Amantes, Seducción y Sufrimiento

Esta tendencia a justificar y a infantilizar a los hombres infieles, como si no hubiese podido hacer nada para evitarlo y fuese culpa de su mujer (que no le da la vida soñada que merece por el simple hecho de tener pito) o de su amante (que lo engatusó con sus artes de arpía) es tan 1872.
 
¿Esperar fidelidad de un hombre amante?



El valor de un hombre no se ve por la cantidad de mujeres que logra, sino por saber mantener enamorada a la misma durante toda la vida. Es lógico desconfiar de tu pareja si cuando le conociste él fue amante por estar contigo engañando a su esposa. Él ya tenía dueña y fue infiel por estar contigo, ¿cómo se puede esperar fidelidad de alguien así? El amor nos vuelve ciegas, ilusas enamoradas que no ven más allá de lo que tienen en frente. A veces las mujeres nos enamoramos de hombres casados, hombres que ya tienen dueña, hombres que ya se comprometieron con otra mujer… y que ahora asegura amarnos a nosotras. Nos aferramos a ese sentimiento de amor que sentimos, lo justificamos, e incluso pretendemos creernos dueñas de él y su corazón.

Pero él ya escogió con quien compartir su vida, todo cuanto encuentre fuera de su matrimonio serán mujeres que se considerarán como “las otras”. Pero no hay porqué ser tan duras con las mujeres amantes, realmente muchas de ellas se enamoran de verdad, también son victimas del proceso, ninguna de las dos mujeres son dueñas al 100% del hombre, pues ambas lo comparten. Te aseguro que la dueña del hombre sabe perfectamente cuando él está con otra, lo nota enseguida en las cosas extrañas, en que se siente más poderoso pues puede tener a dos mujeres a la vez. Eso hace que le suba el ego hasta el cielo, sin darse cuenta de que cada vez cae más bajo ante los ojos de la que es su esposa. Si eres amante, eres “la otra” Tú como amante eres “la otra”, esa palabra tan fea pero que bien describe la realidad de que no eres dueña de su vida, ni la madre de sus hijos, ni la persona a la que prometió en público ser fiel, ni la que comparte todas sus miserias y alegrías porque los hombres no se callan sus miedos ante la esposa pero sí ante la amante.La amante es la otra, no pinta nada, su lugar está fuera. Las amantes les creen perfectos, los más atractivos e ideales, desearían ser ellas quienes están casadas con él, que todo sería diferente y mucho mejor para los dos. Pero no es así, no todo es oro como pareciera relucir, no son tan perfectos como los idealizamos desde lo poco que podemos disfrutar junto a ellos en sus ratos de infidelidad. Les aseguro, sin temor a equivocarme, que mucho más del 80% de los hombres son de lo más dependiente que hay, no sabrían qué hacer sin su mujer, se sentirían totalmente desamparados, desprotegidos y desorientados. El hombre es un animal de caza, siempre estará mirando atento a cualquier hembra que esté disponible. Si eres la amante de un hombre casado no pienses que serás la última, pues es un hombre débil de carácter que se ha dejado llevar en contra de todo cuanto juró, se dejó llevar y acabó en tus brazos aún siendo el hombre de otra. Cuando tenga la oportunidad, aunque en un futuro realmente lograras tenerle para ti, acabará siéndote infiel. Su carácter débil ya lo conoces, no seas ilusa y creas que tú eres la excepción. El hombre, una vez que se acostumbra a engañar, engaña con normalidad, y con más eficacia, pues es experimentado, ¡aprendió contigo! Ahora se sabe aún más trucos y métodos de salirse con lo que la carne le pida. La mujer es diferente al hombre, pues está dispuesta a dejarlo todo por estar a su lado, la mujer pone todos los sentimientos en la relación, pensando que el amor es lo que todos buscan, pero no. Mientras las mujeres pensamos con el corazón, los hombres piensan con otra cosa que tampoco es la cabeza. Cuando ambos amantes son casados la cosa se complica mucho más, y la angustia es mucho mayor. Todo se vuelve mucho más complicado por los horarios, el cómo verse, estar en dos lugares a la vez, lograr que no se note la ausencia de ambos, la infidelidad, etc. Los hombres en esta situación lo tienen más fácil, pues no tienen la obligación o el compromiso de cuidar a los niños, preparar la comida, ordenar y limpiar el hogar… con lo que fácilmente pueden acabar pasando mayor parte de su tiempo fuera de casa. Esto les supone mejores y más fáciles excusas, como que se tienen que ir de viaje de negocios, cambiar de aspecto, cuidar más su imagen, ir al gimnasio, y en fin, para estar al 100% en forma para sus mujeres.

