El problema de Ana es que ha vivido siempre con su hijo, no se ha separado nunca de él, cuando era pequeño y se separó del padre, le obligaba a ver al niño en su casa para no separarse de el, cuando se fue a estudiar fuera lo siguió y quería alquilarse un apartamento en el campus universitario, pero el dijo que nanai y se fue lo más cerca posible para verle a menudo, luego cuando vino a España después de acabar la carrera como ya no tenía novia se instaló en casa de su madre y luego vino lo del cáncer y ha estado siempre en todas las revisiones y vivía en su casa, con la última novia no se si han llegado a vivir juntos porque con tantas idas y venidas a los hospitales y tratamientos terribles, además ella vivía en Barcelona.
Pero es que todo hay que ponerlo en contexto, independientemente de las circunstancias del caso, madre separada con un hijo único, en general las madres en nuestra cultura son bastante avasalladoras, les cuesta romper el lazo y los hijos en nuestra cultura somos bastante dependientes y nos cuesta romper el lazo, esto no es como los países escandinavos en los que a los dieciocho años te pegan una patada en el culo. No lo es por muchas cuestiones, por nuestra cultura latina, por nuestras circunstancias económicas por las que no es tan fácil independizarse ...
La mía a mis 41 tacos sigue muchas veces pidiéndome que le mande un mensaje si llego tarde a casa, ella no quiere saber que he estado haciendo ni con quien, ella lo que quiere saber es que no he tenido un accidente o que no me han violado. Ahí estoy yo para decirle "no te lo mando, desconecta", ella lo medida y lo comprende, pero el deseo de saber que estoy bien lo tiene porque por mucho que no sea una niña ella sigue siendo mi madre.
Nosotros tenemos una cultura muy familiar y muy de clan, obviamente esos roles se tienen que ir adaptando a la edad, pero esos lazos siguen. Este chico se iría a USA con 18, no digo que alguno lo haya, pero sinceramente no veo muchos chicos de 18 años en nuestra sociedad totalmente desapegados e independientes de sus padres. Ni muchas madres o padres desafectados de sus hijos por más que hayan cumplido la mayoría de edad.