Gente tacaña y agarrada, anécdotas

No, por tonta no dije nada. Pague y me fui a casa, pero no me vuelve a pasar, no salgo a cenar cuando va ella y punto.
Esta misma chica una vez paseando al perro se encontró con una de estas amigas y su esposo que salieron a cenar en plan pareja en el bar del barrio, pues la tía se sentó con ellos sin pedirse nada y hablando toda la noche y se quedo hasta el postre. Luego mis amigos pagaron y todos se fueron a casa (que encima ella vive en el portal de al lado). Total que se quedaron sin su salida de pareja y la chica ahí hablando sin comer.



¿Y no les dijiste nada? porque yo si me como media pizza no pago a medias con uno que se ha tomado plato completo + postre + alcohol. Que una vez en una cena en grupo pasó que los que se habían pedido los platos más caros y varias botellas de vino más postre pretendían pagar a medias y los que comimos menos y cosas más económicas nos plantamos y cada uno se pagó lo suyo. Me parece muy injusto la verdad. Puede que antes por vergüenza me haya callado algunas pero ya no y que piensen lo que quieran.
 
Yo he hecho lo mismo ya que no podemos salir a comer pues algún capricho del supermercado.
Mira que no somos de comida rápida mi esposo y yo, pero hace días que nos apetece un mcdonalds y esta cerrado jeje. Creo que cuando todo vuelva a la normalidad iré al mcdonalds.


Yo igual. Esta cuarentena ya que no salgo me doy mis caprichos en el super, de hecho ya tengo la nevera y congelador llena hasta junio quitando algún producto fresco que tenga que comprar si o si
 
Recordé otra anécdota cuando era niña. Mis abuelos hacían cenas con otros amigos y a veces me llevaban, pues una de estas amigas de mi abuela era tacaña con la comida. Siempre había de postre tarta, y la tia para cortarla hacia un circulo super grande y luego iba cortando porciones, y claro luego te tocaba una miniporción de tarta y recuerdo que eran riquísimas las tartas pero apenas las podías saborear con esa porción ridícula.
 
No, por tonta no dije nada. Pague y me fui a casa, pero no me vuelve a pasar, no salgo a cenar cuando va ella y punto.
Esta misma chica una vez paseando al perro se encontró con una de estas amigas y su esposo que salieron a cenar en plan pareja en el bar del barrio, pues la tía se sentó con ellos sin pedirse nada y hablando toda la noche y se quedo hasta el postre. Luego mis amigos pagaron y todos se fueron a casa (que encima ella vive en el portal de al lado). Total que se quedaron sin su salida de pareja y la chica ahí hablando sin comer.
Es que me dan tanta rabia estos caraduras. A veces me ha pasado que yo me he puesto como el kiko pero alguna amiga no porque no tenía mucha hambre o no quería gastar mucho, lo que sea y luego la gente queriendo pagar a medias toda la cuenta y yo he sido la primera en decir que no, que cada uno lo suyo, por respeto a los que han consumido menos. Es que hay que tener cara y muy poca vergüenza jajaja
 
Recordé otra anécdota cuando era niña. Mis abuelos hacían cenas con otros amigos y a veces me llevaban, pues una de estas amigas de mi abuela era tacaña con la comida. Siempre había de postre tarta, y la tia para cortarla hacia un circulo super grande y luego iba cortando porciones, y claro luego te tocaba una miniporción de tarta y recuerdo que eran riquísimas las tartas pero apenas las podías saborear con esa porción ridícula.
Ay, me pasó una vez algo parecido, en un cumple había flan y pedí a la madre de mi amiguito que si me podía servir y me sirvió un trozo finísimo, parecía una loncha de queso. Cuando me la terminé le pedí más y me dijo que no, que si no no habría para todos. Había dos flanes enteros, primas, y éramos como 10 o 12 niños, ya os digo que había de sobra para todos y para que pudiéramos repetir si queríamos.
 
Cero verguenza la verdad, yo si no tuviera dinero pues no voy a cenar y punto. O mira alguna vez hemos ido a la playa con bocadillos de casa todos y también se pasa muy bien y es un plan economico.


Es que me dan tanta rabia estos caraduras. A veces me ha pasado que yo me he puesto como el kiko pero alguna amiga no porque no tenía mucha hambre o no quería gastar mucho, lo que sea y luego la gente queriendo pagar a medias toda la cuenta y yo he sido la primera en decir que no, que cada uno lo suyo, por respeto a los que han consumido menos. Es que hay que tener cara y muy poca vergüenza jajaja
 
No, por tonta no dije nada. Pague y me fui a casa, pero no me vuelve a pasar, no salgo a cenar cuando va ella y punto.
Esta misma chica una vez paseando al perro se encontró con una de estas amigas y su esposo que salieron a cenar en plan pareja en el bar del barrio, pues la tía se sentó con ellos sin pedirse nada y hablando toda la noche y se quedo hasta el postre. Luego mis amigos pagaron y todos se fueron a casa (que encima ella vive en el portal de al lado). Total que se quedaron sin su salida de pareja y la chica ahí hablando sin comer.

