Feminismo-Día de la mujer - 8 de marzo.

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Menudo ejemplo de feminista que has puesto...

Simone de Beauvoir, barragana y proxeneta de Sartre

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Simone de Beauvoir es considerada la creadora del movimiento feminista y, por derecho propio, puede tenerse como su santa patrona. Sin embargo, en su vida privada fue de una incoherencia total, sometida a los caprichos y veleidades de Jean Paul Sartre, con el que formó una pareja extraña, fallida y estéril.

En 1949, Simone de Beauvoir publicó el primer manifiesto moderno del feminismo, Le deuxième sexe (El segundo s*x*), cuyas primeras palabras son: “No se hace mujer, se llega a serlo”. Había conocido aJean-Paul Sartre una veintena de años antes, cuando ella era una brillante alumna de filosofía, tres años más joven que Sartre. En el año 1929, en las oposiciones para la docencia, Sartre obtuvo el número uno y ella obtuvo la segunda mejor nota. Él provenía de una familia pudiente y había sido un niño único mimado; mientras ella había tenido una infancia difícil, pues su familia se había arruinado.

Sartre le dijo: “de ahora en adelante vas a estar bajo mi protección”. También le dejó claro, desde el comienzo, cómo iban a ser relaciones. Él quería “viajar, poligamia y transparencia”. Una relación abierta. Le explicó, filosóficamente, que para él existían el “amor necesario” y el “amor contingente”; ella sería “central” pero habría otras “periféricas”, por un tiempo máximo de dos años. Según escribióSartre, “ella aceptó esa libertad y la mantuvo”.

En realidad, Simone de Beauvoir se convirtió en la esclava de Sartredesde el momento en que se conocieron y lo continuó siendo durante la mayor parte de su vida adulta. Ejerció el papel de amante, esposa sustituta, cocinera y apoderada, guardaespaldas y enfermera, sin llegar a tener nunca un estatuto financiero legal.

Sartre afirmaba querer “conquistar a una mujer como se conquista a un animal salvaje” pero “sólo para transformar su estado de naturaleza e igualarla al hombre”; un criterio que, desde luego, hubiera debido espantar a una feminista.

Antes de la guerra, cuando vivían juntos, Sartre le entregaba un anillo de casada. Durante la guerra, desempeñó un papel próximo al de esposa de Sartre: cocinó, cosió, limpió para él, controló sus finanzas. Tras la guerra, en la que Sartre no fue ni un resistente ni un colaboracionista, le llegó el éxito con su vaga y confusa filosofía del existencialismo, un individualismo activista, que era, en buena medida, una traducción adaptada de Heidegger. Y con el éxito, Sartre tuvo suficientes mujeres a su alcance y cesó la relación sexual con la “central”.

Como escribió John Weightman, “ella aceptó el papel de seudoesposa veterana y sexualmente retirada ante el panorama de un serrallo fluctuante”.

Sartre se hizo peligrosamente conocido como profesor por su tendencia a seducir a sus propias alumnas. Como escribió Robert Francis, uno de sus críticos, “Todos conocemos a Monsieur Sartre. Es un extraño profesor de filosofía especializado en el estudio de la ropa interior de sus alumnas”. Preocupada por no perder esa supuesta centralidad, y seguramente enamorada del feo Sartre, Simone de Beauvoir adoptó la posición del proxeneta, consiguiéndole alumnas de su Lyceo. Beauvoir, bisexual, mantuvo un romance con una alumna y fue acusada por la familia de la chica de secuestro. Consiguió parar esa acusación penal, pero perdió la licencia para enseñar en Francia.

La relación abierta se convirtió en un motivo de celos y sufrimiento para Beauvoir, que nunca terminó de aceptar a las amantes de Sartre. A una de ellas, la introdujo en una de sus novelas, L´Invitée, y la mató literariamente. Beauvoir sentía aversión por estas jóvenes mujeres –a medida que envejecía, Sartre las buscaba más jóvenes- porque consideraba que llevaban a Sartre a una vida de excesos sexuales, etílicos y de drogas.

A finales de los años cincuenta, Sartre tuvo cuatro amantes al mismo tiempo, Michelle, Arlette, Evelyne y Wanda. Las vacaciones se repartían: tres semanas con Arlette en la casa que ambos poseían en el sur de Francia; dos semanas con Wanda, normalmente en Italia; varias semanas en una isla griega con Hélène; y un mes con De Beauvoir, habitualmente en Roma. En París solía trasladarse entre los diferentes apartamentos que poseían sus mujeres.

Sartre y Beauvoir siguieron siendo una pareja pública y compartiendo las sucesivas líneas políticas: el comunismo, el maoísmo; pero había, en el terreno personal, mucho de hipocresía y de apariencia.

Sartre murió, tras una progresiva decadencia, el 15 de abril de 1980. Y ahí se desveló la última y gran traición: Arlette había sido adoptada legalmente en 1965 por Sartre, de modo que heredó todo, incluida la propiedad de su herencia literaria, y controló la publicación póstuma de sus escritos. He aquí que la central había sido eclipsada por completo por una de las periféricas.

Simone de Beauvoir le sobrevivió a Sartre cinco años. En su pequeño libro La ceremonia del adiós describió con brutalidad los últimos años de Sartre: su incontinencia, sus borracheras, la pérdida de la cordura. Un ajuste de cuentas postrero alimentado de una carga insondable de despecho.


http://ramblalibre.com/2016/12/11/simone-de-beauvoir-barragana-y-proxeneta-de-sartre/
 
En el 31 en España,ya había feministas.Clara Campoamor lucho por dar el voto a las mujeres.Victoria Kent no estaba de acuerdo de otorgar el voto a la mujer, por que no estaba preparada para pensar por si misma,había antes que informar y culturizar en lo que significaba dar un voto a un grupo político.Kent decía, que la mujer española estaba influenciada en su mayoría, por el clero, el marido o padre.Tal como predijo Kent ese año cuando la mujer votó ganó la CEDA,pero había en ese tiempo muchos proyectos para la mujer y su libertad,como el divorcio y el derecho a abortar.

¡Efectivamente! No querían darles el voto a las mujeres porque pensaban que no iban a favorecer sus intereses políticos.
 
Mujeres musulmanas con velo islámico llaman “machista” a la sociedad española y se olvidan del maltrato del islam a la mujer
Así criticaron a la sociedad española.

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La huelga feminista de este 8 de marzo no está dejando imágenes que, debemos reconocerlo, nos han provocado alguna carcajada.

Una de esas imágenes la pudimos ver en La Sexta, cuando el programa ‘Al Rojo Vivo’,entrevistó a un grupo de mujeres musulmanas que estaban participando en la huelga de hoy jueves.

Sin quitarse el velo islámico, dijeron: “Estamos aquí para pelear por los derechos de las mujeres. Merecemos libertad y no vivir en una sociedad machista”.

“Los derechos no entienden de religiones. No vamos aceptar ser inferiores a los hombres”, continuó diciendo.

Por si alguien tiene la más mínima duda, confirmamos que el periodista en ningún momento le preguntó por las escasas libertades que tiene la mujer en los países islamistas, quedando patente la demagogia que están ofreciendo hoy diferentes medios nacionales.

Hay que recordar que la religión islámica es considerada la religión que más coarta la libertad y los derechos de las mujeres, puesto que la mayoría de los hombres musulmanes, consideran a la mujer un ser inferior, cuyo único fin es tener hijos y cuidar de la casa y la familia.

En países como Arabia Saudí o Irán, quitarse el velo islámico es considerado un delito grave, por el que una mujer puede pasar hasta 10 años en la cárcel. Pero claro, según ellas la sociedad machista es la española.

https://casoaislado.com/mujeres-mus...a-se-olvidan-del-maltrato-del-islam-la-mujer/
 
Las 22 madres y tres madrastras que asesinaron a sus hijos en España

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Raquel, Ikram, Katharina y Rina. CRÓNICA/NURIA SOLER (EL PERIÓDICO DE ARAGÓN) / QUIM PUIG

En los últimos cinco años han matado a 28 niños. El último, Gabriel

Así es Ana Julia Quezada, la detenida por la muerte de Gabriel Cruz

«La gente quizá vea ahora el caso de Gabriel como una anomalía, pero no lo es». Habla Andrés Conde, director de la ONG Save The Children. «No es un suceso. Es un problema invisibilizado y sistémico», continúa. «Todas las semanas hay casos de violencia extrema contra los niños. Su muerte es, desgraciadamente, una oportunidad: debemos arrojar luz sobre la violencia contra los niños. Por Gabriel, incluso».

