Es que yo no he dicho que me diese la espalda, sino que tras proponerle buscar solución/ayuda, se negó. Y ello conllevaba vivir sola en otro país con una persona con un trastorno que hacía que de pronto por llegar más tarde de la cuenta porque había caído un chaparrón y había tenido que detenerme con la bici para no empaparme, acababa gritándome, insultándome y pegando puñetazos a la pared.
No me apetecía mucho quedarme para ver si en vez de la pared en otra ocasión me tocaba a mi, así que tuve que tomar una de las decisiones más duras de mi vida.
Con todo eso, y teniendo muchísimo rencor, miedo, no entender por qué no quiso buscar soluciones, etc. acabé contactando con él y de vez en cuando hablamos. Está pasando por un problema muy grave en su vida que va a explotarle en la cara y va a necesitar apoyo… y sabe que estaré ahí porque me he encargado de dejarselo bien claro.
Pero oye, que no tengo ni put* idea.
