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Yo lo estampo contra la pared. Malnacido.
DEP Laia de Vilanova i la Geltrú
- AutorMissFirulais
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Lo cierto es que el malnacido mató a la niña. Prisión permanente revisable a los 40 años.
ASÍ LO MUESTRAN LAS CÁMARAS DE SEGURIDAD
El acusado de matar a la niña de Vilanova tiró posibles pruebas después del crimen
El hombre salió de su edificio con bolsas de basura en las manos y volvió a los pocos minutos sin ellas
ACN, VILANOVA I LA GELTRÚ
07/09/2018 10:26| Actualizado a 07/09/2018 12:48
Las imágenes de las cámaras de seguridad han constatado que el acusado de matar a una niña de 13 años a finales de junio en Vilanova y la Geltrú se desprendió de posibles pruebas del crimen poco después de la muerte de la menor. Según ha podido saber ACN, el informe elaborado por los Mossos con el análisis de la grabación de las cámaras incluye imágenes de un bar cercano al lugar de los hechos.
En las capturas se ve al hombre saliendo de su edificio en torno a las 20 horas llevando unas bolsas de basura en las manos. Las mismas imágenes recogen como, a los pocos minutos, el hombre vuelve a casa sin estas bolsas. Siguiendo los informes forenses, esta entrada y salida se produce pocas horas después del momento en que habría muerto la niña en casa del sospechoso.
La defensa admitió que existia el “riesgo” que el acusado hubiera destruido pruebas
Además, coincide con el relato aportado por algunos vecinos, que ya declararon ante la juez explicando que aquella noche habían visto al individuo saliendo del edificio con unas bolsas en la mano. Para la acusación particular, las imágenes evidencian que el acusado destruyó pruebas que podían contener restos biológicos de sangre o s*men.
El informe con el análisis de la grabación de las cámaras corrobora las declaraciones que algunos vecinos hicieron como testigos en sede judicial a mediados de este pasado mes julio. En ese momento, la defensa admitió que existía el “riesgo” que el acusado hubiera destruido pruebas. Sin embargo, aseguró que previsiblemente las bolsas tiradas contenían ropa que el hombre utilizó para secar manchas de sangre del suelo “en medio de una situación de nervios y desesperación“ después del crimen. Un homicidio que habría cometido involuntariamente para defenderse de alguien que se pensaba que era un ladrón.
En esta línea, la defensa recordó que el propio acusado ya había relatado cómo “había cogido ropa para secar el suelo de la habitación y luego había salido de casa para ir a tirarla e ir hasta la comisaría, la cual fue incapaz de encontrar debido a su estado nervioso”. Según la defensa, el hombre se vio desbordado por la situación porque “no era consciente” de que había matado a una niña hasta que vio el cadáver.
La juez cita a declarar a la hija del acusado
Por otro lado, fuentes judiciales han avanzado a ACN que la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Vilanova y la Geltrú ha citado a declarar a la hija del acusado a finales de este próximo mes de octubre. La joven, de 17 años, comparecerá a petición de su padre. Según relató anteriormente la madre de la niña y ex pareja del acusado, la hija estuvo con el padre la mañana del 4 de junio, horas antes del crimen.
Este mismo testigo explicó que la chica le había dicho que el hombre se comportaba de forma “extraña” . Coincidiendo con la comparecencia de la hija del acusado, la juez también ha citado a declarar el tutor que la víctima tenía en la Escola Pía de Vilanova, donde cursaba 6º de Primaria. Se trata de un testigo solicitado por la defensa del acusado.
https://www.lavanguardia.com/suceso...a-geltru-nina-pruebas-grabaciones-crimen.html
El acusado de matar a la niña de Vilanova tiró posibles pruebas después del crimen
El hombre salió de su edificio con bolsas de basura en las manos y volvió a los pocos minutos sin ellas
ACN, VILANOVA I LA GELTRÚ
07/09/2018 10:26| Actualizado a 07/09/2018 12:48
Las imágenes de las cámaras de seguridad han constatado que el acusado de matar a una niña de 13 años a finales de junio en Vilanova y la Geltrú se desprendió de posibles pruebas del crimen poco después de la muerte de la menor. Según ha podido saber ACN, el informe elaborado por los Mossos con el análisis de la grabación de las cámaras incluye imágenes de un bar cercano al lugar de los hechos.
En las capturas se ve al hombre saliendo de su edificio en torno a las 20 horas llevando unas bolsas de basura en las manos. Las mismas imágenes recogen como, a los pocos minutos, el hombre vuelve a casa sin estas bolsas. Siguiendo los informes forenses, esta entrada y salida se produce pocas horas después del momento en que habría muerto la niña en casa del sospechoso.
