Chinolandia: la experiencia
- AutorMMarina
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Órdago a tus pares!
Éstos me parecen brochetas de pollo. Con el maquillaje no se ve pero son todos chinos musculosos. Lo dice el internet.
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Restaurantes chinos. Dejemos a parte el tema de las guarradas y falta de escrúpulos. A principios de los noventa, cuando, al menos en provincias, la invasión china estaba en mantillas y comercios aún no había, abrieron el segundo restaurante de mi barrio. A la semana salió en las noticias porque fue la policía y media docena inmigrantes ilegales chinos salieron huyendo, escalaron el patio de luces, se colaron en un vivienda, donde una familia comía placidamente, se fueron a la puerta, y se piraron a la carrera. En aquella época estas cosas llamaban muchísmo la atención.
Hace unos meses, iba yo caminando una cálida tarde de domingo por el céntrico barrio madrileño de Prosperidad, por las callejuelas entre Principe de Vergara y la Avda de América, y ahí, en una planta baja me encuentro un taller ilegal operando con la puerta (Buen tráfico de mercancias) y ventanas abiertas, Ahi veías a las chinitas encorvadas cosiendo. Sin cortarse un pelo.
Ni sweatshops en el East End, ni en Los Angeles o Calabria. En el mismo centro de Madrid.
Hace unos meses, iba yo caminando una cálida tarde de domingo por el céntrico barrio madrileño de Prosperidad, por las callejuelas entre Principe de Vergara y la Avda de América, y ahí, en una planta baja me encuentro un taller ilegal operando con la puerta (Buen tráfico de mercancias) y ventanas abiertas, Ahi veías a las chinitas encorvadas cosiendo. Sin cortarse un pelo.
Ni sweatshops en el East End, ni en Los Angeles o Calabria. En el mismo centro de Madrid.
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Hija, yo, con las cartas que me han tocao juego...OYES, QUE TIENEN KE SER CHINETOS.
Por cierto, el mantel, preciosísimo. Dónde lo venden? Y la ensalada o lo que sea en el cuenco de dar el agua al perro... um.... sepsi!
El que l@s japos sean ahora mas altos no es ningún misterio, es el resultado de salir -tras la Segunda Guerra Mundial- de la estricta dieta impuesta por sus dirigentes políticos y espirituales que limitaban la ingesta de proteína solo al pescado. Cuasi vegetarianos ni comían pollo ni huevos,mucho menos carne roja. Los americanos con su ayuda llevaron pollos y huevos, desaparecidas las prohibiciones locales, entre una mejor alimentación y vacunas y tal, los esmirriados -que no eran por genética si no por falta de comida- empezaron a crecer.
A día de hoy, el plato nacional japonés es el curry -pronúnciese cari- que se consume un día a la semana y al que se le echan todos restos de comida en la nevera mas pollo y que de "cari" sólo tiene el sobre con la salsa que venden en los súper, eso sí con diferentes sabores.
Pero de todos estos platos "modernos" el que a mí me parece menos apetitoso es el del cuenco de arroz blanco al que le rompen un huevo crudo encima, lo revuelven y les parece "delicious". Tan corriente es este consumo de huevos crudos, que han inventado un sistema por el que pasan los huevos antes de ponerlos a la venta, que elimina la salmonella.
A día de hoy, el plato nacional japonés es el curry -pronúnciese cari- que se consume un día a la semana y al que se le echan todos restos de comida en la nevera mas pollo y que de "cari" sólo tiene el sobre con la salsa que venden en los súper, eso sí con diferentes sabores.
Pero de todos estos platos "modernos" el que a mí me parece menos apetitoso es el del cuenco de arroz blanco al que le rompen un huevo crudo encima, lo revuelven y les parece "delicious". Tan corriente es este consumo de huevos crudos, que han inventado un sistema por el que pasan los huevos antes de ponerlos a la venta, que elimina la salmonella.
Yo en un vuelo me encontré a un chino que debía ser el único chino que han deportado en la historia de la inmigración china. lba escoltado por dos agentes de la guardia civil de paisano y estuvo llorando en chino todo el camino. La gente le shusheaba porque era un plasta (iba sentado en la última fila y proyectaba la voz por todo el cilindro que es la cabina). De repente se callaba un poco, luego debía acordarse de algo y se ponía a maldecir su triste suerte con ganas renovadas. Menudo viaje nos dio, y sin poder entender nada.
Apetitoso...
Prefiero el sashimi de salmón... NORUEGO
Ay pobre... pero me parto!
