una fuente forrada con papel de horno y rompemos los huevos, intentando que la yema quede entera. Salpimentamos y si queremos añadimos un poco de ajo y perejil para darle sabor. Horneamos a 180º unos minutos hasta que el huevo haya cuajado.
 
Hojaldre con sobrasada y cabello de ángel

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Esta receta es de mi cuñada Amparo. Hemos ido a desayunar unos churros y me ha comentado que tenía unos “pastissets de moniato” (pastelitos de boniato) a lo que le he contestado que prefiero los de cabello de ángel. Resulta que tenía “cabell d’àngel” (cabello de ángel) en el congelador, hecho por ella y totalmente casero, y me ha regalado un táper que me he llevado a casa como “oro en paño”. También ha sido suya la idea de utilizar el cabello de ángel, junto con sobrasada, para rellenar un hojaldre.

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He llegado a casa muy ilusionada con el cabello de ángel. Cuan fascinante el mundo de recetas recuperadas de la tradición, dulces que pasan de generación en generación y creaciones más actuales hechas con productos elaborados con técnicas pasadas. Productos tradicionales que, en algún momento, la evolución natural de las cosas nos llevó a abandonar y olvidar. Unas tradiciones que implican una gran cantidad de trabajo pero que también nos brinda el recuerdo de quiénes somos.

La sobrasada es de Mallorca ¡cómo no!. Una buena sobrasada de cerdo negro. El mejor cabello de ángel es el casero, por supuesto, pero si no tenéis comprad uno de buena calidad. Con buenos productos no hay posibilidad de errar. La calidad es un ingrediente más de la receta.

La masa de hojaldre es un fondo de nevera que siempre conviene tener en casa. Se hornea muy rápido con cualquier relleno y el resultado siempre es fantástico. En el mercado hay algunas marcas muy convincentes.

Probad esta receta de hojaldre con sobrasada y cabello de ángel y no os dejará indiferentes. Es muy fácil y su preparación no lleva mucho tiempo.

Hojaldre con sobrasada y cabello de ángel

Ingredientes

Para 12 o 16 trozos para tomar como aperitivo:
  • 2 planchas rectangulares de hojaldre
  • 150-200 gramos de cabello de ángel (si no lo queréis muy dulce poned un poco menos de cantidad)
  • 150 gramos de sobrasada ( o un poco más si queréis que predomine el sabor de la sobrasada)
  • 1 huevo para pintar el hojaldre
Si necesitáis hacer menos cantidad, dividid por dos los ingredientes.

Preparación
Precalentad el horno a 200º sin aire.
  1. Colocad una de las masas sobre el papel que la envuelve y ponedla encima de una bandeja de horno fría.
  2. Extended por encima el cabello de ángel. No pongáis cantidad en exceso, sólo una capa muy fina, para que el sabor no resulte empalagoso ni oculte el sabor de la sobrasada.
  3. Cortad la sobrasada en rodajas finas y ponedlas encima del cabello de ángel. Tapadlo con la otra plancha de hojaldre y sellad los bordes.
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  1. Pinchad la superficie con un tenedor varias veces (para que el hojaldre no suba en exceso). Para que la masa de hojaldre coja un color más bonito, pintad con el huevo batido la superficie del hojaldre.
  2. Por último, introducid la bandeja en el horno durante unos 20-30 minutos o hasta que la masa se vea dorada.
  3. Sacad del horno y dejad enfriar.
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Croquetas de bacalao y patata

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Las croquetas son unos deliciosos bocaditos cuya base suele ser la salsa bechamel y casi cualquier ingrediente que podamos imaginar.

Las croquetas de bacalao y patata de esta receta no llevan bechamel pero son igualmente deliciosas.
Habitualmente, los ingredientes favoritos para las croquetas es el jamón y el pollo. Pero las posibilidades de las croquetas son innumerables y también las tenemos de morcilla, de setas, de foie, de puchero, de chorizo, de queso, de merluza, de gambas, de diferentes verduras y, cómo no, de bacalao. Los ingredientes unidos con salsa bechamel, en pequeñas bolitas de forma redonda u ovalada, se empanan con harina, huevo y pan rallado y luego se fríe con abundante aceite.

croqueta de bacalao y patata


El nombre de “croqueta” proviene del término ‘croquette’, que deriva del verbo ‘croquer’, que en francés antiguo significaba ‘morder’.
La croqueta, que es de origen francés pero está muy arraigada en España, se dice que surgió en el siglo XIX de la necesidad de aprovechar todas las sobras de comida en una época de escasez. Por ejemplo, para aprovechar carne sobrante del guiso del día anterior o restos de jamón que se estaban poniendo ya duros. Todos estos restos se unían con la bechamel, ya que en esa época la harina era un ingrediente que abundaba en las casas.

No obstante lo anterior, a finales del siglo XVII ya se preparaba algo parecido pero no se agregaba bechamel sino patatas, porque al parecer a finales del siglo XVII la bechamel aún no se había inventado.

