Cristóbal Martínez-Bordiú y Jose Toledo se separan

!caramba!, la de la foto creo que es la que tuvo una hija con Frank Francés, aquel toy boy de Bárbara Rey, creo que la chica se llama Silvia, se paseaba mucho por los platós hace años (n)(n):unsure::unsure::unsure::unsure:

edito: he googleado y por lo visto la chica se apellidaba Salas; y saltó a la fama como ex de Sergio Dalma :D
Cierto se lío con Sergio Dalma y tuvo un hijo con Fran Francés, terminaron fatal. Y ella fue de plato en plato hablando de sus ex
 
El atropello mortal a un matrimonio que marcó la vida de José Cristóbal Martínez-Bordiú
Cristóbal, el más discreto de los hermanos Bordiú, se separa de Jose Toledo. Una tragedia marcó su vida.
Manuel Román
2017-09-26
http://s.libertaddigital.com/2017/09/25/1920/1080/fit/jose-toledo-cristobal-martinez-bordiu.jpg
Cristóbal Martínez-Bordiú y Jose Toledo | Cordon Press
El quinto de los nietos de Franco, segundo de los varones de los marqueses de Villaverde, José Cristóbal Martínez-Bordiú no ha sido nunca objeto de ningún escándalo, como sí le ha pasado a Francis, ni apenas ha aparecido en las revistas del corazón con la frecuencia de su hermana Mari Carmen; no tan discreto como Jaime, pero en todo caso ajeno a la notoriedad por los apellidos de su dinastía familiar. Pero ahora sí que ha sido protagonista al conocerse su inesperada separación de José Toledo, con quien llevaba casado desde 1984. Ella se ha quedado con la casa en la que vivían. Tienen dos hijos: Diego, nacido en 1990 y Daniel, ocho años menor. Las razones de esa ruptura por ahora se desconocen.

No ha sido nunca mujeriego José Cristóbal. Nacido en el Palacio de El Pardo en 1958 tuvo como es natural sus amistades de adolescencia y juventud. Pero hasta que abandonó el Ejército no se le conoció novia alguna. Había cursado dos años de Arquitectura, tres de Ciencias Físicas, y aunque no terminó ninguna carrera universitaria sí tuvo su equivalencia al graduarse militarmente en la Academia Superior de Zaragoza como alférez. Precisamente para ese día, 15 de julio de 1979, se había desplazado a la capital aragonesa prácticamente toda su familia, encabezada por su abuela, la señora de Meirás. Se alojaron en el hotel Corona de Aragón. El que ardió a partir de las primeras horas de la mañana. Todos los Franco salieron ilesos. Pero murieron ochenta de los clientes alojados en ese establecimiento. Oficialmente, no fue un atentado. Ahí chocaban intereses manifiestos: de por medio, los seguros. Por otro lado, la decisión gubernamental de no alarmar al país. Al final parecía evidente, mucho tiempo después, de que Eta se había ensañado una vez más y era responsable de aquella tragedia, la reivindicara o no. José Cristóbal Martínez-Bordiú no tuvo nunca dudas de que aquel incendio fue un atentado, que se preparó al saberse que en ese hotel iban a alojarse muchos militares y, desde luego, familiares de Francisco Franco.

Siempre se sintió José Cristóbal un chico tímido, que en sus primeros años estuvo más tiempo con la institutriz inglesa que compartía con sus hermanos menores. Falto por tanto de afecto familiar, pues sus padres viajaban muy a menudo. Y en el Palacio de El Pardo, en todo caso, era su abuela quien podía ofrecerle el cariño que buscaba. Conforme se hacía mayor, fue comprendiendo que despertaba cierto interés, pero siempre comentaría que le era normal vivir en un palacio como tener un abuelo que era Jefe del Estado. Aunque en su juventud fuera consciente de que incluso chicas de su edad se le acercaran sabiéndole nieto de Franco. Procuraba no perder su naturalidad. Y cuando ya llegó a la conclusión en la Universidad de que su vocación era ser militar y lo contó a su familia, halló la suficiente comprensión. Era tener a un continuador de la saga militar de los Franco. Desde luego, reconocería en su libro de memorias (de breve consistencia, desde luego, dada su edad, veinticinco años) que en vida de su abuelo no se le hubiera ocurrido decirle que deseaba ser militar como él. Y cuando lo contó a sus amigos, no se lo creían. Y es que José Cristóbal tenía fama de pasota. También de gorrón. Resulta que los dos millones que correspondía a todos los hermanos, por decisión de Franco en su herencia, no quería dárselos su padre, el marqués. Y tenía que conformarse con cincuenta mil pesetas al mes, a cuenta de los millones. A veces se vio obligado a que lo convidaran algunos amigos o su propio hermano Francis, que se hacía "el longuis" dada su tacañería, herencia paterna.


