Alonso Guerrero se anima a publicar libro sobre Letizia

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NO ES POR MALDAD

Alonso Guerrero, el ex de Letizia es un hombre atormentado
Reina Letizia Pilar Eyre

Pilar Eyre

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REALEZA CASA REAL ESPAÑOLA
9 de marzo de 2018, 10:24 | Actualizado a 09 de marzo de 2018, 10:24

No quiero pasar a la historia solo como el exmarido de la reina de España. ¡Además, hace tanto tiempo que ya ni me acuerdo!”, eso comentaba años ha Alonso Guerrero. Sí, el que va a sacar un libro sobre aquellas vicisitudes, con gran disgusto de Letizia, con la que Alonso no se ha puesto en contacto para comunicarle sus planes. Es más, ha llevado su proyecto en absoluto secreto para que ni Casa Real ni periodistas nos enterásemos porque, “si bien ‘ellos’ no me han prohibido que hablase, sí me han puesto obstáculos para desarrollar mi carrera literaria”. Pero tranquilícese la Reina: el libro transita por los caminos etéreos del simbolismo y la metáfora.

Aunque Guerrero no tiene buena prensa, alguien que lo trata me dice que es digno, atormentado, inteligente y honrado. Yo he escrito bastante sobre él, conozco el pueblo donde se casó con Letizia, Almendralejo, y los vecinos me contaron que antes del compromiso real llamaron a los invitados de aquella primera boda y les pidieron que destruyeran las fotos y que no hablaran con periodistas. He comido en el restaurante El Paraíso donde fue el banquete y he dormido en el hotel Espronceda donde los recién casados pasaron la noche, que no fue la primera porque Letizia se fue a vivir a su casa el día en que cumplió 18 años. También me confesaron que en cada cambio de alcaldía el saliente le entregaba al entrante la llave de la caja donde está el certificado de bodas de la pareja. Pero creo que Guerrero no cuenta nada de esto en su libro, aunque sí hablará con desprecio de la prensa del corazón en general, y de Telecinco en particular, de la que escribió hace años, “hay dos formas de morir, una lentamente, por culpa del tabaco, y la otra rápidamente, viendo Telecinco”. Y alardeará de que rechazó varias ofertas millonarias de esta cadena para que hablase. Hechas las averiguaciones pertinentes, puedo afirmar que ningún programa de Mediaset le hizo entonces ninguna propuesta, aunque visto que hasta la Urbano va a ‘Sálvame’, no descarto verlo en ese estupendo programa
 
Ya el título es una horterada, el amor de Penny Robinson, please!, parece de una novela de tercera... Penny era bella como una carga de húsares, como un ciclón, como una descarga eléctrica, como un montaña de cáscaras de pipas tiradas por las aceras... Mejor hubiera sido "Cómo me libré de Penny Robinson" je je
 
Me da la impresión de que se ha abierto la veda para desprestigiar a este hombre que en realidad nadie lo conoce de verdad...excepto la junta-letras.

Mi opinión es que tiene todo derecho a hablar y escribir sobre su vida, si eso no gusta a su ex amante y luego hecha su mujer pues que se aguante , que no hubiera sido tan liberal. Al final todo se sabe y todo pasado te sigue durante tu vida e incluso vive mas que el personaje
Sobre Isabel II aun se refieren a ella como la putana , después de mas de 100 años desde que murio ¿como tratara la historia a esta mujer y a su segundo ?
 
Me da la impresión de que se ha abierto la veda para desprestigiar a este hombre que en realidad nadie lo conoce de verdad...excepto la junta-letras.

Mi opinión es que tiene todo derecho a hablar y escribir sobre su vida, si eso no gusta a su ex amante y luego hecha su mujer pues que se aguante , que no hubiera sido tan liberal. Al final todo se sabe y todo pasado te sigue durante tu vida e incluso vive mas que el personaje
Sobre Isabel II aun se refieren a ella como la putana , después de mas de 100 años desde que murio ¿como tratara la historia a esta mujer y a su segundo ?
Claro que tiene todo el derecho y yo le aplaudo, es su vida y tiene tanto derecho a contarla como cualquiera, yo lo que critico precisamente es que no va a contar nada :ROFLMAO: pero deja el cebo y luego va de digno, de atormentado y lamentando como le ha complicado la vida ser el ex de... los beneficios se le olvidan eso si, entre ellos que le publiquen libros y hasta se le promocionen.
 