La defensa admitió que existia el “riesgo” que el acusado hubiera destruido pruebas
Además, coincide con el relato aportado por algunos vecinos, que ya declararon ante la juez explicando que aquella noche habían visto al individuo saliendo del edificio con unas bolsas en la mano. Para la acusación particular, las imágenes evidencian que el acusado destruyó pruebas que podían contener restos biológicos de sangre o s*men.
El informe con el análisis de la grabación de las cámaras corrobora las declaraciones que algunos vecinos hicieron como testigos en sede judicial a mediados de este pasado mes julio. En ese momento, la defensa admitió que existía el “riesgo” que el acusado hubiera destruido pruebas. Sin embargo, aseguró que previsiblemente las bolsas tiradas contenían ropa que el hombre utilizó para secar manchas de sangre del suelo “en medio de una situación de nervios y desesperación“ después del crimen. Un homicidio que habría cometido involuntariamente para defenderse de alguien que se pensaba que era un ladrón.
En esta línea, la defensa recordó que el propio acusado ya había relatado cómo “había cogido ropa para secar el suelo de la habitación y luego había salido de casa para ir a tirarla e ir hasta la comisaría, la cual fue incapaz de encontrar debido a su estado nervioso”. Según la defensa, el hombre se vio desbordado por la situación porque “no era consciente” de que había matado a una niña hasta que vio el cadáver.
La juez cita a declarar a la hija del acusado
Por otro lado, fuentes judiciales han avanzado a ACN que la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Vilanova y la Geltrú ha citado a declarar a la hija del acusado a finales de este próximo mes de octubre. La joven, de 17 años, comparecerá a petición de su padre. Según relató anteriormente la madre de la niña y ex pareja del acusado, la hija estuvo con el padre la mañana del 4 de junio, horas antes del crimen.
Este mismo testigo explicó que la chica le había dicho que el hombre se comportaba de forma “extraña” . Coincidiendo con la comparecencia de la hija del acusado, la juez también ha citado a declarar el tutor que la víctima tenía en la Escola Pía de Vilanova, donde cursaba 6º de Primaria. Se trata de un testigo solicitado por la defensa del acusado.
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Qué mala suerte, que recuerde tooodos los bares en los que estuvo para emborracharse, y no recuerde nada de lo que pasó, solo haber encontrado muerta a la niña. Cómo están las cabezas, chica.
Y digo yo, por qué el hecho de que estuviese drogado y borracho no es un agravante??? De entrada, la cocaína es ilegal, luego debería ser un agravante sí o sí. Y si no sabes beber, pues no bebas.
Yo para esta gente no deseo penas de muchos años, deseo la justicia de la cárcel.
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Enajenación mental, defensa propia, algo se podrá argumentar. O te tomas 5 whiskies de un trago y dices que estabas pedo. Si a él le vale, a los demás también.
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Con tu permiso @Serendi
La madre de Laia, asesinada hace un año: «No entiendo cómo no se para el mundo»
La niña, de 13 años, fue asesinada por un vecino. Su madre solo pide que pase muchos años en prisión
SeguirCruz Morcillo@cruzmorcillo
Madrid Actualizado:09/06/2019 02:02h
Centenares de vecinos de Vilanova se concentran para condenar el asesinato de la niña de 13 años
«Dios no puede estar en todos los sitios, mamá. No llega a todo». Ese era el razonamiento infantil, pero rotundo que Laia hacía a su madre cuando hablaban alguna vez sobre por qué morían niños en el mundo. Sonia no podía imaginar ni en su peor sueño que la muerte y el mal rondaban sus vidas. El 4 de junio de hace un año, Juan Francisco López Ortiz, de 42 años, el vecino de los abuelos de Laia, acechó a la niña de 13 años en la escalera, la metió en su casa (la de sus padres), intentó violarla, la mató y la escondió detrás de un colchón de la vivienda en Vilanova i la Geltrú. Jordi, el padre de la cría, esperaba abajo para recogerla sin entender dónde se había podido meter su hija.
«Era lunes. Jordi la tenía que ir a buscar a las cinco al colegio. Estaba de viaje y como no llegaba avisó a sus padres para que la recogieran ellos. Por las tardes solía estar conmigo porque yo a las tres acabo de trabajar.Cuando Jordi estaba llegando llamó para que bajara ya la niña y él aparcó unos metros más adelante esperándola. Como tardaba, picó en el telefonillo. Mi suegra le dijo que ya había bajado, pero nadie la había visto». Sonia rememora con precisión el día que murió la mujer que había sido hasta entonces.
El recuerdo grabado
Su exmarido con el que mantiene una excelente relación -tenían la custodia compartida de Laia y tienen la de su hermano mayor, Guillem- la avisó una hora después. « Yo sabía que algo grave pasaba porque si no no me hubiera llamado. Tuve un mal presentemiento. Vivo a diez minutos en coche, pero no podía conducir. Me temblaban las piernas», continúa Sonia. «Jordi cogió la bicicleta, buscando por todo el pueblo; ya había alertado a los Mossos. Yo me fui a los sitios con más gente. Fui a Zara y me puse detrás de las cajas con la foto de Laia preguntando si la habían visto. Nos dijeron que teníamos que ir a la comisaría a denunciar».