El asesinato por estrangulamiento de Gabriel Cruz, confesado esta semana por la pareja de su padre, Ana Julia Quezada, ha puesto el foco en un fenómeno que apenas suele tener recorrido en los medios de comunicación y que ningún organismo oficial contabiliza: el de los niños asesinados por sus madres o madrastras. Pero encontrar una lista fiable de estos casos en España parece misión imposible. «No tenemos esos datos», responden en el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad; «sólo registramos a los menores asesinados por sus padres varones».

A menudo lo único que circula por Internet son números confusos sin fuente conocida y listados elaborados por webs contrarias a la denominada «ideología de género» en los que se mezclan casos de asesinato con otros de homicidio imprudente en los que ellas no tuvieron la intención de matar. De estos niños no se hacen informes ni estadísticas y por ellos no se convocan de forma automática concentraciones de repulsa.

Pero los pequeños existen, o existieron. Sus madres fueron investigadas y en muchos casos condenadas (a 20 años de cárcel como máximo). Ahora, la Fiscalía pide para algunas de ellas la prisión permanente revisable.

Según la recopilación de datos a partir de fuentes periodísticas y judiciales que ha llevado a cabo Crónica, en los últimos cinco años al menos 25 mujeres (22 madres y tres madrastras) han matado a sus hijos e hijastros en España. En tres casos acabaron con la vida de dos niños, de modo que las víctimas se elevan a 28 menores. Han sido asfixiados, arrojados por una ventana, golpeados... incluso acuchillados. A menudo la madre tenía problemas psicológicos; a veces, en un comportamiento generalmente atribuido al hombre, actuaba en venganza contra su pareja. En cinco casos, las mujeres se suicidaron después. En todos, las víctimas fueron niños -desde recién nacidos a chicos y chicas de 12 años- que murieron injustamente y demasiado pronto.

Violencia de género
En el mismo período, 20 padres, parejas o ex parejas de las madres han matado a 24 hijos. Este dato sí es oficial: desde el año 2013 el Gobierno registra año a año los casos de niños asesinados por sus padres varones en el marco de las políticas públicas contra la violencia de género.

Contra la «invisibilidad» de los menores asesinados en España la organización Save The Children ha puesto en marcha una campaña de concienciación llamada Los últimos 100. La ONG hizo un muestreo desde 2010 y documentó un centenar de casos de niños asesinados por sus padres, madres o por otros familiares, además de menores que se han suicidado, en muchos casos debido al acoso escolar.

La organización lleva tres años reclamando una ley de protección del menor que permita actuar sobre todo en el ámbito de la prevención (en casos de malos tratos en casa, bullying en el colegio, abusos sexuales, etc.). La aprobación de esta norma fue parte del acuerdo de investidura entre el PP y Ciudadanos, y todos los grupos del Congreso la apoyan. Sin embargo, Mariano Rajoy no la ha incluido en su calendario legislativo de este año.

«No existe suficiente relevancia pública sobre el problema de la violencia contra niños y niñas», lamenta Andrés Conde. Los asesinados por sus madres son un caso paradigmático. «¿Datos? No los va a encontrar. La violencia contra los niños no tiene registros oficiales, a diferencia de los países de nuestro entorno. Y eso es ya muy significativo: si nadie lo mide, no importa. Sólo se registran los niños víctimas de violencia de género. Ojalá se hiciera con la infancia el esfuerzo tan grande que se ha hecho con la violencia de género».

A continuación, por orden cronológico inverso, los casos de los últimos cinco años. Entre ellos no están los casos de homicidio imprudente. Tampoco aquellos en los que la mujer fue condenada por omisión al no evitar la muerte del pequeño a manos de su pareja. También se han descartado varios casos de bebés recién nacidos arrojados a un contenedor, de los que hay al menos una decena en estos cinco años, por las dudas que presentaban o por falta de información sobre su desarrollo judicial.

Nombre desconocido, 19 años
Alcalá de Henares, 23/2/2018
El caso se ha conocido esta semana. A las siete de la mañana del último viernes de febrero, una chica de 19 años acudió al hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares (Madrid) con síntomas de haber dado a luz unas horas antes. Pero del bebé no había noticia. Hasta que los suegros de la joven se presentaron en el hospital con una bolsa en cuyo interior estaba el cuerpecito de una niña muerta con varias puñaladas. La habían encontrado dentro de un armario de su casa. Ella, de origen magrebí pero nacionalizada española, sufre un trastorno psicológico, según fuentes de la investigación, y no quería tener un niño, por lo que presuntamente mató a la bebé, que nació viva.

Nombre desconocido, 42 años
Palma, 24/11/2017
La escena se la encontraron los bomberos en un tercer piso de la calle Gabriel Maura de Palma, después de que la ex pareja de la mujer viera a través de una rendija en una de las habitaciones los cuerpos inmóviles de la madre, de 42 años, y su hijo, de 13, en medio de un fuerte olor a quemado. Cuando los bomberos lograron derribar la puerta hallaron ambos cadáveres. Según los investigadores, la madre manipuló un brasero de carbón tapándolo con una manta y se encerró con su niño para morir juntos, intoxicados. Fue una muerte dulce por monóxido de carbono. Se le llama su***dio ampliado y suele ir vinculado a la depresión. Lo habitual es que este tipo de casos no tengan recorrido judicial ya que las autoras fallecen junto a sus vástagos.

Raquel, 34 años
Llucmajor, 4/4/2017
En Llucmajor (Baleares), la historia de Raquel M., su marido y la pequeña Alicia, de sólo 18 meses, es difícil de olvidar. Después de una discusión con su marido -él quería separarse y ella, volver a su Canarias natal con la hija de ambos, según contó Diario de Mallorca-, Raquel abandonó la casa familiar, ubicada en una zona rústica. Y no volvió. Así que por la mañana el hombre movilizó a la familia y se puso a buscarlas. En un edificio abandonado cerca de allí descubrió la desgracia. Raquel había ahorcado a su niña con un nudo náutico y se había suicidado después. Julio Ramón, que es como se llama el padre, descolgó a Alicia, la cogió en brazos y campo a través gritó desgarrado: «¡Mi niña, has matado a mi niña!».

Laura, 39 años
Aranjuez, 23/11/2016
A las 12.13 horas del 23 de noviembre, Laura G., de 39 años y con antecedentes psiquiátricos, mandó un WhatsApp a sus familiares y a un grupo de madres del colegio: anunciaba que no tenía ganas de seguir viviendo y que deseaba que su hija de cinco años no sufriera más. Y adjuntó una carta de siete folios escritos a mano explicando sus motivos. «Los servicios sociales me van a tomar por loca y yo no quiero que mi hija sufra», decía. En la calle del Mar de la localidad madrileña de Aranjuez, Laura acabó con su vida, aunque antes se llevó por delante la de su pequeña, a puñaladas.

Nali, 37 años
Las Palmas, 8/5/2016
La Fiscalía pide para Nali, una mujer de nacionalidad china residente en Las Palmas, prisión permanente revisable. Su caso fue especialmente duro. Nali convivía con su marido, también chino, con el hijo de ambos y con su hijastro: un niño de 10 años que su esposo había tenido con otra mujer en China y que se había traído a España. Para el menor su corta vida en Gran Canaria fue un calvario. Quemaduras, golpes sistemáticos y una paliza final, según ella misma confesó. La Fiscalía relata que la madrastra se enfadó con él porque había pegado a su hermano pequeño. Ella le golpeó durante 40 minutos, lo duchó con agua fría y lo mandó a su cuarto. Cuando al cabo de un rato fue a verle, le disgustó la respuesta del chico. Así que cogió un palo de madera de 25 centímetros y punta metálica y le atizó con él hasta matarlo. Luego lo dejó en la cama. El padre también está imputado por malos tratos habituales ya que «no impidió» la violencia que empleaba la madrastra.

Nombre desconocido, 50 años
Sant Boi de Llobregat, 16/4/2016
Un niño llamó al 112 y los Mossos d'Esquadra acudieron a la vivienda en Sant Boi de Llobregat (Barcelona). En la casa estaban la madre y sus cuatro hijos. La más pequeña, una niña de cuatro años, estaba muerta. La mujer, de origen pakistaní, confesó. Ahogó a la pequeña en la bañera. La oficina de prensa del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña no pudo aportar más datos sobre el recorrido del caso.

Alejandra, 39 años
Seseña (Toledo), 7/3/2016
Cuando el padre llegó a las tres de la tarde a su casa en Seseña, se encontró a su mujer, Alejandra, semiinconsciente, y al pequeño Daniel, de poco más de un año, sin vida. El caso está pendiente de juicio. Ella ha declarado que aplastó al niño sin querer y, al verlo, decidió tomarse un bote de pastillas y morir con él. Pero la autopsia indica que Daniel murió por «asfixia mecánica por sofocación» -le taparon la nariz y la boca presuntamente con una almohada- y un informe médico asegura que ella era consciente de lo que hacía, según fuentes de la acusación. Tras casi dos años de prisión provisional, Alejandra ha conseguido salir libre. Pero el futuro se le presenta complicado: su defensa pide que la condenen por homicidio imprudente, pero la Fiscalía solicita prisión permanente para ella y el padre de Daniel, también.