Su paso por la milicia transcurrió luego en Las Palmas de Gran Canaria, donde alcanzó el grado de teniente, destinado a la Tercera Compañía del Regimiento de Infantería Canarias 50. Justamente el 20 de noviembre de 1981 tenía el compromiso ineludible de asistir al funeral con motivo del sexto aniversario del fallecimiento de su abuelo. Una fecha marcada para él ya que conduciendo su Volkswagen Golf atropelló en la avenida Marítima a un joven matrimonio. La esposa murió en el acto y el marido minutos después. Habían atravesado esa vía, que no tenía un paso de peatones. Luego no podía achacarse culpabilidad alguna al nieto de Franco. Pero alguna prensa se cebó con él con llamativos titulares. Lo único que pudo hacer es lograr que los cinco hijos del infortunado matrimoniocobraran un millón de pesetas de la compañía aseguradora, más de lo estipulado y gestionarles algunos asuntos relativos a la Seguridad Social. Tal depresión le supuso el luctuoso accidente, aun no siendo responsable de la tragedia, que pocos meses más tarde, en la primavera de 1982, decidió abandonar el Ejército. Fue un momento decisivo en su vida que le ha acompañado en su memoria todo el tiempo. ¿Y qué hacer después? Volvió a la península y se dedicó a los negocios familiares. Pero ¿ha sido feliz en todos estos años, cuando su vocación era la de servir a la patria?

A poco de aterrizar en Madrid aquel 1983 conoció a una estudiante de tercero de Derecho, llamada Pilar Arias. Estaba entusiasmado con ella y pese a que nunca había albergado planes de casarse por la Iglesia sí que pensó en convivir con la joven. Pero aquel amor fue más fugaz de lo que la pareja soñaba. Porque en el horizonte apareció un día la bellísima modelo canaria Jose Toledo. Y en 1984 contrajeron matrimonio en Nueva York. Hermana de otras dos beldades, las actrices Fabiola y Cyra Toledo, María José es la más popular del trío, por sus trabajos como presentadora en televisión de muy conocidos programas: Cartelera, Gente y Corazón, corazón. Es probable que reanude su carrera de modelo u opte por colocarse de nuevo ante las cámaras, pues habrá de hacer frente a los gastos que se le avecinan. Esperará al divorcio y aunque sus hijos son mayores, de alguna manera tendrá que ocuparse de ellos. Una pena pues esta pareja parecía muy avenida. Así es que los nietos de Franco no parece hayan tenido suerte en sus matrimonios

http://www.libertaddigital.com/chic...de-jose-cristobal-martinez-bordiu-1276606493/

Coticompis, aquí viene una semblanza del nieto de Franco que se acaba de separar, pero quiero puntualizar una cosa: cuando habla de una novia que tuvo, Pilar Arias, no dice que la pobre chica murió en plena juventud, no recuerdo el año exacto (ya no eran pareja ellos dos) POR CULPA DE LA DROGA; como veis, los coticompis somos un caso, no se nos escapa una, si los periodistas no recuerdan las cosas o no las quieren decir aquí estamos nosotr@s para sacar a relucir las verdades del barquero y de paso darles un tirón de orejas :unsure::unsure::unsure:(y)(y)(y)

La chica aquella era muy hermosa, melena rizada, ojos claros, una pena el final que tuvo; en aquellos años las drogas acababan con la vida de mucha gente :(:(:( Recuerdo que concedió alguna que otra entrevista a la prensa. Cuando falleció, como digo, ya se habían separado, pero en todo caso se supo la causa de su muerte, más o menos se dijo entre líneas, à bon entendeur... :whistle:

Está visto que ser noticia es causa de que salgan a relucir las "hormigas negras" del famoseo, en este caso se recuerda cuando el nietísimo atropelló mortalmente a una pareja en Canarias, el incendio del hotel Corona de Aragón, yo recordaba hace dos días cuando hicieron fotos al matrimonio foll... en una playa...
 
siguen las hormigas negras, coticompis, mirad lo que me acabo de encontrar googleando; !y resulta que la infortunada chica fue también novia de Javier García Obregón, y las hermanas de este (la petarda de Ana Obregón y las otras dos) la acusaban de descarriar a su querido hermanito por los vericuetos de la mala vida!