Para que una croqueta sea perfecta tiene que derretirse en la boca con una textura suave. El relleno perfecto es a gusto del comensal, es decir, aunque los más clásicos están basados en jamón o carne de cocido, actualmente las croquetas están elaboradas con un sinfín de ingredientes como se han enumerado más arriba.
Estas croquetas, que no llevan bechamel sino patata, se encuentran entre mis favoritas. En mi familia siempre se han preparado las albóndigas de bacalao, cuya base es prácticamente la misma que para esta receta de croquetas pero van rebozadas con clara de huevo batida.

Por supuesto también me gustan mucho las clásicas croquetas de bacalao elaboradas con una base de bechamel, pero hoy me apetecía cambiar, de ahí estas croquetas de bacalao y patata. Están tan buenas que no puedes dejar de comerlas y ¡siempre saben a poco!.

Las podéis servir como aperitivo o como un primer plato acompañadas con unas habitas tiernas.

croquetas de bacalao y patata


Estas croquetas de bacalao y patatas van decoradas con un poquito de “all i oli” (ajoaceite)


Croquetas de bacalao y patata
  • Dificultad: fácil
Ingredientes
  • 200 gramos de migas de bacalao desalado (en los supermercados se suele encontrar al lado de las bandejas de pescado fresco)
  • 600 gramos de patatas
  • 1 diente de ajo
  • perejil fresco
  • sal y pimienta negra molida
  • harina de trigo para rebozar
  • 1 huevo para rebozar
  • pan rallado para rebozar
  • aceite de oliva suave para freír



Preparación

  1. Lavad las patatas muy bien y echadlas, sin pelar, en una cazuela con agua y un poco de sal cuando empiece a hervir. Cocedlas durante unos 20 minutos. Procurad que todas las patatas sean del mismo tamaño para que se cuezan todas al mismo tiempo.
  2. Mientras se cuecen las patatas, en una sartén añadid un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra en una cacerola y rehogad el ajo, pelado y picado muy fino. Le dais unas vueltas y no dejéis que coja color. Añadid el bacalao e id removiendo para que se desmigue mientras se cocina. No os asustéis por la cantidad de agua que soltará. Id removiendo hasta que quede bien seco.
  3. Las patatas las dejáis enfriar un poco, las peláis y preparáis un puré muy fino. Añadid al puré un poco de perejil fresco picado y salpimentad. Añadid a este puré el bacalao y lo mezcláis bien hasta que quede una pasta homogénea. En el mismo recipiente tapado con film transparente, o en otro, dejáis enfriar la pasta en la nevera.
  4. Esta masa la podéis guardar de un día para otro sin problema. Preparad las corquetas cogiendo porciones pequeñas como para uno o dos bocados. Les dais la forma que más os guste. Yo las prefiero ovaladas. Pasadlas muy bien por harina, queden bien cubiertas, y después las pasáis por huevo batido y pan rallado. Las freís en abundante aceite muy caliente.
croquetas de bacalao


Cuando saquéis del aceite las croquetas de bacalao y patata, las dejáis reposar sobre papel de cocina para que éste absorba el aceite sobrante.
Mejor servirlas recién hechas para disfrutar el empanado bien crujiente y que contraste con el relleno suave y tierno del bacalao con la patata.
 
La paella valenciana: como prepararla.

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La paella valenciana es un plato de arroz que tiene raíces antiguas pero su forma moderna se originó a mediados del siglo XIX en el área alrededor de la laguna de la Albufera, en la costa este de España adyacente a la ciudad de Valencia. Los valencianos consideramos la paella como uno de los símbolos más nuestros.


Naturalmente la paella valenciana ha seguido una evolución desde sus orígenes, tanto en ingredientes como en su forma de preparación. Su historia sirve para comprender su origen, evolución y actual receta y hay multitud de expertos que nos dan múltiples recomendaciones, tal como podemos comprobar en prensa, en internet… La discusión sobre “la auténtica paella valenciana” siempre está en boca de todos.

Aunque hay otros tipos de paella (paella de verduras, paella de marisco y la paella mixta, entre otras), cuando hablamos de “paella valenciana” entendemos que es la paella con unos determinados ingredientes (pollo, conejo, judía verde, garrofón, tomate, arroz, aceite de oliva, agua, azafrán y sal). Aunque, en diferentes regiones, se admiten otros ingredientes como el ajo, la alcachofa, el pato, el pimentón, caracoles o romero.

A la paella que se hace en Castellón se le pone ajo, costilla de cerdo, pimiento rojo y también pueden llevar alcachofas. Me encanta la paella de Castellón con costilla de cerdo ¡riquísima!

Para cocinar la paella valenciana mucha gente usa arroz bomba debido a que aguanta mejor la cocción, por lo que es probable que no se nos pase. Aún así a los valencianos nos gusta más la variedad Senia, que absorbe mejor los sabores, pero su problema es que no soporta un tiempo de cocción prolongado y corremos el riesgo de que se nos pase. También tenemos la variedad Albufera que se situaría en un punto intermedio entre el Bomba y el Senia.