Mireia, 42 años
Gerona, 9/12/2015
Mireia P. parecía tenerlo todo. Era arquitecta técnica en Gerona, hablaba cuatro idiomas, se había casado con un arquitecto estrella. Pero aquel 9 de diciembre saltó desde un decimotercer piso con sus dos niñas: Sira, de 10 meses, y Bruna, de 11 años. Un tercer vástago que no se encontraba en la vivienda se libró de la tragedia.

Marisol, 34 años
Santiago de Compostela, 31/8/2015
La Audiencia Provincial de La Coruña condenó a Marisol Fabiola R. a 25 años de internamiento en un centro penal psiquiátrico por matar a su bebé en la habitación de un hotel de Santiago. Nacida en Chile pero con nacionalidad alemana, Marisol sufría esquizofrenia paranoide y había viajado con su marido a Santiago para participar en un congreso organizado por una secta. Según ella, durante ese viaje descubrió que su hija de seis meses «era el mal». La sentencia dice que Marisol puso a su bebé «sobre la cama y presionó con los dedos su zona cervical, hasta provocarle la asfixia y su muerte».

Zaida, 36 años
La Villa de Don Fadrique, 12/8/2015
Zaida P. degolló a su bebé de tres meses en un cementerio mientras gritaba «Satán, ven a por mí». Ocurrió en La Villa de Don Fadrique, en Toledo. Según la sentencia de la Audiencia Provincial que la condenó a seis años de cárcel, la mujer sufría episodios delirantes «con referencias constantes a Satán, la Biblia y similares», a causa de una depresión posparto agravada. Aquella noche cogió a su bebé, se lo llevó al camposanto de su pueblo y le rajó el cuello en el altar de la capilla.

Mireia, 36 años
Santa Perpetua de Mogoda, 27/5/2015
Los Mossos d'Esquadra arrestaron a esta española de 36 años acusada de haber ahogado en la bañera de su piso a su hijo de dos meses y medio. Ocurrió a las nueve de la mañana. La mujer llenó la bañera de agua, introdujo al bebé y lo ahogó. Después telefoneó a su marido y le contó lo que acababa de hacer. Antes de colgar, le anunció que pretendía suicidarse. Al no existir un registro especial de este tipo de casos, la administración de Justicia en Cataluña no ha podido localizar a petición de Crónica el recorrido judicial de este caso.

Odil, 38 años
Almàssera, 23/5/2015
«Mi idea era llevármelo al cielo conmigo», dijo Odil M. cuando confesó su crimen ante el jurado en la Audiencia de Valencia. Con su marido no se llevaba bien y él quería la custodia del niño. Fue el motivo que la empujó, según su confesión, a matar al pequeño Alejandro, de cinco años. Le dio un fármaco para dormirle y el niño se desvaneció en la cama. Entonces lo asfixió con un almohadón. Cuando el padre llegó al domicilio, se encontró al menor sin pulso y a la mujer con heridas en el abdomen y las muñecas. «Quería que su vida fuera más fácil sin nosotros, quitarnos de en medio», afirmó la homicida. Natural de Nicaragua, el año pasado fue condenada a 18 años de prisión por un delito de asesinato con agravante de parentesco y atenuante por analogía de alteración psíquica.

Anarda, 37 años
Gibraltar, 30/3/2015
Fue descrito como el crimen más terrible de la historia reciente de Gibraltar. Y una sorpresa según avanzaron las investigaciones. Cuando en una vivienda de la ciudad apareció muerta una familia al completo -el marido, la mujer y las dos hijas-, lo primero que se pensó fue que él las había matado y después se había suicidado. Pero no ocurrió así. Según las investigaciones, Anarda de la Caridad P., española nacida en Cuba y aquejada de una fuerte depresión posparto, acuchilló a su compañero y a sus hijas de cuatro años y 45 días, respectivamente, y después se cortó las venas.

Ikram, 27 años
Zaragoza, 21/11/2014
Ikram B. tenía 27 años cuando en 2014 asfixió a Narwa, su bebé de nueve meses, mientras la amamantaba en su vivienda de Zaragoza. Según la sentencia ratificada por el Tribunal Supremo, la joven, de origen marroquí, mató a Narwa, apretándole con fuerza la boca sobre su pecho e impidiéndole respirar. Ella se declaró inocente («Quiero a mis hijas, aguanté nueve meses con desmayos, vómitos y con sangrados, por lo que no puedo hacer eso. Es una barbaridad»), pero los investigadores consideraron que detrás de aquel asesinato estaba un rito bereber y que ella creía que la casa en la que vivía estaba embrujada y sus hijas, amenazadas por espíritus malignos. También se sospechó que antes hubiera hecho lo mismo con sus otras dos hijas pequeñas, de las que sobrevivió una, pero fue absuelta por falta de pruebas. Está condenada a 18 años de cárcel.

Alicia, 41 años
Madrid, 5/9/2014
El pequeño Miguel, de sólo dos años, murió apuñalado y estrangulado a manos de su madre en Madrid. Según la sentencia de la Audiencia Provincial que la condenó a 12 años de internamiento en un centro psiquiátrico, Alicia R., profesora de instituto, licenciada en Música y Química, ató los pies de Miguel con una cuerda, le rodeó la cabeza y el cuello con una cinta de embalar y le asestó 67 puñaladas en el abdomen y en la ingle. Luego le rodeó el cuello con un cordón y con un cable del cargador de un teléfono móvil y apretó. La encontraron inconsciente en la bañera. Alicia había abandonado el tratamiento que seguía cuando quiso quedarse embarazada.

Vanesa, 18 años
Alcoy, 6/8/2014
La joven Vanessa Q., de 18 años, reconoció los hechos en la primera sesión del juicio: en verano de 2014 mató a su bebé recién nacido a cuchilladas en la bañera de su domicilio de Alcoy (Valencia) y después lo arrojó dentro de una bolsa a un contenedor de basura. Vanessa había ocultado su embarazo, pero se había informado en internet sobre el parto y algún conocimiento tenía porque estudiaba primer curso de auxiliar de Enfermería. Su crimen salió a la luz porque, tras deshacerse del niño, la madre empezó a sangrar y acabó yendo al hospital. La Audiencia la condenó a 15 años de prisión.

María Laura, 34 años
Alicante, 4/2/2014
A sus cinco años, la pequeña Yaiza tuvo demasiada mala suerte. Su madre era toxicómana, su padre estaba en la cárcel y quien la cuidaba era la última pareja de él, María Laura A. La madrastra, que trabaja de cocinera en un bar, la pegaba a menudo. Cuando la niña murió por la enésima paliza, María Laura sostuvo que fue un golpe accidental. En 2015 la Audiencia de Alicante la condenó a 14 años y medio de cárcel y a indemnizar con 60.000 euros a la madre de Yaiza. La sentencia consideró probado que la niña murió como consecuencia de «una agresión brutal» y que sufría malos tratos habituales a manos de la madrastra, a veces incluso con perchas.

Katharina, 40 años
Torrevieja, 23/1/2014
El caso de Katharina K. es terrible. Katharina llegó con su hijo de 10 meses a España huyendo de su país, Suiza, tras sacar a su niño del hospital de Zúrich donde estaba ingresado a causa de la hidrocefalia con la que había nacido. Se lo llevó porque Katharina denostaba la medicina convencional y abogaba por la alternativa. La orden internacional de busca y captura contra ella surtió efecto en un centro comercial de Torrevieja (Alicante), donde la Guardia Civil la detuvo. Al bebé lo llevaron al hospital. Pero al día siguiente, en una habitación del centro médico, Katharina, custodiada por dos agentes, pidió permiso para dar un baño al niño. Lo que hizo fue desvestirlo, sacar un cuchillo que llevaba escondido en el bolso y degollar al pequeño. Luego quiso suicidarse. Ella reconoció los hechos y aceptó 11 años de cárcel.

Rosario, 42 años
Teo, 21/9/2013
Su cara inundó los informativos. Era «la mala» del caso Asunta. Según la sentencia firme, tanto Rosario (abogada, 42 años) como Alfonso (periodista, 51), los padres adoptivos de Asunta (12 años), acordaron matar a la niña. Cuando aquel día los tres comieron juntos, Rosario y Alfonso suministraron a la pequeña «una cantidad de medicamento que contenía lorazepam, necesariamente tóxica, para posteriormente, cuando hiciera efecto, asfixiarla». Rosario trasladó a Asunta a una casa ubicada en Teo (La Coruña), donde asfixiaron a su hija y la ataron por los brazos y los tobillos. Fueron condenados a 18 años de prisión.

