"La reina cree que no hay motivo para que pida disculpas". El Español.

Las disculpas , se las debe pedir a la gente que hace LOC a los que ha ofendido más gravemente ( y eso que fue colega de oficio!).
Pedir disculpas por lo de merde, ya es más elástico porque si ella habla así ( plebeyez manda!) Qué le vamos a hacer.
Yo le perdonaría a esta reinita algunas cosas que me caen de la patada con tal de que fuera cálida, sencilla, accesible, sonriente, que hiciera su trabajo con alegría y agradecimiento a España , por el tamaño honor( inmerecido) al que la ha alzado sin tener ni de lejos el perfil requerido.
En fin, con que no pusiera carita de "yo no fui" , de "porque yo lo valgo" o de " te perdoné la vida" e hiciera su trabajo con sencillez y empatía , ya ganaría un montón.
 
Cito a @leyendo # 7, desde que la abortizzzia se casó, sabía que tenía la obligación de cumplir con el papel que escogió por ambición, para llevar un nivel de vida al que jamás
hubiera tenido la oportunidad de vivir, y se comporta como lo que es barriobajera, sin educación, principios, ni moral, se debe a su pueblo, pero a ella no le importa nada.


discrepo "NO ES SU PUEBLO" (no somos de nadie y menos de la kkaburra, ) si fueramos su pueblo ya lo habria vendido y se habriaido a vivir a otra parte
 
lo más raro del asunto es: si lo conocía, lo quería y los respetaba como TODO SE FUE A LA MERDE dos meses después :cautious:

Ella sigue la amistad. @beacorta dijo ayer en la CP que fuentes muy cercanas le habían comentado que hasta hacía poco Leticia seguía haciendo yoga con los LM VM, justo antes de que Federico tomara la palabra para hacernos saber que los sms habían sido amañados por Rajoy.

Pero no hay que preocuparse, que LM se ha trasladado a UK porque no aguanta la presión que tiene en España. Muy cómodo para coger un avioncete de las FFAA, como cualquier español, cada domingo pa' reunirse con el compi yogui.:vomit:
 
Esta mañana en el "programa de Federico", Beatriz Cortázar ha contado que sabe por su círculo más cercano que Leti ha seguido compartiendo clase con su compi-yogui hasta hace un mes (2016).
F.J.L. no le ha dejado continuar y ha iniciado una loa leticiera en línea con sus peores teorías de conspiración; que era un montaje argüido por el gobierno para desprestigiar a la Corona, ya que no le dejaba formar gobierno.
Como gran argumento esgrimía que J.L.M. tuteaba a los reyes y nunca les habría enviado un mensaje en plural mayestático.
¡¡Ay, Fede, qué poco conoces el envaramiento de estos dos!!
Tampoco sabes que en público te habrán pasado la mano por el lomo (de ahí el cortesanismo) pero en privado te ponen verde.

Sí que ha dicho Fedeguico que Leticia es el eslabón débil de la monarquía. Se ha callado que la puso ahí el mejor guey de la historia de España, aka Felipillo el Cortín. :ROFLMAO:

¿No sabe Fede que los infantes borbones genuflectaban ante su padre por la noche y por la mañana? Los cuñados a Felipe le llaman Señor. Posiblemente los rocasoleils y ortices no pasen por eso. A ellos con esas ínfulas. :ROFLMAO:
 
Ella sigue la amistad. @beacorta dijo ayer en la CP que fuentes muy cercanas le habían comentado que hasta hacía poco Leticia seguía haciendo yoga con los LM VM, justo antes de que Federico tomara la palabra para hacernos saber que los sms habían sido amañados por Rajoy.

Pero no hay que preocuparse, que LM se ha trasladado a UK porque no aguanta la presión que tiene en España. Muy cómodo para coger un avioncete de las FFAA, como cualquier español, cada domingo pa' reunirse con el compi yogui.:vomit:
Hasta hace un mes para ser exactos
 
"Cuando la vida privada es relevante" , artículo de Javier Valenzuela en Infolibre. No sé si alguien lo ha comentado ya, vale la pena leerlo.

Gracias por darnos la información. Si no te importa copio el artículo. :cat:


Cuando la vida privada es relevante


Javier Valenzuela

Actualizada 11/03/2016 a las 17:32

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EL AUTOR Otros artículos
¿En qué circunstancias la vida privada de las personalidades públicas es relevante para la ciudadanía y, en consecuencia, puede y hasta debe ser objeto del interés periodístico? La respuesta a esta pregunta no es tan complicada como dicen algunos. Una ya larga experiencia de ejercicio del periodismo en países democráticos ofrece una casuística razonable. Una casuística que se asienta en centenares de sentencias judiciales favorables a los informadores.