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De una paella valenciana lo que más me gusta es que el grano salga suelto y por supuesto que tenga “socarrat” (¡lo mejor de la paella!) y para ello es importante controlar la cantidad de caldo y de arroz y el fuego.


La mejor paella, por supuesto, es la paella a leña pero si no tenemos posibilidad de cocinarla a leña la mejor opción es el gas. Con la vitrocerámica se pueden preparar buenas paellas pero siempre con una paella especial para vitrocerámica que sea completamente plana. Las paellas convencionales son ligeramente cóncavas y eso hace que el calor no se reparta por igual en la vitrocerámica.

En cuanto a sofreír o no antes el arroz hay muchas teorías pero en la paella valenciana no se debe sofreír ya que, a diferencia de otros arroces, a esta paella no se le añade caldo y el arroz precisa de una gran capacidad de absorción de sabores. Si sofreímos el arroz se corre el riesgo de que no coja sabor.

Bueno, pues con todo lo dicho, voy a daros la receta y con un poco de práctica seguro que conseguís una paella magnífica.

Paella valenciana
  • Dificultad: media.
Ingredientes

Ingredientes para 4-5 personas
  • Arroz de grano redondo 400 gramos
  • 500 gramos de pollo troceado en trozos no muy grandes
  • 250 gramos de conejo troceado (¡importante el hígado!)
  • 250 gramos de “batxoqueta”, judía verde plana (verde o roja (roget) o mezcla de ambas)
  • 150 gramos de garrofón (podéis utilizar congelado)
  • 100 gramos de tomate natural rallado
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Pimentón de la Vera
  • Hebras de azafrán (6 o 7 hebras por ración). Podéis utilizar también colorante si no disponéis de azafrán.
  • Sal
  • Agua: aproximadamente el doble de agua que de arroz. Si se utiliza arroz bomba, 3 partes de agua por una de arroz.
Necesitaréis una paella de 40 cm

Preparación

ARROZ /PAELLA: Lo aconsejable es de 60-80 gramos de arroz por cada comensal. La relación entre el diámetro de la paella y el número de comensales podría ser la siguiente:

• Paella de 30 cm: 2-3 personas
• Paella de 40 cm: 4-5 personas • Paella de 50 cm: 6-8 personas • Paella de 55 cm: 10 personas • Paella de 60 cm: 12 personas
Los ingredientes de la paella junto con el caldo no deberían sobrepasar los remaches de las asas. Si llenáis mucho la paella el arroz no se cocinará bien y puede quedar compactado.

AGUA: Para calcular el agua a poner en la paella utilizad el mismo recipiente para verter el arroz y echar después el agua. La regla es el doble de agua que de arroz pero si utilizáis arroz bomba serán 3 partes de agua por una de arroz. Esta regla no es matemática porque también depende de otros factores: la dureza del agua, la potencia del fuego durante la cocción y el tipo de ingredientes que usemos para elaborarla. Si ponemos mucha verdura y tomate necesitaremos un poco menos de agua.

ACEITE: La cantidad de aceite depende de la cantidad de carne a sofreír y de si la paella nos gusta más o menos aceitosa.

FUEGO: Cuanto más fuerte sea el fuego más rápido se evaporará agua. Por eso es importante vigilar el punto de cocción del arroz y variar la potencia del fuego durante su cocción. El arroz suele necesitar unos 18 minutos en total, por lo que transcurridos los primeros 8 minutos iremos regulando el fuego para hacer que el agua se evapore durante los 10 minutos restante.
Si el arroz ya está cocido pero todavía queda algo de caldo subid el fuego para evaporar el caldo.
Si el arroz se ve duro y queda poco caldo, bajad el fuego para que cocine a fuego lento y, cuando el caldo se haya evaporado quitad del fuego la paella y tapadla con papel de aluminio y dejadlo reposar 5 minutos.

