El Mundo Orbyt.
MI SEMANA
JAIME PEÑAFIEL
22/04/2023
CHSSS...
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El 8 de abril de ese año de 2005, Carlos y Camilla contraen matrimonio, cierto es que por lo civil, en el Ayuntamiento de Windsor sin ningún tipo de ceremonia. Tampoco se hicieron los votos solemnes ni se intercambiaron anillos aunque la reina Isabel, a quien no le agradaba aquella boda, permitió un oficio de oración en la capilla de St. George. En el recinto religioso solo estuvieron presentes los familiares y amigos más íntimos.
Han pasado los años. Tantos como 17. Exactamente el 6 de febrero de 2022 cuando la reina Isabel II, en un mensaje con motivo del 70 aniversario de su reinado y cambiando de opinión, manifiesta “su sincero deseo de que Camilla, de 74 años, “se convierta en reina” y como tal así será coronada el próximo día 6 de este próximo mes de mayo.
Se trata de una insólita decisión. Hasta ahora, todo aquel o aquella que contraía matrimonio con un rey o reina reinante solo podía ostentar el título de príncipe o de reina consorte y, en modo alguno, ser coronados como reyes o reinas. Esta imposibilidad le amargó la vida al príncipe Henrik, esposo de la reina Margarita de Dinamarca, que llegó a confesarme “¿por qué yo no puedo ser rey como Letizia reina?”. Y con ese trauma murió.
Desde que Eduardo VIII renunciase al trono por amor, en 1936, para contraer matrimonio con Wallis Simpson, una norteamericana divorciada, no se había producido nada parecido hasta que Felipe contrajo matrimonio con la divorciada Letizia. Aunque nada que ver la biografía de Camilla con la consorte del actual Rey español.
Según Concepción Calleja, la mejor biógrafa de la señora Parker Bowles, el día que Carlos la conoce en 1970 en un partido de polo “ésta se presenta sola, y muy decidida y le dice: ‘Mi trabajo, en primer lugar, consiste en hacer una reverencia... y luego saltar a la cama’”. Bajo la mirada atónita del príncipe, Camilla se apresura a añadir “esta frase es la que le dijo mi bisabuela, Alice Keppel, a su tatarabuelo el rey Eduardo VII. Ellos fueron amantes durante 12 años (esto sucedía en 1898)... Estaría bien repetir la historia”.
Así comenzó la amistad que no relación amorosa entre los dos aunque, según Calleja, el príncipe de Gales se quedó locamente enamorado de aquella desvergonzada muchacha, que entonces tenía tan solo 23 años, uno más que Carlos. Con una gran diferencia: ella tenía pasado, ¡y qué pasado! y él, solo antepasados. Por entonces Camilla mantenía una relación sentimental desde 1967 con Andrew Parker Bowles “una relación libre y llena de mutuas infidelidades”.
Por supuesto, no se referían a Camilla sino la mujer que tanto elduque de Edimburgo, padre de Carlos, como su tío Lord Mountbatten, le aconsejaban se casara con el único deseo de dar un heredero a la Corona.
A pesar de su enamoramiento, Carlos piensa que Camilla no es la mujer adecuada y, además, está convencido de que su madre, la reina, no aprobará jamás ese matrimonio. Por ello, decide poner tierra de por medio, en este caso océanos, marchándose al Caribe, a una base de la Marina inglesa. Y estando allí, lee un día de julio 1973 en The Times la noticia de la boda de Camilla con Andrew Parker. Desde ese día no volvieron a verse hasta el regreso de Carlos, cuando Camilla le propuso que fuera el padrino de su hijo Tom, nacido en 1975. Y desde ese día se convirtieron en amantes aunque aceptando ella, con una total falta de moralidad, que Carlos se casara con una joven, por supuesto virgen pero de pocas luces, para que aceptara la situación de trío. La elegida fue Diana Spencer.
Fue el mismo día de la boda, el 29 de julio de 1981, cuando Diana descubre que su prometido lleva a la ceremonia el regalo que Camilla le ha hecho la víspera: unos gemelos con dos “C” entrelazadas. No pudo empezar peor el matrimonio que fue de mal en peor hasta el extremo de que Diana reconoció en su dramática entrevista en la BBC que “en mi matrimonio somos tres”. Luego vendría la publicación de las cintas eróticas de Carlos y Camilla, del famoso “tampax”, la publicación del libro Diana: su verdadera historia de Morton, en 1992, y el divorcio de Carlos y Diana, el 28 de febrero de 1996, así como, el 31 de agosto de 1997, el fallecimiento de la princesa junto a su amante Dodi Al-Fayed en París. La historia de Lady Di no pudo tener otro adiós que finalizar como la más tradicional tragedia griega, otro adiós que el de su muerte.
El día 3 de junio de 2000, la reina Isabel reconoce oficialmente la relación entre Carlos y Camilla que, ya hemos dicho, contraen matrimonio el 8 de abril de 2005.
Hacía ese día... ¡¡35 años!! que habían iniciado su historia de amor, un amor que ya dura... ¡¡53 años!! ¿Es o no la historia de un gran amor?
