Esther Doña. Viuda del marqués de Griñón.

Eran otros tiempos, sin redes, y sin tanta información.
Bastaba con hacer buenas campañas de prensa, posar elegante y ser educada, para contentar al público en general.

Sin embargo aquí en Madrid, durante los 80 y 90 se han contado cientos de chistes de pu.tas, puntos filipinos, carretes y demás, protagonizados por ella.

Y no ha sido bien recibida en ninguna casa que se precie.

Boyer, por su parte, pésima reputación, de salir de mala manera y por la puerta de atrás, tanto del partido como de todas las "puertas giratorias " de empresas en las que estuvo.

Tenían palmeros, pero no amigos ni buenos contactos. Así les ha ido a sus hijos, que no han tenido quien les eche una mano.
Tienes razón, la Preysler no ha sido aceptada en la alta sociedad.
Se la vendió a la plebe como la octava maravilla del mundo y ese ha sido su lugar, el marujeo patrio. Es cierto que para los hombres ha sido una geisha, será por el carrete.
 
¿Y todo ése esfuerzo y trabajo, que ni siquiera cotiza a la Seguridad Social, para al final acabar con el Aladdin dando brillo al andador, esperando con miedo a que cualquier día aparezca la sonda, y escondiendo el satisfyer porque ni kiki ni kika ni se le espera? Dicen que son una fiera en la cama, se refieren a que se mea en las sábanas y marcan su territorio.
Menudo descaliento.
Mira prima no lo veo, no compensa, prefiero seguir siendo un gremlim recién mojado.
Pero qué dices prima!!!!!
Enderézate que vas por mal camino.
Our Lady no me parece tanto de sacer brillo al andador. Ella tiene otras estrategias. Frígida hasta el extremo, creo que el sarisfyer se le descarga de no usarlo. Un paseíto en pijama de satén, con bata a juego y zapatillas de pompones.
Un botón más abierto de la cuenta, la visión de media teta fuera y a dormir, que es muy tarde.
Una auténtica diosa, dominadora y efímera.
Es más, hasta me la veo recurriendo a drogaínas en la tortilla francesa, para el buen descanso del marqués de turno.
Muy Médicis, escondidas en su solitario de compromiso o en el sello del marquesado.
Además prima, no te olvides que Esther tiene algo que ninguna tendremos, su monumento en Hyde Park rubricado.
Sólo por eso yá merecen la pena muchas cosas.
¿Y todo ése esfuerzo y trabajo, que ni siquiera cotiza a la Seguridad Social, para al final acabar con el Aladdin dando brillo al andador, esperando con miedo a que cualquier día aparezca la sonda, y escondiendo el satisfyer porque ni kiki ni kika ni se le espera? Dicen que son una fiera en la cama, se refieren a que se mea en las sábanas y marcan su territorio.
Menudo descaliento.
Mira prima no lo veo, no compensa, prefiero seguir siendo un gremlim recién mojado.
 
Claro prima. Ella necesita al juez para ser noticia y ganar su caso, y el juez a ella por el relumbrón y la pasta.

Es un win- win hasta que sólo se vendan 7 libros y lo de los pisos acabe mal. Entonces empezará lo bueno.

Mientras tanto, sólo tenemos pendiente la entrevista babosa de Navidad, con la perrita con gorro de Papá Noel. Ojalá la Doña se vuelva a poner el Cheewaka rosa ese, me partí el eje.
Asegura en los medios que le encantan los animales, sí, para llevarlos sobre los hombros en forma de pieles.
 
Resulta que fueron al banco Silvia y el juez a firmar los papeles de la hipoteca. No se hablaron ya que estaba Esther de por medio.

Esther fue con el juez a acompañarlo no fuera a ser que Silvia se lo quitara. Patético...

Vamos que estaban liados y él jugaba a dos bandas, seguramente La Doña se cansó y filtró todo para acelerar la ruptura y asegurarse además que no quedaban rescoldos. Lo que me parece fatal es que tengan que andar así, recusando a un juez porque es tu ex, me parece poco profesional pro ambas partes.
 
Resulta que fueron al banco Silvia y el juez a firmar los papeles de la hipoteca. No se hablaron ya que estaba Esther de por medio.

Esther fue con el juez a acompañarlo no fuera a ser que Silvia se lo quitara. Patético...


Barbie completamentos perrunos se muestra como una mujer muy posesiva, temerosa de que todavía queden rescoldos de pasión entre la antigua pareja, por si acaso, esta vez ha cambiado su peluche de lazos por el brazo derecho del melenas, al que sujeta vigorosamente, no vaya a ser que en una d e esas rachas de viento caprichoso, salga volando su señoría llevándose todas las exclusivas que aún aguardan a la pareja más artificial que se ha visto en los últimos tiempos.
 

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