Corrección política, política del asco, militancia negativa, censura y otras hierbas

JOSÉ GARCÍA DOMÍNGUEZ

El feminismo de la ira es un bumerán

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Ocurre siempre. En España las grandes modas políticas, culturales e ideológicas de Occidente, antes de producción siempre francesa y en el tiempo presente de origen anglosajón, nos llegan por norma con algún retraso. Pero una vez recibidas, aquí, y también por norma, se aceptan y asumen con una entusiasta y devota fe del carbonero difícil de encontrar en otras latitudes. Así, por ejemplo, pasó la sociedad española, y sin solución de continuidad, de celebrar los consabidos chistes de maricones en todos sus grandes medios de comunicación de masas a devenir una de las vanguardias mundiales en la defensa de la causa LGTBI, incluidos sus aspectos más controvertidos y discutibles, tales como la adopción o la llamada por algunos gestación subrogada. Y otro tanto nos está ocurriendo ahora con esa novedosa variante del feminismo heterofóbico, tan refractario al principio igualitario que anida en el corazón mismo de la idea de ciudadanía, la manufacturada en las universidades americanas de la Costa Este que dieron a luz en su momento el concepto de corrección política, amén del simultáneo soporte ideológico y doctrinal de las prácticas institucionalizadas de la discriminación positiva. Esa definitiva enmienda a la totalidad contra otro principio filosófico legitimador de las democracias liberales, el de la meritocracia.

Aberración conceptual que en sus aplicaciones prácticas más grotescas ha llevado a que en Estados Unidos el mérito académico fundamental y determinante para que un candidato logre alcanzar un empleo de catedrático de Derecho Romano o de Física Cuántica resida en poseer la condición racial de negro, asiático o hispano. Una cuestión nada anecdótica, esa de la imposición del principio de la discriminación positiva, la que ha alterado el tradicional orden de la cola formada por los millones de norteamericanos que hacen fila india para encontrar su plaza en el ascensor social, que está detrás del éxito popular de movimientos conservadores como el Tea Party o de la victoria electoral del propio Trump. Un bumerán, el del final hartazgo de la mayoría silenciosa, que ha acabado estampándose en el rostro de esa muy autocomplaciente progresía norteamericana que tiene su expresión política en el Partido Demócrata, que, más pronto que tarde, también terminará atravesando el Atlántico para llegar a nuestra frontera.

Se está viendo ya con cuestiones como la de la caza o la tauromaquía, tradiciones hispanas seculares tan despreciadas por nuestros juveniles y modernísimos papanatas anglófilos de la nueva y vieja política capitalina. Y ocurrirá igualmente con ese airado feminismo de la ira y la revancha si la tan publicitada "brecha salarial" se acaba convirtiendo en la coartada para introducir por la puerta de atrás el principio de la discriminación positiva en los organigramas de las empresas españolas. Porque justo eso es lo que se esconde ahora mismo en la trastienda del discurso feminista oficial que postula el Gobierno del PSOE. Palabras muy serias y muy trascendentes en medio del carnaval retórico de la campaña electoral tintada de color lila para la ocasión. Porque, a lo tonto, el PSOE está hablando de algo muy, muy serio. Porque muy serio – y muy peligroso – sería imponer de la noche a la mañana un chusco remedo de la revolución cultural maoísta en la sociedad. Y no sólo en la sociedad, sino también una revolución en los cuadros de mando de nuestra estructura económica que dejase orilladas a decenas de miles de personas capaces y valiosas únicamente por razón de su condición sexual. Que de eso es de lo que estamos tratando entre bobada y bobada. Poca broma con las cosas de comer.

https://www.libertaddigital.com/opi...z/el-feminismo-de-la-ira-es-un-bumeran-87380/