  1. Lavad y trocead las judías verdes en trozos grandes de unos 5 cm de largo, cortando las puntas.
  2. Poned aceite en la paella, con un poco de sal, y encended el fuego. Esperad a que se caliente. Una vez el aceite caliente añadid la carne troceada. No tenéis que salarla ahora porque si ponéis sal a la carne soltaría agua y se cocería en lugar de freírse. Freid la carne hasta que se vea bien dorada y la apartáis a los bordes. Primero poned el pollo y unos minutos después el conejo. La carne tiene que estar bien doradita ya que cuanto más hecha esté la carne más sabor le dará al caldo. Es importante que estéis alerta y vayáis removiendo la carne para que no se os queme ningún trozo.
  3. El hígado del conejo lo ponéis ahora, después de hecha la carne, ya que se hace muy rápido.
  4. Apartáis toda la carne a los bordes de la paella y echáis la verdura, las judías y el garrofón, en el centro (si el garrofón es congelado añadidlo a la hora de poner el arroz).
  5. Una vez la verdura esté hecha, no en exceso, apartadla también a los bordes junto con la carne y añadid una cucharada de pimentón e inmediatamente el tomate rallado. Sofreídlo hasta que deje de soltar agua. Removed todos los ingredientes.
  6. Añadid ahora el agua.
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  7. Dejad hervir hasta que la carne esté tierna. Fijaos por donde queda el nivel del agua cuando la pongáis tomando los clavos como referencia. Cuando haya hervido el agua tendremos que reponer el agua que se haya evaporado. Añadid agua hasta cuando falte un centímetro para el borde de la paella y ponéis el fuego al máximo para hacerla hervir.
  8. Deberéis dejar hervir la paella de 30 a 45 minutos para que el sabor del sofrito pase al agua y posteriormente al arroz.
  9. Si cuando termine de hervir el nivel del agua ha bajado respecto a nuestro punto de referencia tendréis que reponer el agua que falte (¡caliente!). Justo cuando pongáis el arroz tendréis que añadir el azafrán. El azafrán lo habréis tostado en una sartén con mucho cuidado de que no se queme. Añadidlo a un recipiente pequeño donde habréis apartado un poco de caldo caliente (¡no hirviendo) para disolverlo bien y lo dejáis reposar unos 10 minutos.
  10. El momento de poner la sal es justo antes de poner el arroz. Poned ahora el arroz y el azafrán. La forma tradicional es hacer un caballón central, repartiendo luego el arroz por toda la paella. Una vez repartido ya no hay que tocarlo más. ¡Nunca se os ocurra remover el arroz de la paella valenciana! La cocción del arroz durará unos 18-20 minutos y durante ese tiempo ha de absorber todo el caldo de la paella. Los primeros 8 minutos el fuego debe estar fuerte y el resto del tiempo “jugaremos” con el fuego según nos quede de caldo.


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Paella de pollo y conejo
 
Conejo al ajillo, receta de la abuela.

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La carne de conejo es más magra que la de ternera, cerdo y pollo, y también puede ser una buena fuente de proteínas. Hay muchas maneras de cocinar conejo, pero una de las más populares y más sabrosas, es al ajillo.


Al ajillo abarca varias formas de cocción, pudiendo ser al horno, estofado, cocido o a la barbacoa. De hecho, es un gran plato para hacer a la barbacoa, sobre todo para las personas que no quieren la típica barbacoa llena de carnes grasientas y calorías.

He probado el conejo en varias barbacoas, y el resultado es muy satisfactorio. El mejor resultado es asado en la barbacoa de gas, pero también queda muy sabroso en la de carbón, o incluso en la eléctrica.

El ajo es el principal acompañante del conejo en este plato, receta que me dejó mi abuela, pero también puedes añadir otros ingredientes que le den sabor, como unas hierbas aromáticas o guisantes, o patatas fritas.

Ingredientes


  • 1 conejo entero, cortado en trozos
  • ½ botella de vino tinto
  • 3 cabezas de ajo
  • Un chorrito de aceite de oliva virgen extra
  • 3 hojas de laurel
  • 3 ramitas de tomillo
  • Sal y pimienta, al gusto

Cómo hacer el conejo de la abuela

Podemos pedir a nuestro carnicero que trocee el conejo en varios trozos, ya que normalmente suele venir entero, de una pieza.

Lavamos bien los trozos de conejo y lo secamos con papel de cocina. Sazonamos con abundante sal y pimienta negra molida, y lo colocamos en un recipiente grande con tapa.

Abrimos una de las cabezas de ajo, pelamos y picamos todos los dientes de ajo en laminas finas, y los añadimos al recipiente donde está el conejo.

Añadimos las hojas de laurel y tomillo. Vertemos el vino por encima, lo tapamos y dejamos marinar en la nevera durante 6 horas, o idealmente durante toda la noche.

Al día siguiente, sacamos los trozos de la marinada y de la nevera, reservando el líquido de marinar. Pelamos las dos cabezas restantes, y laminamos los ajos para freírlos en una cazuela con un chorro de aceite a fuego medio.

Una vez que los ajos estén sofritos, con un color dorado, los retiramos del aceite y los reservamos aparte.
En ese mismo aceite donde hemos frito los ajos, freímos los trozos de conejo marinado hasta que estén dorados por ambos lados.


Si todos los trozos de conejo no caben en la sartén en una tanda, lo hacemos en varias tandas. Una vez fritos, añadimos el líquido de marinar a la sartén, y dejamos que hierva a fuego lento con la cazuela tapada.

Esto lo dejamos cocer así, a fuego lento, durante al menos 1 hora, hasta que la carne esté tierna y se desprenda del hueso.
Si vemos que durante la cocción el líquido se evapora y ya casi no queda, podemos añadir más vino o agua.

Incorporamos los ajos de nuevo, y servimos el conejo bien caliente con la salsa, y acompañado de unas patatas fritas o una guarnición de verduritas.
 
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La gran olvidada: Leche Merengada.

Sigue haciendo calor. Continúo dándole al trago frío con una receta que lo mismo vale como bebida que como postre. Me refiero a la leche merengada, un refresco de leche con sabor a hogar de la que nos estamos olvidando.

¿Cual fue la última vez que tomasteis una leche merengada? Ya resulta difícil encontrarla en la carta de las cafeterías y horchaterías. Triste final para una bebida que ha vivido tan buenos tiempos desde el siglo XVIII. Su receta aparece por primera vez en el libro Arte de repostería de Juan de la Mata (1747.)