La muerte de Pilar Arias Lamproy


No recuerdo bien cuando empezó a cambiar. Tal vez aquellas vacaciones en Marbella, tal vez un montón de novios inadecuados, el poderío de parar el tráfico de Madríd, exceso de dinero, unos padres con vida propia... no sé.
El 11 de octubre de 1986 su madre entró en el baño y la encontró tirada detrás de la puerta, el intento de reanimación fue inútil, la droga había sido superior a ella. Llevaba tiempo curándose. Lela y Alfonso permanecían vigilantes y la cuidaban como a la princesa delicada que era. Una noche, creyéndola dormida, su madre, la impresionante Heleny Lamproy (Lela) cayó rendida por el sueño. Teníamos 24 años. La última vez que la vi con vida fue el día de mi boda; recuerdo que no se separó de mí ni un momento. Me acompañó a llevar flores a la Virgen del colegio y rezó a mi lado. Juntas escuchamos el canto que para mí entonaban las monjas, juntas y de rodillas ante el altar en el que cuatro meses después yo leería la epístola de su funeral.
Pilar Arias Lamproy fue una de mis dos mejores amigas. Su belleza era exótica, su capacidad inagotable. Mi familia y mi vida más clásicas, la suya imparable. Se enamoró de José Cristobal Martínez Bordiú con poco más de 20 años y la prensa, los modistos, sus nuevos amigos (famosos de entonces y de ahora), la convirtieron en protagonista del cuché. Ella se sintió una nietísima.
Un par de años más tarde, las hermanas García Obregón, la acusaban de que su nuevo amor, su hermano Javier, llevaba una mala vida por su culpa. Yo no creo que fuera así, pero cuando uno está muerto y el otro rehízo oportunamente su vida, de qué sirve plantearnos quién arrastraba a quién. La única verdad: se querían.

Pero hubo un tercero en cuestión (y otros tantos más). El otro día las noticias contaban que los posibles delitos cometidos por Javier Anastasio (el mejor amigo de Rafi Escobedo, yerno y ASESINO de los Marqueses de Urquijo), habían prescrito. Javier fue el tercer hombre; el que le enseñó a soñar y a volar. El de los regalos tailandeses, el que le indicó el camino para ser mayor. El día del juicio de Rafi -convicto y confeso del doble asesinato-, nervioso, me decía a la puerta de Las Salesas: "Pilar, me van a freír". Pero ese..., ese tal vez sea otro capitulo.
Crecí y maduré junto a Pili, fuimos compañeras de clase y de vida, que no de aventuras. Nuestra adoración era mutua. Yo la regañaba pero no sabía... ella me pintaba, me arrastraba a su personal estilo, me mostraba un mundo para mí nada atractivo.
Lloré junto a su tumba y años más tarde llevé a mis hijos con el fin de que supieran a qué conducen los errores; pero desde aquel 12 de octubre en que su cuerpo quedó en reposo en El Escorial, su alma ha permanecido conmigo. Nunca, nunca, he sabido el significado de la palabra soledad


http://flashdeunavida.blogspot.com.es/2010/08/la-muerte-de-pilar-arias-lamproy.html
 
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Estirada no se de que porque creo que su familia era bastante modesta, no como los Ortiz porque esos batieron todos los records pero del monton
Era una pelu que estaba en la Plaza de Felipe Ii,al lado de El Corte Inglés de Goya.No sé de que se conocían el peluquero y ella,pero parecían tener cierta amistad.

A Remedios Cervantes la vi en Cheska,una pelu de la calle Velazquez a la que acuden muchas famosas y que te mete unos clavazos que sales de ahí tiritando.
 
En ¡HOLA! Primeras imágenes de una espectacular Jose Toledo tras confirmarse su separación de Cristobal Martínez-Bordíu
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La vida de Jose Toledo ha emprendido un nuevo rumbo. A finales del mes de septiembre se conocía que Jose Toledo y Cristóbal Martínez-Bordíu habían puesto fin a sus 32 años de matrimonio, según pudo confirmar ¡HOLA!, después de que “La Otra Crónica” adelantara la noticia. Tras treinta y dos años de matrimonio y dos hijos en común. Con la discreción que siempre les ha caracterizado, no se ha emitido comunicado alguno ni ha habido declaraciones al respecto