 
Última edición:
La diversidad, ¿una bendición?
  • FÉLIX OVEJERO
6 marzo 2019
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España no está mal. Figuramos entre los primeros países en calidad democrática, esperanza de vida, libertades, sentencias judiciales avaladas por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, liberalidad de costumbres, sanidad, movilidad social, seguridad ciudadana y algunas otras cosas no menos importantes. Es razonable sentirnos orgullosos. No son simples designios, azares sobrevenidos como el buen tiempo, desprovistos de mérito o esfuerzo, sino resultados de acciones o decisiones institucionales. Los más entregados sostienen que también podemos estar orgullosos de nuestra diversidad lingüística; "cultural", confunden algunos. No estoy seguro de que tengamos motivos. Después de todo, esa diversidad nos sucede, como ser morenos o bajitos, que ya no tanto. Además, ni siquiera es verdad, tampoco en Europa, si nos atenemos al índice de fragmentación étnico lingüística, esto es, la probabilidad de que dos personas cualesquiera de un país elegidas al azar tengan distinta lengua materna. La diversidad no depende de la cantidad de lenguas existentes sino de la ausencia de lenguas francas: cuando hay lengua franca, la diversidad es mínima.

Pero, bueno, admitamos la diversidad. La duda es si es buena cosa. Si así fuera, cuanta más, mejor. Europa, sin ir más lejos, un paraíso, con sus 225 lenguas. ¡Qué riqueza y qué diversidad! Y qué lío. Como si tuviéramos 225 sistemas de pesos y medidas. Si, por ejemplo, las instituciones tuvieran que respetar a todas las lenguas, cada una de las lenguas, para empezar tendría que traducirse a cada una de las otras. Les ahorro las cuentas: 50.400 direcciones de traducción (225 x 224). Un festín para los intérpretes y los vendedores de diccionarios; una desgracia para la economía y el entendimiento entre las gentes. Por supuesto, habrá beneficiarios circunstanciales. También se benefician los psiquiatras y la industria farmacológica de las debacles económicas.

Los entusiastas de la diversidad están muy presentes en el debate político. Acostumbran a defender tesis conservacionistas, según las cuales, tendríamos el deber moral de conservar las lenguas. Sería un modo de preservar identidades y concepciones del mundo, añaden los más fantasiosos y desinformados. Para evitar la desaparición de las lenguas habría que asegurarles hablantes. Las lenguas, por así, decir, tendrían derecho a tener hablantes. Es una de las justificaciones más comunes de las llamadas -sin inocencia- políticas de normalización: hay que cuidar a las lenguas en peligro. El español, con tanto hispano, no peligra; el euskera, sí. Nuestras políticas en España encontrarían su justificación última en la fecundidad de los mexicanos. Un despropósito. Permítanme un experimento mental. Supongamos que se descubriera una isla en mitad del océano con millones de catalanoparlantes, una posibilidad que quizá no debamos descartar si hacemos caso a la tesis de la catalanidad de Colón defendida por el Institut Nova Història. Y quien dice el océano dice otro planeta. En tal caso, habida cuenta de que la preservación del catalán estaría asegurada, deberíamos cambiar nuestras políticas educativas en Cataluña. ¿Un poco raro, no?

En realidad, las políticas conservacionistas, tomadas en serio, resultan de imposible aplicación. Y cuando no son imposibles, resultan contraproducentes para el bienestar y la libertad de las personas. Veamos.

Por lo que sabemos, una lengua, para sobrevivir, requiere como mínimo 100.000 hablantes. Si tenemos en cuenta que de las 7.000 lenguas inventariadas la mitad es hablada por menos de 10.000 personas, y 1.500, por menos de 1.000, la conservación se complica. Y aún más cuando hay lenguas en competencia, lo más común. El 96% de las lenguas son habladas por el 4% de la población mundial y más del 80% de los idiomas están confinados a un solo país o, más comúnmente, a un área geográfica limitada. Muchas lenguas compiten por pocas gentes. Dicho de otro modo: salvo que redistribuyamos hablantes de las grandes lenguas, no hay personas suficientes. Para que unas vivan otras deben morir. Por ejemplo, la consolidación del euskera batúa requirió la extinción de las diversas variantes del euskera.

