El año pasado, por Semana Santa, leí algunos de los tuits agropecuarios por curiosidad: su cofradía era la que mejor marchaba, la que mejor ritmo llevaba, la que más arte tenía, etc... Algunas personas le respondieron diciendo que iba muy sobrao y que aquello o era una competición sino una tradición religiosa y una costumbre y él respondió que "no quería faltar a nadie" y que él "sentía mucho" la Semana Santa.
Así queda claro que de religiosidad o espiritualidad, cero patatero. Más bien, exhibirse y aparentar; como se dice ahora: postureo. La tradición para este personaje consiste en que su abuelo materno y su padre pertenecieron a esa hermandad, así que él, perpetuador de estirpe (como él se ve) no puede ser menos. Si llega a ser nombrado Hermano Mayor lo considerará uno de los mayores logros de su vida. Y si no lo consigue, le van a entrar los siete males. La "campaña electoral" debe de ser tremena y se puede liar parda.
Es como lo del nombre taurino: Él también es Paquirri, como su padre y no Paquirrin, como su hermano. Se considera cabeza de estirpe y algo así como un patriarca. Muy atávico y muy rancio todo.
A mí la verdad es su Lourdes me da pena. Se le pegaron los delirios de grandeza de el y ahora se está dando de bruces con la realidad. Las criticas y las burlas, bien merecidas, pasan factura. Por mucho que facture con sus photocalls, por muchas cosas que le regalen, no deja de bser una advenediza con muchas ínfulas que creía que llegaría y besaría el santo (me refiero a su "trabajo" como "diseñadora").
Se creía también que estaba viviendo un cuento de hadas y, una vez más, se encuentra con la realidad: un esposo que parece un viejo prematuro, muy carca y machista, cuyos fuertes no son ni la constancia ni la lealtad. Hasta parece que ella ha cedido más en cuanto a rutinas y costumbres. Pues espera a que nazca el bebé, Lourdes, que verás el bajón. Compensa, claro, pero es una aventura muy agobiante, sobre todo al principio. Menos mal que su familia parece muy unida y seguro que no le falta apoyo.
Así queda claro que de religiosidad o espiritualidad, cero patatero. Más bien, exhibirse y aparentar; como se dice ahora: postureo. La tradición para este personaje consiste en que su abuelo materno y su padre pertenecieron a esa hermandad, así que él, perpetuador de estirpe (como él se ve) no puede ser menos. Si llega a ser nombrado Hermano Mayor lo considerará uno de los mayores logros de su vida. Y si no lo consigue, le van a entrar los siete males. La "campaña electoral" debe de ser tremena y se puede liar parda.
Es como lo del nombre taurino: Él también es Paquirri, como su padre y no Paquirrin, como su hermano. Se considera cabeza de estirpe y algo así como un patriarca. Muy atávico y muy rancio todo.
A mí la verdad es su Lourdes me da pena. Se le pegaron los delirios de grandeza de el y ahora se está dando de bruces con la realidad. Las criticas y las burlas, bien merecidas, pasan factura. Por mucho que facture con sus photocalls, por muchas cosas que le regalen, no deja de bser una advenediza con muchas ínfulas que creía que llegaría y besaría el santo (me refiero a su "trabajo" como "diseñadora").
Se creía también que estaba viviendo un cuento de hadas y, una vez más, se encuentra con la realidad: un esposo que parece un viejo prematuro, muy carca y machista, cuyos fuertes no son ni la constancia ni la lealtad. Hasta parece que ella ha cedido más en cuanto a rutinas y costumbres. Pues espera a que nazca el bebé, Lourdes, que verás el bajón. Compensa, claro, pero es una aventura muy agobiante, sobre todo al principio. Menos mal que su familia parece muy unida y seguro que no le falta apoyo.