Tirando p´alante!

Hoy llueve en la provincia de Valencia (de hecho, esperamos gota fría). Estoy con mi mantita, en mi sofá, oyendo la lluvia. En la gloria.
Un beso a tod@s (no me olvido de @Serendi).

Serendi tu fiel escudero

compartimos sentidos
y sensibilidades,
nos seguimos
porque sentimos,
la cultura y el ocio nos une
como un sexto sentido,
nos apoyamos y en presencia estamos
nunca en ausencias y menos en silencios;

toma mi hombro,
estrecha mis manos,
siempre a tu lado Carolino

soplando a la vez
estas velas de la amistad
que como almanaques
de la esperanza
caen lentamente,
quedando depositados
en almas y corazones
comunicando vida,
transmitiendo alegría de vivir.

Un fuerte abrazo, buenos días, @Carolino
Querer es poder y por tanto se puede.
 
Última edición:
Bueno señoras, aqui llego yo. Son las mil, pero me he enterado hoy de la existencia de este hilillo (de plastilina)
@Carolino hermosa, animo que se sale. Con lo que te están metiendo el tumor se reduce si o si. El ductal infliltrarte es agresivo de coj*nes pero los fármacos actuales son efectivos cual Mauser cargado con munición de punta explosiva. Si te dicen que tienes buen prognóstico, lo tienes.

No leas ni busques en internet. Por favor. En serio. Google ha hecho más daño en esto... es que hay info a granel
Hoy llueve en la provincia de Valencia (de hecho, esperamos gota fría). Estoy con mi mantita, en mi sofá, oyendo la lluvia. En la gloria.
Un beso a tod@s (no me olvido de @Serendi).
Qué envidia me das!
Qué lees? Yo recuerdo, en mis momentos de convalecencias, leer como una bestia. A par de libros diario.
La gente que me conoce me los regalaba y yo como una moto.
Me encanta leer y me concentro mucho, asi que me valía y me vale de evasión.
Me leí toda la serie de Roma de MacCullough, releí Lady Chatterley, El nombre de la rosa y El Papiro de Saqara en una semana. A veces hasta me molestaban las visitas porque me quitaban tiempo de leer
 
Qué envidia me das!
Qué lees? Yo recuerdo, en mis momentos de convalecencias, leer como una bestia. A par de libros diario.
La gente que me conoce me los regalaba y yo como una moto.
Me encanta leer y me concentro mucho, asi que me valía y me vale de evasión.
Me leí toda la serie de Roma de MacCullough, releí Lady Chatterley, El nombre de la rosa y El Papiro de Saqara en una semana. A veces hasta me molestaban las visitas porque me quitaban tiempo de leer

Mira, los que llevo leídos en lo que va de año:
-El séptimo círculo del infierno, de Santiago Posteguillo.
-La trampa del desig, de Urbà Lozano.
-La sangre de los libros, de Santiago Posteguillo.
-El dia de demà, de Teresa Broseta.
-El extranjero, de Albert Camus.
-La senda oscura, de Asa Larsson.
-Patria, de Fernando Aramburu.
-El hombre de tiza, de C. J. Tudor.
-El próximo funeral será el tuyo, de Estela Chocarro.
-El libro de los Baltimore, de Joël Dicker.
-Relatos cortos. Fantasmas, selección de Carter Scott.
El próximo, que ya me espera impaciente:
-La chica del cumpleaños, de Haruki Murakami.
 
Qué envidia me das!
Qué lees? Yo recuerdo, en mis momentos de convalecencias, leer como una bestia. A par de libros diario.
La gente que me conoce me los regalaba y yo como una moto.
Me encanta leer y me concentro mucho, asi que me valía y me vale de evasión.
Me leí toda la serie de Roma de MacCullough, releí Lady Chatterley, El nombre de la rosa y El Papiro de Saqara en una semana. A veces hasta me molestaban las visitas porque me quitaban tiempo de leer
Ya me hacía falta, querida Naranja, ya me hacía falta. Mi vida en los últimos años era una vorágine de tensión, de estrés, de cansancio, de ansiedad. En mi vida privada, en mi vida profesional, dándolo todo y más, demasiado (anoche me enteré de que mis alumnos me echan mucho de menos).
Sé que tener un cáncer no es la mejor manera de recuperar la tranquilidad. Pero también sé que, si salgo de esta, habré estado encantada de tener que pasar por ahí, de haber disfrutado de unos meses relajados, pensando en mí misma y haciendo cosas que antes no podía hacer.
Como oír esta maravillosa lluvia una mañana de jueves.
 
