Pues tuviste suerte porque a mi los objetos de otra gente, y menos si no les conozco, no me sientan nada bien la verdad.Y también ocurre de manera positiva. Una vez de pequeña, me puse muy mala, tuve fiebre muy alta durante muchos días, ya había tomando medicación etc y el pediatra no sabía la razón por la que la fiebre no bajaba. Un día mi tío me regaló una manita (o puño) de oro y a las pocas horas la fiebre bajó y no volvió.
Desde entonces siempre la llevaba puesta hasta que se me perdió...