Historias de Sekso Cítrico

EL POLVO MÁS TRASCENDENTAL, SIN YO SABERLO EN SU DÍA
COMO CONOCÍ A NARANJO

Me da hasta cosa, pobrecito mío, si se entera de que cuento nuestras intimidades así. Él es muy clásico en las formas, muy niño bien, este tipo de cosas no le gustarían nada.... Lo conocí en la Escuela hace muchos años, en una Galaxia muy lejana.
Estabamos en el aula de estudio trabajando en grupos, yo con el mío. Era mi segundo año de carrera, por el mes de Noviembre o así, no recuerdo el día. Oí una voz preciosa de hombre a mi espalda, no de crío, supermodulada y grave. Sentí que se me caían las bragas. Me giré y le vi, se me quedó mirando serio, sin decir nada. No fue un flechazo pero si que me pareció muy mono. Naranjo es, objetivamente, un hombre muy guapo. Fui hacía él y le hablé, le dije que tenía una voz y un acento (ñoñostiarra) preciosos.
Dos horas más tarde lo tenía en el catre.

Estábamos currando una entrega. Les dije a mis compañeros que mi parte estaba hecha, que me tenía que ir y nos veíamos al día siguiente. Al salir de la sala me volví a acercar a él y le pregunté si me dejaba invitarle a un café. Supongo que a él jamás le había entrado así una chica. Estaba entre sorprendido, halagado y mosca. En principio no creas que parecía muy entusiasmado. Pero supongo que por curiosidad, dijo que si.
Durante el tiempo que charlamos en la cafetería él se fue relajando y dejando el gesto serio. Yo cada vez estaba más cachonda con su voz, con sus manos grandes y elegantes, con sus ojos de mirada profunda y con su boca de labios finos y mordisqueables. Se notaba a la legua que hacía mucho deporte. Con tres pinceladas de la conversación se notaba también que era muy culto y con un recorrido vital e intelectual muy rico.
No recuerdo ni de que hablamos, en un momento dado yo sólo pensaba en estar desnuda abrazada a él y especulaba con el calibre que le tendría su herramienta. A las nueve de la noche cerraban la cafetería de la Escuela, nosotros seguíamos allí, Dios, lo recuerdo, sentados en aquella enormidad de sitio con sus luces horrendas de halógenos. Nos dijeron que cerraban. Vi que a él le daba pena tener que irse. A mí también. Así que le dije, no lo pensé, me salió de sopetón: nos cierran aquí, qué pena, quieres venir a dormir conmigo, por favor? (educación siempre). Él se quedó serio otra vez y callado. Me miró y me dijo que era la chica más rara que había conocido en su vida. Que si hablaba en serio. Le contesté que por supuesto que hablaba en serio. Asintió, se levantó y cogió mi abrigo y me ayudó a ponérmelo (aquí yo ya tenía las bragas en el suelo). No volvimos a hablar hasta estar en el Colegio Mayor. Creo que él tenía miedo de decir algo y que yo me echase atrás. Pero recuerdo que en algún momento me cogió de la mano.
Fue un polvo normal, mejor que la media eso sí, pero normal. Una miseria en comparación con nuestro rendimiento posterior. Fue educadísimo, muy considerado y... No se decirlo, como cauteloso. Al terminar, yo pensaba para mi en como conseguir que aparcara un poco tantos buenos modales en la cama y que pasase a una versión un poco más hardcore a la que yo en aquellos días era tan afecta. Él se dedicaba a mirarme y acariciarme sin decir nada. Me besaba la pierna bajando hacia el pie y cuando llegó al tobillo hizo una de las cosas más raras y absurdas que me han pasado con un hombre. Se quedó mirando mis pies como si hubiera encontrado un tesoro. Me dijo que nunca había visto unos pies tan pequeños y tan bonitos y que los dedos de mis pies tan redonditos eran como uvitas. No veas la ilusión que le hizo al muchacho y lo emocionado que estaba. Me besaba los dedos de los pies con una especie de devoción reverencial que me dejó desarmada. A mis te.tas y mi culo o a mi pelo los tíos les habían cantado alabanzas, pero a mis pies??? Ahí me di cuenta de que el barniz de educación cara y completa escondía a un interesantísimo friki de marca mayor. Pensé que era incluso una pena que estuviera tan bueno, porque esa fachada estorbaba para descubrir a una persona para nada convencional y muy brillante.
Al día siguiente ninguno de los dos fuimos a clase. Por motivos obvios.

