DULCES, POSTRES Y DEMÁS REPOSTERIA

Crema Pastelera la Autentica Ideal para Rellenar Postres

La Crema Pastelera o Crème pâtissière es la base de muchos postres Franceses e Italianos tales como mille-feuille o Napoleons (llamados en España mil hojas), profiteroles, tartaletas de frutas.

Una crema versatil Se puede dar sabor a la crema con otros ingredientes en vez de vainilla como café, esencias de limón,naranja etc. alcohol, café etc. También puede hacer una crema de chocolate añadiendo unos 100 g de chocolate, en trozos pequeños a la crema mientras todavía está caliente y removiendo para incorporar bien.

INGREDIENTES:
- 6 yemas de huevo
- 100 g de azúcar
- 500 ml de leche
- 40 g de harina de maíz
- 1 o 2 cucharitas de extracto de vainilla (depende de gustos)



 
Cómo hacer Buttermilk o Suero de Leche

El buttermilk, o suero de leche, es un ingrediente que solemos encontrar en muchas recetas americanas de bizcochos y cupcakes. Sirve para dar mayor esponjosidad y mejorar el sabor de nuestras elaboraciones.


El buttermilk es un producto ácido, que se obtiene al tratar leche desnatada o semidesnatada con un cultivo que produce ácido láctico. Originalmente se obtenía al batir la nata para transformarla en mantequilla, de ahí su nombre (suero de mantequilla).

Ingredientes:
  • 250 ml de leche semidesnatada o desnatada
  • 20 ml de zumo de limón


 
'GALETTE' INTEGRAL DE ALBARICOQUE



'Galette' integral de albaricoque




Un dulce ligero y primaveral, perfecto para disfrutar de la dulzura natural de las frutas de temporada y llenar de color tus sobremesas. Sí, cuando asoma el verano nos ponemos así de poetas.


ANA VEGA 'BISCAYENNE'


¿Bonita, eh? Pues ahí donde la ves, la galette es el postre ideal para los que no son perfeccionistas ni ingenieros de la repostería: su aspecto rústico permite lucirse incluso a los más manazas. Como buen postre tradicional francés, normalmente se elabora con mantequilla, pero hoy nos vamos a saltar las normas de nuestros vecinos a la torera para conseguir una masa mediterránea, y lo que es más importante, completamente vegetariana. El aceite de oliva sustituye a la grasa animal a las mil maravillas, y su corteza fina se traduce en bocados crujientes rebosantes de sabor. Rizando el rizo de la dulcería saludable, también hemos cambiado la harina refinada por integral y reducido la presencia del azúcar a la mínima expresión.

Aunque la galette también admite rellenos salados —como los que meterías en una quiche—, brilla especialmente en compañía de la fruta. Joyas de temporada como albaricoques, nectarinas, melocotones, ciruelas, fresas o cerezas son la elección perfecta para un dulce que aprovecha lo mejor de la primavera. Adapta la receta para usar la fruta fresca que tengas a mano y usa el mismo proceso, teniendo tan sólo en cuenta que no sea ni demasiado seca ni acuosa. La cucharada de almidón de maíz se encargará de que al enfriarse, los jugos de la fruta espesen lo suficiente como para que no se desparrame nada al cortar la galette.

La receta lleva poco azúcar, pero siéntete libre de eliminarlo del todo, si usas fruta madura y dulce, o de añadir más, tanto al relleno como a la masa. Incorpora unas frambuesas, moras o arándanos para terminar de montar un verdadero festival, o añade almendras, pistachos, hierbas y especias a lo loco. Sí, vale, la galette está un peldaño más arriba que los jetapostres en la escala comidista de dificultad, pero el resultado merece la pena.

Ojo con las cantidades de líquidos en la masa exterior. porque dependiendo del tipo de harina que uses puede que necesites más o menos: agrega el aceite poco a poco y en caso necesario, échale más o añade un plus de harina. Lo importante es que acabes con una masa homogénea y que no se pegue excesivamente a las manos, para que estirarla y manipularla sea lo más fácil posible.


Dificultad
Yo galetto, tú galettas, él galette.