Icíar, 36 años
Las Rozas, 26/8/2013
«Nene, he matado a nuestro hijo», le dijo Icíar M. a su marido. Icíar tenía 36 años y, según confesó entonces y ratificaría más adelante, asfixió con una almohada a Koldo, su bebé de tan sólo 33 días. Los intentos del hombre por reanimar al niño no sirvieron de nada. Ocurrió en verano de 2013 en Las Rozas (Madrid). Según la sentencia que la condenó, Icíar lo asesinó convencida de «la idea distorsionada» de que al niño le esperaba un «futuro desolador» y que acabando con su vida le ahorraría sufrimientos. Koldo había nacido con malformaciones y ya había tenido que ser operado. «Yo no quería hacerlo, soy lo peor, soy el diablo, he matado a mi hijo», clamó Icíar ante los efectivos del Summa y de la Policía Local. La madre parricida, diagnosticada con depresión posparto, llegó a un acuerdo con la Fiscalía y con la acusación ejercida por el padre del niño, a quien indemnizó con 101.000 euros. Fue condenada a cuatro años y seis meses de prisión e internada en un centro psiquiátrico.

Hortensia, 48 años
Córdoba, 26/4/2013
El suceso, tan dramático, dejó a Córdoba muy tocada. A las 22.20 horas del 26 de abril de 2013. Hortensia R., nacida en la ciudad andaluza, se fue hasta el puente de Miraflores con su hijo, de cuatro años, se subió con él a la barandilla y lo arrojó al río Guadalquivir. Ella también se tiró, pero unos policías municipales la rescataron. Con el niño no se pudo hacer nada; murió ahogado. La Audiencia Provincial tuvo en cuenta que Hortensia había bebido varias cervezas ese día y había tomado pastillas de Bromacepam. La condenó a 15 años de cárcel y a indemnizar con 90.000 euros al padre del niño.

Nombre desconocido, 17 años
Cambil, 10/4/2013
Al pequeño, recién nacido, lo hallaron muerto en un armario en Cambil (Jaén). Su madre, de sólo 17 años, confesó el crimen: lo había envuelto en toallas y metido en el armario de su cuarto. En el cuerpecito del niño había heridas de arma blanca. Las autoridades tuvieron noticia del caso cuando la menor acudió a un hospital aquejada de dolores. Primero negó que hubiera dado a luz; después lo reconoció, pero aseguró que el niño había nacido muerto. Ella aceptó seis años y medio de internamiento en un centro especializado en régimen cerrado y cuatro años más de libertad vigilada.

Rina, 35 años
Barcelona, 7/4/2013
Dos hermanos, Alison (11 años) y Andrés (nueve años) perdieron la vida en abril de 2013 en el barrio del Carmel de Barcelona. Su madre, Rina M., boliviana de 35 años, los ahogó en la bañera de casa. Fue condenada a 20 años de cárcel. Según la sentencia de un juzgado de Barcelona, Rina decidió consciente y voluntariamente asesinar a sus dos pequeños. Primero los drogó y después los sumergió en la bañera hasta que no pudieron respirar más. La mujer reconoció los hechos, que en un principio había negado, y se justificó asegurando que había sido abandonada por su esposo, estaba en paro, carecía de papeles y no quería que los niños «sufrieran más». La sentencia dio por probado que ella padecía una situación como «mínimo» de acoso psicológico por parte del marido, que no le pasaba ninguna pensión por los hijos.

Marián, 40 años
Gijón, 5/3/2013
La Audiencia Provincial de Asturias condenó a 17 años de cárcel a Marián O. por matar a su bebé de sólo dos meses a base de malos tratos constantes. Agresiones durísimas como sacar al niño de la cuna agarrándolo por las orejas y clavarle con fuerza las uñas para que callara. Ocurrió en Gijón, en marzo de 2013. A Marián., de 40 años -que aseguraba tener problemas con el alcohol y sufrir alucinaciones-, le agobiaban los lloros de sus tres hijos. A su marido le decía que las lesiones se las hacían los niños. Ella aceptó la condena. Durante esos 17 años de cárcel Marián no puede ejercer la patria potestad y durante los primeros seis tiene prohibido comunicarse con sus hijos y acercarse a ellos o a cualquier lugar que puedan frecuentar.

http://www.elmundo.es/cronica/2018/03/18/5aad7a67e2704e7f7d8b45b7.html
 
Mujeres iraníes dan una lección a las musulmanas que llamaron machista a la sociedad española: “El velo islámico sí coarta nuestra libertad”

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Durante la pasada huelga feminista que tuvo lugar en todas las ciudades de España, se vio una de las escenas más surrealistas de la jornada.

En diferentes ciudades, mujeres musulmanas, con el velo islámico, no dudaron en criticar a la sociedad española, llamándola “machista” y defendiendo que “el velo islámico no es una carga impuesta a las mujeres musulmanas”.


Fue La Sexta el canal que más voz dio a estas mujeres durante la jornada feminista, permitiendo que insultaran a la sociedad española, acusándola de “patriarcal”.

Mariam Barouni, presidenta del centro islámico de Valencia, no dudó en afirmar en la cadena de Roures: “Estamos todas unidas ante este fenómeno porque la lucha feminista es la lucha por la igualdad de oportunidades y derechos para todas las mujeres seamos de donde seamos”.

Estas declaraciones y las protestas de sus compañeras musulmanas, que también llevaban el velo islámico, no han pasado desapercibidas entre las mujeres que sufren una brutal represión en países musulmanes como Arabia Saudí, Irán, Marruecos y Siria.

En Teherán (Irán), las mujeres salieron a la calle sin velo islámico, arriesgándose a acabar en prisión para protestar por la voluntad del islam de controlar a todas las mujeres musulmanas y coartar su libertad,

Recientemente, varias mujeres han sido condenadas a dos años de cárcel por quitarse el velo en la capital iraní y según la justicia, “incitar a la corrupción moral”.

Es por ello por lo que las palabras de las mujeres musulmanas más afectadas por la represión islámica han querido recordar a las musulmanas que residen en España lo que verdad es una sociedad machista: “Si vivieran en Irán sabrían lo que realmente es el machismo. Es absurdo que llamen machista a una sociedad y defiendan el uso del velo islámico. Es una prenda que sí coarta nuestra libertad”, defiende Farideh Najafi.

“No tiene sentido llamar machista a la gente si defiendes el velo islámico”, insistió.

https://casoaislado.com/mujeres-mus...panola-velo-islamico-coarta-nuestra-libertad/
 
Menudo ejemplo de feminista que has puesto...

Simone de Beauvoir, barragana y proxeneta de Sartre

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Simone de Beauvoir es considerada la creadora del movimiento feminista y, por derecho propio, puede tenerse como su santa patrona. Sin embargo, en su vida privada fue de una incoherencia total, sometida a los caprichos y veleidades de Jean Paul Sartre, con el que formó una pareja extraña, fallida y estéril.

En 1949, Simone de Beauvoir publicó el primer manifiesto moderno del feminismo, Le deuxième sexe (El segundo s*x*), cuyas primeras palabras son: “No se hace mujer, se llega a serlo”. Había conocido aJean-Paul Sartre una veintena de años antes, cuando ella era una brillante alumna de filosofía, tres años más joven que Sartre. En el año 1929, en las oposiciones para la docencia, Sartre obtuvo el número uno y ella obtuvo la segunda mejor nota. Él provenía de una familia pudiente y había sido un niño único mimado; mientras ella había tenido una infancia difícil, pues su familia se había arruinado.

Sartre le dijo: “de ahora en adelante vas a estar bajo mi protección”. También le dejó claro, desde el comienzo, cómo iban a ser relaciones. Él quería “viajar, poligamia y transparencia”. Una relación abierta. Le explicó, filosóficamente, que para él existían el “amor necesario” y el “amor contingente”; ella sería “central” pero habría otras “periféricas”, por un tiempo máximo de dos años. Según escribióSartre, “ella aceptó esa libertad y la mantuvo”.

En realidad, Simone de Beauvoir se convirtió en la esclava de Sartredesde el momento en que se conocieron y lo continuó siendo durante la mayor parte de su vida adulta. Ejerció el papel de amante, esposa sustituta, cocinera y apoderada, guardaespaldas y enfermera, sin llegar a tener nunca un estatuto financiero legal.

