Acaba de llegar la Señora de la limpieza. Se atraso porque anoche estuvo hasta muy tarde, fregando que fregando porque hoy iban los Reyes. El que la recibe, muy educadamente, la disculpa y entre dientes le dice: ¡hala mujer que ya llegan los Reyes! Y a su lugar de trabajo va la sufrida Asturiana que llego a Madrid por unos duros.