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1. Un psicólogo, a parte de psicología y su respectivo máster de 90 créditos con sus practicas donde ganas 0€, tiene que estar dado de alta en autónomos, colegiado, pagar seguro de Responsabilidad Civil, alguilar un local (puede ser peligroso atender en casa) y una cosa que no todo el mundo sabe: pagar IVA sin reducción por sanidad. Solo única y exclusivamente en cosas consideradas terapia se puede reducir el IVA. Ejemplo: Si tu consulta es para la estimulación de infantes con necesidades especiales, no se puede reducir. Si tu consulta es de ámbito social, como talleres didácticos, no se puede reducir. Si eres psicólogo del deporte, del marketing y organizaciones, forense.... NO SE PUEDE REDUCIR EL IVA. Sólo se puede reducir en casos puramente clínicos y de salud. Súmale que hay un precio mínimo por sesión estipulado por Ley, y ahí tienes el resultado.
Otra cosa a tener en cuenta es que no está subvencionado, y se paga íntegro del bolsillo del paciente. Y el psicólogo tiene que comer y vivir bien, sinó de qué va a montarse un negocio con las preocupaciones que conlleva, pudiendo ser un asalariado y cobrar menos (o lo mismo) pero más tranquilo.
2. En el dentista, si tienes la boca podrida y te duele, te ves forzado a ir. Quizás vas cuando tienes una caries, una revisión... O quizás vas para arrancarlo todo porque no hay nada que salvar, pero vas. ¿Por qué vas? Porque lo ves. O te duele la boca, o te pude, o se te rompen piezas dentales. Lo ves y vas, toooooda la población va ni que sea para arrancar.
En cambio, cuando tu cerebro está pudiéndose y duele, no lo ves. Quizás algunas personas se den cuenta y vayan. Quizás otras se den cuenta y lo alarguen hasta que no pueden más. Y quizás otras personas no vayan nunca. Ley de oferta y demanda, no hay ni de lejos la misma población que acude a un servicio que al otro.
Otra cosa a tener en cuenta es que no está subvencionado, y se paga íntegro del bolsillo del paciente. Y el psicólogo tiene que comer y vivir bien, sinó de qué va a montarse un negocio con las preocupaciones que conlleva, pudiendo ser un asalariado y cobrar menos (o lo mismo) pero más tranquilo.
2. En el dentista, si tienes la boca podrida y te duele, te ves forzado a ir. Quizás vas cuando tienes una caries, una revisión... O quizás vas para arrancarlo todo porque no hay nada que salvar, pero vas. ¿Por qué vas? Porque lo ves. O te duele la boca, o te pude, o se te rompen piezas dentales. Lo ves y vas, toooooda la población va ni que sea para arrancar.
En cambio, cuando tu cerebro está pudiéndose y duele, no lo ves. Quizás algunas personas se den cuenta y vayan. Quizás otras se den cuenta y lo alarguen hasta que no pueden más. Y quizás otras personas no vayan nunca. Ley de oferta y demanda, no hay ni de lejos la misma población que acude a un servicio que al otro.