FAMILIA REAL
09/07/2022
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El Día del Orgullo LGTBI se conmemora cada 28 de junio. Esa jornada la Reina Letizia tuvo un segundo encuentro con la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, a la que la Consorte ya había recibido la víspera en su despacho del Palacio de La Zarzuela. La esposa del presidente norteamericano se encontraba en Madrid con motivo de la Cumbre de la OTAN. La sintonía entre ambas fue enorme. Y no habría desentonado un guiño al Orgullo.
Desde luego Jill Biden no habría tenido problema. Antes al contrario. Porque el matrimonio que hoy ocupa la Casa Blanca se ha demostrado ya como el más LGTBIfriendly de todos los tiempos. Poco antes de viajar a Europa, Joe Biden firmó varios decretos para tratar de proteger a nivel federal algunas de las conquistas legales de estos colectivos que hoy están en entredicho en algunos Estados. Y el matrimonio presidencial organizó una gran celebración en Washington con un lema que no dejaba lugar a dudas: “El Orgullo está de vuelta en la Casa Blanca”. Seguían así en la línea iniciada el año pasado, cuando Joe y Jill Biden grabaron un emotivo vídeo dirigido a la comunidad LGTBI en la que el presidente declaraba “lo orgullosos que estamos de apoyaros, este mes y cualquier otro mes”.
Aquí en España, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no desaprovechó tampoco el 28 de junio para mostrar su apoyo a la causa homosexual, con un tuit en el que podía leerse: “Reivindiquemos con orgullo la diversidad y el respeto. Reivindiquemos cada día el derecho a ser en libertad”.
En un país pionero como España en políticas que han supuesto avances tan espectaculares para la igualdad, como la ley del matrimonio homosexual, la Corona sigue muy al margen de las iniciativas LGTBI.
Y sorprende cuando estamos tan acostumbrados a ver cómo las dinastías europeas se han sumado sin complejos a la causa. En el Reino Unido, el gran abanderado LGTBI de los Windsor es el príncipe Guillermo -como otrora lo fuera su madre, Lady Di-. Participa con asiduidad en eventos de la comunidad homosexual, ha concedido entrevistas a medios especializados y ha protagonizado emotivos discursos de apoyo a sus reivindicaciones. Otro tanto cabe decir de Victoria, la heredera de Suecia; de Mary, consorte de Federico de Dinamarca; de la reina Máxima de Holanda; o de Mette-Marit de Noruega. En el caso de la princesa heredera danesa, su activismo no ha dejado de crecer con los años, hasta haberse convertido en la auténtica musa de los colectivos LGTBI de su país, que celebraron que la nuera de la reina fuera la encargada de dirigir un mensaje al mundo con motivo de la celebración del WorldPride y EuroGames en Copenhague el año pasado. Tampoco es fácil de olvidar el emotivo discurso del rey Harald de Noruega, el soberano que más abiertamente se ha pronunciado contra la discriminación, cuando reivindicó que su país “son chicas que aman a otras chicas, chicos que aman a otros chicos y chicos y chicas que se aman los unos a los otros”. Recibió un aplauso casi unánime.
Don Felipe y Doña Letizia se estrenaron como Reyes, en junio de 2014, con una recepción en El Pardo a 350 representantes de fundaciones sociales que incluyó por primera vez desde la restauración de la Monarquía en 1975 a miembros de colectivos LGTBI. Y lo mismo sucedería en años posteriores en el encuentro que cada verano mantienen con la sociedad civil en Mallorca. En 2017, los Reyes también firmaron una carta en la que deseaban éxito para la celebración del WorldPride de Madrid, que reunió a dos millones de personas.
Pero, más allá, ni siquiera la Reina ha dado pasos más decididos al estilo del resto de consortes europeas. Volviendo a la Cumbre de la OTAN, en el banquete oficial que los Monarcas ofrecieron a las delegaciones en el Palacio Real, al homófofo primer ministro húngaro, Viktor Orbán, le sentaron junto al marido del primer ministro luxemburgués, Gauthier Destenay. Casualidad o no, jugarreta del protocolo..., la foto triunfó en redes. Y anticipó el aplauso que recibiría nuestra Familia Real si se mostrara más orgullosa del Orgullo.