Claro que cabría la posibilidad de convertir a cada persona en políglota. Mediante costosas ingenierías sociales podríamos dedicar poblaciones enteras a la conservación de las lenguas. En México, donde 300 lenguas conviven en un territorio limitado, para preservarlas, los campesinos, muchos de ellos analfabetos, deberían ocupar sus vidas en aprender varias lenguas. Para las lenguas, bien. Para las gentes, no tanto. Si lo que nos importa es su bienestar, su libertad o su felicidad, seguramente hay alternativas mejores que convertirlos en protagonistas involuntarios de parques temáticos de identidades.

Estas cosas suenan absurdas, pero no irreales. Tampoco lejanas: ahí tenemos a los habitantes del valle de Arán, entregados a preservar el aranés, una lengua con poco más de 2.000 hablantes y vehicular en la enseñanza. Hay más. Algunos lingüistas -y algunos políticos- sostienen que todos los españoles deberían aprender todas las "lenguas propias". Los españoles o sus representantes. Una ensoñación que, en realidad, es un sinsentido. Y es que, con el tiempo, los hablantes siempre acaban por buscar una lengua común. Se lo llama economía de red. O mano invisible, que, por cierto, no es lo mismo que el mercado. Es el mismo mecanismo que nos lleva a escoger la senda más despejada para avanzar por un bosque o a preferir el metro a las leguas y los kilos a las arrobas. Se recala en un equilibrio y, a partir de ahí, el pulso de la vida se encarga del resto. Cada uno con su decisión allana el camino a los demás, consolida caminos comunes para bien de los que llegarán más tarde.

Con frecuencia, el conservacionismo, al defender la prioridad de las lenguas sobre los hablantes, acude a un argumento de autoridad de filólogos o lingüistas, muchos de ellos defensores de la diversidad. Y es cierto: para ellos, como estudiosos, la diversidad puede resultar interesante, como el feudalismo para los interesados en el románico. También las enfermedades resultan interesantes para los médicos. Pero cuando se trata de la vida compartida, de derechos y recursos, las opiniones de filólogos o lingüistas tienen el mismo valor que las del dermatólogo para terciar sobre discriminación racial.

Estamos ante problemas de derechos. Más exactamente de igualdad. Por supuesto, los conservacionistas también apelan a la igualdad. A la igualdad de las lenguas y, si acaso, derivada y quiméricamente, a la de las personas. Para que todos estemos en igualdad de condiciones, todos deberíamos conocer todas las lenguas y, a la vez, todas las lenguas cooficiales deberían ser oficiales en todas partes del país. Como los campesinos mejicanos de nuestro ejemplo. Así nadie se sentiría discriminado. Una consideración que descuida lo más obvio: que ya tenemos una lengua común. Por no hablar del horizonte europeo. Vidas enteras a aprender lenguas. Cansinos Assens, a lo sumo, llegaría a primaria. Nuestro querido George Borrow, con sus 40 lenguas, tal vez podría acabar el bachillerato. No nos hagamos trampas. La igualdad que importa es la de las personas, no la de las lenguas, y el mejor modo de asegurarla es que todos aprendamos competentemente la lengua compartida.

La igualdad se pone en peligro cuando las lenguas se utilizan como filtros arbitrarios para el acceso a las posiciones sociales y laborales. Una precisión: la igualdad que importa es la de todos los ciudadanos. Por eso no vale acotar la unidad de valoración a las autonomías. El problema, con serlo, no es que por no saber catalán muchos mallorquines no puedan trabajar como médicos en un hospital público o como músicos en la Orquesta Sinfónica de las Islas Baleares, sino que no puedan hacerlo sevillanos o vascos. La igualdad deja de serlo si solo se contabiliza la igualdad de unos cuantos. La igualdad no se parcela.

Félix Ovejero es profesor de Ética y Economía de la Universidad de Barcelona. Su último libro es La deriva reaccionaria de la izquierda (Página Indómita).
https://www.elmundo.es/opinion/2019/03/06/5c7e626521efa01d1b8b4651.html
 
Recomiendo este hilo para entender la estrategia retórica de "motte-and-bailey" utilizada constantemente por la "izquierda" actual. En este caso sobre el rollo "feminista", pero también con otros aspectos de su agenda ideológica.

