Lo mismo que dices tú y que se puede observar (que a mí me llevan también los demonios) lo dijo la odiada Bibiana Aído y le cayó la del pulpo. Pero sigo pensando, por mucha rabia que me de, que no puedo obligar a nadie a vestir de una forma determinada o a no vestirse. En escuelas, sitios públicos es otra cosa, pero por la calle...
Lo de los chavales es caso aparte, por desgracia.
Lo de los chavales es caso aparte, por desgracia.