A lo largo de los años nos acercábamos y separábamos dependiendo de las circunstancias y de los vaivenes de nuestras vidas. Pero siempre fue una constante, una invariante en mis relaciones. Podían pasar meses sin vernos o saber el uno del otro, pero siempre volvíamos a reencontrarnos y él me besaba los pies como aquella primera vez. Me hizo prometerle un día que no le dejaría a nadie más jugar con mis deditos de los pies. Mi pobre...

Con los años, ahora me doy cuenta, para mí era una seguridad tremenda saber que él estaba ahí. Con él siempre podía contar. No me juzgaba, no me decía lo que tenía que hacer, no le suponía el menor problema que a los 28 yo ganase el doble de dinero que él. Nunca se asustó de mi ambición profesional ni de mi capacidad. Era la única persona a quien le dejaba ver atisbos de la niña que, asustada, aún se escondía frente al mundo. Él, creo, me caló muy pronto. Sin decir nada.

Una mañana, ya treintañera, desperté sola tras f.ollar juntos. Se fue sin que me diera cuenta. Normalmente eso era lo ideal. Me gustaba amanecer sola, es más no me gustaba que se quedasen a dormir. Pero esa mañana... Me sentí tan triste de no tenerle allí. Tan triste y tan sola. Con una sensación de ausencia que me mataba. Incomprensiblemente rompí a llorar y me pasé todo el día agilipollada en el curro. Hasta mi ayudante me preguntó si estaba mala. El sábado puse una colada y entre la ropa de cama se había colado una camiseta de él. Fue instintivo, hundí la nariz en ella y la abracé. Y sentí otra vez aquella cosa fría por dentro, aquel dolor raro, aquel hambre de verle y de tocarle. Y lo supe. Supe que vete tú a saber desde cuando estaba encadenada a él.
Y hasta hoy.
Se me ha metido una lágrima en el ojo :cry:
 
EL POLVO MÁS TRASCENDENTAL, SIN YO SABERLO EN SU DÍA
COMO CONOCÍ A NARANJO

Me da hasta cosa, pobrecito mío, si se entera de que cuento nuestras intimidades así. Él es muy clásico en las formas, muy niño bien, este tipo de cosas no le gustarían nada.... Lo conocí en la Escuela hace muchos años, en una Galaxia muy lejana.
Estabamos en el aula de estudio trabajando en grupos, yo con el mío. Era mi segundo año de carrera, por el mes de Noviembre o así, no recuerdo el día. Oí una voz preciosa de hombre a mi espalda, no de crío, supermodulada y grave. Sentí que se me caían las bragas. Me giré y le vi, se me quedó mirando serio, sin decir nada. No fue un flechazo pero si que me pareció muy mono. Naranjo es, objetivamente, un hombre muy guapo. Fui hacía él y le hablé, le dije que tenía una voz y un acento (ñoñostiarra) preciosos.
Dos horas más tarde lo tenía en el catre.