Nunca ha sido elegante tener un amante, pero no juzguemos a las mujeres amantes porque como ya les dije, les pasa simplemente que el amor les llegó como menos les debió llegar, y se puso delante de ellas como una nube que no deja ver más allá. No le puedes pedir fidelidad a un amante, pues apenas te deja va con su esposa, a ese lugar que para él es su refugio y su seguridad (aunque te diga lo contrario). No le puedes exigir a un amante que esté contigo las 24 horas del día, ya tiene su vida repartida. No le puedes pedir a un amante que pase una fecha especial contigo, como una Navidad a tu lado, no, él tiene un hogar y estará allí. No le puedes pedir a tu amante que te lleve a viajes o a cenar en público; no, porque no es libre, no puede lucirse contigo. No le puedes pedir a un amante que no tenga otra amante, tú hiciste lo mismo. No le puedes pedir que se quede toda una noche en tu casa o en hotel, él debe llegar a su hogar, tiene un compromiso. Por estas y más razones, ser la amante es un suplicio. Conclusiones: En resumen, si eres la amante de un hombre casado no puedes exigir nada, pues sólo eres eso, la amante, “la otra”. Cualquier día cuando las cosas se compliquen contigo te cambiará por otra. Y aun en el caso soñado de que dejase su matrimonio actual por estar contigo, él seguirá siendo un hombre débil de carácter, que no sabrá rechazar otras oportunidades que tendrá. Le conoces: ha sido infiel para estar contigo, es un hombre infiel, un hombre que no es capaz de controlar sus impulsos y acaba en la cama de otra. Podría sucederte lo mismo. No caigas en las trampas del hombre casado que dice quererte y amarte, que sólo es feliz contigo y que ojalá sólo te tuviese a ti. No caigas en esos juegos y triángulos amorosos. Respétate a ti misma para que los demás te respeten. No seas simplemente “la otra” de nadie, como mujer vales mucho más que eso y todo ello sólo te degrada y hace ver lo débil que eres. Con este artículo no se pretende ofender a nadie, sino más bien al contrario, ayudar a las mujeres en esta situación a ponerse en el lugar que les corresponde, en un lugar de honor que va mucho más allá del que puede ocupar una mujer que se rebaja a ser “la otra”. El corazón es el que manda, te puedes enamorar, sí… pero como mujer fuerte y valiosa que eres también puedes rechazar, decir no, buscar algo mejor y hacerte respetar. Hazlo. Recuerda que para el hombre su mujer es la catedral, todo lo demás son capillas, nada más que eso.


Con amor Shoshan
 
Venga ya....
La oficial es una ogro y la amante es la mujer ideal....x eso no toma decision de irse con wonderwoman x una hipoteca o x el q diran...alguien miente mas q habla....
No hace falta irse con nadie, ni divorciarse, ni casarse con una ni casarse con otra, simplemente se vive la situación con normalidad y todos felices; la mujer tiene a su marido, la amante a su amado y el marido a las dos ¿por qué no? Si alguno de los tres no es feliz con la situación pues se apea y punto. Si la esposa no es feliz con esa situación se puede divorciar, el esposo también se puede divorciar si quiere, pero el divorcio es muy complicado y total ¿para qué?
Simplemente se vive la vida como viene. Y al resto del mundo qué diantres le importa lo que hagan entre tres adultos.
 
La primera es con quien se divierte:LOL:, con quien comenta las cosas del día a día:(, a la que llama todos los días, con la que come un sábado o un miércoles:p, con la que va al cine o a un concierto:), de quien recibe un abrazo, la que presenta a sus amigos íntimos:joyful:, a la que llama cuando está en urgencias con un esguince:dead: y con la que folla:kiss:, por ejemplo.
La otra es con la que comparte la hipoteca:banghead:, con la que va a la boda de un sobrino:bored:, con la que va a una cena de empresa:muted:, con la que hace la declaración de la renta:sorry:.