Si queréis una leche merengada tipo sorbete tenéis que agregar claras y seguir un proceso de congelar-batir que es un poco pesado. De hecho, la leche merengada debe su nombre a que la preparación incluye un merengue que se mezcla con la leche para dar lugar a una textura esponjosa.

Pero en cualquier caso, con la pereza que suscita el calor, siempre podemos tomar la leche fría directamente, sin necesidad de añadir merengue. Esta es la receta que os voy a dar, más rápida y más sencilla pero, os lo advierto, no es la receta canónica. Y también os explico al final como preparar el merengue para añadirlo a la leche para aquellos que queráis trabajar un poco más.

Esta receta lleva poco azúcar, pero si sois golosillos podéis aumentar la cantidad.

Ingredientes
  • 500 ml de leche
  • La piel de un limón
  • 1 palo de canela
  • 3 cucharadas soperas de azúcar
  • Canela en polvo
Preparación
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  1. Pelad cuidadosamente el limón intentando coger sólo la parte amarilla para que el blanco de la piel no amargue.
  2. Calentad la leche en un cazo junto con la piel del limón, el palo de canela partido en dos y 3 cucharadas de azúcar (unos 45-50 gramos). Cuando alcance el hervor apartad el cazo del fuego y dejad reposar mientras se templa al menos 15 minutos.
  3. Colad la leche tibia para eliminar los sólidos, guardadla en un recipiente con tapa y enfriadla en la nevera.
  4. Cuando esté completamente fría, congelad la leche. Trituradla con la batidora cuando haya empezado a cristalizar y repetid este proceso otra vez. El intervalo de tiempo entre batido y batido puede ser de unas 2 horas, pero depende del tamaño y forma de vuestro recipiente.
  5. Servid en copas o vasos y espolvoread con canela en polvo.
Con merengue

Para los que queráis la leche con merengue ahora toca prepararlo. Necesitaréis:

  • 2 claras de huevo.
  • 2 cucharadas soperas de azúcar
  • Una pizca de sal.
Poned las claras en un bol con una pizquita de sal y batidlas un poquito con la mano hasta que salga espuma. Ahora batidlas con una batidora eléctrica y, cuando estén duras, incorporad el azúcar y seguid batiendo hasta obtener un merengue firme de forma que si le dais la vuelta al bol no caiga.

Id incorporando poco a poco la leche, cuando esté fría pero todavía no la hayáis congelado, al merengue, y mezcladlo con movimientos suaves con una espátula de cocina, hasta que todo quede bien mezclado y esponjoso. Ahora, podéis congelar la leche merengada. Trituradla con la batidora cuando haya empezado a cristalizar y repetid este proceso otra vez. El intervalo de tiempo entre batido y batido puede ser de unas 2 horas, pero depende del tamaño y forma de vuestro recipiente.
 
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Pastel de pollo con toque oriental (receta rápida)

Esta es una versión facilona del pastel de pollo (Chicken Pie) con un toque oriental.

Es facilona porque lo mas complicado sería preparar la masa de hojaldre y aquí vamos a utilizar una masa de hojaldre ya preparada. El toque oriental se lo dará el Garam Massala que lo podéis encontrar en los supermercados ya preparado. Si no tenéis, añadid una cucharadita de curry.

Pastel de pollo


¿Qué podemos hacer con los restos de pollo? Pues podemos hacer un arroz, unos fideos, una pizza, pollo al curry, una ensalada con pollo, relleno para arepas… y también preparar un pastel de pollo que es una gran solución para una comida o una cena. ¡Y suele gustar a los niños!.

Podéis sustituir los champiñones por puerro. El puerro es una de las pocas verduras que se ríen de la moda “al dente”. El puerro debéis conocinarlo bien hasta que consigáis una salsa rica y sedosa. Si decidís añadir puerro a la receta, cocinadlo aparte en mantequilla y tomaos vuestro tiempo. Añadidlo al final.

La diferencia entre un pastel de pollo bueno y uno excelente está en los detalles. Si tenéis tiempo:

  • Usad muslo y contramuslo. Las pechugas tienden a resultar secas y tienen poco sabor. Si no estáis utilizando sobras, hervid la carne con el hueso y luego la desmenuzáis. El agua en la que hervís la carne os puede servir para añadirla después.
  • Si tenéis en casa, poned un poco de tocino cortado a taquitos. Veréis que mi receta a continuación no contiene tocino. Simplemente no lo tenía en la casa.
  • Pollo y puerro, o pollo y champiñones; no pollo, puerro y champiñones. Simplemente, ambos se excluyen. Los puerros tienen un sabor muy delicado y no podrán competir con los champiñones.
  • No pongáis relleno en exceso; así el hojaldre se hinchará mejor.
  • No escatiméis huevo al pintar el hojaldre. Es algo estético pero marca la diferencia. Lo atractivo es que su superficie sea muy brillante.
  • Sazonad bien el relleno para que no quede soso.
  • Si tenéis la habilidad suficiente preparad vosotros mismos el hojaldre pero, honestamente, hoy en día los hojaldres que venden ya preparados son muy buenos. El hojaldre no es fácil de hacer y probablemente no valga la pena.
Os llevará una media hora y lo que os cueste de hornear. Todo lo que tenéis que hacer es cocinar el relleno, colocarlo sobre el molde que vayáis a utilizar y taparlo con una capa de hojaldre.