09/07/2022
LA CAUSA LGTBI, ASIGNATURA PENDIENTE DE LA MONARQUÍA ESPAÑOLA
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El Día del Orgullo LGTBI se conmemora cada 28 de junio. Esa jornada la Reina Letizia tuvo un segundo encuentro con la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, a la que la Consorte ya había recibido la víspera en su despacho del Palacio de La Zarzuela. La esposa del presidente norteamericano se encontraba en Madrid con motivo de la Cumbre de la OTAN. La sintonía entre ambas fue enorme. Y no habría desentonado un guiño al Orgullo.
Desde luego Jill Biden no habría tenido problema. Antes al contrario. Porque el matrimonio que hoy ocupa la Casa Blanca se ha demostrado ya como el más LGTBIfriendly de todos los tiempos. Poco antes de viajar a Europa, Joe Biden firmó varios decretos para tratar de proteger a nivel federal algunas de las conquistas legales de estos colectivos que hoy están en entredicho en algunos Estados. Y el matrimonio presidencial organizó una gran celebración en Washington con un lema que no dejaba lugar a dudas: “El Orgullo está de vuelta en la Casa Blanca”. Seguían así en la línea iniciada el año pasado, cuando Joe y Jill Biden grabaron un emotivo vídeo dirigido a la comunidad LGTBI en la que el presidente declaraba “lo orgullosos que estamos de apoyaros, este mes y cualquier otro mes”.
Aquí en España, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no desaprovechó tampoco el 28 de junio para mostrar su apoyo a la causa homosexual, con un tuit en el que podía leerse: “Reivindiquemos con orgullo la diversidad y el respeto. Reivindiquemos cada día el derecho a ser en libertad”.
En un país pionero como España en políticas que han supuesto avances tan espectaculares para la igualdad, como la ley del matrimonio homosexual, la Corona sigue muy al margen de las iniciativas LGTBI.
Y sorprende cuando estamos tan acostumbrados a ver cómo las dinastías europeas se han sumado sin complejos a la causa. En el Reino Unido, el gran abanderado LGTBI de los Windsor es el príncipe Guillermo -como otrora lo fuera su madre, Lady Di-. Participa con asiduidad en eventos de la comunidad homosexual, ha concedido entrevistas a medios especializados y ha protagonizado emotivos discursos de apoyo a sus reivindicaciones. Otro tanto cabe decir de Victoria, la heredera de Suecia; de Mary, consorte de Federico de Dinamarca; de la reina Máxima de Holanda; o de Mette-Marit de Noruega. En el caso de la princesa heredera danesa, su activismo no ha dejado de crecer con los años, hasta haberse convertido en la auténtica musa de los colectivos LGTBI de su país, que celebraron que la nuera de la reina fuera la encargada de dirigir un mensaje al mundo con motivo de la celebración del WorldPride y EuroGames en Copenhague el año pasado. Tampoco es fácil de olvidar el emotivo discurso del rey Harald de Noruega, el soberano que más abiertamente se ha pronunciado contra la discriminación, cuando reivindicó que su país “son chicas que aman a otras chicas, chicos que aman a otros chicos y chicos y chicas que se aman los unos a los otros”. Recibió un aplauso casi unánime.
Don Felipe y Doña Letizia se estrenaron como Reyes, en junio de 2014, con una recepción en El Pardo a 350 representantes de fundaciones sociales que incluyó por primera vez desde la restauración de la Monarquía en 1975 a miembros de colectivos LGTBI. Y lo mismo sucedería en años posteriores en el encuentro que cada verano mantienen con la sociedad civil en Mallorca. En 2017, los Reyes también firmaron una carta en la que deseaban éxito para la celebración del WorldPride de Madrid, que reunió a dos millones de personas.
Pero, más allá, ni siquiera la Reina ha dado pasos más decididos al estilo del resto de consortes europeas. Volviendo a la Cumbre de la OTAN, en el banquete oficial que los Monarcas ofrecieron a las delegaciones en el Palacio Real, al homófofo primer ministro húngaro, Viktor Orbán, le sentaron junto al marido del primer ministro luxemburgués, Gauthier Destenay. Casualidad o no, jugarreta del protocolo..., la foto triunfó en redes. Y anticipó el aplauso que recibiría nuestra Familia Real si se mostrara más orgullosa del Orgullo.