Por ejemplo, eldiario.es hizo muy bien publicando la pasada semana un extracto del intercambio de mensajes de texto entre el empresario Javier López Madrid y los entonces príncipes de Asturias, el asunto conocido popularmente como #CompiYogui. En ese intercambio, Felipe de Borbón y Leticia Ortiz –y muy en particular ella– le expresaban su cariño a un individuo del que acababa de conocerse que se había gastado un dineral con una tarjeta black de Caja Madrid. Por lo demás, y como ha señalado aquí mismo Jesús Maraña, ninguno de los dos daba la menor muestra de indignación por el uso de un instrumento que permitía a sus beneficiarios obtener ingresos adicionales sin declararlos a Hacienda.

Si la simpatía a López Madrid se la hubiera expresado una actriz o un torero, no habría justificación periodística para desvelar una conversación privada. En materia de relevancia o no de la vida personal de los famosos, el primer criterio a tener en cuenta es preguntarse de quién cobran. Si lo hacen de nuestros impuestos, como es el caso de Felipe y Leticia, la ciudadanía tiene un interés legítimo en conocer sus actividades: todas las públicas, desde luego, pero puede que también algunas privadas. Nadie está obligado a ser alcalde, diputado, ministro, jefe de Gobierno o jefe de Estado. Si se asume algunas de esas responsabilidades, debe aceptarse que en democracia el que paga, el contribuyente, manda.


¿Estoy diciendo que la opinión pública tiene derecho a conocer la vida sexual, la vida familiar, las amistades, los gustos culinarios, las preferencias de ocio y todo el universo privado de aquellos representantes políticos que paga con sus impuestos? En absoluto y ustedes lo saben. Un rey, un presidente, un ministro y un alcalde tienen exactamente el mismo derecho que todos nosotros a que nadie se cuele en su dormitorio o el salón de su casa. Salvo que…

Salvo que se utilice la vida familiar para ganar simpatías y votos. Ejemplo clásico: es relevante que la opinión pública conozca que un político norteamericano tiene una tórrida relación extramatrimonial con una modelo si, a la par, ese político hace campaña exhibiéndose todos los domingos junto a su esposa y sus hijos a la salida de la iglesia, y soltando a los periodistas que él mismo ha convocado allí un tremendo rollo sobre su firme defensa de los “valores familiares cristianos”. La ciudadanía tiene perfecto derecho a conocer que ese político es un hipócrita de tomo y lomo: en el pecado -explotar su vida familiar con fines electoralistas- lleva la penitencia. Y lo mismo puede decirse de otro ejemplo canónico: si un político conservador británico va por ahí denostando a los homosexuales como “enfermos” o “perversos”, es justo que un periodista cuente que sostiene una relación gay clandestina.

En España la mayoría de los políticos no hace ese uso abusivo de una real o supuesta vida familiar intachable tan común entre los anglosajones, y esa es una de las razones por las que aquí no florecen escándalos de ese tipo. Sería bueno que siguiéramos en esa línea.

Otra de las excepciones al tabú sobre la vida privada es la ejemplaridad que cabe exigirles a los que cobran de nuestros impuestos. Si un político (o un juez del Tribunal Constitucional) es detenido por conducir borracho, el asunto es relevante. Lo mismo ocurre si es amigo de un mafioso. O si ha falseado su currículo. O si veranea en un lujoso hotel del Caribe mientras predica que todos los demás debemos apretarnos el cinturón. Ya no digamos, si evade impuestos, no paga las multas o emplea su cargo para saquear las arcas públicas o favorecer de uno u otro modo a parientes, amigos y socios.

Ni Felipe de Borbón ni Leticia Ortiz han sido elegidos en unos comicios, ni tampoco la mayoría de los españoles de hoy han sido convocados nunca a un referéndum para decidir sobre la forma de la jefatura del Estado. Según sus defensores, la ejemplaridad sería una de las principales razones por las cuales la monarquía resultaría útil a los españoles. Pero en los últimos años han surgido dudas razonables al respecto. El caso Urdangarín ha revelado que algunos de sus componentes parecen poseídos por esa drogadicción del dinero que ha extendido la corrupción entre nuestras élites políticas, empresariales y financieras. Y el safari de Boswana nos descubrió a un rey Juan Carlos cazando elefantes en compañía de una amiguita cuando la mayoría de sus compatriotas estábamos en plena semana laboral y en plena crisis económica.