 
DONde puedo leer información del progre alemán que se lo inventaba todo?
https://www.bbc.com/mundo/noticias-46628038


Der Spiegel: el escándalo de Claas Relotius, el periodista impostor que se inventaba reportajes en la prestigiosa revista alemana
Redacción BBC News Mundo


  • 20 diciembre 2018
Claas Relotius, un periodista alemán de 33 años, era hasta hoy un modelo que muchos querrían seguir.

Der Spiegel, la prestigiosa revista de periodismo investigativo de ese país para la cual trabajaba Relotius, se refería a él con elogios que cualquier joven reportero quisiera recibir.

La publicación lo llamó "uno de los escritores más llamativos de Spiegel", "un ídolo periodístico de su generación", "uno de los periodistas más exitosos de estos años".

El joven periodista ganó cuatro premios alemanes de periodismo, un premio de la prensa europea, la cadena CNN lo nombró "Periodista del año" y la revista Forbes lo incluyó en la lista de las 30 personas menores de 30 años más influyentes de los medios en Europa.

Relotius parecía estar viviendo un cuento de hadas, pero precisamente esa fue su desgracia.

Este miércoles Der Spiegel anunció que despidió a Relotius tras descubrir que el periodista mintió en al menos 14 de sus reportajes.

Derechos de autor de la imagen @NewsZapper@NEWSZAPPER

"No es un reportero", escribió Der Spiegel, "sino alguien que cuenta cuentos de hadas cada vez que quiere".

"Relotius ha falsificado historias e inventado personajes, con lo que ha engañadoa los lectores y a sus colegas", escribe Der Spiegel en un artículo que da detalles del caso.

Un dios juguetón
Los textos de Relotius parecían "reportajes magistrales", pero las sospechas comenzaron con un reportaje sobre la frontera entre EE.UU y México, que publicó en noviembre de 2018.

Uno de los colegas que había trabajado junto a él en ese reportaje comenzó a dudar de varios testimonios que incluía Relotius, así que se dedicó a buscar evidencias y le contó de sus sospechas a sus jefes.

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Derechos de autor de la imagenALEXANDER BECHER
Image captionDer Spiegel es una de las revistas más importantes de Alemania.
Ahora, un mes después, según cuenta la revista, Relotius confesó que había inventado episodios enteros, no solo de ese reportaje sino de otras de sus historias.

El periodista aceptó que nunca habló con muchas de las personas que cita en sus textos y que algunos de los hechos que narra los escribió basado en información de otros medios, imágenes de video o publicaciones de redes sociales.

A otros personajes reales les inventaba una biografía o los citaba diciendo cosas que ellos nunca habían dicho.

"Tomaba partes y retazos y a partir de ellos formaba sus criaturas como un pequeño dios juguetón", dice Der Spiegel.

El pasado 3 de diciembre Relotius había ganado el premio al Mejor Reportaje del año en Alemania, con una historia sobre un niño sirio y el conflicto en ese país. La pieza, alabada por el jurado, también podría estar llena de mentiras.

Durante su confesión, Relotius dijo que lo hacía por "miedo al fracaso" y que "la presión aumentaba" a medida que se hacía más exitoso.


De los 60 textos que Relotius publicó en Der Spiegel desde 2011, al menos 14 de ellos tienen falsedades. Además, la revista no descarta que otros medios hayan sido perjudicados por las trampas de Relotius, pues durante ese tiempo el periodista trabajó también para otras publicaciones.

Por ahora, los reportajes de Relotius seguirán publicados en la web de Der Spiegel, pero acompañados de una advertencia.

El medio también creó una comisión para investigar el caso más a fondo y hacer recomendaciones para fortalecer los mecanismos de control de calidad de los textos que publica.



https://eulixe.com/2019/02/claas-re...rella-aleman-que-se-inventaba-sus-reportajes/
CLAAS RELOTIUS, EL PERIODISTA ESTRELLA ALEMÁN QUE SE INVENTABA SUS REPORTAJES


Posted by Mr. Fish | Feb 20, 2019 | Noticias, Now | 0


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No dejes que la verdad te estropee un buen reportaje. Esta podría ser la frase motivacional que tenía de fondo de pantalla Claas Relotius, el periodista alemán más reconocido de la última década y reportero estrella de Der Spiegel, uno de los medios de comunicación alemanes con mayor prestigio mundial, y que ahora se enfrenta a una crisis sin precedentes debido a la excesiva creatividad y falta de rigor periodístico de su joven figura.

