Antes iban de "manita sudada" todo el tiempo, ademas iban tambien coloquiando, cuchucheando, etc. Ahora se ven
cada quien "por su santo"
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Me gusta el top, aunque no para ir a ver a los obispos. Si no es muy caro me lo compro. Aunque se parece mucho a uno que tengo, que me costó 6 euros hace 14 años. En cuanto pueda lo rescato. Esto de ser Princesa es un sinvivir.
Sí, parece que lleva un par de días llorando. De la rabia, supongo...
Quiero esos guantes!!!! Tengo unas botas que le quedan que ni hecho a juego.
La enana virreina de Cataluña otra vez con los guantes de fregar
Pues yo no dudo que esos guantes, en una persona estilizada y con más porte queden genial,y sean distinguidos, al menos quitados lo parecen, pero lo siento mucho en la virreinita parecen guantes de fregar, exactamente igual que en el día de la hispanidadSólo es un detalle. Pero, me ha llamado la atención que Soraya llevara guantes y bolso a tono, con un traje sobrio, y la reina fuera con pantalones y cuerpo. No es que crea que la reina fuera inadecuada. Pienso que está bien el conjunto. Pero, viéndola a ella y a Soraya al lado, tal como iba vestida ésta con su traje, sus guantes y su cartera... parecía más reina Soraya que Letizia.
Lo acabo de decir, no dudo que sea divinos quitados, en Soraya parecen de fregar, a las fotos me remito.ya quisiera yo esos guantes!
Bueno es que en ella una pochette hace las veces de shopping bagLa enana del circo lleva un bolso que casi entra ella, je,je
Jajaja, pero salvando las distancias, y en versión cañí, hay que reconocer que al IV se le esta poniendo cara de señor feudal , malo de película, y la consorte lo hace todo por Ezpaña y sus súbditos, incluso este paseillo. La motivación de nuestra Lety no es tan altruista, pero ya sabemos que es un país difícil.¡Uy uy uy lo que ha disho lo que ha diiiisssshhhooo! Déjame que te cuente la leyenda, que nada que ver con la escena del anuncio años ha de una tipa desnuda montando a caballo en la playa.
Lay Godiva es un ejemplo de entrega a su pueblo que la letichachi ni aunque naciera cien veces. Cuenta la leyenda que Lady Godiva era tan hermosa como piadosa, casada con un señor feudal típico malo de peli. El pueblo la adoraba a ella tanto como lo temían a él. Para irse a sus guerras este señor no hacía más que subir impuestos, y sus vasallos vivian míseramente por ello. Cuando intentó apretar aún más los bolsillos de su pueblo, lady Godiva le suplicó que no lo hiciera, que la gente se estaba muriendo de hambre. El hombre, que al parecer estaba celoso de lo mucho que su mujer era adorada, a la vez que le repateba su beatitud, le dijo que no subiría las tasas si cruzaba la villa en cueritatis. Lady Godiva, una mujer bien criada y por tanto pudorosa (nada de transparencias y embutamientos, éso para la taverna-todo-servicio a la entrada del pueblo) aceptó el trueque. Si os fijáis en el cuadro que de esta escena pintó John Collier, la mujer lleva el rostro inclinado por la vergüenza, e intenta cubrirse con su melena. Los villanos, que habían sido avisados por los soldados del castellano para que disfrutaran del espectáculo, se metieron todos en sus casas, puertas y contraventanas cerradas, dejando las calles desiertas, para no avergonzar con su presencia a la que tanto estaba haciendo por ellos. Sólo un hombre no pudo evitar la curiosidad y asomó un ojillo; su nombre era Tomás y de allí viene la expresión inglesa ‘peeping Tom’ que se da a los mirones. The End.