Ahora hemos conocido a un Felipe y una Leticia muy encariñados con #CompiYogui, un empresario del que vamos sabiendo que era un golfo. Aun peor, cuando ya comenzaban a publicarse las golferías de López Madrid y tenían la oportunidad de marcar distancias con esa liaison dangereuse, los actuales reyes le expresaban a través de esos mensajes: 1.- desprecio por la Prensa, 2.- indiferencia por el uso de las tarjetas black y 3.- nuevas muestras de afecto. Todo ello resulta relevante para la opinión pública. Ha hecho bien Ignacio Escolar en publicarlo y ha hecho bien la Federación de Asociaciones de la Prensa de España en expresarle su apoyo

http://www.infolibre.es/noticias/opinion/2016/03/16/cuando_vida_privada_relevante_46298_1023.html
 
Los reyes, los mensajes y “la merde”
Jesús Maraña

Actualizada 09/03/2016 a las 22:57

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Los mensajes telefónicos de los reyes Felipe y Leticia al empresario Javier López Madrid desvelados por Pedro Águeda en eldiario.es dejan en el aire ciertas dudas y contradicciones que debería clarificar la Jefatura del Estado a quienes merecen explicaciones y disculpas: los ciudadanos. La Casa del Rey ha preferido no comentar un asunto “que está en un juzgado”, aunque sí ha informado de que “la relación de amistad” con López Madrid “ya no existe”.

Es cierto que la familia no se elige y las amistades sí. Javier López Madrid, yerno de Juan Miguel Villar Mir, dueño de una de las grandes constructoras españolas, ha pertenecido al círculo más íntimo de Felipe de Borbón desde que compartieron pupitre en el colegio Los Rosales de Madrid.

Es cierto que los amigos están para apoyarse en los momentos difíciles, aunque entre la gente corriente esos momentos difíciles suelen consistir en enfermedades, separaciones, desempleo, problemas económicos, etcétera. Ser imputado por gastar 34.000 euros con una tarjeta de Caja Madrid opaca a efectos fiscales es una muy singular definición de los “momentos difíciles” de la vida. Si será poco problema ese para un yerno de Villar Mir que, además de devolver el dinero, reclamó que se le exonerara de la acusación con el argumento de que es ilógico quedarse intencionadamente con esos 34.000 euros perteneciendo a una familia que invirtió 20 millones en la salida a bolsa de Bankia. Es una forma moderna de decir aquello de “no sabe usted con quién está hablando; ¡acusarme a mí de apropiarme de calderilla!”


Es cierto que no hay teléfono móvil que resista el repaso detallado de los mensajes personales. Que dispare el primer tuit quien no haya escrito una tontería en un washapp (aunque para apodar a alguien “compi yogui” hacen falta requisitos más especiales).

–Es cierto que resulta inevitable la comparación entre los abrazos y los besos de los reyes a López Madrid con el “Luis, sé fuerte” de Mariano Rajoy a Luis Bárcenas. Destacan fuentes de la Casa Real el matiz de que el rey lo que propuso a su amigo fue almorzar al día siguiente, con la supuesta intención de “recabar toda la información sobre el asunto de las tarjetas”. Cuestión de fe. Al parecer ese almuerzo se celebró una semana después.

Es cierto que si la reina de Inglaterra (o su marido) definiera como “la mierda el suplemento de un diario, se armaría un buen escándalo periodístico, mientras aquí los patinazos que afectan a la jefatura del Estado siguen pasando de puntillas por la prensa tradicional. Las mismas fuentes matizan que cuando la reina Letizia hace referencia al “artículo de las tarjetas en la mierda de LOC” (suplemento de crónica social de El Mundo) lo hace por “la segunda parte del artículo”, dedicada a la supuesta “complicidad” de López Madrid en el pasado sentimental del rey. (El responsable de LOC, Iñaki Gil, ha respondido a la reina con una carta abierta).

Lo verdaderamente preocupante de estos mensajes es que denotan una falta de sensibilidad notable hacia la corruptela de las tarjetas black. Cuando la reina escribe: “Sabemos quién eres, sabemos quiénes somos. Nos conocemos, nos queremos, nos respetamos. Lo demás, merde” han pasado ya ¡cinco días! del estallido del escándalo, precedido por el conocimiento de otras corrupciones muchísimo más dolosas como la de las preferentes o la salida a bolsa de Bankia, con pruebas documentadas por centenares de correos de Blesa. Ni el jefe del Estado ni nadie de su entorno puede despreciar la indignación generalizada por el uso de esas tarjetas con esa gráfica expresión: “Lo demás, merde”.