A la amante la lleva al cine y la presenta a sus amigos?. Esto sí que lo llamo vivir en el mundo Disney¡
 
A la amante la lleva al cine y la presenta a sus amigos?. Esto sí que lo llamo vivir en el mundo Disney¡
Pues no es el mundo de Disney, es el mundo real en el que la gente ya no se esconde y cada uno/a acepta las cosas como son. Hace 50 años el adulterio era delito, hoy no, hoy la gente puede salir a la calle con quien quiera y la policía no te detiene. Puedes probar.
 
Pues no es el mundo de Disney, es el mundo real en el que la gente ya no se esconde y cada uno/a acepta las cosas como son. Hace 50 años el adulterio era delito, hoy no, hoy la gente puede salir a la calle con quien quiera y la policía no te detiene. Puedes probar.

No me hace falta probar, gracias.
En el mundo real que yo vivo, los casados/as no van con las amantes ni a comprar tabaco, no sea que los vea alguien
 


El tema de la casa para mi es FUNDAMENTAL, si no te lleva a su casa es que no le importáis una mierda. Son los típicos que prefieren incluso teniendo casa y la treintena tener intimidad por ahí, algo pasa en su casa que no quieren que veáis, y no necesariamente tiene que ver con una infidelidad ni que estén casados: simplemente que no os trata con respeto y que no tenéis importancia para ellos por lo que prefiere veros en los sitios más pintorescos y tener s*x*, por ejemplo, en el coche antes que en su casa.

Puede ser que tengan la tara de asociar el meter al rollete en casa con un compromiso o algo así, no hace falta que estén casados o con novia, es que rechazan el meteros en la casa por ese tipo de tara "antinovias formales" y a lo mejor vosotras pasáis incluso de entablar relación formal.
Dos anécdotas tengo de relaciones con esa resistencia a invitar a casa o pasar la noche allí

-El primero resultó un gilipollas que no me tuvo en consideración nunca (de llamarme para salir o verne, agarraos, a las 2 a.m., así que duré con él como dos meses). Comportamiento que me iba avisando de que con éste no había nada qué hacer: nunca me dijo de ir a su casa. Además este tenía otro punto de la lista: que sólo me quería ver de noche.
-El segundo aunque no dijo nada de palabra, se negaba a llevarme a su casa con otra actitud, dando largas, por ejemplo, llegué a ir antes a la casa de un primo suyo y a la de su madre antes que a la suya, a mi por algún motivo no me llevaba a su casa y ahí fue donde particularmente le metí una caña increíble para que me demostrara si yo le importaba, porque os aseguro que este detalle dice muchísimo de un tío. Este chico vivía con su hermana, una chica mantenida por toda la familia con piso propio en el que no vivía y con novio con piso propio, pero la tía ahí estaba: viviendo mantenida por el hermano (el chico con el que yo estaba). Entre que no me decía nada de ir a su casa y que en su casa vivía la hermana (y yo no voy a ir a ya sabéis qué con una hermana delante y menos con una hermana que tiene su casa propia y no sé qué pinta ahí), cogí y para ponerle contra las cuerdas le dejé claritas las cosas: si quería seguir conmigo ese desaguisado lo arreglaba, yo ya había cumplido los 30 y a menos que fuera por tener algo de emoción de vez en cuando, no iba a estar manteniendo relaciones en sitios clandestinos. Encima yo por aquel entonces, vivía con mis padres porque tuve que irme del piso en el que estaba de alquiler. ¿No tener relaciones con alguien como Dios manda a cierta edad teniendo uno de los dos casa?. A mi no me vacilan, así que se vio en la obligación de organizarse findes para mandar a la hermana a tomar por culo a su piso o con el novio y al final entrar yo en la casa; que no me voy a quedar con la casa como la Pantoja se quedó con Cantora, joder, es que yo no voy a consentir que me vean clandestinamente, como a una delincuente. Y yo ya conocía a su madre y todo y no éramos novios formales ni nada, pero coxx, qué perra con no querer llevarme a su casa.

