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http://www.abc.es/estilo/gente/20140720/abci-francisco-rivera-defiende-201407192102.html
El exmatador de toros Francisco Rivera Ordóñez ha decidido hablar tras las críticas que recibió tras su boda el pasado 12 de julio con Lourdes Montes en la Capilla de los Marineros de Sevilla, sede de la hermandad de la Esperanza de Triana. Rivera es un reconocido hermano de esta histórica cofradía y últimamente ha aparecido en las quinielas para formar parte de su junta de gobierno. Por eso asegura que en las críticas que se han producido con motivo de su enlace matrimonial hay «intereses ocultos que en nada favorecen a la hermandad». De hecho, el hijo de Paquirri y de Carmina Ordóñez se ha dirigido a los miembros de la cofradía a través de una carta para darles su opinión sobre los detalles por los que fue criticado en la boda, como la decoración de la capilla con árboles, la restricción de la entrada para que sólo pudieran acceder los invitados, la colocación de focos...
El comienzo de esta misiva ya es una declaración de intenciones: «A todos mis hermanos en Cristo». Para ellos van las explicaciones que tratan de «dar contestación a todas esas opiniones que se han estado vertiendo referentes a mi boda en nuestra Sagrada Capilla de los Marineros». Rivera les aclara que «desde el primer día se han seguido todos los trámites pertinentes establecidos para poder casarme en nuestra capilla, como un hermano más». Ése es su lema, que todo lo ha hecho sin privilegios y siguiendo los cauces que se le imponen a cualquier hermano de la cofradía. Subraya el extorero que, «como un hermano más», reservó en la iglesia el día en que «nosotros queríamos casarnos» y pidió la autorización «para poder cerrar la capilla a nuestro párroco, que me explicó que en la capilla se puede controlar la entrada sólo para los invitados, como fue este el caso, siempre y cuando no se estuviera en cultos o fuera en horario de misa», como un hermano más. Igualmente, pidió el permiso «pertinente para poder ser nosotros los que pusiéramos las flores del altar y poder decorar la capilla a nuestro gusto, como un hermano más». Y posteriormente, según insiste en la carta, «también se pidió autorización para poner unpequeño foco sujeto por un trípode para no utilizar el flash de las cámaras». «Y como un hermano más he pagado la cuota establecida para este tipo de celebración», lamenta.
Sin embargo, a pesar de haber cumplido con todos los requisitos,Rivera Ordóñez denuncia «varios sucesos, acciones y comentarios que no sólo me han sorprendido, sino también entristecido», porque, se pregunta, «¿cuándo alguien de mi familia o yo hemos intentado que no se nos trate como a uno más?». Él entiende que «los arbolitos» de la decoración no hayan gustado, pero «nadie nos puede acusar de haber hecho algo que le faltara el respeto al lugar sagrado en el que estábamos o a nuestras imágenes». En su detallado relato pone varios ejemplos en los que sostiene que la hermandad primero le dio el permiso y luego se lo denegó. Y ahí es donde insinúa las posibles rencillasinternas en la cofradía: «Nadie es más de aquí que yo, y nadie siente más a la Esperanza de Triana y a nuestro Cristo de las Tres Caídas que yo. Igual sí, más no». «Hacer públicos temas que se pueden resolver en la discreción me hace pensar en intereses ocultos que en nada favorecen a la hermandad», remata antes de aclarar que, a pesar de todo, ese fue «uno de los días más importantes de mi vida» por casarse «con la mujer más maravillosa del mundo delante de mi Morena y mi Moreno».
O sea, que si entiendo bien la idea de los arbolitos fue de ellos y no un regalo de la floristería ... como nos dejaron entender ...