Muchas gracias a todas.
Me preocupa especialmente el tema que me está ocupando ahora, que es la quimio. Ayer hizo una semana que me pusieron la segunda dosis. Como ya conté, la primera la llevé bastante bien, salvo tres o cuatro días un pelín malos. En esta segunda, los días chungos han sido más. Desde el viernes 14, excepto el sábado y el domingo siguientes, he tenido náuseas (leves) y sensación de cansancio hasta hoy, prácticamente.
Las sensaciones han sido distintas. En la primera, notaba unas sacudidas tremendas, electricidad por el cuerpo, dolor localizado en el pecho...; en la segunda, las sacudidas han desaparecido y se ha instalado una sensación de angustia (física) y debilidad. Es decir, la segunda ha sido menos "estridente" pero más "puñetera". No sé si me explico. La oncóloga me dijo que los efectos secundarios se irían acumulando, así es que ya me veo guardando cama durante toda una semana cuando me pongan la tercera...
¿Cómo han sido las experiencias que conocéis?
Mi queridísima @Carolino acabo de descubrir el hilo y aunque he leído muy poco ya me ha emocionado.
Sabes que me tienes, y el resto lo mismo, para todo cuánto necesites. Muchísimo ánimo y fortaleza.
Cuento mi experiencia por si en algo puedo contribuir, pero cada paciente es un mundo y lo que puede valer para una persona quizás para otra no resulte.
Efectivamente las sesiones a medida que avanzan se hacen duras pero hay que ver el lado positivo. Yo cuándo salía de una sesión de quimio pensaba: Una menos!!!.
Se hacen duras porque la medicación hace su efecto para bien y para mal. Y digo para mal porque debilita el organismo y bajan las defensas. Por eso es tan característico que aparezca la anemia y con ello el cansancio y la debilidad.
A mí una amiga me aconsejó comer castañas porque son una fuente de hierro. Me fue de maravilla!!! Mi oncóloga cuándo veía la analítica la revisaba, y al principio solo me decía que todo iba muy bien. Yo no es que no quisiera hacerle partícipe pero tampoco tenía la certeza de que comer castañas fuese de ayuda. A mitad del ciclo me preguntó si estaba tomando alguna vitamina y no se lo había comentado, y al preguntarle por qué me lo decía me expuso que no presentaba anemia ni me acercaba a los valores que avisaran de su proximidad. Por supuesto que se lo conté.
A mí me fueron estupendamente. Ya me gustaban de siempre pero ese año me di buenos banquetes: asadas, cocidas, en bizcocho, en almíbar... Estamos a las puertas de que empiece la temporada de ellas. Por probar no perdéis nada.
Muchísimo ánimo a tod@s.