Ingredientes para 6 personas:
  • 150 g de harina integral de trigo
  • Media cucharadita de sal
  • 75 ml de agua fría
  • 40 g de aceite de oliva
  • 500 g de albaricoques
  • 40 g de azúcar (moreno o blanco) o 2 cucharadas de miel
  • Ralladura de medio limón
  • 1 cucharada de zumo de limón
  • 10 g de almidón de maíz (Maizena)
  • 1 puñado de frambuesas, fresas o frutas del bosque
  • 1 huevo batido
  • Opcional: almendra fileteada, menta, canela, vainilla...
Preparación
  1. Mezclar en un bol la harina, la sal y el agua. Revolver y añadir el aceite, amasando ligeramente con las manos. Hay que conseguir una masa homogénea y no pegajosa, así que dependiendo de la capacidad de absorción de la harina habrá que agregar quizás más aceite o más harina.
  2. Hacer una bola con la masa, envolver en film plástico y guardar en la nevera media hora.
  3. Limpiar, deshuesar los albaricoques, cortándolos en cuartos. Agregar la ralladura de limón y el azúcar (o miel). En un recipiente aparte, mezclar el almidón de maíz con la cucharada de zumo y añadirlo a los albaricoques, mezclando todo bien. Dejar macerar media hora.
  4. Encender el horno a 180 ºC con calor arriba y abajo.
  5. Sacar la masa de la nevera y estirarla con un rodillo sobre una mesa o superficie de trabajo cubierta con papel de horno. Hacer un círculo de unos 3 o 4 mm de grosor.
  6. Repartir la fruta sobre la masa, dejando unos 4 cm libres en los bordes.
  7. Doblar los bordes de la masa hacia dentro, haciendo unos pliegues para encerrar la fruta en su interior. Verter por encima el jugo que haya soltado la fruta y adornar con unas frambuesas, arándanos o almendra fileteada.
  8. Pincelar los bordes de la masa con huevo batido.
  9. Pasar el papel con la galette a una bandeja de horno y hornear a media altura durante unos 30 minutos o hasta que sea vea la masa dorada y la fruta reblandecida.
  10. Sacar del horno y dejar reposar una hora para que el líquido de la fruta se asiente.

 
Merengue italiano

Un suave, cremoso y firme merengue italiano, delicioso y apto para cualquier preparación que requiera un merengue consistente.

Ingredientes:
-4 claras de huevo a temperatura ambiente
-400 gr de azúcar
-Agua


 
El mejor pastel de tu vida con un ingrediente que no te esperas
Este postre tradicional del otro lado del Atlántico tiene un gusto dulzón y un intenso color anaranjado. Recrear la versión original es fácil, pero precisa de algunos trucos. ¡Apunta!


Foto: Pastel de calabaza. (iStock)


Pastel de calabaza. (iStock)




Por
Sonia Fernández
16/04/2020


En Estados Unidos es difícil imaginar una mesa de Acción de Gracias, una cena de Navidad o una noche de Halloween sin la presencia de un pastel de calabaza o 'pumpkin pie'. Este colorido dulce es uno de los postres más clásicos del recetario norteamericano desde tiempos inmemoriales. Como su nombre invita a pensar, tiene como ingrediente protagonista la calabaza. Según nos relatan las fuentes, esta hortaliza fue introducida por los primeros colonosen Norteamérica, quienes la consumían de manera habitual hervida o asada. Sin embargo, a los americanos el sabor de esta cucurbitácea se le antojaba insípido y poco atrayente. Así que, para incrementarlo, se les ocurrió mezclarlo con leche, miel y otras especias. No llegaron a crear el típico pastel tal y como lo conocemos hoy en día, pero sí sentaron las bases estimulando la creatividad y la experimentación en los fogones.

Aunque hay diferentes teorías, una de las más aceptadas es la que sostiene que fue el chef francés François Pierre de la Varenne quien se atrevió a crear la primera versión de este dulce, a la que denominó torta de calabaza, la cual quedó plasmada en su libro 'Le vrai cuisinier'. El éxito de la receta fue tal que viajó por buena parte de Europa y de ahí a Norteamérica, donde adquirió la enorme popularidad de la que goza actualmente.

Cada familia estadounidense tiene sus costumbres, pero esta receta responde al 'pumpkin pie' más clásico


Sea como fuere, el pastel de calabaza es la estrella del otoño en Estados Unidos, si bien es cierto que cada vez acapara más protagonismo en nuestras mesas con la llegada del frío invernal. Como sucede con muchas recetas, existen numerosas versiones, sobre todo al otro lado del océano, donde cada familia tiene sus propias costumbres y tradiciones. Como nuestra intención es elaborar un 'pumpkin pie' fiel a la versión americana, nos hemos inspirado en la receta propuesta por la popular chef Paula Deen.