Pastel de pollo con toque oriental
  • Dificultad: fácil

Ingredientes

Esta receta es la más básica. Para 2-3 personas (os doy las cantidades que he utilizado yo pero puede variar en función de lo que tengáis disponible en casa).
  • 450 gramos de muslo y/o contramuslo de pollo ya hervido y troceado (el peso sin piel ni hueso).
  • 1 cebolla grande
  • 250 gramos de chapiñones (mejor setas variadas)
  • 2 cucharadita de Garam Massala (una cuchara de las que se utilizan para el postre)
  • 1 masa de hohaldre de buena calidad
  • 150 ml de caldo de pollo o verduras (o agua en su defecto)
  • Sal, pimienta negra molida y aceite de oliva

Preparación

  1. La carne deberá estar desmigada (o cortada en trocitos muy pequeños), ya hervida y desprovista del hueso y la piel. Pelad y cortad la cebolla en juliana. Lavad y trocead las setas.
  2. Poned a fuego fuerte una sarten, de aproximadamente 26 cm de diámetro apta para horno, con un poco de aceite de oliva. Echad la cebolla a la sartén. Dadle unas vueltas durante 4 o 5 minutos y añadid el pollo. Reservad.
  3. En otra sartén mas pequeña, sin aceite, echad las setas y doradlas unos 3-4 minutos hasta que notéis su aroma.
  4. Añadid las setas al pollo y sazonadlo todo. Añadid el caldo y la cucharadita de Garam Massala y dejadlo unos 4-5 minutos bajando el fuego y removiendo de vez en cuando, dejando que se consuma el caldo y que quede como una salsa bien trabada.
  5. Apartad la sartén del fuego. Quitadle el mango. Si no disponéis de este tipo de sartén pasad el relleno a un recipiente válido para horno.
  6. Coged la masa de hojaldre, que habréis sacado 5 minutos antes del frigorífico y la colocáis sobre el relleno. Como os sobrará un poquito podéis cortar una tira alrededor que os servirá para decorar el pastel. Con la ayuda de un pincel de cocina pintad el hojaldre con huevo batido.
  7. Ponedlo en el horno precalentado a 200º y tenedlo durante unos 20-25 minutos (seguid las indicaciones del paquete de la masa de hojaldre ya que el tiempo puede variar).
    Champiñones
    cebolla
    Relleno




Completo

Un pastel de pollo que hará las delicias de los comensales

Pequeños consejos para esta receta:

  • Podéis espolvorear la parte superior de la corteza de hojaldre con un poco de queso rallado en los últimos 5 minutos de cocción.
  • Si no tenéis demasiada cantidad de pollo sobrante podéis añadir verduras ( como por ejemplo zanahorias, patatas o guisantes) y conseguiréis un pastel más sustancioso.
  • Si no tenéis Garam Massala o curry en casa, sazonad la mezcla con albahaca, orégano y eneldo y aumentaréis muchísimo su sabor.
 
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Esgarraet de bacalao desmigado con cebolla y pimentón dulce


Esgarraet de bacallá amb seba, pebre vermell i oli d’oliva (Bacalao desmigado con cebolla, pimentón dulce y aceite de oliva)

Esgarraet de bacalao, cebolla y pimentón dulce

Mi madre muchas veces preparaba esta receta como relleno para el bocadillo del almuerzo de mi padre. Si le sobraba, lo mezclaba con tomate cortado y se convertía en una apetecible ensalada, muy estimada por mi padre, en la que apetecía mojar pan. Otras veces, al “esgarraet” de bacalao con cebolla le añadía mojama, pimiento asado y aceitunas.
También este tipo de “ensaladas” combinan muy bien con anchoas.
La receta del “esgarraet” es perfecta para Semana Santa, ya que su ingrediente principal es el clásico bacalao en salazón, tan popular durante la Cuaresma. Lo de “esgarraet” es muy valenciano y en realidad hay muchas recetas con diferentes ingredientes. Como sucede en todas las recetas de cocina tradicional hay Tantas recetas como hogares donde las preparan. Algunas incluyen también berenjena o incluso mojama.
Centros de bacalao inglés

Centros de bacalao inglés.

El “esgarraet” clásico es el que se prepara con bacalao, ajos y pimientos asados al que se le pueden añadir aceitunas y piñones. La palabra “esgarrat” significa “desgarrado” y recibe este nombre por el hecho de que para preparar el plato hay que desgarrar el bacalao. El tipo de bacalao que se usa en la receta original es el conocido como “bacalao inglés“ que es ideal para comerlo crudo y es perfecto para comerlo en ensaladas. Es un bacalao, que normalmente viene en lomo y sin espinas, que tiene un tiempo de secado mayor, su carne es más compacta y tiene un color amarillento. Es muy feo pero tiene un sabor estupendo. Una tapa muy típica es comer bacalao desmigado en crudo y acompañado de una cerveza
Un “esgarraet” funciona bien como ensalada o aperitivo. Es tan fácil de preparar que puede hacerlo cualquiera que no haya entrado nunca en la cocina.

