Primero decir que la política no existía, los regímenes dictatoriales no lo permiten por causas obvias. Menciono ésto porque he leido arriba que la gente era apolítica. Y le digo que a la fuerza ahorcan.
Era Franco quien decidía por los españoles lo cuales se convirtieron en una propiedad que no podía ser otra cosa, no tenían opción alguna para cambiar las circunstancias de su vivir. Y un régimen dictatorial no puede cambiar, se traiciona a si mismo. Recordemos que fue el mismo Franco quien dijo "mientras yo viva no habrá partidos políticos".
Con frecuencia al mencionar esta época la respuesta es que había paz, y, desde luego que la había, ¿como no iba a haberla? Ni siquiera se permitía el asociacionismo, la prohibición era la tónica de la seguridad, que nada se mueva, que nada se trastoque.
Pero no deja de ser deprimente que a estas alturas, a día de hoy, nos dejemos llevar por la filosofía del sujeto pasivo, del que está atado por los cuatro costados a su devenir diario, devenir cuadriculado, previsto, procurado por fuerzas que no vemos, sin fisuras para la libertad de pensamiento, pensamiento uniformado, rectilíneo, sin tiempo, que las diarias y crematísticas obligaciones no nos den margen para realizarnos como personas.
Que le vamos a hacer, me he puesto un poco negativa.
Era Franco quien decidía por los españoles lo cuales se convirtieron en una propiedad que no podía ser otra cosa, no tenían opción alguna para cambiar las circunstancias de su vivir. Y un régimen dictatorial no puede cambiar, se traiciona a si mismo. Recordemos que fue el mismo Franco quien dijo "mientras yo viva no habrá partidos políticos".
Con frecuencia al mencionar esta época la respuesta es que había paz, y, desde luego que la había, ¿como no iba a haberla? Ni siquiera se permitía el asociacionismo, la prohibición era la tónica de la seguridad, que nada se mueva, que nada se trastoque.
Pero no deja de ser deprimente que a estas alturas, a día de hoy, nos dejemos llevar por la filosofía del sujeto pasivo, del que está atado por los cuatro costados a su devenir diario, devenir cuadriculado, previsto, procurado por fuerzas que no vemos, sin fisuras para la libertad de pensamiento, pensamiento uniformado, rectilíneo, sin tiempo, que las diarias y crematísticas obligaciones no nos den margen para realizarnos como personas.
Que le vamos a hacer, me he puesto un poco negativa.
Última edición: