ROSA
JAIME PEÑAFIEL
02/11/2019
CHSSS...
LA MARQUESA QUERÍA EL MERCEDES
EL MARQUÉS LO HUBIERA VENDIDO
LA OTRA MEMORIA DE LUCÍA BOSÉ
Descubra Orbyt
Resulta curioso que Carmencita desconociera los años que su padre cumplía aquel 4 de diciembre de 1939. No eran precisamente 50 sino 47, ya que había nacido en El Ferrol el 4 de diciembre de 1892.
“No nos importaba que el coche estuviese en el Patrimonio mientras éste dependiera de la Casa Real pero, cuando se promulgó la nueva ley y Patrimonio Nacional pasó a depender del Gobierno, decidimos llevárnoslo”.
Sorprendía la ignorancia de Carmen Franco en lo referente a Patrimonio Nacional, que no es del Gobierno, sino del Estado a disposición del Rey y resto de la Familia Real para uso exclusivo en actos de Estado y ceremonias oficiales.
Algún día escribiremos sobre la historia de los cuantiosos regalos que los Reyes Juan Carlos y Sofía, también Felipe y Letizia, han recibido y dónde están. Algunos, como los dos Ferrari que recibió del primer ministro de los Emiratos, a finales de 2011, en 2017 fueron subastados por Patrimonio Nacional a mitad de precio. Pero éstos no fueron los únicos coches que como regalo recibió. Fueron muchos máas. Y joyas, Doña Sofía como para poner una joyería.
La duquesa pretendía, de ganar la demanda que recayó en el juzgado de primera instancia numero 14 de Madrid, cuyo titular era Rafael Gómez Chaparro, llevarse el Mercedes al Pazo de Meirás.
Para haber ganado aquel juicio, que lo perdió, la duquesa de Franco debía probar, mediante documentación, primero que el Mercedes era propiedad de su padre y no del Estado; segundo, presentar cartas o documentos del propio Hitler haciendo constar que el regalo era personal; tercero, presentar recibos de pagos que hubiera ocasionado la posesión y disfrute del coche como propiedad particular; cuarto, presentar la documentación pertinente capaz de respaldar que Hitler hizo el regalo de su bolsillo y no con dinero del Estado, y quinto, que Franco lo recibió como ciudadano normal y no como Jefe del Estado que era. La familia Franco, sobre todo el marqués de Villaverde, sabía lo que podría valer aquel único Mercedes de Hitler. Sacado a subasta se podía convertir en el automóvil más caro de la Historia. Por supuesto que muchísimos millones. También sabía el yernísimo que la casa Mercedes estaba muy interesada en su compra con el objetivo de exponerlo en el departamento de Coches Clásicos e Históricos. Hoy, afortunadamente, se sigue conservando en El Pardo. Merece la pena visitar este museo, donde, entre otros muchos coches, se encuentran los tres Rolls-Royce que compró Franco y que se utilizaron en la boda de Felipe y Letizia. La imprevista e inoportuna lluvia obligó a cambiar los planes. Después de esperar más de 20 minutos y hasta que el Rey Don Juan Carlos, cabreado por el retraso, dijo aquello “que la traigan ya”, se decidió utilizar uno para los niños, la cola y las arras, el otro para la novia con su padre. Y un tercero descapotable para los novios en el recorrido por las calles de Madrid.
Aprovechando la XIV Fiesta del Cine de Roma, Lucía Bosé ha presentado su biografía, sus memorias desmemoriadas ya que en ellas puede leerse “valió la pena dejar el cine para casarme con el torero”. Más bien fue que no. Ya que si hubo una sufridora esposa en aquella época y en todas fue la bellísima italiana. “Yo que había tenido, a pesar de los pesares, un concepto maravilloso del torero, que creía que era Dios, pasé a encontrarlo zafio y vulgar. Fui una de las primeras mujeres de España que plantó cara a las infidelidades de mi marido, tomando la decisión de separarme, de no pasarle ni una más... Me amenazó con echarme de España. Si tienes coj*nes, adelante, adelante. Pero quiero que quede bien claro: ese día te pego un tiro. Sabrás todo lo que aguantan las españolas, pero a las italianas aún no nos conoces. Tú tócame y te mato...”. Lo contó en su día, en colaboración con Begoña Aranguren en Lucía Bosé, diva, divina (Planeta 2003).
A la nena: lo de Barcelona, el lunes, nada que ver con lo de Oviedo. La realidad será muy diferente. La primera prueba de fuego. ¡Prepárate! ¡Pobre niña! (...) Hablar de la mutua admiración que se profesa el ex matrimonio es excesivo, guapa. Mas bien tuya hacia él porque, por tu parte, tienes poco que admirar (...) Ahora resulta que está llenando de problemas a la familia y no lleva bien su nueva vida. Quien no la lleva bien es la propia suegra. ¿Esto les suena? (...) Ya falta menos para que se haga público el nombre de la ganadora de MasterChef Celebrity. ¡¡¡Qué gran sorpresa!!! ¡No para mí ni para su madre...! (...) No es cierto que la marquesa fuera retenida en el aeropuerto de Madrid-Barajas por intentar sacar unos relojes. Se trataba de una gran cantidad de monedas de oro para que, en Suiza, le hicieran “un reloj para la abuelita”, que no es lo mismo. Entérate, amigo (...) A la hermanísima parece le ha salido un colaborador irlandés en su guerra contra la prensa. ¡Que miedo! (...) La muerte del famoso cómico Chicho Gordillo ha puesto de manifiesto que su viuda no tenía dinero para enterrarlo. Algunos compañeros como Bigote Arrocet y Manolo Royo, entre otros, han aportado el dinero. ¡¡Qué pena!!
JAIME PEÑAFIEL
02/11/2019
CHSSS...
LA MARQUESA QUERÍA EL MERCEDES
EL MARQUÉS LO HUBIERA VENDIDO
LA OTRA MEMORIA DE LUCÍA BOSÉ
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Resulta curioso que Carmencita desconociera los años que su padre cumplía aquel 4 de diciembre de 1939. No eran precisamente 50 sino 47, ya que había nacido en El Ferrol el 4 de diciembre de 1892.
“No nos importaba que el coche estuviese en el Patrimonio mientras éste dependiera de la Casa Real pero, cuando se promulgó la nueva ley y Patrimonio Nacional pasó a depender del Gobierno, decidimos llevárnoslo”.
Sorprendía la ignorancia de Carmen Franco en lo referente a Patrimonio Nacional, que no es del Gobierno, sino del Estado a disposición del Rey y resto de la Familia Real para uso exclusivo en actos de Estado y ceremonias oficiales.
Algún día escribiremos sobre la historia de los cuantiosos regalos que los Reyes Juan Carlos y Sofía, también Felipe y Letizia, han recibido y dónde están. Algunos, como los dos Ferrari que recibió del primer ministro de los Emiratos, a finales de 2011, en 2017 fueron subastados por Patrimonio Nacional a mitad de precio. Pero éstos no fueron los únicos coches que como regalo recibió. Fueron muchos máas. Y joyas, Doña Sofía como para poner una joyería.
La duquesa pretendía, de ganar la demanda que recayó en el juzgado de primera instancia numero 14 de Madrid, cuyo titular era Rafael Gómez Chaparro, llevarse el Mercedes al Pazo de Meirás.
Para haber ganado aquel juicio, que lo perdió, la duquesa de Franco debía probar, mediante documentación, primero que el Mercedes era propiedad de su padre y no del Estado; segundo, presentar cartas o documentos del propio Hitler haciendo constar que el regalo era personal; tercero, presentar recibos de pagos que hubiera ocasionado la posesión y disfrute del coche como propiedad particular; cuarto, presentar la documentación pertinente capaz de respaldar que Hitler hizo el regalo de su bolsillo y no con dinero del Estado, y quinto, que Franco lo recibió como ciudadano normal y no como Jefe del Estado que era. La familia Franco, sobre todo el marqués de Villaverde, sabía lo que podría valer aquel único Mercedes de Hitler. Sacado a subasta se podía convertir en el automóvil más caro de la Historia. Por supuesto que muchísimos millones. También sabía el yernísimo que la casa Mercedes estaba muy interesada en su compra con el objetivo de exponerlo en el departamento de Coches Clásicos e Históricos. Hoy, afortunadamente, se sigue conservando en El Pardo. Merece la pena visitar este museo, donde, entre otros muchos coches, se encuentran los tres Rolls-Royce que compró Franco y que se utilizaron en la boda de Felipe y Letizia. La imprevista e inoportuna lluvia obligó a cambiar los planes. Después de esperar más de 20 minutos y hasta que el Rey Don Juan Carlos, cabreado por el retraso, dijo aquello “que la traigan ya”, se decidió utilizar uno para los niños, la cola y las arras, el otro para la novia con su padre. Y un tercero descapotable para los novios en el recorrido por las calles de Madrid.
Aprovechando la XIV Fiesta del Cine de Roma, Lucía Bosé ha presentado su biografía, sus memorias desmemoriadas ya que en ellas puede leerse “valió la pena dejar el cine para casarme con el torero”. Más bien fue que no. Ya que si hubo una sufridora esposa en aquella época y en todas fue la bellísima italiana. “Yo que había tenido, a pesar de los pesares, un concepto maravilloso del torero, que creía que era Dios, pasé a encontrarlo zafio y vulgar. Fui una de las primeras mujeres de España que plantó cara a las infidelidades de mi marido, tomando la decisión de separarme, de no pasarle ni una más... Me amenazó con echarme de España. Si tienes coj*nes, adelante, adelante. Pero quiero que quede bien claro: ese día te pego un tiro. Sabrás todo lo que aguantan las españolas, pero a las italianas aún no nos conoces. Tú tócame y te mato...”. Lo contó en su día, en colaboración con Begoña Aranguren en Lucía Bosé, diva, divina (Planeta 2003).
A la nena: lo de Barcelona, el lunes, nada que ver con lo de Oviedo. La realidad será muy diferente. La primera prueba de fuego. ¡Prepárate! ¡Pobre niña! (...) Hablar de la mutua admiración que se profesa el ex matrimonio es excesivo, guapa. Mas bien tuya hacia él porque, por tu parte, tienes poco que admirar (...) Ahora resulta que está llenando de problemas a la familia y no lleva bien su nueva vida. Quien no la lleva bien es la propia suegra. ¿Esto les suena? (...) Ya falta menos para que se haga público el nombre de la ganadora de MasterChef Celebrity. ¡¡¡Qué gran sorpresa!!! ¡No para mí ni para su madre...! (...) No es cierto que la marquesa fuera retenida en el aeropuerto de Madrid-Barajas por intentar sacar unos relojes. Se trataba de una gran cantidad de monedas de oro para que, en Suiza, le hicieran “un reloj para la abuelita”, que no es lo mismo. Entérate, amigo (...) A la hermanísima parece le ha salido un colaborador irlandés en su guerra contra la prensa. ¡Que miedo! (...) La muerte del famoso cómico Chicho Gordillo ha puesto de manifiesto que su viuda no tenía dinero para enterrarlo. Algunos compañeros como Bigote Arrocet y Manolo Royo, entre otros, han aportado el dinero. ¡¡Qué pena!!