Foto: iStock.


Foto: iStock.


Ingredientes

  • 170 g de harina sencilla
  • Una pizca de sal
  • 100 g de mantequilla fría
  • 2 cucharadas de azúcar en polvo
  • 1 yema de huevo
Para el relleno:
  • 1 calabaza mediana
  • 145 g de jarabe de arce
  • 1 cucharadita de canela
  • ½ cucharadita de jengibre molido
  • ¼ cucharadita de clavos molidos
  • 3 cucharadas de ron dorado (opcional)
  • 2 huevos grandes batidos
  • 150 ml de leche evaporada

La receta paso a paso

Foto: iStock.


Foto: iStock.



Antes de comenzar la receta, precalentamos el horno a 200ºC. Mientras, limpiamos la calabaza, extrayéndole las semillas y las fibras del interior, y la cortamos en gajos. Después, los aliñamos con un chorro de aceite de oliva y los asamos en el horno durante media hora, aproximadamente. Hay quien es partidario de cocer la calabaza; sin embargo, este método no es muy recomendable ya que mantiene el nivel hídrico de la hortaliza, lo que dificulta el cuajado del pastel y, además, le resta sabor e intensidad. Esta es la razón por la que los americanos recurren a la calabaza enlatada, pues suele contener menos cantidad de agua. No obstante, si mantenemos la intención de cocerla, bastará con agregar medio vaso de agua. Esta cantidad evita que la calabaza se adhiera al fondo del recipiente hasta que desprenda su propio jugo.

Transcurrido dicho tiempo, sacamos los trozos de calabaza del horno, retiramos la carne de su interior y la trituramos con la batidora hasta lograr una crema fina; dejamos escurrir sobre un colador o un recipiente cubierto con un paño durante una hora y reservamos. Mientras, preparamos la masa. Para ello, mezclamos en un bol la harina, la mantequilla fría y una pizca de sal, y amasamos manualmente hasta obtener una textura similar a la miga de pan. Agregamos el azúcar y continuamos amasando durante unos minutos más. Después, incorporamos el huevo diluido en dos cucharadas de agua fría y removemos bien.

El chef francés François Pierre de la Varenne creó la primera versión y su éxito fue rotundo

Extendemos la masa sobre la base y los lados de un molde, tapamos con papel de aluminio y dejamos enfriar durante media hora, aproximadamente. Transcurrido este tiempo, colocamos pesos de cocina -también se puede usar una bolsa rellena de garbanzos- sobre el recipiente y horneamos a 200ºC durante quince minutos. Después, sacamos el molde del horno, retiramos el papel y los pesos y horneamos nuevamente a 180ºC durante cinco o diez minutos más, hasta que la masa haya adquirido un tono dorado.

A continuación, hacemos el relleno que conforma el pastel. Para ello, mezclamos en un bol la crema de calabaza que teníamos reservada con el jarabe de arce, el jengibre, el clavo, la canela y el ron, y removemos enérgicamente. Finalmente, incorporamos los huevos batidos y la leche evaporada poco a poco y continuamos removiendo hasta obtener una crema fina y consistente. Para concluir, vertemos el relleno sobre el molde revestido con la masa y horneamos durante 40 o 50 minutos. A partir de la media hora de cocción, podemos comprobar si el dulce está hecho introduciendo un tenedor. Si las púas salen sin restos de masa, estará listo. Habrá adquirido el punto ideal cuando el interior del pastel muestre una textura cuajada, pero bamboleante. Dejamos enfriar y servimos. Si lo acompañamos de nata, el resultado será irresistible.