Sartre afirmaba querer “conquistar a una mujer como se conquista a un animal salvaje” pero “sólo para transformar su estado de naturaleza e igualarla al hombre”; un criterio que, desde luego, hubiera debido espantar a una feminista.

Antes de la guerra, cuando vivían juntos, Sartre le entregaba un anillo de casada. Durante la guerra, desempeñó un papel próximo al de esposa de Sartre: cocinó, cosió, limpió para él, controló sus finanzas. Tras la guerra, en la que Sartre no fue ni un resistente ni un colaboracionista, le llegó el éxito con su vaga y confusa filosofía del existencialismo, un individualismo activista, que era, en buena medida, una traducción adaptada de Heidegger. Y con el éxito, Sartre tuvo suficientes mujeres a su alcance y cesó la relación sexual con la “central”.

Como escribió John Weightman, “ella aceptó el papel de seudoesposa veterana y sexualmente retirada ante el panorama de un serrallo fluctuante”.

Sartre se hizo peligrosamente conocido como profesor por su tendencia a seducir a sus propias alumnas. Como escribió Robert Francis, uno de sus críticos, “Todos conocemos a Monsieur Sartre. Es un extraño profesor de filosofía especializado en el estudio de la ropa interior de sus alumnas”. Preocupada por no perder esa supuesta centralidad, y seguramente enamorada del feo Sartre, Simone de Beauvoir adoptó la posición del proxeneta, consiguiéndole alumnas de su Lyceo. Beauvoir, bisexual, mantuvo un romance con una alumna y fue acusada por la familia de la chica de secuestro. Consiguió parar esa acusación penal, pero perdió la licencia para enseñar en Francia.

La relación abierta se convirtió en un motivo de celos y sufrimiento para Beauvoir, que nunca terminó de aceptar a las amantes de Sartre. A una de ellas, la introdujo en una de sus novelas, L´Invitée, y la mató literariamente. Beauvoir sentía aversión por estas jóvenes mujeres –a medida que envejecía, Sartre las buscaba más jóvenes- porque consideraba que llevaban a Sartre a una vida de excesos sexuales, etílicos y de drogas.

A finales de los años cincuenta, Sartre tuvo cuatro amantes al mismo tiempo, Michelle, Arlette, Evelyne y Wanda. Las vacaciones se repartían: tres semanas con Arlette en la casa que ambos poseían en el sur de Francia; dos semanas con Wanda, normalmente en Italia; varias semanas en una isla griega con Hélène; y un mes con De Beauvoir, habitualmente en Roma. En París solía trasladarse entre los diferentes apartamentos que poseían sus mujeres.

Sartre y Beauvoir siguieron siendo una pareja pública y compartiendo las sucesivas líneas políticas: el comunismo, el maoísmo; pero había, en el terreno personal, mucho de hipocresía y de apariencia.

Sartre murió, tras una progresiva decadencia, el 15 de abril de 1980. Y ahí se desveló la última y gran traición: Arlette había sido adoptada legalmente en 1965 por Sartre, de modo que heredó todo, incluida la propiedad de su herencia literaria, y controló la publicación póstuma de sus escritos. He aquí que la central había sido eclipsada por completo por una de las periféricas.

Simone de Beauvoir le sobrevivió a Sartre cinco años. En su pequeño libro La ceremonia del adiós describió con brutalidad los últimos años de Sartre: su incontinencia, sus borracheras, la pérdida de la cordura. Un ajuste de cuentas postrero alimentado de una carga insondable de despecho.


http://ramblalibre.com/2016/12/11/simone-de-beauvoir-barragana-y-proxeneta-de-sartre/
Bueno, no estoy de acuerdo con que Simone de Beavoir sea la fundadora del movimiento feminista, realmente, empezó siglos atras, desde la revolución francesa, y de la mano de varias historiadoras y filósofas, hasta el siglo XX, y finales del XIX, que comenzaron las sufragistas y el movimiento obrero; no solo Simone ha contribuido, también hay otras autoras americanas, europeas, etc. Pero sí es verdad que su obra el segundo s*x* está considerado como uno de los primeros estudios serios sobre la condición de la mujer.
Sobre su relación con Sartre, yo creo que no tiene nada que ver con toda su obra. Era su vida privada y ya está.
 
Las 22 madres y tres madrastras que asesinaron a sus hijos en España

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Raquel, Ikram, Katharina y Rina. CRÓNICA/NURIA SOLER (EL PERIÓDICO DE ARAGÓN) / QUIM PUIG

En los últimos cinco años han matado a 28 niños. El último, Gabriel

Así es Ana Julia Quezada, la detenida por la muerte de Gabriel Cruz

«La gente quizá vea ahora el caso de Gabriel como una anomalía, pero no lo es». Habla Andrés Conde, director de la ONG Save The Children. «No es un suceso. Es un problema invisibilizado y sistémico», continúa. «Todas las semanas hay casos de violencia extrema contra los niños. Su muerte es, desgraciadamente, una oportunidad: debemos arrojar luz sobre la violencia contra los niños. Por Gabriel, incluso».

El asesinato por estrangulamiento de Gabriel Cruz, confesado esta semana por la pareja de su padre, Ana Julia Quezada, ha puesto el foco en un fenómeno que apenas suele tener recorrido en los medios de comunicación y que ningún organismo oficial contabiliza: el de los niños asesinados por sus madres o madrastras. Pero encontrar una lista fiable de estos casos en España parece misión imposible. «No tenemos esos datos», responden en el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad; «sólo registramos a los menores asesinados por sus padres varones».

A menudo lo único que circula por Internet son números confusos sin fuente conocida y listados elaborados por webs contrarias a la denominada «ideología de género» en los que se mezclan casos de asesinato con otros de homicidio imprudente en los que ellas no tuvieron la intención de matar. De estos niños no se hacen informes ni estadísticas y por ellos no se convocan de forma automática concentraciones de repulsa.

Pero los pequeños existen, o existieron. Sus madres fueron investigadas y en muchos casos condenadas (a 20 años de cárcel como máximo). Ahora, la Fiscalía pide para algunas de ellas la prisión permanente revisable.

Según la recopilación de datos a partir de fuentes periodísticas y judiciales que ha llevado a cabo Crónica, en los últimos cinco años al menos 25 mujeres (22 madres y tres madrastras) han matado a sus hijos e hijastros en España. En tres casos acabaron con la vida de dos niños, de modo que las víctimas se elevan a 28 menores. Han sido asfixiados, arrojados por una ventana, golpeados... incluso acuchillados. A menudo la madre tenía problemas psicológicos; a veces, en un comportamiento generalmente atribuido al hombre, actuaba en venganza contra su pareja. En cinco casos, las mujeres se suicidaron después. En todos, las víctimas fueron niños -desde recién nacidos a chicos y chicas de 12 años- que murieron injustamente y demasiado pronto.

Violencia de género
En el mismo período, 20 padres, parejas o ex parejas de las madres han matado a 24 hijos. Este dato sí es oficial: desde el año 2013 el Gobierno registra año a año los casos de niños asesinados por sus padres varones en el marco de las políticas públicas contra la violencia de género.

Contra la «invisibilidad» de los menores asesinados en España la organización Save The Children ha puesto en marcha una campaña de concienciación llamada Los últimos 100. La ONG hizo un muestreo desde 2010 y documentó un centenar de casos de niños asesinados por sus padres, madres o por otros familiares, además de menores que se han suicidado, en muchos casos debido al acoso escolar.

La organización lleva tres años reclamando una ley de protección del menor que permita actuar sobre todo en el ámbito de la prevención (en casos de malos tratos en casa, bullying en el colegio, abusos sexuales, etc.). La aprobación de esta norma fue parte del acuerdo de investidura entre el PP y Ciudadanos, y todos los grupos del Congreso la apoyan. Sin embargo, Mariano Rajoy no la ha incluido en su calendario legislativo de este año.

«No existe suficiente relevancia pública sobre el problema de la violencia contra niños y niñas», lamenta Andrés Conde. Los asesinados por sus madres son un caso paradigmático. «¿Datos? No los va a encontrar. La violencia contra los niños no tiene registros oficiales, a diferencia de los países de nuestro entorno. Y eso es ya muy significativo: si nadie lo mide, no importa. Sólo se registran los niños víctimas de violencia de género. Ojalá se hiciera con la infancia el esfuerzo tan grande que se ha hecho con la violencia de género».

A continuación, por orden cronológico inverso, los casos de los últimos cinco años. Entre ellos no están los casos de homicidio imprudente. Tampoco aquellos en los que la mujer fue condenada por omisión al no evitar la muerte del pequeño a manos de su pareja. También se han descartado varios casos de bebés recién nacidos arrojados a un contenedor, de los que hay al menos una decena en estos cinco años, por las dudas que presentaban o por falta de información sobre su desarrollo judicial.