Ya me hacía falta, querida Naranja, ya me hacía falta. Mi vida en los últimos años era una vorágine de tensión, de estrés, de cansancio, de ansiedad. En mi vida privada, en mi vida profesional, dándolo todo y más, demasiado (anoche me enteré de que mis alumnos me echan mucho de menos).
Sé que tener un cáncer no es la mejor manera de recuperar la tranquilidad. Pero también sé que, si salgo de esta, habré estado encantada de tener que pasar por ahí, de haber disfrutado de unos meses relajados, pensando en mí misma y haciendo cosas que antes no podía hacer.
Como oír esta maravillosa lluvia una mañana de jueves.
Pues si, es una pena, pero a veces estar así es la única manera de hacer un parón. Así vivía yo. Y no lo he vuelto a hacer más. He aprendido a decir NO PUEDO; y sobre todo, he aprendido a decir NO QUIERO. Me da pena porque parece que necesitas una excusa tremenda (una enfermedad) para poder sentarte y no hacer nada.
Recuerdo hace muchos años, de niña, que no entendía que la gente mayor se sentase en la puerta de las casas a ver la vida pasar. Ahora esa me parece una filosofía maravillosa. Sentarse, leer, levantar la cabeza y mirar, recordar algo que te pasó, ver una nube en el cielo y buscarle la forma, ver atardecer, observar a mi hija jugar, recordar un viaje e ir a buscar el album de fotos y sentarme tranquilamente a mirarlas, releer ese libro que me encantó, y no participar en conversaciones idiotas, no perder el tiempo con gente que me parece vulgar o grosera, dejar a medio terminar un libro si no me gusta (antes me obliga a terminar todo lo que empezaba), no comerme todo lo del plato si no quiero, repetir de postre si quiero, abrirme un Moray entre semana y sentarme con un libro a disfrutar dos deditos, apagar la tele siempre, escuchar 200 veces seguidas la misma pieza si me gusta, comprarme la ropa que me gusta, del color que me gusta, se lleve o no, escuchar con toda mi atención como me cuenta un niño eso tan importante que le acaba de pasar, no coger el teléfono a quien no me apetece, contestar a los wasaps cuando quiero y si quiero, dormir la siesta si tengo sueño, dejar todo por hacer si no tengo ánimo.
En definitiva no permitir nunca más que lo urgente me quite tiempo para lo importante.
 
Pues si, es una pena, pero a veces estar así es la única manera de hacer un parón. Así vivía yo. Y no lo he vuelto a hacer más. He aprendido a decir NO PUEDO; y sobre todo, he aprendido a decir NO QUIERO. Me da pena porque parece que necesitas una excusa tremenda (una enfermedad) para poder sentarte y no hacer nada.
Recuerdo hace muchos años, de niña, que no entendía que la gente mayor se sentase en la puerta de las casas a ver la vida pasar. Ahora esa me parece una filosofía maravillosa. Sentarse, leer, levantar la cabeza y mirar, recordar algo que te pasó, ver una nube en el cielo y buscarle la forma, ver atardecer, observar a mi hija jugar, recordar un viaje e ir a buscar el album de fotos y sentarme tranquilamente a mirarlas, releer ese libro que me encantó, y no participar en conversaciones idiotas, no perder el tiempo con gente que me parece vulgar o grosera, dejar a medio terminar un libro si no me gusta (antes me obliga a terminar todo lo que empezaba), no comerme todo lo del plato si no quiero, repetir de postre si quiero, abrirme un Moray entre semana y sentarme con un libro a disfrutar dos deditos, apagar la tele siempre, escuchar 200 veces seguidas la misma pieza si me gusta, comprarme la ropa que me gusta, del color que me gusta, se lleve o no, escuchar con toda mi atención como me cuenta un niño eso tan importante que le acaba de pasar, no coger el teléfono a quien no me apetece, contestar a los wasaps cuando quiero y si quiero, dormir la siesta si tengo sueño, dejar todo por hacer si no tengo ánimo.
En definitiva no permitir nunca más que lo urgente me quite tiempo para lo importante.
Resultas entrañable incluso cuando te pones seria.
 
Hola compis.
He visto el hilo y he entrado sólo a desear lo mejor a todos los que estéis pasando por un mal momento.
A quienes lo superaron ya, mi enhorabuena.
Y deciros que me encanta encontrarme aquí a gente que me hace matarme de risa en otros hilos.
A veces cuando uno está mal, por lo que sea, se le olvida que quizás quien te está haciendo reír está peor.
Un abrazo colectivo y P'ALANTE!!!!
 
Resultas entrañable incluso cuando te pones seria.

Pero si siempre estoy seria!!
Mira me pasa siempre esto... la gente se cree que estoy todo el día de cachondeo y no... digo chorradas, pero las digo muy en serio.

Bueno, creo que es momento de abrir un pequeño capítulo en este hilo para hablar de los médicos...
Yo conozco varios modelos; hablaremos sólo de los divertidos..

1.- El listillo. Si el listo pelotas, el listo de la clase, el más chulo de su barrio. Ese que le dices doctor, me tendría que bajar la regla mañana, pero como me han operado ustedes hoy, puedo esperar algún cambio? Respuesta del buen doctor. Mira hija (así, condescendiente) la regla te va a tardar 40 días en bajar (yo: olé regla tipo Noé, ole pa mi) tras una operación tan agresiva tu cuerpo no puede asumir una regla y vas a pasar por una cuarentena. Y se cruza con otro médico mientras y le comenta su handicap (y tú te callas, que encima el tuyo es mejor) Al día siguiente, te baja la regla puntual cual chamberlán de Lizzy Windsor. Informas al buen galeno y él te mira, cómo te diría yo? Con ganas de mandarte a tomar por culo. Y te quedas en plan, joer, lo siento doctor, siento que mi a mi cuerpo le de por llevarle la contraria. Ya se que es usted el más listo de aquí.