Estábamos currando una entrega. Les dije a mis compañeros que mi parte estaba hecha, que me tenía que ir y nos veíamos al día siguiente. Al salir de la sala me volví a acercar a él y le pregunté si me dejaba invitarle a un café. Supongo que a él jamás le había entrado así una chica. Estaba entre sorprendido, halagado y mosca. En principio no creas que parecía muy entusiasmado. Pero supongo que por curiosidad, dijo que si.
Durante el tiempo que charlamos en la cafetería él se fue relajando y dejando el gesto serio. Yo cada vez estaba más cachonda con su voz, con sus manos grandes y elegantes, con sus ojos de mirada profunda y con su boca de labios finos y mordisqueables. Se notaba a la legua que hacía mucho deporte. Con tres pinceladas de la conversación se notaba también que era muy culto y con un recorrido vital e intelectual muy rico.
No recuerdo ni de que hablamos, en un momento dado yo sólo pensaba en estar desnuda abrazada a él y especulaba con el calibre que le tendría su herramienta. A las nueve de la noche cerraban la cafetería de la Escuela, nosotros seguíamos allí, Dios, lo recuerdo, sentados en aquella enormidad de sitio con sus luces horrendas de halógenos. Nos dijeron que cerraban. Vi que a él le daba pena tener que irse. A mí también. Así que le dije, no lo pensé, me salió de sopetón: nos cierran aquí, qué pena, quieres venir a dormir conmigo, por favor? (educación siempre). Él se quedó serio otra vez y callado. Me miró y me dijo que era la chica más rara que había conocido en su vida. Que si hablaba en serio. Le contesté que por supuesto que hablaba en serio. Asintió, se levantó y cogió mi abrigo y me ayudó a ponérmelo (aquí yo ya tenía las bragas en el suelo). No volvimos a hablar hasta estar en el Colegio Mayor. Creo que él tenía miedo de decir algo y que yo me echase atrás. Pero recuerdo que en algún momento me cogió de la mano.
Fue un polvo normal, mejor que la media eso sí, pero normal. Una miseria en comparación con nuestro rendimiento posterior. Fue educadísimo, muy considerado y... No se decirlo, como cauteloso. Al terminar, yo pensaba para mi en como conseguir que aparcara un poco tantos buenos modales en la cama y que pasase a una versión un poco más hardcore a la que yo en aquellos días era tan afecta. Él se dedicaba a mirarme y acariciarme sin decir nada. Me besaba la pierna bajando hacia el pie y cuando llegó al tobillo hizo una de las cosas más raras y absurdas que me han pasado con un hombre. Se quedó mirando mis pies como si hubiera encontrado un tesoro. Me dijo que nunca había visto unos pies tan pequeños y tan bonitos y que los dedos de mis pies tan redonditos eran como uvitas. No veas la ilusión que le hizo al muchacho y lo emocionado que estaba. Me besaba los dedos de los pies con una especie de devoción reverencial que me dejó desarmada. A mis te.tas y mi culo o a mi pelo los tíos les habían cantado alabanzas, pero a mis pies??? Ahí me di cuenta de que el barniz de educación cara y completa escondía a un interesantísimo friki de marca mayor. Pensé que era incluso una pena que estuviera tan bueno, porque esa fachada estorbaba para descubrir a una persona para nada convencional y muy brillante.
Al día siguiente ninguno de los dos fuimos a clase. Por motivos obvios.

A lo largo de los años nos acercábamos y separábamos dependiendo de las circunstancias y de los vaivenes de nuestras vidas. Pero siempre fue una constante, una invariante en mis relaciones. Podían pasar meses sin vernos o saber el uno del otro, pero siempre volvíamos a reencontrarnos y él me besaba los pies como aquella primera vez. Me hizo prometerle un día que no le dejaría a nadie más jugar con mis deditos de los pies. Mi pobre...

Con los años, ahora me doy cuenta, para mí era una seguridad tremenda saber que él estaba ahí. Con él siempre podía contar. No me juzgaba, no me decía lo que tenía que hacer, no le suponía el menor problema que a los 28 yo ganase el doble de dinero que él. Nunca se asustó de mi ambición profesional ni de mi capacidad. Era la única persona a quien le dejaba ver atisbos de la niña que, asustada, aún se escondía frente al mundo. Él, creo, me caló muy pronto. Sin decir nada.

Una mañana, ya treintañera, desperté sola tras f.ollar juntos. Se fue sin que me diera cuenta. Normalmente eso era lo ideal. Me gustaba amanecer sola, es más no me gustaba que se quedasen a dormir. Pero esa mañana... Me sentí tan triste de no tenerle allí. Tan triste y tan sola. Con una sensación de ausencia que me mataba. Incomprensiblemente rompí a llorar y me pasé todo el día agilipollada en el curro. Hasta mi ayudante me preguntó si estaba mala. El sábado puse una colada y entre la ropa de cama se había colado una camiseta de él. Fue instintivo, hundí la nariz en ella y la abracé. Y sentí otra vez aquella cosa fría por dentro, aquel dolor raro, aquel hambre de verle y de tocarle. Y lo supe. Supe que vete tú a saber desde cuando estaba encadenada a él.
Y hasta hoy.
Qué bonito Naranja, me has alegrado el domingo. Esta historia es amor puro y lo demás son historias ?
 