Claro que tiene todo el derecho y yo le aplaudo, es su vida y tiene tanto derecho a contarla como cualquiera, yo lo que critico precisamente es que no va a contar nada :ROFLMAO: pero deja el cebo y luego va de digno, de atormentado y lamentando como le ha complicado la vida ser el ex de... los beneficios se le olvidan eso si, entre ellos que le publiquen libros y hasta se le promocionen.

Exacto. Una persona es libre de contar (o no) su vida. Poca gente es objetiva con su autobiografía, porque evitamos aquello que no nos gusta... vamos, como las fotos de infulanders de instagram.

La gente que cuenta detalles íntimos no me gusta nada, ni siquiera entre amigos. Hay líneas que la educación o el respeto no permitieran cruzar.

Este señor hubiera quedado como un ídem si, al anunciarse el compromiso, con un periodista respetado y sin cobrar un duro, hubiera hecho las declaraciones de rigor diciendo palabras huecas y políticamente correctas. Nadie le hubiera perseguido (me parto) porque tiene 0 interés. Soy profe de secundaria y mi vida (periodísticamente hablando) aún es más aburrida que la suya.

Ya lo he dicho. Va de outsider (no me gusta la endogamia intelectual pero me entrevistan en el Café Gijón), critica a todo un gremio periodístico, a todos los políticos españoles y luego escribe un libro y utiliza a todo el aparato político (Pimentel, de un partido nada sospechoso de esa corrupción que critica) y de la prensa... pero no de la especializada en literatura o como mucho en Jotdown o qué leer... ¡no! Sale en el LOC de El Mundo y en la prensa del corazón.

El Nadal, me da en la narizota, que no lo va a ganar.
 
Ya el título es una horterada, el amor de Penny Robinson, please!, parece de una novela de tercera... Penny era bella como una carga de húsares, como un ciclón, como una descarga eléctrica, como un montaña de cáscaras de pipas tiradas por las aceras... Mejor hubiera sido "Cómo me libré de Penny Robinson" je je
Pipas sí comío y las cascaras tíro.
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Exacto. Una persona es libre de contar (o no) su vida. Poca gente es objetiva con su autobiografía, porque evitamos aquello que no nos gusta... vamos, como las fotos de infulanders de instagram.

La gente que cuenta detalles íntimos no me gusta nada, ni siquiera entre amigos. Hay líneas que la educación o el respeto no permitieran cruzar.

Este señor hubiera quedado como un ídem si, al anunciarse el compromiso, con un periodista respetado y sin cobrar un duro, hubiera hecho las declaraciones de rigor diciendo palabras huecas y políticamente correctas. Nadie le hubiera perseguido (me parto) porque tiene 0 interés. Soy profe de secundaria y mi vida (periodísticamente hablando) aún es más aburrida que la suya.

Ya lo he dicho. Va de outsider (no me gusta la endogamia intelectual pero me entrevistan en el Café Gijón), critica a todo un gremio periodístico, a todos los políticos españoles y luego escribe un libro y utiliza a todo el aparato político (Pimentel, de un partido nada sospechoso de esa corrupción que critica) y de la prensa... pero no de la especializada en literatura o como mucho en Jotdown o qué leer... ¡no! Sale en el LOC de El Mundo y en la prensa del corazón.

El Nadal, me da en la narizota, que no lo va a ganar.


En conclusión: LetuZa y el eran tal para cual ;)
 
El capítulo más polémico y explícito del nuevo libro sobre Letizia

El día D ha llegado. Más bien el día L, de Letizia. O Z, por aquello de la lítera que distingue e identifica a nuestra reina. ‘El amor de Penny Robinson’, la novela con tintes autobiográficos escrita por su primer marido, Alonso Guerrero, ya está disponible y al alcance de todos. Sin necesidad de pensar que el pasado viernes la obra llegó a Zarzuela, a tenor de la relación que Guerrero sostiene mantener con el matrimonio real, seguro entonces Letizia y Felipe se bebieron el manuscrito.