 
Galletas de vainilla y chocolate
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Ingredientes para 24 galletas:
Azúcar blanquilla, 125 gr
Chocolate postres picado, 80 gr
Esencia de vainilla, 1 cucharada
Harina de trigo, 250 gr
Huevo tamaño L, 1
Mantequilla a temperatura ambiente, 150 gr

Elaboración:
Comienza picando con la ayuda de unas varillas la mantequilla a temperatura ambiente y el azúcar.
Cuando ambos ingredientes estén bien mezclados añade el huevo y la esencia de vainilla.
A continuación sigue mezclando y agrega la harina poco a poco.
Tras esto añade el chocolate troceado y mezcla bien con la ayuda de una cuchara de madera hasta que las pepitas de chocolate queden bien integradas.
Después de esto envuelve la masa en film transparente y déjala reposar durante una hora en el frigorífico.
Transcurrido el tiempo saca la masa del frigorífico, coge porciones de la masa y colócalas en la bandeja de horno previamente forrada de papel de horno. Puedes darle forma a las galletas con la ayuda de las manos o simplemente hacer montoncitos con la ayuda de una cucharilla de postre.
Finalmente hornea las galletas a 180ºC durante 10/15 minutos.
Transcurrido el tiempo saca las galletas del horno y déjalas enfriar sobre unas rejillas.

https://eldelantalrojo.blogspot.com/2020/04/623-galletas-de-vainilla-y-chocolate-la.html
 
LAS GALLETAS DE MANTEQUILLA QUE PUEDE HACER CUALQUIERA

Estas galletas de mantequilla no se te resistirán aunque seas un desastre para la repostería. El único problema que tendrás con ellas es conseguir no comértelas todas.








Primera buena noticia: esas galletas de mantequilla que se venden en latas cuquis y cuestan una pasta se pueden hacer en casa por la mitad de dinero (o menos). Segunda buena noticia: si te estás llevando las manos a la cabeza porque la repostería para ti es pura alquimia y no sabes ni por dónde empezar; respira, porque esta receta es a prueba de torpes. Tercera buena noticia: cuando las hornées tu casa olerá a gloria. Y ahora, la mala: están tan buenas que es difícil contenerse y no zampárselas todas de una sentada.


Ingredientes
  • 250 g de harina
  • 1/2 cucharadita de levadura química (tipo Royal)
  • 1/4 de cucharadita de sal
  • 230 g de mantequilla de buena calidad
  • 100 g de azúcar
  • 1 huevo
Preparación
  1. Mezclar en un bol la harina, la levadura química (tipo Royal) y la sal.
  2. En otro recipiente, batir la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar. Añadir la yema del huevo y seguir batiendo hasta que esté todo integrado y esponjoso.
  3. Sumar la harina poco a poco hasta obtener una masa homogénea. Formar una especie de rulo con ella envolviéndola en plástico transparente, y meterla en la nevera un mínimo de una hora, o idealmente toda la noche.
  4. Calentar el horno a 180 grados, cortar el rulo en discos de medio centímetro aproximadamente y repartirlos en una bandeja de horno forrada con papel de ídem, guardando una coronavírica distancia de seguridad de 2 o 3 centímetros.
  5. Hornear 20 minutos o hasta que estén doradas por los bordes.

¿Puedo ponerles cosas?
Puedes mezclar con la harina frutos secos picados como nueces, pistachos, cacahuetes, almendras o avellanas. También puedes añadir una cucharada de cacao en polvo sin azúcar a la masa para darle un rico sabor chocolateado, y si tienes una vaina de vainilla puedes abrirla a lo largo, raspar las semillas y añadirlas a la masa. Ni se te ocurra tirar la vaina: córtala por la mitad y ponla en un tarrito con 100 ml de ron: en un par de semanas tendrás una esencia de vainilla casera para usar en bizcochos, galletas y otras preparaciones (unas gotas en un café con leche, caliente o helado, pueden darle mucha calidad a la película).

¿Más vueltas de tuerca? Un poco de jengibre fresco rallado, cardamomo, canela o piel de cítricos rallada; si están blanditos -como las mandarinas de final de temporada-, será más fácil si los ponemos un rato en el congelador. Si todavía tenemos un poco de turrón de Jijona o Alicante haciendo el zombi por la despensa también podemos triturarlo y añadirlo a la masa (si le ponemos 50 g de turrón picado, quitaremos 25 g de azúcar para compensar).
El chocolate siempre es una buena opción; puedes añadir gotas a la masa o, mucho más sencillo -sobre todo si no tienes gotas a mano-, simplemente ponerles una pastilla, o media, encima justo cuando salen del horno. El calor de la galleta lo fundirá sin requemarlo y recubrirá la galleta (y cuando se enfríe se volverá a poner duro). ¿Chocolate y media nuez encima? Adelante.