Cuando estaban allí, un mosso les dijo que la niña había aparecido y que estaba en casa de los abuelos. Esa fue la noticia que corrió a través de los grupos de whatsapp de padres. «Nos llamó mi suegro: Venid corriendo». Sonia tiene grabado un recuerdo que hiela del momento en el que llegó a la puerta del bloque. «Había mucha gente y un gran silencio. ¿Dónde está mi hija? Dejadme verla. Mis amigas me taparon la cara, oí patadas y gritos. Jordi entró y me lo dijo. Me dijo que habían matado a nuestra hija».
Mientras la pareja estaba en la comisaría, los hermanos de ambos con una pareja de Mossos aporrearon la puerta del primer piso. Laia había bajado desde el segundo por las escaleras. En el primero vivían Antonio e Isabel, los padres del asesino. Isabel llevaba semanas en el hospital (murió esa misma madrugada). Su marido había ido a cuidarla. Juan Francisco López Ortiz, el hijo, había vuelto de Chinadonde había trabajado como cocinero, pero casi nadie lo sabía. Sonia no lo había visto jamás y Jordi, vecino de toda la vida, nunca lo frecuentó. Vidas distintas, que nunca debían haberse cruzado.
Los tíos de Laia sospecharon de ese individuo, recién duchado, que les abrió la puerta de mala gana y contestó con evasivas. Estranguló y apuñaló a la niña muy poco después de raptarla. «Yo no podía andar, no me iban las piernas. Ayer y hoy me ha vuelto a pasar», cuenta Sonia a ABC pasado un año. El martes, 4 de junio, a la pequeña le hicieron un sencillo homenaje en su colegio, la Escuela Pía de Vilanova. Su madre cuenta que fue un día bonito, pese a todo.
Una superviviente
Hace solo un mes que ha podido volver a su trabajo en un banco. «Yo me quería morir, quería estar con ella. No entiendo cómo no se para el mundo; han matado a mi hija, me decía, y me hablaban de buscar un abogado, de ir al notario. Yo quería estar allí con ella, en la Ciudad de la Justicia donde la tuvieron mucho tiempo».
Esta madre que tiene dudas sobre si es «más bonito parir o adoptar» ha elegido seguir por su hijo, de 15 años, y para luchar por la hija que le arrebataron. «Laia era una superviviente. La trajimos de China con 14 meses y pesaba cinco kilos. Siempre encontraba el lado bueno, todo lo vivía con alegría y paseaba con su enorme sonrisa». Sabe que nada les va a curar pero dice que quizá el único alivio es que el monstruo pase muchos años entre rejas (piden prisión permanente revisable) y que antes de que salga revisen «con responsabilidad» si puede volver a la libertad.
«A Laia le quedaba enamorarse, pelearse por la hora de volver a casa, recorrer el mundo, estudiar, vivir… Lo malo lo pasó ella. Para mí es el tiempo y el dolor. El día que Dios quiera me la encontraré otra vez».
https://www.abc.es/espana/abci-madr...-como-no-para-mundo-201906090202_noticia.html
La madre de Laia, asesinada hace un año: «No entiendo cómo no se para el mundo»
La niña, de 13 años, fue asesinada por un vecino. Su madre solo pide que pase muchos años en prisión
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Cruz Morcillo@cruzmorcilloMadrid Actualizado:09/06/2019 02:02h
Centenares de vecinos de Vilanova se concentran para condenar el asesinato de la niña de 13 años
«Dios no puede estar en todos los sitios, mamá. No llega a todo». Ese era el razonamiento infantil, pero rotundo que Laia hacía a su madre cuando hablaban alguna vez sobre por qué morían niños en el mundo. Sonia no podía imaginar ni en su peor sueño que la muerte y el mal rondaban sus vidas. El 4 de junio de hace un año, Juan Francisco López Ortiz, de 42 años, el vecino de los abuelos de Laia, acechó a la niña de 13 años en la escalera, la metió en su casa (la de sus padres), intentó violarla, la mató y la escondió detrás de un colchón de la vivienda en Vilanova i la Geltrú. Jordi, el padre de la cría, esperaba abajo para recogerla sin entender dónde se había podido meter su hija.
«Era lunes. Jordi la tenía que ir a buscar a las cinco al colegio. Estaba de viaje y como no llegaba avisó a sus padres para que la recogieran ellos. Por las tardes solía estar conmigo porque yo a las tres acabo de trabajar.Cuando Jordi estaba llegando llamó para que bajara ya la niña y él aparcó unos metros más adelante esperándola. Como tardaba, picó en el telefonillo. Mi suegra le dijo que ya había bajado, pero nadie la había visto». Sonia rememora con precisión el día que murió la mujer que había sido hasta entonces.