Alonso Guerrero, ex marido de Letizia
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Con nombres ficcionados y personajes que se asocian directamente con Alonso Guerrero y la propia Letizia, el autor describe una escena en la que habla de Nené, una especie de Lolita que pone su mundo absolutamente del revés y se desviste ante sus ojos. Sobre el cuerpo desnudo de la mencionada señorita, hace Guerrero el siguiente dibujo: “Me sobrecogió su desnudez. Tomé la instantánea aquel atardecer de verano mientras dormía. Recordé haber buscado el encuadre durante mucho rato y al despertar, había puesto el automático y me había fotografiado junto a ella, tan desnudo como ella”.

¿Letizia o Nené?
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Y no queda ahí la cosa. El autor va a más y se moja hasta confesar que “estaba enamorado de su bronceado. Las líneas bordeaban los hombros y caían a la parte interna de los muslos como si la confundieran con un tragaluz”. Sin dejar de jugar al motto que define toda la novela, Guerrero continúa sin titubeos, pero con maquillaje, y añade: “La vi salir embutida en aquel gabán de cosaco bajo del cual iba casi desnuda. Era bella como un diluvio, pero desapareció bajo el sol de diciembre sin dejar rastro. Sin darme cuenta, había llegado a obsesionarme con sus ojos y su boca”.

¿Una foto de Letizia desnuda?
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Con el murmullo de la posibilidad de que exista una foto de una joven Letizia sin nada que la arrope, Guerrero invita al lector a hacer sus propias interpretaciones: “el lector debe leer entre líneas”. Mientras que una imagen vale mil palabras, hasta el momento en que aparezca la presunta fotografía, deberemos conformarnos con leer el relato a medida que el escritor de la novela hace sobre la que entonces era su esposa y ahora es la reina de España.

Letizia Ortiz y Alonso Guerrero se conocieron en 1989. En aquel momento, ella era una joven estudiante de 17 años, y él, su profesor de Literatura, diez años mayor que ella. Nueve intensos años de amor y un matrimonio civil rubricado en Almendralejo que apenas duró unos meses son el resultado de ecuación final entre Guerrero y Ortiz. Tres años más tarde, el profesor del Ramiro de Maeztu se daba de bruces con una realidad que ya conocía: su exmujer sería la futura reina de España.

https://www.cotilleo.es/capitulo-explicito-libro-letizia/
 
https://www.vanitatis.elconfidencia...o-libro-letizia-reina-penny-robinson_1533488/

Alonso Guerrero, el porqué de la traición del exmarido de la reina Letizia
Hasta el momento real nada se sabía de este profesor de literatura que tampoco frecuentaba los círculos literarios más influyentes porque no le gustaba “la endogamia”
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La reina Letizia en una ilustración de Jate para Vanitatis.
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PALOMA BARRIENTOS
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10.03.2018 – 05:00 H.
El perfil de Alonso Guerrero, exmarido de la reina Letizia, lo forman muchas variantes y aún más aristas dependiendo de quién hable de él. En la época en que pasó de ser un total desconocido a personaje del momento por haber estado casado con la prometida del Príncipe (ahora Rey) no había término medio.

Algunos colegas lo definían como un hombre vanidoso y con un punto prepotente en lo que se refería a sus escritos. La vanidad también en su relación con las mujeres. Otros, como buen compañero. Y ahí terminaban los elogios.

Le gustaba escribir y aspiraba a tener un lugar en el Olimpo. Es ahora con la publicación de ‘El amor de Penny Robinson’ cuando vuelve a interesar en esa faceta de exmarido

Guerrero tiene en su haber cuatro libros que pasaron sin pena ni gloria salvo ‘El hombre abreviado’, que casualmente se reeditó con 30.000 ejemplares cuando se hizo público el noviazgo del príncipe Felipe y la periodista Letizia Ortiz, su exmujer. En ese momento hubo cierta conexión con la prensa. No terminaban bien los encuentros telefónicos porque descargaba su ira con el redactor que le contactara. Daba igual que el interlocutor no tuviera nada que ver con las persecuciones de los paparazzi.


