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Lo que la compañera ha querido decir es que la Iglesia salvadoreña oficial estaba compinchada con el estamento de la dictadura, apoyaba a las familias terratenientes dándoles la comunión y no condenaba las matanzas de los escuadrones de la muerte, excepto Monseñor Romero y los jesuitas, Desde el Vaticano, Monseñor Romero recibía órdenes de que no se metiese en política defendiendo a los campesinos -aunque la Iglesia hacia política al ponerse del lado de los terratenientes y la dictadura - y Romero replicaba que su conciencia de cristiano que cree en el Evangelio le obligaba a defender al débil, que era lo que predicó Jesucristo. Bien, pues el Vaticano sabia que el gobierno salvadoreño tenia ganas de matarlo, y en vez de intervenir ante el gobierno salvadoreño diciéndole que ni se atreviesen a tocar a un cardenal de la Iglesia, se limitaban a decir al gobierno que intentarian taparle la boca, pero como no lo conseguian, el Papa y la Curia se lavaron las manos como Pilatos - porque la elite dictatorial era muy generosa con la Iglesia - y dejaron que matasen a Monseñor Romero y después a los jesuitas de la Universidad.
Esa es la realidad, ni más ni menos. La prueba es que no les han convertido en mártires ni santos y solo con el Papa Francisco empieza a hacerseles justicia y reconocimiento, aunque el pueblo salvadoreño adora las tumbas de quienes les demostraron que la verdadera Iglesia de Dios existe, aunque no estaba en el Vaticano.
Un sacerdote tiene obligación de dispensar los sacramentos salvo a los excomulgados. Bueno, y a los divorciados que conviven en pecado, por ejemplo.
Te refieres a una época convulsa, con un riesgo latente de que se instalara el comunismo en el cono sur y con la ayuda muy directa de religiosos de izquierda radical católicos compinchados con los que podríamos denominar herejes, y con comunistas entiéndase urss. Qué bonito es utilizar tu organización, traicionarla desde dentro y azuzar sus miembros contra sus propios enemigos acérrimos ¡y pintan buenos a tales elementos!
Y todo Occidente estaba en lucha contra el comunismo, la Iglesia incluida como es normal y natural.
La historia de los perdedores acostumbra a ser muy lastimera. Pero culpables hay en todos los bandos.