Yo creo que tengo inquietudes pasivas (este termino me ha quedado chulo)...que no necesitan llevarse a la práctica, mi mente las trabaja pero mi cuerpo no interfiere. Me encanta saber cosas de temas muy diversos, informarme, documentarme, leer...Mi cabecita es más curranta que su dueña.
Pero por otro lado no quiero ascender profesionalmente, por ejemplo, ni tener titulaciones, ni medrar en prácticamente nada. En términos generales me gusta la basiquez de mi vida.
Soy como un pastor de setenta años que cuida su rebaño en un remoto paraje, sin más aspiraciones que salud y que todo fluya, no le pido grandes regalos a la vida, solo el inmenso (para mí) regalo de la normalidad (la normalidad normal, la versión clásica, no la nueva ).
Por supuesto que si me llueve la buena suerte y me pasan cosas increíblemente buenas las gozó hasta el infinito, y me encantaría que me pasaran, pero no vivo con ese anhelo.
El conformismo no está bien visto, pero para mí es una suerte ser alguien que no piensa continuamente en el siguiente peldaño sino que disfruta y valora aquel en el que está.
Me ha dado satisfacción leer este post. Eso es estar en paz con uno mismo.
Por cierto, mencionas un pastor como ejemplo, y es un oficio que yo haría encantada: campo y monte, animales, llevarlos a pastar sin nadie más, rodeada de naturaleza. El arquetipo del pastor humilde me resulta tan bonito, simple pero a la vez tan pleno con la vida....como los agricultores. Yo sería feliz en esos mundos.