Nombre desconocido, 19 años
Alcalá de Henares, 23/2/2018
El caso se ha conocido esta semana. A las siete de la mañana del último viernes de febrero, una chica de 19 años acudió al hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares (Madrid) con síntomas de haber dado a luz unas horas antes. Pero del bebé no había noticia. Hasta que los suegros de la joven se presentaron en el hospital con una bolsa en cuyo interior estaba el cuerpecito de una niña muerta con varias puñaladas. La habían encontrado dentro de un armario de su casa. Ella, de origen magrebí pero nacionalizada española, sufre un trastorno psicológico, según fuentes de la investigación, y no quería tener un niño, por lo que presuntamente mató a la bebé, que nació viva.

Nombre desconocido, 42 años
Palma, 24/11/2017
La escena se la encontraron los bomberos en un tercer piso de la calle Gabriel Maura de Palma, después de que la ex pareja de la mujer viera a través de una rendija en una de las habitaciones los cuerpos inmóviles de la madre, de 42 años, y su hijo, de 13, en medio de un fuerte olor a quemado. Cuando los bomberos lograron derribar la puerta hallaron ambos cadáveres. Según los investigadores, la madre manipuló un brasero de carbón tapándolo con una manta y se encerró con su niño para morir juntos, intoxicados. Fue una muerte dulce por monóxido de carbono. Se le llama su***dio ampliado y suele ir vinculado a la depresión. Lo habitual es que este tipo de casos no tengan recorrido judicial ya que las autoras fallecen junto a sus vástagos.

Raquel, 34 años
Llucmajor, 4/4/2017
En Llucmajor (Baleares), la historia de Raquel M., su marido y la pequeña Alicia, de sólo 18 meses, es difícil de olvidar. Después de una discusión con su marido -él quería separarse y ella, volver a su Canarias natal con la hija de ambos, según contó Diario de Mallorca-, Raquel abandonó la casa familiar, ubicada en una zona rústica. Y no volvió. Así que por la mañana el hombre movilizó a la familia y se puso a buscarlas. En un edificio abandonado cerca de allí descubrió la desgracia. Raquel había ahorcado a su niña con un nudo náutico y se había suicidado después. Julio Ramón, que es como se llama el padre, descolgó a Alicia, la cogió en brazos y campo a través gritó desgarrado: «¡Mi niña, has matado a mi niña!».

Laura, 39 años
Aranjuez, 23/11/2016
A las 12.13 horas del 23 de noviembre, Laura G., de 39 años y con antecedentes psiquiátricos, mandó un WhatsApp a sus familiares y a un grupo de madres del colegio: anunciaba que no tenía ganas de seguir viviendo y que deseaba que su hija de cinco años no sufriera más. Y adjuntó una carta de siete folios escritos a mano explicando sus motivos. «Los servicios sociales me van a tomar por loca y yo no quiero que mi hija sufra», decía. En la calle del Mar de la localidad madrileña de Aranjuez, Laura acabó con su vida, aunque antes se llevó por delante la de su pequeña, a puñaladas.

Nali, 37 años
Las Palmas, 8/5/2016
La Fiscalía pide para Nali, una mujer de nacionalidad china residente en Las Palmas, prisión permanente revisable. Su caso fue especialmente duro. Nali convivía con su marido, también chino, con el hijo de ambos y con su hijastro: un niño de 10 años que su esposo había tenido con otra mujer en China y que se había traído a España. Para el menor su corta vida en Gran Canaria fue un calvario. Quemaduras, golpes sistemáticos y una paliza final, según ella misma confesó. La Fiscalía relata que la madrastra se enfadó con él porque había pegado a su hermano pequeño. Ella le golpeó durante 40 minutos, lo duchó con agua fría y lo mandó a su cuarto. Cuando al cabo de un rato fue a verle, le disgustó la respuesta del chico. Así que cogió un palo de madera de 25 centímetros y punta metálica y le atizó con él hasta matarlo. Luego lo dejó en la cama. El padre también está imputado por malos tratos habituales ya que «no impidió» la violencia que empleaba la madrastra.

Nombre desconocido, 50 años
Sant Boi de Llobregat, 16/4/2016
Un niño llamó al 112 y los Mossos d'Esquadra acudieron a la vivienda en Sant Boi de Llobregat (Barcelona). En la casa estaban la madre y sus cuatro hijos. La más pequeña, una niña de cuatro años, estaba muerta. La mujer, de origen pakistaní, confesó. Ahogó a la pequeña en la bañera. La oficina de prensa del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña no pudo aportar más datos sobre el recorrido del caso.

Alejandra, 39 años
Seseña (Toledo), 7/3/2016
Cuando el padre llegó a las tres de la tarde a su casa en Seseña, se encontró a su mujer, Alejandra, semiinconsciente, y al pequeño Daniel, de poco más de un año, sin vida. El caso está pendiente de juicio. Ella ha declarado que aplastó al niño sin querer y, al verlo, decidió tomarse un bote de pastillas y morir con él. Pero la autopsia indica que Daniel murió por «asfixia mecánica por sofocación» -le taparon la nariz y la boca presuntamente con una almohada- y un informe médico asegura que ella era consciente de lo que hacía, según fuentes de la acusación. Tras casi dos años de prisión provisional, Alejandra ha conseguido salir libre. Pero el futuro se le presenta complicado: su defensa pide que la condenen por homicidio imprudente, pero la Fiscalía solicita prisión permanente para ella y el padre de Daniel, también.

Mireia, 42 años
Gerona, 9/12/2015
Mireia P. parecía tenerlo todo. Era arquitecta técnica en Gerona, hablaba cuatro idiomas, se había casado con un arquitecto estrella. Pero aquel 9 de diciembre saltó desde un decimotercer piso con sus dos niñas: Sira, de 10 meses, y Bruna, de 11 años. Un tercer vástago que no se encontraba en la vivienda se libró de la tragedia.

Marisol, 34 años
Santiago de Compostela, 31/8/2015
La Audiencia Provincial de La Coruña condenó a Marisol Fabiola R. a 25 años de internamiento en un centro penal psiquiátrico por matar a su bebé en la habitación de un hotel de Santiago. Nacida en Chile pero con nacionalidad alemana, Marisol sufría esquizofrenia paranoide y había viajado con su marido a Santiago para participar en un congreso organizado por una secta. Según ella, durante ese viaje descubrió que su hija de seis meses «era el mal». La sentencia dice que Marisol puso a su bebé «sobre la cama y presionó con los dedos su zona cervical, hasta provocarle la asfixia y su muerte».

Zaida, 36 años
La Villa de Don Fadrique, 12/8/2015
Zaida P. degolló a su bebé de tres meses en un cementerio mientras gritaba «Satán, ven a por mí». Ocurrió en La Villa de Don Fadrique, en Toledo. Según la sentencia de la Audiencia Provincial que la condenó a seis años de cárcel, la mujer sufría episodios delirantes «con referencias constantes a Satán, la Biblia y similares», a causa de una depresión posparto agravada. Aquella noche cogió a su bebé, se lo llevó al camposanto de su pueblo y le rajó el cuello en el altar de la capilla.

Mireia, 36 años
Santa Perpetua de Mogoda, 27/5/2015
Los Mossos d'Esquadra arrestaron a esta española de 36 años acusada de haber ahogado en la bañera de su piso a su hijo de dos meses y medio. Ocurrió a las nueve de la mañana. La mujer llenó la bañera de agua, introdujo al bebé y lo ahogó. Después telefoneó a su marido y le contó lo que acababa de hacer. Antes de colgar, le anunció que pretendía suicidarse. Al no existir un registro especial de este tipo de casos, la administración de Justicia en Cataluña no ha podido localizar a petición de Crónica el recorrido judicial de este caso.

Odil, 38 años
Almàssera, 23/5/2015
«Mi idea era llevármelo al cielo conmigo», dijo Odil M. cuando confesó su crimen ante el jurado en la Audiencia de Valencia. Con su marido no se llevaba bien y él quería la custodia del niño. Fue el motivo que la empujó, según su confesión, a matar al pequeño Alejandro, de cinco años. Le dio un fármaco para dormirle y el niño se desvaneció en la cama. Entonces lo asfixió con un almohadón. Cuando el padre llegó al domicilio, se encontró al menor sin pulso y a la mujer con heridas en el abdomen y las muñecas. «Quería que su vida fuera más fácil sin nosotros, quitarnos de en medio», afirmó la homicida. Natural de Nicaragua, el año pasado fue condenada a 18 años de prisión por un delito de asesinato con agravante de parentesco y atenuante por analogía de alteración psíquica.