2.- El guarrete. Si, hay médicos guarretes. Con el pantalón lleno de lamparones y mal planchao. Con el pelo un tanto grasosete. Y ese tío te va a operar. Y tú.... me cago en tal....

3.- El ginecólogo suciete. Ese ginecólogo que con voz acaramelada te dice.... bájese las braguitas....
Es más, yo ya distingo dos tipos de gine. Los de bájese las braguitas (si, con diminutivo) y el resto. Este médico suele llevar una pulserita de oro y cadena con cristo o virgen, opcional, asomando por el pico del cuello del pijama.

4.- El despitao
. Así que usted venía, si una revisión, a ver vamos a hacer la eco, si, no a ver un momento, lo suyo, es un control por un CA, no? Ah no, no, entonces qué era esto a ver.... un momento.... su historia... si.... (la DUE a su lao cagándose en él) entonces, si... usted es Naranja de la Huerta Levatina, si? Si, doctor. Entonces... a ver... La DUE: Doctor, la señora viene a hacerse la eco con el dopler, está de 34 semanas de embarazo, doctor. Ah, si? Uy, enhorabuena joven, si, si... ale, pase aquí al ecógrafo...

5.- El gine macizo. Si amigas. ESE gine. Ese tío que está sustituyendo a tu médico de siempre porque este tiene al nieto de comunión. Y tú llegas y allí está EL. Alto, cuadrao, limpio, amable, organizado (sabe quien eres antes de que entres). Talmente salido de Anatomia de Grey. Y te dice, por favor, pase y desnúdese de cintura para abajo. Y tú pensando, si chato si, lo que tu digas, pero espera que antes voy a por los condones!!
 
Pero si siempre estoy seria!!
Mira me pasa siempre esto... la gente se cree que estoy todo el día de cachondeo y no... digo chorradas, pero las digo muy en serio.

Bueno, creo que es momento de abrir un pequeño capítulo en este hilo para hablar de los médicos...
Yo conozco varios modelos; hablaremos sólo de los divertidos..

1.- El listillo. Si el listo pelotas, el listo de la clase, el más chulo de su barrio. Ese que le dices doctor, me tendría que bajar la regla mañana, pero como me han operado ustedes hoy, puedo esperar algún cambio? Respuesta del buen doctor. Mira hija (así, condescendiente) la regla te va a tardar 40 días en bajar (yo: olé regla tipo Noé, ole pa mi) tras una operación tan agresiva tu cuerpo no puede asumir una regla y vas a pasar por una cuarentena. Y se cruza con otro médico mientras y le comenta su handicap (y tú te callas, que encima el tuyo es mejor) Al día siguiente, te baja la regla puntual cual chamberlán de Lizzy Windsor. Informas al buen galeno y él te mira, cómo te diría yo? Con ganas de mandarte a tomar por culo. Y te quedas en plan, joer, lo siento doctor, siento que mi a mi cuerpo le de por llevarle la contraria. Ya se que es usted el más listo de aquí.

2.- El guarrete. Si, hay médicos guarretes. Con el pantalón lleno de lamparones y mal planchao. Con el pelo un tanto grasosete. Y ese tío te va a operar. Y tú.... me cago en tal....

3.- El ginecólogo suciete. Ese ginecólogo que con voz acaramelada te dice.... bájese las braguitas....
Es más, yo ya distingo dos tipos de gine. Los de bájese las braguitas (si, con diminutivo) y el resto. Este médico suele llevar una pulserita de oro y cadena con cristo o virgen, opcional, asomando por el pico del cuello del pijama.

4.- El despitao
. Así que usted venía, si una revisión, a ver vamos a hacer la eco, si, no a ver un momento, lo suyo, es un control por un CA, no? Ah no, no, entonces qué era esto a ver.... un momento.... su historia... si.... (la DUE a su lao cagándose en él) entonces, si... usted es Naranja de la Huerta Levatina, si? Si, doctor. Entonces... a ver... La DUE: Doctor, la señora viene a hacerse la eco con el dopler, está de 34 semanas de embarazo, doctor. Ah, si? Uy, enhorabuena joven, si, si... ale, pase aquí al ecógrafo...

5.- El gine macizo. Si amigas. ESE gine. Ese tío que está sustituyendo a tu médico de siempre porque este tiene al nieto de comunión. Y tú llegas y allí está EL. Alto, cuadrao, limpio, amable, organizado (sabe quien eres antes de que entres). Talmente salido de Anatomia de Grey. Y te dice, por favor, pase y desnúdese de cintura para abajo. Y tú pensando, si chato si, lo que tu digas, pero espera que antes voy a por los condones!!

Yo tuve un gine macizo que al verme las medias con liga de encaje me dijo: "preciosas medias, muy elegantes". Sin comentarios.
 

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