Eso no lo soporto. Para mí es súper incómodo estar en un bar o restaurante comiendo y la otra persona sin consumir nada solo mirando y hablando.
 
Tengo un tío que podría llenar el hilo solo con anécdotas suyas. Esta es una mezcla entre machismo y tacañería. Él vive en otra ciudad y fuimos mi madre y yo de visita en verano. Salimos a comer, y lo que estaba más cerca de casa era un bar La Sureña, que tenía ofertas en raciones ciertos días de la semana, que no coincidían con el día que decidimos ir. Él intentó convencernos de ir a otro sitio y volver el día de la oferta, pero la verdad que no andábamos pensando en el precio, queríamos comer donde fuese, tomarnos una cerveza fría e irnos a la playa. Mi madre dijo que no se preocupase que invitaba ella. Pues bien, mi tío se levanta a pedir sin consultarnos y pidió lo más barato de la carta, y pagó él. No sé si mi madre hirió su orgullo con lo de que ella pagaba o qué, pero acabamos comiendo ensaladilla chunga de 3 euros ?
Otro verano además se vino mi abuela, que a la pobre le hacía mucha ilusión ir a verlo, como venía ella en lugar de viajar en bus, vino él a recogernos. Pues bien, en pleno verano y con una señora mayor en el coche, se negaba a poner el aire acondicionado, para ahorrar, a mitad mi madre lo encendió, antes de que nos diese un soponcio :dead:
Y así, todo el rato jajaja y no es que tenga poquísimos ingresos, es que es de las personas que solo tiene para lo que le conviene.
 
Primas, a petición popular ahí va mi relato de la semana del infierno en casa de la tacaña más grande que he tenido la desgracia de conocer. Intentaré resumirlo todo lo que pueda.
Antes de nada, para poneros en situación, yo por aquel entonces tenía unos 11 años y era una niña muy delgadita que comía muy poco. Osea, que era bastante difícil que yo pasase hambre en cualquier sitio, menos en esa horrible casa, claro.
Esta mujer (llamémosla Sara) vino a recogerme al salir del trabajo para empezar lo que en principio iban a ser dos semanas de vacaciones en su casa para que yo estuviese con su hija, que por aquel entonces era muy amiga mía (y una tacaña igual que su madre). Cuando llegamos ya era la hora de la cena, por lo que Sara dijo que iba a preparar una tortilla de patatas. Cuando nos sentamos a cenar (Sara, su marido, su hija, su hijo y yo) veo que la tortilla era enana, tenía un tamaño ridículo para 5 personas. Cortan la tortilla y sirven un cachito minúsculo para cada uno. Yo me voy a la cama con hambre. Al día siguiente Sara nos llama a desayunar, ella ya ha desayunado con su marido porque éste se tenía que ir a trabajar, por lo que solo nos sentamos a la mesa mi amiga, su hermano y yo. Sara nos sirve un vaso de leche con colacao, y ya. Pregunto si hay galletas, cereales o algo y me dice que no, que ellos solo desayunan leche. A la hora de la comida había sopa, nada más. Por la tarde Sara se lleva al niño a no sé donde y nos quedamos mi amiga y yo solas en casa. Como estaba muerta de hambre le pregunto si podemos merendar ya, a lo que me dice que en su casa nunca meriendan. Yo le digo a mi amiga que por favor comamos algo, que tengo mucha hambre, y mi amiga me dice que no, que no se puede coger nada sin permiso de su madre, a mí eso me pareció surrealista y como ya no podía más abrí la nevera y cogí un yogur. Mi amiga me dice que allá yo, pero que cuando venga su madre se va a dar cuenta y se va a enfadar. Me como el yogur y nos vamos a su habitación a jugar, al rato escuchamos que Sara vuelve a casa, nosotras seguimos en la habitación jugando cuando de repente escuchamos a Sara gritar "quien se ha comido un yogur??!!" Vamos a la cocina y mi amiga se apresura a decir que fui yo. Yo le digo que tenía mucha hambre y que cuando mi amiga viene a mi casa siempre coge lo que quiere para comer y que pensaba que yo podía hacer lo mismo, me dice que no pasa nada, pero que la próxima vez pida permiso. Los siguientes días transcurren igual, desayunando leche con colacao, y comiendo y cenando raciones absurdas. Un día al acabar de comer Sara me ofreció un plátano de postre y yo casi lloro de felicidad ?. El sábado por la mañana, mientras tomábamos nuestro maravilloso colacao, llega el marido de Sara diciendo "he traído croissants para desayunar!". Yo estaba más feliz que una perdiz, hasta que abren la bolsa y sacan dos croissants. Dos croissants para 5 personas!! Los cortan en cachitos y nos dan un cachito a cada uno. Por la tarde nos vamos todos de paseo, y al rato nos sentamos en una terraza a tomar algo. Sara y su marido se piden unas bebidas y a nosotros nos piden un vaso de agua del grifo que tenemos que compartir entre los tres. Al día siguiente, por la mañana, vamos a visitar a la abuela paterna de mi amiga, que era una señora adorable, la cual nos dio dos euros a cada una para comprar chuches. Por la tarde la misma historia del día anterior, paseo y paradita en una terraza, solo que esta vez, cuando el camarero viene a tomar nota, yo, que estaba hasta los huevos de pasar hambre, cometo la desfachatez de decirle al camarero que quiero un zumo y una napolitana. A Sara casi le da un ataque allí mismo. Cuando me trajeron el zumo y la napolitana Sara lo repartió todo entre los tres (mi amiga, su hermano y yo). Estuvo mosqueada todo el día, pero no me dijo nada. Al día siguiente, a media mañana, le pregunto a Sara si puedo bajar a la tienda de chucherías a comprar algunas chuches para mi amiga y para mí con los dos euros que nos había dado la abuela, me dice que sí y yo aprovecho para ir a una cabina cercana a la tienda para llamar a mi madre y decirle por favor que pusiese cualquier excusa para que Sara me llevase a casa, que lo estaba pasando fatal. Supongo que como la llamé desde una cabina y aún por encima estaba llorando mi madre se asustó muchísimo. Compré unas pocas gominolas con el dinero que me sobró de la llamada y volví a la casa. Cuando llegué Sara me dijo que recogiese mis cosas, que mi madre acababa de llamar pidiéndole que me llevase a casa porque mi hermano pequeño me echaba mucho de menos y no paraba de llorar. No sé si Sara se lo llegó a creer o no, pero bueno, ni hizo preguntas ni dijo nada. Recuerdo el momento de volver a mi casa como de los más felices de mi vida.
Alucinando estoy, que gente más MISERABLE madre de diossss!!!!
 