Los reportajes de Claas eran casi perfectos. En ellos todo encajaba al detalle. Tenían ritmo y acción desenfrenada. Conseguía a los protagonistas adecuados que nadie conseguía, y estaba siempre en el lugar preciso. Tanto que con tan solo 33 años, Claas ya tiene en su palmarés cuatro premios alemanes de periodismo, un premio de la prensa europea, la CNN lo designó “Periodista del año” y la revista Forbes lo incluyó en la lista de las 30 personas menores de 30 años más influyentes de los medios en Europa. En Der Spiegel estaban tremendamente orgullosos, y lo designaban como “uno de los escritores más llamativos de Spiegel”, “un ídolo periodístico de su generación” y “uno de los periodistas más exitosos de estos años”. El problema es que Claas se inventaba los reportajes sin pudor.


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Relotius recogiendo uno de sus 4 premios al mejor periodista alemán.

Todo salió a la luz gracias a Juan Moreno, un periodista freelance español afincado en Alemania, y que colaboraba con Der Spiegel. En uno de los encargos que la revista alemana le asignó debía colaborar con Relotius en una historia conjunta sobre la caravana migrante en México. Moreno se encargaría de acompañar a un grupo de migrantes en el lado mexicano, y Relotius haría lo mismo con un grupo de milicianos dispuestos a frenar la llegada de migrantes en el lado norteamericano. El problema es que a Moreno no le cuadraban las cosas. Empezó a darse cuenta de datos que no encajaban, y cambios en los sucesivos borradores que no tenían sentido. Decidió dar a conocer esta falta de rigor periodístico, y a partir de ahí comenzó su calvario. Se enfrentaba ni mas ni menos que a la estrella de la empresa, y él no era mas que un colaborador externo recién llegado. Los directivos de Der Spiegel no lo tomaron en serio en un primer momento, y todas las sospechas expuestas se volvieron en su contra. Simplemente no podía ser cierto.

Moreno no se rindió, y comenzó a recopilar incoherencias en los artículos de Relotius. Viajó a Estados Unidos y buscó a las personas que en teoría Relotius había entrevistado. Todos aseguraron que nunca habían visto al periodista alemán. A pesar de enseñar estos testimonios grabados en vídeo a los directivos de Der Spiegel, estos seguían sin creerle. Así que continuó investigando en historias anteriores de Relotius, y cuanto mas removía el asunto, peor olía todo. Hasta que llegó un punto en el que las pruebas reunidas se volvieron incontestables. Relotius se derrumbó, asumió la realidad e intentó justificarse diciendo que fue el “miedo al fracaso” lo que lo llevó a inventarse sus historias, y que “la presión para no fallar fue creciendo a medida que iba teniendo más éxito”. Pobre Claas.

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El periodista Juan Moreno, en uno de sus últimos viajes a México // Foto: Scott Dalton.
Ahora el foco está sobre cómo Relotius pudo colar todas estas historias en un medio tan prestigioso, y cómo pudo ser que todos los mecanismos de control de Der Spiegel fallaran tan estrepitosamente. La reacción del medio sin embargo ha sido asumir los errores. El 22 de diciembre, en la portada de Der Spiegel se podía leer en grandes letras blancas sobre fondo rojo las palabras del fundador de la revista, Rudolf Augstein: “Cuenta lo que es”. Las mismas palabras que Claas traicionó sin reparos. Dentro de ese mismo número, 24 páginas explicando al detalle todo lo sucedido y los artículos que el reportero creó de la nada. En la propia web del medio alemán se puede obtener extensa información sobre el caso. También han creado una comisión de investigación encargada de aclarar todo lo sucedido, y actualizar los mecanismos necesarios para que algo así no vuelva a suceder.