Metía a todos en el mismo saco y no daba opción. Muchos vivimos en primera persona ese injustificado odio que aumentaba exponencialmente al comentar lo insólito que suponía una reedición de una novela que no había ocupado nunca los cien (o más) primeros puestos en las listas de ventas.




Unas fotos desnuda, ganas de fama: las perlas del libro de Alonso Guerrero sobre Letizia
AMPARO DE LA GAMA
Vanitatis accede al contenido del 'El amor de Penny Robinson', la novela sobre Alonso Guerrero y la reina Letizia



Hasta el momento real nada se sabía de este profesor de literatura que tampoco frecuentaba los círculos literarios más influyentes porque no le gustaba “la endogamia”. Así definía los encuentros entre escritores, críticos y periodistas de cultura tanto en Madrid como antes en la Universidad de Extremadura, donde terminó su carrera de Filosofía.

Le gustaba escribir y aspiraba a tener un lugar en el Olimpo. Es ahora con la publicación de ‘El amor de Penny Robinson’ cuando vuelve a interesar en esa faceta de exmarido. En sus medias verdades y pocas declaraciones públicas, Guerrero aseguraba que esta historia novelada de los años que pasó con la que fuera una alumna brillante del instituto Ramiro de Maeztu (donde ha vuelto a dar clases) era una manera de contar su vida.

No ha tenido reparo en que la editorial del exministro de Aznar, Manuel Pimentel, orquestara su traición veinte años después de su boda con la que parece ser su obsesión, que no es otra que la reina Letizia. Dice que el rey Felipe le saluda cuando coinciden y que ha estado en Zarzuela. La verdad es que cuesta creer ese amiguismo.

La nota previa a la publicación de ‘Penny’ ya es un aviso a navegantes. “Esta novela narra un caso sin precedente: la transformación de un hombre con una vida sin sobresaltos a un personaje mediático, a quien, por el hecho de haber estado casado con la que iba a convertirse en Reina de España, la prensa del corazón persigue para arrancarle los pedazos no solo de lo que pueda contar, sino de lo que es".

Define a su protagonista (es decir Letizia) de “bella como un diluvio”. ¿Cómo? ¿Se refiere al diluvio de Noé o al ciclón Irma?

Espeluznante la definición que hacen sus editores de Alonso Guerrero, un personaje olvidado y con un recorrido literario nulo. No se ha visto aún análisis de su obra en medios ni en páginas especializadas. ¿Será que no interesa? O también, como han filtrado, que hay una mano negra que paraliza su obra.

Y sinceramente algunas de sus comparaciones literarias seguramente no las permitiría ningún profesor a sus alumnos. Define a su protagonista (es decir Letizia) de “bella como un diluvio”. ¿Cómo? ¿Se refiere al diluvio de Noé o al ciclón Irma?

¿No habíamos quedado que quería ser invisible, que no le gustaba ser personaje público, que odiaba a la prensa rosa de la que ahora se ha nutrido porque a la otra le interesa cero? Si tanto tenía que decir, ¿por qué no lo hizo en la presentación? ¿Quizá por temor a que sus medias verdades salieran a relucir con preguntas incómodas? ¿Por qué ese cambio y ganas de hacer daño? ¿Qué necesidad de intoxicar? ¿No hubiera sido mejor seguir con su vida invisible? No me consta que “los empleados de la perrera, con la caña y el lazo colgándoles del cinturón”, como define en su novela a los paparazzi, le hayan seguido estos últimos ocho años.

Quizá solo hay una razón para publicar ‘El amor de Penny Robinson’ y justificar la traición. Y recreando su pensamiento esta podría ser su frase de cabecera:“A ver si de una puñetera vez alguien me lee”.

Todo el que se atreve hablar de los amores y vida de Penny, es un traidor.
Para morirse de la risa.
Cuánto baboseo, dan asco, tienen que babear para que no les borren de la lista de los besamanos.
 

