V
verguenza
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Re: Cañonazo a la Corona por Victoria Prego
Esta es la declaración de intenciones de PedroJ, recién presentada Leticia al pueblo español:
<<Los titulares de la Corona ya no serán para nosotros la encarnación de unos valores inmutables en los que está depositada la esencia misma de la Nación, sino dos altos funcionarios públicos a los que conviene mantener sendos contratos de por vida -en toda organización debe haber alguien con estabilidad en el empleo-, siempre y cuando sigan haciéndonos un buen papel en las labores protocolarias y representativas que les están encomendadas, y nos permitan continuar gritándoles a la entrada y salida de los teatros lo guapos y lo simpáticos que son (...)
En principio tampoco debe haber demasiado inconveniente para que los descendientes de la nueva rama Borbón Ortiz hereden el empleo bajo estos mismos cánones, siempre y cuando se acabe de una vez con la machista discriminación que ahora sufre la mujer (...)
(…) Junto a la cuestión del sexismo, que de paso tiñe de misoginia todo nuestro derecho nobiliario, es preciso abordar cuanto antes asignaturas pendientes que afectan a los principios de seguridad jurídica, igualdad ante la ley, control del gasto o incompatibilidades entre la función pública y la actividad privada.
A menos que se le prohiba expresamente sentarse al volante, no es lógico que el Jefe del Estado carezca de responsabilidad alguna si en un acto de imprudencia temeraria provoca un accidente de tráfico. Tampoco es lógico que, además de razonablemente austera, la nuestra sea la Monarquía más opaca de Europa desde el punto de vista de la justificación del gasto : sabemos que en el proyecto de Presupuestos recién enviado al Parlamento figura una partida de 7,51 millones de euros -un 4% más que al año anterior- asignada a la Casa de Su Majestad el Rey, pero a diferencia de lo que detalladamente sucede en Gran Bretaña, no sabemos cuál es su desglose. También desconocemos cuál es el patrimonio de Su Majestad, disparatadamente inflado año tras año por la revista Bussiness Week. Qué menos que enterarnos -a modo de aperitivo de lo que debe plantearse en el futuro-, de cuál será a partir de junio el sueldo de Letizia.
Reactivo, pues, la propuesta formulada hace dos años: con esta inflexión modernizadora ha llegado también el momento de que en la próxima legislatura el Gobierno de turno remita a las Cortes, a ser posible con el consenso de la oposición, un proyecto de Ley Orgánica de Estatuto de la Familia Real en el que se aborden cuestiones como la presencia de sus miembros en consejos de administración, el tipo de regalos que pueden aceptar de particulares o el régimen de patrocinios y esponsorizaciones de las actividades en las que participen. Se trata de minucias, a las que muy pocos han prestado atención, durante un reinado tan fructífero, eficaz y acertado como el de Don Juan Carlos, pero que antes o después conviene encarar, para que en adelante nadie se llame a engaño.
(…) bienvenido sea el cuerpo glorioso, la presumible inteligencia, el supuesto buen carácter y la constatable libertad moral de la ya intuida por todos como su novia, porque su llegada contribuirá a eliminar tabúes y a acelerar la racionalización y el progreso en la seguridad jurídica de todos los aspectos de la vida pública española».
Yo no tendría esa seguridad, Volando.
Los que más están zurrándoles a los Duques de Noos (muy bien que les saquen todo lo que puedan sacarles mientras sea verdad) no ocultan que quieren la abdicación del Rey en el 'Santo Varón' y La Mutante.
Una vez que se salgan con la suya, ¿quién podría asegurarnos que no van a concederle al dúo otros 35 ó 40 años de impunidad? Si están mintiendo ahora que la pareja todavía chupa banquillo, ¿por qué iban a dejar de hacerlo cuando tuvieran el poder?
Esta es la declaración de intenciones de PedroJ, recién presentada Leticia al pueblo español:
<<Los titulares de la Corona ya no serán para nosotros la encarnación de unos valores inmutables en los que está depositada la esencia misma de la Nación, sino dos altos funcionarios públicos a los que conviene mantener sendos contratos de por vida -en toda organización debe haber alguien con estabilidad en el empleo-, siempre y cuando sigan haciéndonos un buen papel en las labores protocolarias y representativas que les están encomendadas, y nos permitan continuar gritándoles a la entrada y salida de los teatros lo guapos y lo simpáticos que son (...)
En principio tampoco debe haber demasiado inconveniente para que los descendientes de la nueva rama Borbón Ortiz hereden el empleo bajo estos mismos cánones, siempre y cuando se acabe de una vez con la machista discriminación que ahora sufre la mujer (...)
(…) Junto a la cuestión del sexismo, que de paso tiñe de misoginia todo nuestro derecho nobiliario, es preciso abordar cuanto antes asignaturas pendientes que afectan a los principios de seguridad jurídica, igualdad ante la ley, control del gasto o incompatibilidades entre la función pública y la actividad privada.
A menos que se le prohiba expresamente sentarse al volante, no es lógico que el Jefe del Estado carezca de responsabilidad alguna si en un acto de imprudencia temeraria provoca un accidente de tráfico. Tampoco es lógico que, además de razonablemente austera, la nuestra sea la Monarquía más opaca de Europa desde el punto de vista de la justificación del gasto : sabemos que en el proyecto de Presupuestos recién enviado al Parlamento figura una partida de 7,51 millones de euros -un 4% más que al año anterior- asignada a la Casa de Su Majestad el Rey, pero a diferencia de lo que detalladamente sucede en Gran Bretaña, no sabemos cuál es su desglose. También desconocemos cuál es el patrimonio de Su Majestad, disparatadamente inflado año tras año por la revista Bussiness Week. Qué menos que enterarnos -a modo de aperitivo de lo que debe plantearse en el futuro-, de cuál será a partir de junio el sueldo de Letizia.
Reactivo, pues, la propuesta formulada hace dos años: con esta inflexión modernizadora ha llegado también el momento de que en la próxima legislatura el Gobierno de turno remita a las Cortes, a ser posible con el consenso de la oposición, un proyecto de Ley Orgánica de Estatuto de la Familia Real en el que se aborden cuestiones como la presencia de sus miembros en consejos de administración, el tipo de regalos que pueden aceptar de particulares o el régimen de patrocinios y esponsorizaciones de las actividades en las que participen. Se trata de minucias, a las que muy pocos han prestado atención, durante un reinado tan fructífero, eficaz y acertado como el de Don Juan Carlos, pero que antes o después conviene encarar, para que en adelante nadie se llame a engaño.
(…) bienvenido sea el cuerpo glorioso, la presumible inteligencia, el supuesto buen carácter y la constatable libertad moral de la ya intuida por todos como su novia, porque su llegada contribuirá a eliminar tabúes y a acelerar la racionalización y el progreso en la seguridad jurídica de todos los aspectos de la vida pública española».