Sin embargo, el daño ya está hecho. En una época en la que las fake news lo invaden todo, la única esperanza del periodismo reside en medios de prestigio como Der Spiegel, y en los reportajes de largo recorrido como los que realizaba Claas para ellos. Sucesos como éste suponen un duro varapalo para la prensa. En Alemania, grupos de extrema derecha ya están utilizando este caso para difundir la idea de que todos los medios de comunicación son simples creadores de fake news. Al creciente populismo en toda Europa le conviene este clima de desinformación y falta de credibilidad para poder diseminar sus ideas, por lo que casos como el de Claas Relotius suponen un durísimo golpe a un ya de por sí malherido periodismo.
 
Yo no creo en absoluto que manipulen.
Veo que Ud no necesita leer más que aquello en lo que se da por aludid@ y para descalificarlo como "manipulador".
Le aprovecharía leer todo el texto, en serio.

No creo que Ud quiera leer esto, pero no importa, dejo aquí enlace para quien le interese.
Es un artículo tan ilustrativo como interesante.
"Inmigración, nacionalismo y racismo: el caso catalán", por Antonio Santamaría
https://solidaridad.net/inmigraci-oacute-n-nacionalismo-y-racismo-el-caso-catalan410/

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Y que este degenerado ladrón y destructor de la convivencia y riqueza de Cataluña, encima haya escrito eso, demuestra lo racista y mala persona que es.
 
De Prada contra una "corrección política" del sistema educativo español: el falso bilingüismo anglo. "Esta introducción del bilingüismo en la escuela obedece a la admiración palurda que nuestra clase política profesa a todo lo que huela a anglosajón".



Se puede leer más cómodamente en este enlace:
https://www.xlsemanal.com/firmas/20190304/asnos-bilingues-juan-manuel-prada.html

No me gusta de Prada, empezó escribiendo con valentía, pero en el camino empezó a trabajar para el grupo de Antena 3, la Sexta, etc. y empezó a decir hoy una cosa y al día siguiente la contraria y dejé de seguirle, pero al leer este artículo veo que sigue igual, no le parece mal que se estudie en catalán y español, pero si se hace en ingles y español es de palurdos, en fin hay ya muchos periodistas paniaguados.
 
No solo interesante, creo que está muy acertado en todo, especialmente en la educación de la "chavalería" actual, la super protección de los niños, la "sensibilidad extrema" hacia palabras que se han utilizado toda la vida, como explica el autor del texto. Estamos convirtiendo a la gente en absolutamente inútil para todo y peor aún, agresiva; en lugar de "encajar" los golpes y aprender a vivir de nuevo, a levantarse del suelo, sacudirse el polvo y continuar el camino, tenemos generaciones de frustrados, llorones, violentos e ignorantes.
Ojo , esos que describes se pasan la vida diciendo "yo lucho por...." "yo lucho por...." es la frase más repetida en twitter, y como luchan? en el sofá con un telefono, sin saber poner una lavadora, dependientes de que los padres les dejen comida en la nevera... pero eso si, muy luchadores! jajaja... ya se que el adoctrinamiento marxista presente hoy en dia en nuestros centros escolares siempre lleva el lema de YO LUCHO CONTRA (proviene de "la lucha de clases")... pero claro, esas luchas de gandules, acomplejados, que dependen de la aprobación de un grupo porque carecen de personalidad, pues esas luchas son una ridiculez más de la izquierda, son débiles , la fuerza se les va por la boca, malgastan la energia en demagogía y palabrería,,,, de verdad no me extraña nada que perdieran la guerra aunque sus antepasados eran mucho más valientes y "luchadores" valga la redundancia pero también padecieron de un sectarismo enfermizo---
 
Si es de Cayetana Álvarez de Toledo te lo puedes imaginar
Os autocensuráis al no decir maricones o putos moros? no sé, eh. Para mí es un camelo, el miedo que tienen algunos cuando los que han estado silenciados hasta ahora alzan la voz. Ahí tienes a Trump, las víctimas son los pobres hombres blancos heteros.
un hetero no puede ser victima de maltrato? un hombre blanco no puede ser victima de un jefe despota que no le remunere debidamente? un hombre no puede haber sido violado por otro o vejado? pero de verdad hija OPEN YOUR MIND
 
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