Anarda, 37 años
Gibraltar, 30/3/2015
Fue descrito como el crimen más terrible de la historia reciente de Gibraltar. Y una sorpresa según avanzaron las investigaciones. Cuando en una vivienda de la ciudad apareció muerta una familia al completo -el marido, la mujer y las dos hijas-, lo primero que se pensó fue que él las había matado y después se había suicidado. Pero no ocurrió así. Según las investigaciones, Anarda de la Caridad P., española nacida en Cuba y aquejada de una fuerte depresión posparto, acuchilló a su compañero y a sus hijas de cuatro años y 45 días, respectivamente, y después se cortó las venas.

Ikram, 27 años
Zaragoza, 21/11/2014
Ikram B. tenía 27 años cuando en 2014 asfixió a Narwa, su bebé de nueve meses, mientras la amamantaba en su vivienda de Zaragoza. Según la sentencia ratificada por el Tribunal Supremo, la joven, de origen marroquí, mató a Narwa, apretándole con fuerza la boca sobre su pecho e impidiéndole respirar. Ella se declaró inocente («Quiero a mis hijas, aguanté nueve meses con desmayos, vómitos y con sangrados, por lo que no puedo hacer eso. Es una barbaridad»), pero los investigadores consideraron que detrás de aquel asesinato estaba un rito bereber y que ella creía que la casa en la que vivía estaba embrujada y sus hijas, amenazadas por espíritus malignos. También se sospechó que antes hubiera hecho lo mismo con sus otras dos hijas pequeñas, de las que sobrevivió una, pero fue absuelta por falta de pruebas. Está condenada a 18 años de cárcel.

Alicia, 41 años
Madrid, 5/9/2014
El pequeño Miguel, de sólo dos años, murió apuñalado y estrangulado a manos de su madre en Madrid. Según la sentencia de la Audiencia Provincial que la condenó a 12 años de internamiento en un centro psiquiátrico, Alicia R., profesora de instituto, licenciada en Música y Química, ató los pies de Miguel con una cuerda, le rodeó la cabeza y el cuello con una cinta de embalar y le asestó 67 puñaladas en el abdomen y en la ingle. Luego le rodeó el cuello con un cordón y con un cable del cargador de un teléfono móvil y apretó. La encontraron inconsciente en la bañera. Alicia había abandonado el tratamiento que seguía cuando quiso quedarse embarazada.

Vanesa, 18 años
Alcoy, 6/8/2014
La joven Vanessa Q., de 18 años, reconoció los hechos en la primera sesión del juicio: en verano de 2014 mató a su bebé recién nacido a cuchilladas en la bañera de su domicilio de Alcoy (Valencia) y después lo arrojó dentro de una bolsa a un contenedor de basura. Vanessa había ocultado su embarazo, pero se había informado en internet sobre el parto y algún conocimiento tenía porque estudiaba primer curso de auxiliar de Enfermería. Su crimen salió a la luz porque, tras deshacerse del niño, la madre empezó a sangrar y acabó yendo al hospital. La Audiencia la condenó a 15 años de prisión.

María Laura, 34 años
Alicante, 4/2/2014
A sus cinco años, la pequeña Yaiza tuvo demasiada mala suerte. Su madre era toxicómana, su padre estaba en la cárcel y quien la cuidaba era la última pareja de él, María Laura A. La madrastra, que trabaja de cocinera en un bar, la pegaba a menudo. Cuando la niña murió por la enésima paliza, María Laura sostuvo que fue un golpe accidental. En 2015 la Audiencia de Alicante la condenó a 14 años y medio de cárcel y a indemnizar con 60.000 euros a la madre de Yaiza. La sentencia consideró probado que la niña murió como consecuencia de «una agresión brutal» y que sufría malos tratos habituales a manos de la madrastra, a veces incluso con perchas.

Katharina, 40 años
Torrevieja, 23/1/2014
El caso de Katharina K. es terrible. Katharina llegó con su hijo de 10 meses a España huyendo de su país, Suiza, tras sacar a su niño del hospital de Zúrich donde estaba ingresado a causa de la hidrocefalia con la que había nacido. Se lo llevó porque Katharina denostaba la medicina convencional y abogaba por la alternativa. La orden internacional de busca y captura contra ella surtió efecto en un centro comercial de Torrevieja (Alicante), donde la Guardia Civil la detuvo. Al bebé lo llevaron al hospital. Pero al día siguiente, en una habitación del centro médico, Katharina, custodiada por dos agentes, pidió permiso para dar un baño al niño. Lo que hizo fue desvestirlo, sacar un cuchillo que llevaba escondido en el bolso y degollar al pequeño. Luego quiso suicidarse. Ella reconoció los hechos y aceptó 11 años de cárcel.

Rosario, 42 años
Teo, 21/9/2013
Su cara inundó los informativos. Era «la mala» del caso Asunta. Según la sentencia firme, tanto Rosario (abogada, 42 años) como Alfonso (periodista, 51), los padres adoptivos de Asunta (12 años), acordaron matar a la niña. Cuando aquel día los tres comieron juntos, Rosario y Alfonso suministraron a la pequeña «una cantidad de medicamento que contenía lorazepam, necesariamente tóxica, para posteriormente, cuando hiciera efecto, asfixiarla». Rosario trasladó a Asunta a una casa ubicada en Teo (La Coruña), donde asfixiaron a su hija y la ataron por los brazos y los tobillos. Fueron condenados a 18 años de prisión.

Icíar, 36 años
Las Rozas, 26/8/2013
«Nene, he matado a nuestro hijo», le dijo Icíar M. a su marido. Icíar tenía 36 años y, según confesó entonces y ratificaría más adelante, asfixió con una almohada a Koldo, su bebé de tan sólo 33 días. Los intentos del hombre por reanimar al niño no sirvieron de nada. Ocurrió en verano de 2013 en Las Rozas (Madrid). Según la sentencia que la condenó, Icíar lo asesinó convencida de «la idea distorsionada» de que al niño le esperaba un «futuro desolador» y que acabando con su vida le ahorraría sufrimientos. Koldo había nacido con malformaciones y ya había tenido que ser operado. «Yo no quería hacerlo, soy lo peor, soy el diablo, he matado a mi hijo», clamó Icíar ante los efectivos del Summa y de la Policía Local. La madre parricida, diagnosticada con depresión posparto, llegó a un acuerdo con la Fiscalía y con la acusación ejercida por el padre del niño, a quien indemnizó con 101.000 euros. Fue condenada a cuatro años y seis meses de prisión e internada en un centro psiquiátrico.

Hortensia, 48 años
Córdoba, 26/4/2013
El suceso, tan dramático, dejó a Córdoba muy tocada. A las 22.20 horas del 26 de abril de 2013. Hortensia R., nacida en la ciudad andaluza, se fue hasta el puente de Miraflores con su hijo, de cuatro años, se subió con él a la barandilla y lo arrojó al río Guadalquivir. Ella también se tiró, pero unos policías municipales la rescataron. Con el niño no se pudo hacer nada; murió ahogado. La Audiencia Provincial tuvo en cuenta que Hortensia había bebido varias cervezas ese día y había tomado pastillas de Bromacepam. La condenó a 15 años de cárcel y a indemnizar con 90.000 euros al padre del niño.

Nombre desconocido, 17 años
Cambil, 10/4/2013
Al pequeño, recién nacido, lo hallaron muerto en un armario en Cambil (Jaén). Su madre, de sólo 17 años, confesó el crimen: lo había envuelto en toallas y metido en el armario de su cuarto. En el cuerpecito del niño había heridas de arma blanca. Las autoridades tuvieron noticia del caso cuando la menor acudió a un hospital aquejada de dolores. Primero negó que hubiera dado a luz; después lo reconoció, pero aseguró que el niño había nacido muerto. Ella aceptó seis años y medio de internamiento en un centro especializado en régimen cerrado y cuatro años más de libertad vigilada.

Rina, 35 años
Barcelona, 7/4/2013
Dos hermanos, Alison (11 años) y Andrés (nueve años) perdieron la vida en abril de 2013 en el barrio del Carmel de Barcelona. Su madre, Rina M., boliviana de 35 años, los ahogó en la bañera de casa. Fue condenada a 20 años de cárcel. Según la sentencia de un juzgado de Barcelona, Rina decidió consciente y voluntariamente asesinar a sus dos pequeños. Primero los drogó y después los sumergió en la bañera hasta que no pudieron respirar más. La mujer reconoció los hechos, que en un principio había negado, y se justificó asegurando que había sido abandonada por su esposo, estaba en paro, carecía de papeles y no quería que los niños «sufrieran más». La sentencia dio por probado que ella padecía una situación como «mínimo» de acoso psicológico por parte del marido, que no le pasaba ninguna pensión por los hijos.