Este para mi es un de los grandes detalles para saber si les importáis o no. Y no suele fallar.​
 
A mí es que hablar de amantes en pleno siglo XXI cuando el divorcio está más que instaurado me da un poco la risa. Entiendo que las apariencias para muchas personas siguen siendo importantes, pero la gente se casa, se descasa, convive sin casarse, otros mantienen una relación cada uno desde su casa. La figura de la amante clandestina con la que disfruta de lo que su mujer no le ofrece me parece muy trasnochada e irreal a estas alturas.
 
A mí es que hablar de amantes en pleno siglo XXI cuando el divorcio está más que instaurado me da un poco la risa. Entiendo que las apariencias para muchas personas siguen siendo importantes, pero la gente se casa, se descasa, convive sin casarse, otros mantienen una relación cada uno desde su casa. La figura de la amante clandestina con la que disfruta de lo que su mujer no le ofrece me parece muy trasnochada e irreal a estas alturas.


Pero es una figura que existe. Si tú tienes pareja y le pones los tochos con otra persona se le suele llamar amante. Los hoteles españoles y mundiales están plagados de parejas que suben a la habitación, se revuelcan un rato y para casa: son amantes porque cada uno tiene su pareja. Ya lo he visto en muchas ocasiones, además en mis últimas vacaciones identifiqué a una pareja rápida de éstas. Que cada uno haga lo que le salga, son sus vidas, no voy a juzgar a nadie.

Claro que existe la figura de la y del amante. Y la gente aguanta parejas por el qué dirán a estas alturas del siglo XXI, otros por la hipoteca, por los hijos, porque no hay valor a dar el paso. Me pongo a contar historias de amigos y conocidos y no paro. Y ya los de las cornudos y cornudas consentidos son para echarlos de comer aparte.
 
No me hace falta probar, gracias.
En el mundo real que yo vivo, los casados/as no van con las amantes ni a comprar tabaco, no sea que los vea alguien
Y por eso es la amante, porque se supone que no la conoce nadie, ajjaajjaajaajja
 
Y por eso es la amante, porque se supone que no la conoce nadie, ajjaajjaajaajja


La palabra "amante" significa "el que ama", pero sí, está asociada en nuestra cultura la palabra que más pegaría "LA OTRA", lo que en época de mis padres se decía "la querida", que incluso implicaba un cierto statutillo, porque el término a veces implicaba señor con pasta y pisito puesto como picadero.

Yo he tenido "amantes", que no han sido "los otros" ni mucho menos, sino chicos con los que no he tenido necesidad de establecer relación formal, ambos solteros y libres con todo consentido como adultos.
 
Pero es una figura que existe. Si tú tienes pareja y le pones los tochos con otra persona se le suele llamar amante. Los hoteles españoles y mundiales están plagados de parejas que suben a la habitación, se revuelcan un rato y para casa: son amantes porque cada uno tiene su pareja. Ya lo he visto en muchas ocasiones, además en mis últimas vacaciones identifiqué a una pareja rápida de éstas. Que cada uno haga lo que le salga, son sus vidas, no voy a juzgar a nadie.

Claro que existe la figura de la y del amante. Y la gente aguanta parejas por el qué dirán a estas alturas del siglo XXI, otros por la hipoteca, por los hijos, porque no hay valor a dar el paso. Me pongo a contar historias de amigos y conocidos y no paro. Y ya los de las cornudos y cornudas consentidos son para echarlos de comer aparte.

Es una figura que existe, pero esta trasnochada. Antiguamente a muchas personas las casaban los padres por interés o por lo que fuera. Tampoco existía el divorcio, por lo que era bastante habitual tener una "querida" a la que "ponían un piso". Esto es entendible.
Pero hoy en día, existiendo el divorcio, no es de recibo. Y no me valen excusas de hipotecas etc. Si eres tan pesetero como para estar con una persona a la que no quieres por la hipoteca y no con la que quieres de verdad, será que a esta última no la quieres tanto. Es cuestión de prioridades.
Si una persona se lía con un casado/a y quiere ser algo más, hay que darse un plazo conveniente, y si la persona no deja a su pareja, lo mejor es alejarse. Eso de estar años escuchando promesas es autoengañarse.
 

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