¿Con qué las acompaño?
Café, café con leche, leche o té de cualquier variedad para el desayuno o la merienda, y también serán perfectas para acompañar un vino dulce o una copa de espumoso después de comer. Si tienes un poco de helado en el congelador puedes hacer una especie de bocadillo poniendo una cucharada entre dos galletas; si le pegas unos frutos secos picados o unas semillas de sésamo -haciendo rodar el sandwich sobre ellos, puestos en un plato- estará todavía más bueno.

¿Cómo las conservo?
Nuestras abuelas y madres las guardaban en una lata, y si tienes una destinada a uso alimentario puedes hacer perfectamente lo mismo. También te sirve un táper o tartera, una bolsa de zip o una normal, si no tienes otra cosa. Recomendación personal: no hacer muchas o meterlas en una caja con un dispositivo de seguridad que sólo permita abrirla una vez al día, porque si no, te las comes.

 
CHOCOFLAN??? (POSTRE DELICIOSO y FÁCIL)?


Ingredientes:
*
Para la capa de flan:
- 500 ml de leche (2+1/2 de tazas).
- 120 gr de azúcar (3/5 de taza).
- 4 huevos L.
- 10 ml de esencia, aroma o extracto de vainilla (1 cucharada).


* Para la capa de bizcocho:
- 90 gr de harina (3/4 de taza).
- 5 huevos L.
- 90 gr de azúcar (2/5 de taza).
- 20 gr de cacao en polvo (1 cucharada colmada).



 
PASTA QUEBRADA

Pasta quebrada dulce, de fácil elaboración. Sirve para la elaboración de pastas de té, como base para multitud de tartas y pasteles.


 
HOJALDRE CASERO PARA PRINCIPIANTES

Cómo hacer nuestro propio hojaldre en casa. Si nunca lo has hecho, verás que no es tan difícil como parece. Receta paso a paso.


 
Tostadas francesas: desayuno de lujo en casa
Para ser la primera comida del día no está nada mal. Son muy rápidas y muy fáciles de hacer, aunque requieren algo de ojo para dejarlas en su punto exacto. No las confundas con las torrijas



Foto: Foto: iStock.



Por
Alimente
01/05/2020

La receta de tostadas francesas es lo más similar al paradero del Santo Grial que se puede encontrar en el mundo de la gastronomía. Los expertos tienen claro, más o menos, en qué consisten, pero no tanto cómo se preparan. Por este motivo, vamos a intentar ceñirnos a la fórmula original que se ha convertido en una de las ideas para el desayuno más celebradas.

Sin embargo, debemos recordarte que ni son una especie de torrija -aunque se crearan para degustar en Semana Santa-, ni tienen que tener un sabor dulce de forma obligatoria. Descubre este submundo de la repostería y conviértete en un experto en la preparación de esta delicia para los sentidos.




Foto: iStock.


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Tiempo de preparación: 20 minutos Dificultad: Fácil Coste: Económico Comensales: 6

Ingredientes
  • 6 rebanadas de pan duro (tipo rústico)
  • 3 huevos
  • Leche (250 ml)
  • Azúcar moreno (75 gramos)
Elaboración
  1. Mezcla el azúcar, los huevos y la leche por este orden. Debes lograr una combinación homogénea. Usa varillas y bate fuerte para conseguir tu objetivo.
  2. Humedece el pan en la mezcla anterior.
  3. En una sartén, pon una cucharada de mantequilla a derretir. Debes estar atento, ya que si humea deberás desecharla, pues será tóxica. Lo sabemos, para dorar las tostadas necesitas temperatura, pero controla este aspecto para evitar un desastre.
  4. Si lo prefieres, usa mantequilla derretida para pintar las tostadas y prepáralas al horno.
Estas tostadas han de tomarse calientes para saborear mejor todos sus matices. Una vez frías, adquieren una textura gomosa que no siempre resulta agradable.

Se pueden acompañar con chocolate negro derretido, mermelada, nata montada e incluso, para los más arriesgados, con guacamole o con una salsa picante. Son el complemento perfecto para el desayuno inglés y también para unos huevos revueltos preparados como mandan los cánones.
Se comen con cuchillo y tenedor. Combinan muy bien con quesos frescos y semicurados. Es importante conseguir una textura adecuada al tipo de uso que le vas a dar. Si las vas a tomar tal cual o con las primeras propuestas mencionadas, vuelta y vuelta. Si vas a usar algún tipo de ingrediente más pesado, déjalas un minuto por cada lado.



Foto: iStock.


