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Te cuento la receta:
Cuando vuelven a Zarzuela, mantienen vidas separadas sólo unidas por la agenda.
El pacto es sobre el tiempo libre de Letizia, que es mucho, donde puede hacer lo que quiera (viajar, salir,...) siempre y cuando se mantenga en la más absoluta opacidad. La relación de ella y sus hijas con la familia de Felipe también está tasada a los actos públicos.
Mientras, el rey hace su vida, con su círculo de siempre, que le apoya y protege, en la más absoluta privacidad (la última prueba es la cuarentena por salida con amigos con covid).
Es una relación muy pactada, muy hablada y profesional. Él tiene claro que no se va a divorciar, aunque ella sí lo ha planteado en alguna ocasión. Pero tal y como están las cosas han decidido sacar la bandera blanca para constituir un equipo, ya que se encuentran responsables de que la heredera llegue al trono. Mientras, se llevan bien como compañeros de trabajo, nada más. Alguna foto cuando arrecian los comentarios para desviar la atención...
Ver romanticismo a estas alturas de la relación, en dos personas que han mostrado públicamente que no tienen buena convivencia, es pretender hacer una serie rosa. JC no fue siempre la causa de sus disputas. Otra cosa es que ahora ella ya no tenga tanta presión, pero su carácter es el mismo y sus desvaríos siguen igual. Una persona difícil y con mal carácter incluso para los profesionales que le rodean.
Creo lo que cuentas. Para mi el que la Ortiz se quitase el anillo de casada fue muy revelador.