Informa la Casa del Rey que la amistad con López Madrid “ya no existe”. Cabe deducir que se asume que en los distintos procesos judiciales que le afectan (las tarjetas, la Púnica y una oscura historia de presunto acoso a una doctora) hay suficientes indicios como para no mirar a la cara a tan ilustre examigo. Al rey le convendría no olvidar que una de las causas de desprestigio de su padre fue su capacidad para rodearse de amistades con tendencia a acabar en los tribunales. Pero sobre todo es obligatorio que en la Jefatura del Estado y alrededores se guarde un respeto infinitamente más escrupuloso a los ciudadanos que a los amigos.

http://www.infolibre.es/noticias/op..._los_mensajes_quot_merde_quot_46212_1023.html
 
El rey ya no es tan majo


La revelación de las conversaciones del jefe del Estado y su esposa con López Madrid es relevante porque vuelve a plantear el problema de la solvencia moral de la casa real española

Carlos Elordi

84 Comentarios

11/03/2016 - 21:32h

La revelación de las conversaciones del jefe del Estado y su esposa con un personaje imputado por diversos delitos, y sospechoso de haber participado en otros, es un hecho relevante, no una mera anécdota. Por lo que uno y otros dicen en ellas. Pero, sobre todo, porque vuelve a plantear el problema de la solvencia moral de la casa real española, requisito fundamental para que ésta pueda ocupar el máximo cargo institucional que existe en este país. El apoyo de los monarcas a un presunto delincuente y la cruda descalificación por parte de la reina de quienes han denunciado su delito no son, ni mucho menos, tan graves como los comportamientos que llevaron a la abdicación de Juan Carlos I. Pero reabren una puerta que algunos creyeron que estaba ya cerrada.

De las palabras de doña Letizia se desprende la sensación muy clara de que para ella el uso de la tarjeta 'black' de Bankia no es un comportamiento reprobable. Su esposo no abunda en ese terreno, pero la solidaridad sin tapujos que expresa al inculpado hace sospechar que su posición al respecto no es muy distinta de la de su esposa. Y aunque las sospechas sin pruebas no llevan a parte alguna en los órganos de la justicia, sí que pueden reducir seriamente la confianza de los ciudadanos en quienes ocupan la jefatura del Estado. Esa es una cuestión que ningún tribunal puede dilucidar. Pero es fundamental.


El asunto de las tarjetas indignó a buena parte de los españoles. Les pareció intolerable que unos señores que cobraban de Bankia bastante más que el funcionario de nivel más alto o que los cuadros directivos de las empresas, por no hablar de los trabajadores corrientes, tuvieran, además, derecho a que les pagaran las cuentas en los restaurantes y los hoteles más caros y en las tiendas de lujo.

Cuando se supo que la principal contrapartida de tal privilegio no era una esforzada dedicación a las tareas bancarias, sino el sumiso apoyo al presidente de la institución, el inefable Miguel Blesa, fueran cuales fueran sus decisiones, la indignación pasó a ser rechazo de toda una clase dirigente, la que había permitido todo eso. Y encima estaban las preferentes y el rescate de Bankia.

Que la reina llame 'merde' a esas reacciones y que el rey invite a comer a López Madrid, probablemente para consolarle, refleja unas actitudes que van en contra del sentir generalizado de las gentes y que se inscriben en otra escala de valores, la de personas que creen que las normas no están hechas para ellos. Reducir el poder de esa élite es el principal objetivo, seguramente utópico, del afán de cambio que atraviesa la sociedad española. Que la pareja real parezca estar más cerca de ella que del resto de los españoles no es una cuestión menor.

Tampoco lo es el hecho de que las revelaciones de eldiario.es coincidan con el juicio que en Mallorca se celebra contra la hermana y el yerno de Felipe VI. Porque en él sobrevuela permanentemente la sensación de que el comportamiento de Iñaki Urdangarín y su esposa son inexplicables sin el apoyo del anterior monarca. Y el hecho de que su sucesor se haya distanciado formalmente de su hermana no anula las sospechas de él supiera algo de eso cuando era príncipe.

En un país aquejado de una crisis política profunda y con gravísimos problemas económicos y sociales, lo que acaba de publicar este diario no es una buena noticia. Porque añade algunas dudas, y no despreciables, a las ya existentes. El asunto no va a tener consecuencias inmediatas. Porque no implica la comisión de delitos que los jueces puedan perseguir ni acciones políticas o institucionales que puedan generar contrataque alguno. Se trata únicamente de opiniones. Lo malo es que éstas expresan una actitud moral que es contraria a la de la mayoría de la gente. Y eso, pensando en el futuro, hay que anotarlo en el pasivo del monarca.

Con todo, esta peripecia tiene un aspecto muy positivo. El de que haya salido a la luz. Gracias únicamente a que hay medios de comunicación, y concretamente éste, que además de contar con profesionales muy capaces tienen el mérito de querer estar lejos de los juegos de poder que durante casi cuatro décadas han silenciado férreamente cualquier noticia que pudiera no ser conveniente a los intereses de la casa real.

http://www.eldiario.es/zonacritica/rey-majo_6_493510681.html
 
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