Marián, 40 años
Gijón, 5/3/2013
La Audiencia Provincial de Asturias condenó a 17 años de cárcel a Marián O. por matar a su bebé de sólo dos meses a base de malos tratos constantes. Agresiones durísimas como sacar al niño de la cuna agarrándolo por las orejas y clavarle con fuerza las uñas para que callara. Ocurrió en Gijón, en marzo de 2013. A Marián., de 40 años -que aseguraba tener problemas con el alcohol y sufrir alucinaciones-, le agobiaban los lloros de sus tres hijos. A su marido le decía que las lesiones se las hacían los niños. Ella aceptó la condena. Durante esos 17 años de cárcel Marián no puede ejercer la patria potestad y durante los primeros seis tiene prohibido comunicarse con sus hijos y acercarse a ellos o a cualquier lugar que puedan frecuentar.

http://www.elmundo.es/cronica/2018/03/18/5aad7a67e2704e7f7d8b45b7.html
Bueno, el que ha puesto ésta crónica para "celebrar " el 8 de marzo, has metido la gamba pero bien; lo mismo de siempre, que si las mujeres tambien matan mucho, bla bla, pues mira chico:

-Esa cronologia es de 5 años, nada que ver con el espantoso índice de mujeres muertas por sus maridos y familiares cada año.
-Habla de homicidios a niños , no a los maridos, como tantos decís.
-De toda la relación de homicidios de los que habla el artículo, en 10 de esos casos, la madre sufría transtornos psiquiátricos, a veces graves; como el caso de Marisol que sufría esquizofrenia paranoide y había viajado con su marido a Santiago para participar en un congreso organizado por una secta y que durante un viaje descubrió que su hija de seis meses «era el mal"; otra con referencias constantes a Satán; otra que decía que la casa donde vivía estaba embrujada ; también incluyen el caso asunta.
 
El feminismo pionero de la vitoriana María de Maeztu
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María de Maeztu, a mediados de los años veinte, en Madrid. / ARCHIVO RESIDENCIA DE ESTUDIANTES
Historias perdidas de Álava
Un artículo escrito en 1913 muestra la rebeldía de la pedagoga vitoriana al ver cómo la prensa ridiculizaba y atacaba a las sufragistas británicas
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FRANCISCO GÓNGORAJueves, 22 marzo 2018, 00:27
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En este libro descubrimos cómo María recordaba su infancia en Vitoria como los mejores años de su vida. Su padre, Manuel de Maeztu, era un rico hacendado cubano de origen alavés que un día decidió volver a su tierra. La niña María describía aquella vida de lujo en la capital alavesa a fines del siglo XIX: «caballos, carruajes, criados, una prodigalidad hospitalaria hacía de su hogar una mezcla de ateneo y restaurante».

María volvió con 14 años a Vitoria para estudiar como alumna libre en la Escuela Normal Superior de Maestros. Pero no vamos a recorrer la intensa vida de María de Maeztu y su labor como una de las primeras formadoras de mujeres en España y directora de la Residencia de Señoritas, versión femenina de la Residencia de Estudiantes. En el libro de Lastagaray se puede leer un interesante documento que da cuenta que estamos ante una de las pioneras del feminismo en España. Ya en la segunda década del siglo XX el feminismo, al parecer, estaba en crisis, por culpa de lo de siempre, la radicalización de unas y la moderación de otras. Paso a hacer un resumen del artículo publicado en la revista Estudio I, bajo el título ‘Feminismo’, fechada el 6 de junio de 1913. María escribe desde Alemania.

Lo más curioso es que ya existe entonces esa dinámica actual entre el feminismo radical y la necesidad de armarse de argumentos utilizando vías pacíficas.

«Si se atiende a las informaciones de la prensa pensarán, tristemente, que el feminismo está en crisis, porque según ella como la labor no es callada, lenta, tranquila pone en grave riesgo la causa del feminismo. Al grito de '¡Votes for Woman' miles de mujeres se lanzan a la calle, si el gobierno inglés no cede pronto a sus demandas de derechos políticos. Tal actitud violenta, de reto y de conquista, resta simpatía a su causa, por lo que la prensa de todos los colores censura unánimemente el movimiento».

«Y a la crítica», reflexiona María de Maeztu, «unen el corrosivo disolvente de la caricatura burlesca, elemento gráfico que revela, mejor que las crónicas, la injusticia y la ironía amarga con la que se ha juzgado ese movimiento. Y es más, al calificar sus actos se les niega lo que no se ha negado jamás en el proceso histórico, a los revolucionarios y reformadores de todos los tiempos. Se les niega ese sentimiento generoso que mueve al héroe a sacrificar su paz a favor de las generaciones siguientes».

«En vez de ridiculizar el gesto heroico de esas mujeres que promueven un desorden social, ¿no sería más piadoso que tratásemos de justificar ese movimiento explicándonos las causas que impulsan a las sufragistas a la acción militante?...».

«Pues bien: las sufragistas inglesas representan el descontento general de una parte de la humanidad que sufre y calla; son el eco y portavoz de millones de mujeres, de virtud resignada y paciente, que vive ignorada en el rincón de una casita humilde, esperando que surja la voz liberadora que les diga, como a Lázaro un día el Nazareno: «¡Resucita y anda!»……



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María de Maeztu, Doctora Honoris Causa por el Smith College Northampton (Massachusetts, 1919). A la derecha, en su despacho.
En estos momentos se cuestiona la independencia económica de las mujeres porque como dice María de Maeztu «si por independencia se entiende que las mujeres se ganen la vida trabajando a jornal en las industrias, víctimas de una explotación miserable, esta independencia es lo peor de las esclavitudes. Puestas a elegir entre la sumisión al patrón o al marido todas las mujeres prefieren la última».

«De aquí que el movimiento sufragista se vea envuelto en una antipatía popular profunda y vigorosa. Porque frente al tipo de la mujer emancipada, se levanta el tipo de la antisufragista, representado por las mujeres casadas o solteras que cuentan con probabilidades de casarse por su atractivo personal o sus medios de fortuna. Estas no quieren oír hablar de emancipación económica, porque lo único que desean es encontrar un marido en ventajosas condiciones, cosa que se hace más difícil si las mujeres demandan un puesto en la economía social. De aquí surge una lucha cruel, la más enconada de todas, entre las mismas mujeres. Por eso el mayor obstáculo que se ofrece al feminismo no lo presentan los hombres, sino las mujeres, aquellas para quienes la emancipación económica resulta, no una idea liberadora, sino una promesa de esclavitud...”».

«Las mujeres del pueblo no sienten necesidad de pedir una independencia especial, puesto que en sus demandas de mejoras económicas se unen al movimiento obrero formando con él una sola clase. Las mujeres de las clases altas sólo desean que su situación actual se prolongue. A ratos ven la monotonía de las horas que pasan, pero no entreven, no sospechan otros mundos. A veces se suman a uno de los movimientos sociales pero en realidad no quieren cambiar de postura. Inconscientemente viven aferradas a un conservadurismo inexpugnable. En cambio, las mujeres de la clase media son, por sus condiciones especialísimas, las que prestan el mayor contingente a este movimiento feminista en todos los países del mundo. Porque ellas representan ese descontento general promotor de todo impulso de reforma. Su vida se consume en la privacidad de una vida humilde. De miseria mal encubierta. Los escasos recursos de la familia se gastan en la carrera del varón, mientras la hija espera paciente, los años de su juventud, al mesías que no llega nunca. En los países católicos hallan, todavía campo a sus actividades en los conventos, con la función de abadesa. Pero en estas naciones protestantes del Norte, la lucha adquiere caracteres agudos y estalla con su fuerza abrumadora. Estas mujeres han entrevisto en sus casas, en el comercio con sus hermanos, la posibilidad de una cultura humana y las ventajas liberadoras que proporciona al varón. Han empezado a estudiar de niñas y lo han dejado en la adolescencia, precisamente cuando la trama de los sueños se mezcla con el tejido de la vida. Las novelas narcóticas, la literatura frívola prestan fuego a la hoguera; y no saben más que eso: soñar. Quieren trabajar y no saben dónde ni cómo; algunos afrontan valientemente la vida, pero la vida les vuelve la espalda. Hasta que un día las aguas rebosan el cauce y el descontento estalla; la amargura concentrada años y años en el silencio de su corazón, adquiere un gesto trágico y se lanzan a la calle en actitud revolucionaria.

Sus actos sólo podrán ser juzgados con plena imparcialidad cuando se analicen, al correr de los años, las mejoras obtenidas. Pero hoy el feminismo no está en crisis».

http://www.elcorreo.com/alava/araba/feminismo-pionero-maria-20180322165501-nt.html
 
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