Ingredientes
  • 100 gramos de bacalao seco desmigado
  • 100 gramos de cebolla blanca dulce (una medianita)
  • 1 cucharadita de pimentón dulce
  • Sal y Aceite de Oliva Virgen Extra

Preparación

  1. Desmigad el bacalao. En ocasiones viene en bolsas ya desmigado así que ¡más fácil imposible.
  2. Cortad la cebolla en juliana muy finita y las tiras no demasiado largas. Hay gente que prefiere cortarla en “brunoise”. Una vez cortada la cebolla, repartid sal por todo el fondo de un plato y ponéis encima la cebolla cortada y añadid más sal por encima. Dejad que repose unos 15 minutos y luego enjuagad bien la cebolla unos 15 minutos con la ayuda de un colador. Primero con agua tibia y luego con agua fría. Así suavizaréis el sabor de la cebolla y evitaréis que repita.
  3. Mezclad la cebolla con el bacalao y añadís una buena cantidad de aceite y pimentón y lo mezcláis todo.


Esgarraet de bacalao, cebolla y pimentón


Una receta perfecta para servir con tostadas como aperitivo, o para servir con tomate como ensalada, o en bocadillo para el famoso “esmorzaret”
 
RECETAS DE SALSAS

Receta de salsa de tamarindo
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La receta de salsa de tamarindo es perfecta para completar un menú asiático o mexicano. Este fruto muy similar en aspecto al cacahuete es originario de África, aunque ahora se cultiva en casi todo el mundo. Se lo utiliza para preparar bebidas, salsas y postres. La salsa puede tener un toque picante si se quiere y sirve para aderezar pescados, carnes y platos con verduras. Queda muy sabrosa y solo lleva un momento tenerla lista. Ese sabor agridulce combina también en un sándwich con diferentes tentempiés y aperitivos antes de las comidas. En México suelen añadir chile y cebolla a la salsa para hacerla bien picante. Sin embargo, no es necesario, ya que siguiendo la receta se obtiene un aderezo exquisito.

Esta receta es ideal para acompañar las comidas. En la actualidad es posible conseguir este fruto en los mercados, y esta es una excelente manera de incorporarlo a la dieta. El tamarindo es una fuente de varios nutrientes que destaca por el aporte de proteínas, carbohidratos y grasa saludables. Es rico en fibra y vitaminas C y A, además, contiene minerales como hierro y calcio. Su consumo ayuda a eliminar colesterol malo, mejora la función digestiva y estimula el apetito.
Ingredientes:
  • 1 taza de pulpa de tamarindo
  • 50 ml de vinagre blanco
  • 50 ml de agua
  • 3 cucharadas de azúcar
  • 1 cucharada de kétchup
  • 1 cucharada de almidón de maíz
  • 3 cucharadas de zumo de limón
  • ½ diente de ajo
  • Sal y pimienta
Cómo preparar salsa de tamarindo:

  1. Pelar las vainas de tamarindo, retirar los hilos que recubren la pulpa, abrirla y extraer las semillas. Solo se va a utilizar la pulpa o carne que envuelve a las semillas.
    Salsa de tamarindo
  2. Colocar la pulpa en un cazo, con el agua. Calentar a fuego suave, sin dejar de remover hasta que el tamarindo se deshaga y tome un color ámbar.
  3. Añadir el azúcar y el vinagre, sin dejar de remover,
  4. Agregar el kétchup y el zumo de limón.
  5. Picar el ajo finamente y agregarlo a la salsa. Añadir una pizca de sal y pimienta al gusto.
  6. Continuar la cocción a fuego suave.
  7. Disolver el almidón de maíz en un poco de agua.
  8. Cuando la salsa comience a hervir, incorporar el almidón y remover hasta que espese ligeramente.
  9. Retirar del fuego y dejar enfriar.
  10. Batir la salsa de tamarindo para eliminar grumos. Colocar en un cuenco y servir.
Anímate a preparar esta sabrosa receta de salsa de tamarindo, como la que sirven en los restaurantes asiáticos.
 
RECETAS FÁCILES

El marmitako más fácil y sabroso gracias a un ingrediente secreto
  • ANA GUALLART
Domingo, 28 junio 2020 - 09:26
Ya ha llegado a las pescaderías el bonito del norte y hay que aprovecharlo. Además de hacerlo con tomate, el marmitako, guiso de pescadores por excelencia, es una buenísima idea para comerlo como plato único. Perfecto para los amantes de la cuchara.