Primas, duda que me surge y me gustaría pedir opinión al respecto, es un pelín offtopic pero bueno, yo lo veo relacionado.

Me ha pasado varias veces ya ir a casa de amigos, conocidos, familiares (más lejanos, los cercanos sinceramente no me importa) a cenar o comer y ponernos de acuerdo en hacer cada uno una cosa. Llevo yo, a parte de lo que haya que llevar una botella de vino, por poner un ejemplo, y no se vuelve a saber nunca más de esa botella.

No sé qué opináis de esto, pero en mi opinión, o al menos es lo que yo suelo hacer a no ser que sea un regalo, suelo abrir esa botella o lo que quiera que sea en esa quedada para disfrutarla todos juntos, no la escondo o la guardo como una rata rastrera xDDDD. Me parece de buena educación sacarla en el momento.
También depende del momento obviamente, si el banquete ha sido grande y ya no entra nada más obviamente no vas a sacarlo pero ya me entendéis por dónde voy...muchas personas suelen guardársela conforme entras por la puerta xD.
 
Os voy a contar una anécdota que en mi cabeza fue mutando.
Estaba ya en la carrera (ya tenía mis 20) y fui a dormir a casa de una amiga porque teníamos que entregar un trabajo y la idea era quedarnos con él hasta tarde. Pues bien, su madre hizo pizza. Estupendísimo! (O no, porque yo ya estaba peleando con una anorexia, pero bueno, la "situación" lo merecía, porque no me permitía muchas salidas precisamente por el puñetero TCA). Su madre preparó la pizza (masa casera y todo) y la puso en la mesa. Inicialmente pensé que eran pizzas individuales porque era algo más pequeña que un plato de postre (ésto lo he repetido varias veces en mi cabeza, porque llegué a dudar de si la había servido en bandeja, pero no, estoy 100% segura de que era un plato de postre). Pues bien, esa pizza era para cenar las dos. Media para cada una (de tomate y una loncha de jamón cocido picadito).
Me fui a la cama con un hambre voraz. Y qué pensó mi cabeza en ese momento? Que era una gorda y que lo normal era comer ese tamaño y que si yo estaba tan "gorda" (por aquel ya estaba por debajo de los 50 kg, pero llegué a los 32).
Al día siguiente, evidentemente, no tenía hambre (que cabrona es la anorexia) y cuando volví a mi casa le dije a mi madre que estaba "así" porque ella servía raciones enormes (si hacía una pizza de Tarradellas -para que os hagáis una idea- pues me podía comer algo más de 1/4 o incluso la mitad).
Con el paso del tiempo me di cuenta de que su madre era una rácana (ella celebró su cumple y su madre compró una tarta de 8 cuando éramos más de 15, había 4 bolsas de patatas para todos y medio sándwich por persona), pero inicialmente, esa noche fue un tormento y a día de hoy todavía recuerdo el hambre que pasé.
 

Temas Similares

2 3 4
Respuestas
37
Visitas
7K
Back