A ver qué opináis. Me gustaría conocer vuestra opinión más sincera, sin filtros, sin vaselina.
Hace unos años estuve conociendo a un chico durante un mes y medio; duró poco porque ya cuando lo conocí me dijo que se iba a vivir fuera por trabajo. A pesar de ello, decidí conocerle y pasarlo bien mientras durase. El caso es que las veces que intentamos mantener relaciones sexuales completas, nunca se pudo. A mí realmente no es un tema que me preocupe, es decir, lo veo normal sea por nervios, por estar con alguien que todavía no conoces, por intentar gustar a la otra persona y focalizarte más en hacer disfrutar que en disfrutar uno mismo, etc. Él me comentó que se pone nervioso cuando le gusta alguien de verdad, que si es s*x* por s*x* no tiene ese problema.
Yo no le di mucha importancia la verdad, no afectó a mi autoestima dado que lo veía una situación de lo más normal y comprensible.
Años después, volví a coincidir con él en mi ciudad. Nunca perdimos contacto por whatsapp, así que cuando regresó a mi ciudad, quedamos para cenar. Al principio solo quedábamos, sin beso, sin nada más.
Poco a poco, semanas después, surgió el primer beso. Y poco a poco empezamos una relación.
Evidentemente el problema surgió de nuevo, pero yo seguía viendo esta situación como algo normal. No le presionaba, le hacía ver que disfrutaba muchísimo con el s*x* oral sin necesidad de penetración.
He de confesar que a las semanas, meses incluso, me empezó a preocupar. Ya habíamos dormido juntos muchas veces, ya había confianza, complicidad…o eso creía. Y nunca había tenido una erección conmigo.
Intenté tener comunicación con él, sin presión alguna, simplemente saber si se podía mejorar algo, si él seguía estando nervioso. Poca información saqué. Pensé que seguía nervioso y tomé la decisión de no tomar la iniciativa (como hacía siempre) para no presionar.
Pero me di cuenta que si yo no iniciaba nada, él tampoco tomaba la iniciativa.
Tras 5 o 6 meses de iniciar la relación, conseguimos pasar un fin de semana entero solos en una casa rural, con vino, quesos etc. Tenía ganas de estar por fin a solas todo un fin de semana entero y que funcionara. Pero tampoco conseguí que se excitara. Yo ya no pude más y le pregunté claramente qué ocurría. Mi sorpresa fue que el argumento había cambiado. El problema ya no era los nervios del principio cuando te gusta alguien, sinó que me dijo que le gustaría que le agarrara, mordiera con más fuerza…que le besara y le acariciara su pexx sin quitarle el calzoncillo, que no le gustaba estar desnudo con su pexx al aire durante el precalentamiento…
Yo al final reconozco que me puse a llorar…me lo tomé como que no le sabía excitar o simplemente no le gustaba lo que le hacía.
Tras el fin de semana, decidí relajarme y tomarme la situación con calma. Sin presiones, que fluyera.
Pero pasaron las semanas, los meses, y nada cambió. Si yo no iniciaba los besos, él tampoco. Si yo no iniciaba los tocamientos, él tampoco.
Cuando alguna vez se intentó (evidentemente lo hiciaba yo), ya intentaba morderle con más fuerza, abrazarle con fuerza, acariciarle su pexx sin quitarle el calzoncillo…pero nada… aquello no se levantaba.
Es más, reconozco que por las mañanas intentaba acercarme para saber si se levantaba empalmado o no. Y nada, no noté nada.
Ni siquiera tuvo una sola erección (ni intento de erección) cuando practicábamos s*x* oral.
Reconozco que se me pasó por la cabeza si era gay. Aunque se me pasó por la cabeza, he de confesar que posteriormente creí que no…por comentarios de sus amigos, por lo que me explicaba de otras chicas con las que estuvo… Creo sinceramente que éste no era el motivo…aunque la mano en el fuego no la pondría.
El problema grave para mí empezó cuando era consciente que esquivaba dormir en mi casa. Siempre había alguna excusa, o simplemente sin excusa alguna, nunca dormía en mi casa. En 8 meses creo que ha dormido en mi casa solo 2 o 3 veces. Siempre era yo la que iba a su casa.
Esto me indignaba la verdad, porque siendo conscientes que teníamos un problema como pareja, mi sensación era que él ni se esforzaba ni intentaba solucionarlo. No me sentía deseada, y esto, evidentemente se lo dije en varias ocasiones.
La comunicación con él fue difícil o inexistente. Cuando intentaba comunicarme con él, siempre conseguía derivar la conversación a la broma, y así conseguía esquivar el tema. Siempre acababa la conversación en plan guasa llamándome la “gruñitos”.
El final es bastante obvio. No estamos juntos. Al final fue él quien decidió romper.
A día de hoy seguimos siendo colegas, nos hemos visto alguna vez entre amigos…al final acabamos bien y sin discutir ni nada.
Pero sí que es verdad que nunca sabré si el problema era que no le gustaba lo suficiente, si el problema era que le gustaba otro tipo de s*x*, si el problema era que a lo mejor es gay y aún no lo sabe…nunca lo sabré.
Él siempre me dijo que cuando es s*x* por s*x*, eso nunca le falla.