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El matrimonio tiene dos hijos Daniel, de veintisiete años, y Diego, de diecinueve, y aunque trataron de luchar por salvar su unión, no ha podido superar la crisis que, al parecer, atravesaban desde hace un año. Estos días ha sido fotografiada José Toledo mientras caminaba por la calle Serrano de Madrid y volvía a darnos una una lección de estilo. La guapa presentadora y modelo no sólo ha emprendido una nueva vida en el ámbito personal, sino también en el profesional. A principios de octubre, ha comenzado a trabajar como presentadora del magacín Buenos días, buenas tardes, en TVE Internacional. Está animada e ilusionada. Con ganas de trabajar, de ocuparse de sus dos hijos y de organizar su vida tras su sorprendente y discreta ruptura matrimonial.
Durante su paseo por el centro de la capital, la presentadora se encontró por casualidad a su hermana Cyra, que salía pasear con su perrita y con quien estuvo conversando durante un largo rato. Tenían mucho que contarse. Cyra acaba de regresar de México, donde ha vivido en primera persona las catastróficas consecuencias del mayor terremoto que ha sufrido el país desde 1985. En el momento del temblor —el 19 de septiembre, a la 13:00 — , Cyra estaba sola, en casa de unos amigos, en la Colonia de la Condesa, una de las zonas más afectadas por el terremoto. Había viajado a la Ciudad de México por cuestiones profesionales y fue testigo de los derrumbamientos y las explosiones que se sucedieron en las casas vecinas. Finalmente, tras varios días de mucho miedo a las réplicas, la hermana de Jose Toledo pudo regresar a Madrid y volver a abrazar a los suyos: su hija, Lluvia; sus hermanas, Fabiola y Jose, y sus sobrinos
 
El atropello mortal a un matrimonio que marcó la vida de José Cristóbal Martínez-Bordiú
Cristóbal, el más discreto de los hermanos Bordiú, se separa de Jose Toledo. Una tragedia marcó su vida.
Manuel Román
2017-09-26
Cristóbal Martínez-Bordiú y Jose Toledo | Cordon Press
El quinto de los nietos de Franco, segundo de los varones de los marqueses de Villaverde, José Cristóbal Martínez-Bordiú no ha sido nunca objeto de ningún escándalo, como sí le ha pasado a Francis, ni apenas ha aparecido en las revistas del corazón con la frecuencia de su hermana Mari Carmen; no tan discreto como Jaime, pero en todo caso ajeno a la notoriedad por los apellidos de su dinastía familiar. Pero ahora sí que ha sido protagonista al conocerse su inesperada separación de José Toledo, con quien llevaba casado desde 1984. Ella se ha quedado con la casa en la que vivían. Tienen dos hijos: Diego, nacido en 1990 y Daniel, ocho años menor. Las razones de esa ruptura por ahora se desconocen.

No ha sido nunca mujeriego José Cristóbal. Nacido en el Palacio de El Pardo en 1958 tuvo como es natural sus amistades de adolescencia y juventud. Pero hasta que abandonó el Ejército no se le conoció novia alguna. Había cursado dos años de Arquitectura, tres de Ciencias Físicas, y aunque no terminó ninguna carrera universitaria sí tuvo su equivalencia al graduarse militarmente en la Academia Superior de Zaragoza como alférez. Precisamente para ese día, 15 de julio de 1979, se había desplazado a la capital aragonesa prácticamente toda su familia, encabezada por su abuela, la señora de Meirás. Se alojaron en el hotel Corona de Aragón. El que ardió a partir de las primeras horas de la mañana. Todos los Franco salieron ilesos. Pero murieron ochenta de los clientes alojados en ese establecimiento. Oficialmente, no fue un atentado. Ahí chocaban intereses manifiestos: de por medio, los seguros. Por otro lado, la decisión gubernamental de no alarmar al país. Al final parecía evidente, mucho tiempo después, de que Eta se había ensañado una vez más y era responsable de aquella tragedia, la reivindicara o no. José Cristóbal Martínez-Bordiú no tuvo nunca dudas de que aquel incendio fue un atentado, que se preparó al saberse que en ese hotel iban a alojarse muchos militares y, desde luego, familiares de Francisco Franco.