Reina Letizia
El exmarido de la reina Letizia relata en un libro el infierno que vivió
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El exmarido de la reina Letizia ha escrito un libro sobre el infierno que sufrió.
Bea Téllez de Meneses
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11.03.2018 - 07:33

La novela de Alonso Guerrero, 'El amor de Penny Robinson', ya está en la calle, una obra de la editorial Almuzara, vinculada a Manuel Pimentel, ministro de Trabajo en la época de José María Aznar. Una novela en la que, a través de personajes ficticios, el autor vende que narra “un relato de lo que vivió y, sobre todo, de cómo lo vivió”. “Un caso real sin precedentes: la transformación de un hombre con una vida sin sobresaltos en un personaje mediático”, según se lee en su contraportada.

Sin embargo, los detalles que esperábamos encontrar sobre sus diez años de relación con Letizia Ortiz y uno de matrimonio, -se casaron en 1998-, han quedado en nada. Su novela se centra en la presión y acoso mediático que vivió cuando el nombre de su exmujer saltó a la palestra como la futura reina de España, y de cómo se inventaron calumnias y mentiras de su vida personal.

Efectivamente Alonso se convirtió en uno de los personajes del momento y como él mismo cuenta, le ofrecieron varias ofertas de televisión y cantidades muy elevadas, sobre todo, según revela, de Telecinco. Sin embargo, ahora ninguna cadena le ha llevado para entrevistarle por su libro. Quizás esa doble moral no ha acabado de gustar. El hecho de que en su momento no quisiera hablar de su vida con Letizia o negara que fuera a lucrarse de ello, y ahora saque un libro, sobre una parte de su vida, podrían haberle pasado factura.

La novela comienza así: “Por razones que no vienen al caso, perdí mi vida privada entre las nueve y las diez de la noche del pasado doce de noviembre, día de mi cumpleaños. Digo perdí, pero en realidad me la arrebataron de un zarpazo. Desde entonces no he vuelto a pisar con negligencia los lugares públicos, ni contemplo los atardeceres sin que me separe de ellos una cortina de teatro. Y todo porque un desconocido me sacó una foto con un teléfono móvil, desde el otro lado del cristal de un escaparate. [...] Lo cierto es que con un aparato que ni siquiera molesta en el bolsillo te arrancan lo que más importa: una apariencia”.

En la obra escrita por el profesor de Almendralejo, explica anécdotas como el día que una persona “hurgó” en su buzón y le robó una carta, cuando rebuscaron en sus bolsas de basura, llamadas incesantes en su teléfono que le llevaron “a tirar el móvil en una cuneta cuatro días después” y el día en el que tuvo que huir de su casa, vigilada por paparazzi, e irse a un hotel.

Así relata algunos de estos momentos: “Lo que al parecer me colocaba en la picota era mi relación, en el pasado, con alguien que había empezado a interesar a todo el mundo. Tu vida se llena de personas que se presentan con la excusa de conocerte, pero en realidad vienen a arrancarte pedazos. Gente sin escrúpulos, cargados con equipajes de tránsito. Arramblaron con parte de mi pasado, pero he de reconocer que también me devolvieron muchos años que tenía olvidados”.

“Ahí empezó mi existencia de hombre de la multitud. No había vivido sin rostro ni cronología desde que, a los veinte, para pagarme la carrera, me enrolé de camarero en un barco que surcaba los fiordos noruegos. Mi pasado era de ellos. Podían inventarlo, ensuciarloo convertirlo en un despojo. De hecho, pusieron en mi boca tantas sandeces que mi propio padre me llamó para preguntarme si había dicho lo que decían que había dicho. Les concedes una entrevista y te escriben un epitafio. Antes de esa foto yo tenía secretos. Podía tenerlos porque a nadie importaban”.