Yo soy medio hija de famosos también ?. Mi padre es el doble perfecto de ente onvre, al punto de haberlo co fundido con él toda la vida

1612695806829.png

sólo nos falta esa maravillosa e inimitable voz. Y el punto de caballerosidad que estoy segura que tenia.
Con mi madre, por suerte para la humaw, rompieron el molde
 
@Naranja, que suerte dar con Naranjo. Hoy día es difícil encontrar un buen jombre que nos quiera y encima sea piratón y buen mozo. Algunas lo tenemos difícil, porca miseria, no quedan ni migajas, los hombres están amariconados, flojos o se han hecho ciclistas domingueros, el panorama es desolador. Yo ya planeo qué hábito ponerme, si el de Carmelita o el de Agustina, si al menos hubieran procesiones, pero están canceladas. Pal convento de cabeza.
 
Yo soy medio hija de famosos también ?. Mi padre es el doble perfecto de ente onvre, al punto de haberlo co fundido con él toda la vida

Ver el archivo adjunto 1807162

sólo nos falta esa maravillosa e inimitable voz. Y el punto de caballerosidad que estoy segura que tenia.
Con mi madre, por suerte para la humaw, rompieron el molde


Yo todavía recuerdo aquel hilo forocochero en el cual hablaban del rumor de Constantino siendo del equipo de Marlaska. Casi me da un patatús, que fue el día en el que se supo que el tipo ese que hacía la serie esa de Cómo conocí a vuestra madre era también gayer. El hilo casi implosionó, dos noticias sacando a dos famoso de primer nivel (Constantino mucho más legendario y popular) del armario, eso sí, del gran Constantino luego se dijo que era mentira y estaba felizmente casado desde hacía años. Del otro no, el otro es mar*ca confirmado y su serie era una mierda.
 
Yo todavía recuerdo aquel hilo forocochero en el cual hablaban del rumor de Constantino siendo del equipo de Marlaska. Casi me da un patatús, que fue el día en el que se supo que el tipo ese que hacía la serie esa de Cómo conocí a vuestra madre era también gayer. El hilo casi implosionó, dos noticias sacando a dos famoso de primer nivel (Constantino mucho más legendario y popular) del armario, eso sí, del gran Constantino luego se dijo que era mentira y estaba felizmente casado desde hacía años. Del otro no, el otro es mar*ca confirmado y su serie era una mierda.
Constantino (pobriño, cómo sentí su muerte, por algo tan horrible como la ELA, además) era tan top que como si le iban venusianas. Madre mía qué VOZ. Clint y Darth Vader, señoras. Arf
 
@Naranja, que suerte dar con Naranjo. Hoy día es difícil encontrar un buen jombre que nos quiera y encima sea piratón y buen mozo. Algunas lo tenemos difícil, porca miseria, no quedan ni migajas, los hombres están amariconados, flojos o se han hecho ciclistas domingueros, el panorama es desolador. Yo ya planeo qué hábito ponerme, si el de Carmelita o el de Agustina, si al menos hubieran procesiones, pero están canceladas. Pal convento de cabeza.
Me ha encantado lo de ciclistas domingueros, me parto al mismo tiempo que te doy toda la razón.
 
Me ha encantado lo de ciclistas domingueros, me parto al mismo tiempo que te doy toda la razón.


De verdad, yo me imagino encontrar al amor de mi vida y que luego sea un ciclista dominguero...y es que de verdad qué puto bajón, niñas.

Qué risas cuando se decretó el estado de alarma y los había que pasaban y se iban con las bicis y les multaban y se hizo recopilación de casos en toda España en Twitter, ForoCoches y hasta en este foro trajimos esas imágenes. Ciclistas multados por tontolabas, era como estar en el paraíso.
 
Constantino (pobriño, cómo sentí su muerte, por algo tan horrible como la ELA, además) era tan top que como si le iban venusianas. Madre mía qué VOZ. Clint y Darth Vader, señoras. Arf


Qué voz, que voz. Como anécdota, era en el colegio compañero de pupitre de Jordi Estadella, presentador y actor de doblaje, que entre otros le puso voz a los anuncios de Huevos Kinder muy míticos.
Los dos acabaron compartiendo profesiones.
 
Gracias maja. Precioso o no, es nuestra historia y así somo. @CarolinaOrz cómo es ka tuya, para que la mía te flipe?
Muy bonita, se nota que os queréis mucho.

Lo que me parece muy difícil en estas relaciones más abiertas y que duran tanto es el que hayáis coincidido en querer lo mismo a la vez, sobre todo después de tantos años, que se junte en las dos partes a la vez el momento de querer una relación más estable o seria o como quieras llamarlo me parece complicado.
 

Temas Similares

9 10 11
Respuestas
125
Visitas
8K
Back