Siempre se sintió José Cristóbal un chico tímido, que en sus primeros años estuvo más tiempo con la institutriz inglesa que compartía con sus hermanos menores. Falto por tanto de afecto familiar, pues sus padres viajaban muy a menudo. Y en el Palacio de El Pardo, en todo caso, era su abuela quien podía ofrecerle el cariño que buscaba. Conforme se hacía mayor, fue comprendiendo que despertaba cierto interés, pero siempre comentaría que le era normal vivir en un palacio como tener un abuelo que era Jefe del Estado. Aunque en su juventud fuera consciente de que incluso chicas de su edad se le acercaran sabiéndole nieto de Franco. Procuraba no perder su naturalidad. Y cuando ya llegó a la conclusión en la Universidad de que su vocación era ser militar y lo contó a su familia, halló la suficiente comprensión. Era tener a un continuador de la saga militar de los Franco. Desde luego, reconocería en su libro de memorias (de breve consistencia, desde luego, dada su edad, veinticinco años) que en vida de su abuelo no se le hubiera ocurrido decirle que deseaba ser militar como él. Y cuando lo contó a sus amigos, no se lo creían. Y es que José Cristóbal tenía fama de pasota. También de gorrón. Resulta que los dos millones que correspondía a todos los hermanos, por decisión de Franco en su herencia, no quería dárselos su padre, el marqués. Y tenía que conformarse con cincuenta mil pesetas al mes, a cuenta de los millones. A veces se vio obligado a que lo convidaran algunos amigos o su propio hermano Francis, que se hacía "el longuis" dada su tacañería, herencia paterna.


Su paso por la milicia transcurrió luego en Las Palmas de Gran Canaria, donde alcanzó el grado de teniente, destinado a la Tercera Compañía del Regimiento de Infantería Canarias 50. Justamente el 20 de noviembre de 1981 tenía el compromiso ineludible de asistir al funeral con motivo del sexto aniversario del fallecimiento de su abuelo. Una fecha marcada para él ya que conduciendo su Volkswagen Golf atropelló en la avenida Marítima a un joven matrimonio. La esposa murió en el acto y el marido minutos después. Habían atravesado esa vía, que no tenía un paso de peatones. Luego no podía achacarse culpabilidad alguna al nieto de Franco. Pero alguna prensa se cebó con él con llamativos titulares. Lo único que pudo hacer es lograr que los cinco hijos del infortunado matrimoniocobraran un millón de pesetas de la compañía aseguradora, más de lo estipulado y gestionarles algunos asuntos relativos a la Seguridad Social. Tal depresión le supuso el luctuoso accidente, aun no siendo responsable de la tragedia, que pocos meses más tarde, en la primavera de 1982, decidió abandonar el Ejército. Fue un momento decisivo en su vida que le ha acompañado en su memoria todo el tiempo. ¿Y qué hacer después? Volvió a la península y se dedicó a los negocios familiares. Pero ¿ha sido feliz en todos estos años, cuando su vocación era la de servir a la patria?

A poco de aterrizar en Madrid aquel 1983 conoció a una estudiante de tercero de Derecho, llamada Pilar Arias. Estaba entusiasmado con ella y pese a que nunca había albergado planes de casarse por la Iglesia sí que pensó en convivir con la joven. Pero aquel amor fue más fugaz de lo que la pareja soñaba. Porque en el horizonte apareció un día la bellísima modelo canaria Jose Toledo. Y en 1984 contrajeron matrimonio en Nueva York. Hermana de otras dos beldades, las actrices Fabiola y Cyra Toledo, María José es la más popular del trío, por sus trabajos como presentadora en televisión de muy conocidos programas: Cartelera, Gente y Corazón, corazón. Es probable que reanude su carrera de modelo u opte por colocarse de nuevo ante las cámaras, pues habrá de hacer frente a los gastos que se le avecinan. Esperará al divorcio y aunque sus hijos son mayores, de alguna manera tendrá que ocuparse de ellos. Una pena pues esta pareja parecía muy avenida. Así es que los nietos de Franco no parece hayan tenido suerte en sus matrimonios

http://www.libertaddigital.com/chic...de-jose-cristobal-martinez-bordiu-1276606493/

Coticompis, aquí viene una semblanza del nieto de Franco que se acaba de separar, pero quiero puntualizar una cosa: cuando habla de una novia que tuvo, Pilar Arias, no dice que la pobre chica murió en plena juventud, no recuerdo el año exacto (ya no eran pareja ellos dos) POR CULPA DE LA DROGA; como veis, los coticompis somos un caso, no se nos escapa una, si los periodistas no recuerdan las cosas o no las quieren decir aquí estamos nosotr@s para sacar a relucir las verdades del barquero y de paso darles un tirón de orejas :unsure::unsure::unsure:(y)(y)(y)