Bueno, después de todo el rollo…me gustaría saber vuestra opinión.
Gracias
Hace unos años estuve conociendo a un chico durante un mes y medio; duró poco porque ya cuando lo conocí me dijo que se iba a vivir fuera por trabajo. A pesar de ello, decidí conocerle y pasarlo bien mientras durase. El caso es que las veces que intentamos mantener relaciones sexuales completas, nunca se pudo. A mí realmente no es un tema que me preocupe, es decir, lo veo normal sea por nervios, por estar con alguien que todavía no conoces, por intentar gustar a la otra persona y focalizarte más en hacer disfrutar que en disfrutar uno mismo, etc. Él me comentó que se pone nervioso cuando le gusta alguien de verdad, que si es s*x* por s*x* no tiene ese problema.
Yo no le di mucha importancia la verdad, no afectó a mi autoestima dado que lo veía una situación de lo más normal y comprensible.
Años después, volví a coincidir con él en mi ciudad. Nunca perdimos contacto por whatsapp, así que cuando regresó a mi ciudad, quedamos para cenar. Al principio solo quedábamos, sin beso, sin nada más.
Poco a poco, semanas después, surgió el primer beso. Y poco a poco empezamos una relación.
Evidentemente el problema surgió de nuevo, pero yo seguía viendo esta situación como algo normal. No le presionaba, le hacía ver que disfrutaba muchísimo con el s*x* oral sin necesidad de penetración.
He de confesar que a las semanas, meses incluso, me empezó a preocupar. Ya habíamos dormido juntos muchas veces, ya había confianza, complicidad…o eso creía. Y nunca había tenido una erección conmigo.
Intenté tener comunicación con él, sin presión alguna, simplemente saber si se podía mejorar algo, si él seguía estando nervioso. Poca información saqué. Pensé que seguía nervioso y tomé la decisión de no tomar la iniciativa (como hacía siempre) para no presionar.
Pero me di cuenta que si yo no iniciaba nada, él tampoco tomaba la iniciativa.
Tras 5 o 6 meses de iniciar la relación, conseguimos pasar un fin de semana entero solos en una casa rural, con vino, quesos etc. Tenía ganas de estar por fin a solas todo un fin de semana entero y que funcionara. Pero tampoco conseguí que se excitara. Yo ya no pude más y le pregunté claramente qué ocurría. Mi sorpresa fue que el argumento había cambiado. El problema ya no era los nervios del principio cuando te gusta alguien, sinó que me dijo que le gustaría que le agarrara, mordiera con más fuerza…que le besara y le acariciara su pexx sin quitarle el calzoncillo, que no le gustaba estar desnudo con su pexx al aire durante el precalentamiento…
Yo al final reconozco que me puse a llorar…me lo tomé como que no le sabía excitar o simplemente no le gustaba lo que le hacía.
Tras el fin de semana, decidí relajarme y tomarme la situación con calma. Sin presiones, que fluyera.
Pero pasaron las semanas, los meses, y nada cambió. Si yo no iniciaba los besos, él tampoco. Si yo no iniciaba los tocamientos, él tampoco.
Cuando alguna vez se intentó (evidentemente lo hiciaba yo), ya intentaba morderle con más fuerza, abrazarle con fuerza, acariciarle su pexx sin quitarle el calzoncillo…pero nada… aquello no se levantaba.
Es más, reconozco que por las mañanas intentaba acercarme para saber si se levantaba empalmado o no. Y nada, no noté nada.
Ni siquiera tuvo una sola erección (ni intento de erección) cuando practicábamos s*x* oral.
Reconozco que se me pasó por la cabeza si era gay. Aunque se me pasó por la cabeza, he de confesar que posteriormente creí que no…por comentarios de sus amigos, por lo que me explicaba de otras chicas con las que estuvo… Creo sinceramente que éste no era el motivo…aunque la mano en el fuego no la pondría.
El problema grave para mí empezó cuando era consciente que esquivaba dormir en mi casa. Siempre había alguna excusa, o simplemente sin excusa alguna, nunca dormía en mi casa. En 8 meses creo que ha dormido en mi casa solo 2 o 3 veces. Siempre era yo la que iba a su casa.
Esto me indignaba la verdad, porque siendo conscientes que teníamos un problema como pareja, mi sensación era que él ni se esforzaba ni intentaba solucionarlo. No me sentía deseada, y esto, evidentemente se lo dije en varias ocasiones.
La comunicación con él fue difícil o inexistente. Cuando intentaba comunicarme con él, siempre conseguía derivar la conversación a la broma, y así conseguía esquivar el tema. Siempre acababa la conversación en plan guasa llamándome la “gruñitos”.
El final es bastante obvio. No estamos juntos. Al final fue él quien decidió romper.
A día de hoy seguimos siendo colegas, nos hemos visto alguna vez entre amigos…al final acabamos bien y sin discutir ni nada.
Pero sí que es verdad que nunca sabré si el problema era que no le gustaba lo suficiente, si el problema era que le gustaba otro tipo de s*x*, si el problema era que a lo mejor es gay y aún no lo sabe…nunca lo sabré.
Él siempre me dijo que cuando es s*x* por s*x*, eso nunca le falla.
Bueno, después de todo el rollo…me gustaría saber vuestra opinión.
Gracias