El momento en el que se vio en la prensa
También escribe cómo fue el momento en el que se vio en las revistas y en una de ellas, incluso se había publicado una imagen de cuando era pequeño que él llevaba sin ver años. “Iba a comprar las revistas dispuesto a todo, convencido de que nada de lo que hallase en ellas sería creíble, ni para mí ni para nadie. En la foto, un niño de siete años, mirando fijamente a la cámara, embutido en unos leotardos, de pie junto al toro de plástico que me había regalado mi padre y del que no me separé hasta la única mudanza domiciliaria de mi niñez, a los diez años, aparecía en la portada de una de ellas. Había visto por última vez esa instantánea treinta años atrás, sacada de la caja de puros donde mi madre guardaba sus escasas fotografías. Estuve tentado de telefonear a la revista y preguntar cómo habían conseguido la foto, pero sabía que esos hallazgos no pertenecen a quienes los fabrican, sino a quienes los consumen. Tanto si habían pagado la foto como si la habían encontrado en el cepillo del anonimato, la gente la donaba como un artista puro y perfeccionista, sin nada a cambio. Llamar y presentarme como quien era, Alonso Guerrero, con todas las sílabas de mi nombre —por más que mi nombre no hubiera dicho nada de mí hasta salir en los periódicos— era arriesgarme a que no me creyeran”.

En la novela, Alonso ataca a la prensa y a los periodistas. “Parecen empleados de la perrera, con la caña y el lazo colgándoles del cinturón”, para continuar escribiendo: “Sus cortes de cara me recordaban vagamente a la mula Francis, un personaje de serie televisiva de mi infancia. Como adelanto, con frases entresacadas de un tráiler, pues la función de esa noche era en directo, una de ellas decía que yo era un tipo muy poco agraciado, y que no se explicaba cómo había adquirido tanta notoriedad. Yo tampoco me lo explicaba. Aquella notoriedad que ellas mismas me adjudicaban no me parecía grande, sino vacía. Me obligaba a vivir junto a un teléfono, dentro de una casa asediada”.

Personajes que recuerdan a Letizia
Nos encontramos además con personajes en los que hay aspectos reconocibles de la vida de Letizia. Habla de Laura, una ex que le traiciona y que es capaz de lo que sea después del divorcio, y de dos fotos en las que sale desnuda, retratadas por Alonso: “La conocí en 1989. Por un momento me sobrecogió su desnudez. Había sido yo quien tomó la instantánea, aquel atardecer de verano, mientras ella dormía. Recordé haber buscado el encuadre durante mucho rato y, al despertar, había puesto el automático y me había fotografiado junto a ella, tan desnudo como ella. Pese a proceder con la frialdad de un artista, me pareció que después de haber cruzado el Sistema Solar, la luz de la persiana rayaba su piel como si supiera que no iba a tener mejor ocasión para pertenecer a este mundo”.

Después continúa relatando: “Por aquel entonces estaba enamorado de su bronceado, así que hice la foto. Las líneas bordeaban los hombros y caían a la parte interna de los muslos como si la confundieran con un tragaluz. Sin embargo, no fue aquel cuerpo entre el sueño y la vigilia lo que estimuló mi memoria, sino los pequeños objetos que el azar había puesto en la fotografía: los cuadros sobre el cabecero, el pequeño reloj abandonado en la mesilla y algunos de los libros que por entonces me obsesionaban. Promesas incumplidas que el amor utiliza para rodearse de eternidad”.

Otro de los personajes, Nené, es la seducción personificada, una ‘lolita’ de la que se obsesionó y en la que parece que ha tomado como referencia a la Letizia Ortiz que conoció cuando era su alumna y tenía unos 16 años. “Estuve a punto de renunciar a la posteridad, por eso empecé a escribir mis memorias. Mirando mi vida, ella era un pequeño margen, igual que yo, una promesa sin asideros que no deseaba que fueran en su busca. La vi salir embutida en aquel gabán de cosaco debajo del cual iba casi desnuda. Era bella como un diluvio, pero desapareció bajo el sol de diciembre sin dejar rastro [...] Sin darme cuenta, había llegado a obsesionarme con sus ojos y su boca. Ambos permanecían en mi memoria por alguna razón. Quizá los había visto en una portada de disco. Todas las mujeres que cantaban tenían esos ojos y bocas, aunque cada una destilaba con ellos una mirada distinta, y daba besos tan diferentes como sellos de lacre. Nené lo sabía, por eso quería la fama”.

https://www.vozpopuli.com/gritos/ex...n-acoso-amor-penny-robinson_0_1115889751.html
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