La chica aquella era muy hermosa, melena rizada, ojos claros, una pena el final que tuvo; en aquellos años las drogas acababan con la vida de mucha gente :(:(:( Recuerdo que concedió alguna que otra entrevista a la prensa. Cuando falleció, como digo, ya se habían separado, pero en todo caso se supo la causa de su muerte, más o menos se dijo entre líneas, à bon entendeur... :whistle:

Está visto que ser noticia es causa de que salgan a relucir las "hormigas negras" del famoseo, en este caso se recuerda cuando el nietísimo atropelló mortalmente a una pareja en Canarias, el incendio del hotel Corona de Aragón, yo recordaba hace dos días cuando hicieron fotos al matrimonio foll... en una playa...

acabo de encontrar en todocoleccion.net el anuncio del Trola en el que los padres de la chica de que os hablo, Pilar Arias, comentan su triste muerte

https://www.todocoleccion.net/colec...rias-jose-cristobal-martinez-bordiu~x55904047

siguen las hormigas negras, coticompis, mirad lo que me acabo de encontrar googleando; !y resulta que la infortunada chica fue también novia de Javier García Obregón, y las hermanas de este (la petarda de Ana Obregón y las otras dos) la acusaban de descarriar a su querido hermanito por los vericuetos de la mala vida!

La muerte de Pilar Arias Lamproy


No recuerdo bien cuando empezó a cambiar. Tal vez aquellas vacaciones en Marbella, tal vez un montón de novios inadecuados, el poderío de parar el tráfico de Madríd, exceso de dinero, unos padres con vida propia... no sé.
El 11 de octubre de 1986 su madre entró en el baño y la encontró tirada detrás de la puerta, el intento de reanimación fue inútil, la droga había sido superior a ella. Llevaba tiempo curándose. Lela y Alfonso permanecían vigilantes y la cuidaban como a la princesa delicada que era. Una noche, creyéndola dormida, su madre, la impresionante Heleny Lamproy (Lela) cayó rendida por el sueño. Teníamos 24 años. La última vez que la vi con vida fue el día de mi boda; recuerdo que no se separó de mí ni un momento. Me acompañó a llevar flores a la Virgen del colegio y rezó a mi lado. Juntas escuchamos el canto que para mí entonaban las monjas, juntas y de rodillas ante el altar en el que cuatro meses después yo leería la epístola de su funeral.
Pilar Arias Lamproy fue una de mis dos mejores amigas. Su belleza era exótica, su capacidad inagotable. Mi familia y mi vida más clásicas, la suya imparable. Se enamoró de José Cristobal Martínez Bordiú con poco más de 20 años y la prensa, los modistos, sus nuevos amigos (famosos de entonces y de ahora), la convirtieron en protagonista del cuché. Ella se sintió una nietísima.
Un par de años más tarde, las hermanas García Obregón, la acusaban de que su nuevo amor, su hermano Javier, llevaba una mala vida por su culpa. Yo no creo que fuera así, pero cuando uno está muerto y el otro rehízo oportunamente su vida, de qué sirve plantearnos quién arrastraba a quién. La única verdad: se querían.

Pero hubo un tercero en cuestión (y otros tantos más). El otro día las noticias contaban que los posibles delitos cometidos por Javier Anastasio (el mejor amigo de Rafi Escobedo, yerno y ASESINO de los Marqueses de Urquijo), habían prescrito. Javier fue el tercer hombre; el que le enseñó a soñar y a volar. El de los regalos tailandeses, el que le indicó el camino para ser mayor. El día del juicio de Rafi -convicto y confeso del doble asesinato-, nervioso, me decía a la puerta de Las Salesas: "Pilar, me van a freír". Pero ese..., ese tal vez sea otro capitulo.
Crecí y maduré junto a Pili, fuimos compañeras de clase y de vida, que no de aventuras. Nuestra adoración era mutua. Yo la regañaba pero no sabía... ella me pintaba, me arrastraba a su personal estilo, me mostraba un mundo para mí nada atractivo.
Lloré junto a su tumba y años más tarde llevé a mis hijos con el fin de que supieran a qué conducen los errores; pero desde aquel 12 de octubre en que su cuerpo quedó en reposo en El Escorial, su alma ha permanecido conmigo. Nunca, nunca, he sabido el significado de la palabra soledad


http://flashdeunavida.blogspot.com.es/2010/08/la-muerte-de-pilar-arias-lamproy.html


Impresionante historia,gracias por traerla
 
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