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También pueden ser una merienda perfecta e incluso un postre, ya que puedes hacer un bocadillo con estas tostadas y rellenarlo con helado, con frutas o con cualquier crema de tu gusto. Son, sin duda, uno de los platos más agradecidos por su adaptabilidad a cualquier tipo de sabor. Su versión salada -puedes usar mantequilla con sal para prepararla- admite embutido, conservas de pescado y lo que consideres más oportuno. El límite lo pondrá tu propia creatividad. No dejes de probar esta delicia irresistible para cualquier paladar.

Truco final
Evita, al mojar las tostadas antes de dorarlas, dejarlas durante mucho tiempo, porque se te romperán al sacarlas. Usa una espumadera para meter cada rebanada en la mezcla de leche, huevos y azúcar. Deja la tostada en el recipiente, presiona ligeramente con la espumadera y a la sartén bien escurrida.


 
Bizcocho cuatro cuartos, receta de bizcocho que siempre vas a recordar
La del bizcocho cuatro cuartos es una de las recetas más sencillas de hacer y probablemente la más fácil de recordar y de adaptar a las raciones que necesites.

2 mayo, 2020


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Esta de hoy es una receta de bizcocho clásico, pues probablemente el bizcocho cuatro cuartos sea algo así como la receta que combina los ingredientes básicos en las proporciones óptimas para que el resultado sea un bizcocho esponjoso.




Ingredientes
  • Huevos
  • Azúcar, mismo peso que de huevos sin cáscara
  • Aceite de girasol, mismo peso que de huevos sin cáscara
  • Harina, mismo peso que de huevos sin cáscara
  • Impulsor químico, 4 g por cada huevo
  • Ralladura de limón, esencia de vainilla o similar, opcional

Paso 1
Precalentamos el horno a 200ºC. Cascamos el huevo o los huevos en un bol y los pesamos. Reservamos el mismo peso de azúcar, aceite de girasol y harina.

Paso 2
Batimos los huevos con el azúcar a velocidad alta usando unas varillas eléctricas hasta que blanqueen y dupliquen su volumen.

Paso 3
Añadimos el aceite de girasol en forma de hilo fino mientras seguimos batiendo a velocidad muy lenta, lo justo para que se integre el aceite. Si vamos a usar algún aromatizante como esencia de vainilla, ralladura de limón, jengibre o similar es el momento de añadirlo.

Paso 4
Mezclamos la harina con el impulsor y tamizamos esta mezcla sobre la mezcla de huevos y demás. Integramos la harina realizando movimientos envolventes con ayuda de una espátula de cocina.

Paso 5
Echamos la mezcla en un molde forrado con papel de horno y cocinamos en horno precalentado a 200ºC hasta que al pinchar con un palillo salga limpio. El tiempo total variará en función del tamaño de nuestro bizcocho. Si es un bizcocho pequeño de un huevo con unos 25 minutos más o menos será suficiente, así que podemos empezar a comprobar el punto pasado ese tiempo.

Para un bizcocho de cuatro huevos, serán necesarios unos 45 minutos, así que no abriremos el horno para comprobar hasta que no haya pasado ese tiempo. Como cada horno es un mundo y puede que el vuestro caliente más o más rápido que el mío, si durante el horneado veis que el centro del bízcocho está subiendo muy rápido hasta el punto de que parece que va a quemarse y los bordes apenas suben, bajáis la temperatura a 180ºC.
Si, por el contrario, vuestro bizcocho sube por los bordes pero el centro continúa hundido, eso es señal de que vuestro horno no calienta mucho, para solucionarlo, subid la temperatura 10ºC y si no reacciona, la subís otros diez grados.

Paso 6
Cuando el bizcocho esté listo lo sacamos del horno, dejamos enfriar 10 minutos, desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.


Notas
Como habéis visto se trata de una receta muy fácil de recordar, pues son cuatro ingredientes principales con la misma cantidad de cada uno de ellos (de ahí el nombre de cuatro cuartos) y el impulsor, de nuevo hace referencia al cuatro pues son esos los gramos que se necesitan por cada huevo. Por supuesto que luego el bizcocho se puede aromatizar con lo que queráis y se le pueden añadir tropezones como pasas, trocitos de frutas deshidratas, frutos secos, chocolate...
Podemos servirlo tal cual o espolvorearlo con azúcar glass, o bañarlo en un delicioso glaseado o con una capa de chocolate fundido por encima.

 
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