El recuerdo grabado
Su exmarido con el que mantiene una excelente relación -tenían la custodia compartida de Laia y tienen la de su hermano mayor, Guillem- la avisó una hora después. « Yo sabía que algo grave pasaba porque si no no me hubiera llamado. Tuve un mal presentemiento. Vivo a diez minutos en coche, pero no podía conducir. Me temblaban las piernas», continúa Sonia. «Jordi cogió la bicicleta, buscando por todo el pueblo; ya había alertado a los Mossos. Yo me fui a los sitios con más gente. Fui a Zara y me puse detrás de las cajas con la foto de Laia preguntando si la habían visto. Nos dijeron que teníamos que ir a la comisaría a denunciar».
Cuando estaban allí, un mosso les dijo que la niña había aparecido y que estaba en casa de los abuelos. Esa fue la noticia que corrió a través de los grupos de whatsapp de padres. «Nos llamó mi suegro: Venid corriendo». Sonia tiene grabado un recuerdo que hiela del momento en el que llegó a la puerta del bloque. «Había mucha gente y un gran silencio. ¿Dónde está mi hija? Dejadme verla. Mis amigas me taparon la cara, oí patadas y gritos. Jordi entró y me lo dijo. Me dijo que habían matado a nuestra hija».
Mientras la pareja estaba en la comisaría, los hermanos de ambos con una pareja de Mossos aporrearon la puerta del primer piso. Laia había bajado desde el segundo por las escaleras. En el primero vivían Antonio e Isabel, los padres del asesino. Isabel llevaba semanas en el hospital (murió esa misma madrugada). Su marido había ido a cuidarla. Juan Francisco López Ortiz, el hijo, había vuelto de Chinadonde había trabajado como cocinero, pero casi nadie lo sabía. Sonia no lo había visto jamás y Jordi, vecino de toda la vida, nunca lo frecuentó. Vidas distintas, que nunca debían haberse cruzado.
Los tíos de Laia sospecharon de ese individuo, recién duchado, que les abrió la puerta de mala gana y contestó con evasivas. Estranguló y apuñaló a la niña muy poco después de raptarla. «Yo no podía andar, no me iban las piernas. Ayer y hoy me ha vuelto a pasar», cuenta Sonia a ABC pasado un año. El martes, 4 de junio, a la pequeña le hicieron un sencillo homenaje en su colegio, la Escuela Pía de Vilanova. Su madre cuenta que fue un día bonito, pese a todo.
Una superviviente
Hace solo un mes que ha podido volver a su trabajo en un banco. «Yo me quería morir, quería estar con ella. No entiendo cómo no se para el mundo; han matado a mi hija, me decía, y me hablaban de buscar un abogado, de ir al notario. Yo quería estar allí con ella, en la Ciudad de la Justicia donde la tuvieron mucho tiempo».
Esta madre que tiene dudas sobre si es «más bonito parir o adoptar» ha elegido seguir por su hijo, de 15 años, y para luchar por la hija que le arrebataron. «Laia era una superviviente. La trajimos de China con 14 meses y pesaba cinco kilos. Siempre encontraba el lado bueno, todo lo vivía con alegría y paseaba con su enorme sonrisa». Sabe que nada les va a curar pero dice que quizá el único alivio es que el monstruo pase muchos años entre rejas (piden prisión permanente revisable) y que antes de que salga revisen «con responsabilidad» si puede volver a la libertad.
«A Laia le quedaba enamorarse, pelearse por la hora de volver a casa, recorrer el mundo, estudiar, vivir… Lo malo lo pasó ella. Para mí es el tiempo y el dolor. El día que Dios quiera me la encontraré otra vez».
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A juicio el crimen de Vilanova: el asesinato de una niña de 13 años
El Audiencia Provincial de Barcelona acoge, desde este viernes, el juicio con jurado popular contra Joan Francesc López Ortiz, el autor confeso del crimen de Laia Alsina, la niña de 13 años que fue asesinada el 4 de junio de 2018 en Vilanova i la Geltrú (Barcelona).
elcaso.elnacional.cat- Registrado
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Espeluznante.... Me he quedado helada y ganas de llorar, después de tanta lucha para tener una vida con futuro y viene este monstruo y se lo arrebata. Horrible, dios la tenga en su gloria por dios
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Supe de este caso por aquí por el foro, y me impactó muchísimo. Leo estos días las noticias sobre el juicio con un nudo en el estómago. Ojalá ese hdp no vuelva a ver la luz del sol.
Descansa en paz, Laia.
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Prefiero no leer los detalles.
DEP
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