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INGREDIENTES (PARA 4 PERSONAS)
  • 1 K y medio de patatas
  • 1 K de bonito del norte cortado en tacos
  • 1 pimiento verde
  • 1 tomate sin piel
  • Caldo de pescado (puedes comprarlo hecho, están bien conseguidos)
  • 1 cebolla
  • Sal
  • Aceite de oliva
  • 1 hoja de laurel
  • Ingrediente secreto: carne de ñora (la que venden en tarros o hidratando las ñoras y sacándoles la carne)
PREPARACIÓN
En una cacerola con aceite de oliva se ponen la cebolla cortada en trocitos pequeños y el pimiento para que se pochen. Cuando estén blandos se añade el tomate y la carne de ñoras con un poquito de caldo y se deja rehogar.

A continuación se añaden las patatas previamente peladas y rasgadas y el laurel, y se dejan rehogar para que cojan bien el sabor del sofrito. Se vierte el resto del caldo, hasta cubrirlas y un dedo más, y se dejan cocer unos 20 minutos, comprobando y rectificando a mitad el punto de sal.

Cuando les falten 5 minutos, se agrega el bonito. Al quitarlo del fuego se deja reposar unos minutos, y ¡a comer!

Un consejo: está riquísimo si se acompaña de piparras.
 
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Ensalada templada de espinacas, beicon y gambas

Si os preparáis esta ensalada templada de espinacas con beicon y gambas, no se os olvide acompañarla con un buen pan crujiente para mojar sus deliciosos jugos.

Las espinacas crudas son excelentes para usar como base de una ensalada. La combinación de espinacas y dos o tres ingredientes más os dará una mezcla de sabores fantástica. Esta es una ensalada de espinacas al estilo francés que gustará hasta a los amantes de la carne que no son muy amigos de las ensaladas. La presencia del beicon, esos trocitos fritos riquísimos que están crujientes por fuera y masticables por dentro, le da una atractivo especial a la ensalada.

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Esta ensalada se puede preparar con antelación y dejarla casi dispuesta. Podéis dejar ya preparado el aderezo y frito el beicon y las gambas. En el último momento, colocáis las hojas de ensalada y espinacas en un bol para servir, calentáis las gambas y el beicon, lo agregáis a la ensalada y como punto final añadís el aderezo. Lo mezcláis con suavidad y ¡ya está listo para servir!.

Salir de la rutina en la cocina es más fácil de lo que creemos. Con esta receta tenemos un plato estupendo y ligero que podéis servir como entrante o incluso como plato principal si queréis comer ligero.

Podéis optar por sustituir el beicon por nueces para aquellos que no os guste. La combinación también es estupenda. Tenéis una publicación en este mismo blog que os apunta unas cuantas ideas a la hora de preparar una ensalada. Podéis probar distintas combinaciones y crear vuestra propia ensalada. ¿Qué os apetece?



Ensalada templada de espinacas con bacon y gambas


Ingredientes

Para 2 personas:
  • 4 hojas grandes de lechuga romana
  • 1 puñado de hojas de espinaca baby
  • 6 o 8 gambas medianitas por persona (pueden ser de las ue venden ya peladas y congeladas)
  • 1 o 2 lonchas de beicon (según tamaño y/o grosor y dependiendo del gusto de cada cual)
  • 1 cucharadita de piñones
  • 5 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 1 cucharada de vinagre de Jerez ( o en su defecto de vinagre de modena)
  • 1 diente de ajo picado fino (opcional)
  • 1 cucharadita de mostaza de Dijon (o de mostaza a La Anciana)
  • Sal y pimienta negra recién molida



Preparación

Preparación del aliño
:
En un bol, batid 4 cucharadas de aceite, con el ajo picado, el vinagre, la mostaza y un poco de sal y pimienta. Pasadlo a un cazo o una sartén pequeños y calentadlo a fuego lento hasta que espese. Mantened el aliño caliente.
Preparación de la ensalada:
Hojas

  1. Disponed las hojas de lechuga cortada y las hojas de espinacas en un plato individual para servir.
  2. Calentad el resto del aceite en una sartén y freid el beicon, cortado en tiritas pequeñas o a taquitos, hasta que se vea dorado y crujiente y entonces añadid las gambas (¡descongeladas!) y los piñones que se harán en un par de minutos.
  3. Con la ayuda de una cuchara echad el beicon y las gambas sobre las hojas de los platos y verted encima el aliño caliente. Servid enseguida.
Podemos dejar preparados todos los ingredientes y solo montar la ensalada a la hora de servir. En realidad las gambas y el beicon se pueden comer fríos pero creo que como gana mucho la ensalada es servirlos templados, que se note que la gamba está aún caliente, aunque no en exceso.



cabecera espinacas con bacon y gambas 1


Esta receta nos permite jugar con los ingredientes para crear una elegante presentación aunque se trate de un plato sencillo.

Nota: Si compráis un paquete de hojas de espinacas baby y os sobran, recordad que son excelentes también para comerlas en tortilla o con bechamel o como guarnición. No obstante, si tenéis la alternativa de comprar la lechuga y las espinacas a granel mucho mejor. Soy consciente de la comodidad que puede suponer comprar una bolsa de ensalada preparada pero las verduras frescas presentan mejores propiedades organolépticas, como el sabor
 
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