¡Qué vergüenza! Ahora resulta que comer marisco en Galicia es un delito. ¡Increíble! (...) No solo el padre, también el hijo y su entorno no dejan de calentar el tema. Dejémosle ya en paz. Sus movimientos los respalda el artículo 19 de la Constitución. (...) En 2021 ya regularizó ante Hacienda por valor de 4,4 millones de euros. Una docena de amigos le ayudaron en forma de préstamo. (...) ¡Qué hartazgo! Otra portada sobre lo mismo y la misma. Y van ya... (...) Primero fue la explotación mediática del hijo muerto. Ahora, la de la niña recién nacida. (...) Me gustaría saber con qué cuenta, económicamente hablando, el prometido de tan famosa y rica muchacha, de que vivirán y quién costeará la boda que se anuncia espectacular. ¿Una exclusiva? (...) Con solo 22 años, la nietísima y sobrinísima real ya tiene 240.000 seguidores en Instagram como destacada influencer. (...) ¿Qué opinarán las feministas españolas del “sí es sí” sobre la secretaria de Estado de Economía Social posando con una mano sosteniéndose el pecho como portada de Playboy? (...) Confieso que como no conduzco me muevo solo en transportes públicos por lo que siento una especial simpatía por sus conductores. En este caso Óscar Bartomeu que se molestó en localizarme para entregarme el pequeño bloc de notas que había olvidado en su coche. ¡Gracias!
MI SEMANA
JAIME PEÑAFIEL
22/04/2023
CHSSS...
EL TRIUNFO DE CAMILLA
LA HISTORIA SE REPITE… CON MEJOR FINAL
UNA MUJER VIRGEN, CASTA Y PURA
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El 8 de abril de ese año de 2005, Carlos y Camilla contraen matrimonio, cierto es que por lo civil, en el Ayuntamiento de Windsor sin ningún tipo de ceremonia. Tampoco se hicieron los votos solemnes ni se intercambiaron anillos aunque la reina Isabel, a quien no le agradaba aquella boda, permitió un oficio de oración en la capilla de St. George. En el recinto religioso solo estuvieron presentes los familiares y amigos más íntimos.
Han pasado los años. Tantos como 17. Exactamente el 6 de febrero de 2022 cuando la reina Isabel II, en un mensaje con motivo del 70 aniversario de su reinado y cambiando de opinión, manifiesta “su sincero deseo de que Camilla, de 74 años, “se convierta en reina” y como tal así será coronada el próximo día 6 de este próximo mes de mayo.
Se trata de una insólita decisión. Hasta ahora, todo aquel o aquella que contraía matrimonio con un rey o reina reinante solo podía ostentar el título de príncipe o de reina consorte y, en modo alguno, ser coronados como reyes o reinas. Esta imposibilidad le amargó la vida al príncipe Henrik, esposo de la reina Margarita de Dinamarca, que llegó a confesarme “¿por qué yo no puedo ser rey como Letizia reina?”. Y con ese trauma murió.
Desde que Eduardo VIII renunciase al trono por amor, en 1936, para contraer matrimonio con Wallis Simpson, una norteamericana divorciada, no se había producido nada parecido hasta que Felipe contrajo matrimonio con la divorciada Letizia. Aunque nada que ver la biografía de Camilla con la consorte del actual Rey español.
Según Concepción Calleja, la mejor biógrafa de la señora Parker Bowles, el día que Carlos la conoce en 1970 en un partido de polo “ésta se presenta sola, y muy decidida y le dice: ‘Mi trabajo, en primer lugar, consiste en hacer una reverencia... y luego saltar a la cama’”. Bajo la mirada atónita del príncipe, Camilla se apresura a añadir “esta frase es la que le dijo mi bisabuela, Alice Keppel, a su tatarabuelo el rey Eduardo VII. Ellos fueron amantes durante 12 años (esto sucedía en 1898)... Estaría bien repetir la historia”.
Así comenzó la amistad que no relación amorosa entre los dos aunque, según Calleja, el príncipe de Gales se quedó locamente enamorado de aquella desvergonzada muchacha, que entonces tenía tan solo 23 años, uno más que Carlos. Con una gran diferencia: ella tenía pasado, ¡y qué pasado! y él, solo antepasados. Por entonces Camilla mantenía una relación sentimental desde 1967 con Andrew Parker Bowles “una relación libre y llena de mutuas infidelidades”.
Por supuesto, no se referían a Camilla sino la mujer que tanto elduque de Edimburgo, padre de Carlos, como su tío Lord Mountbatten, le aconsejaban se casara con el único deseo de dar un heredero a la Corona.
A pesar de su enamoramiento, Carlos piensa que Camilla no es la mujer adecuada y, además, está convencido de que su madre, la reina, no aprobará jamás ese matrimonio. Por ello, decide poner tierra de por medio, en este caso océanos, marchándose al Caribe, a una base de la Marina inglesa. Y estando allí, lee un día de julio 1973 en The Times la noticia de la boda de Camilla con Andrew Parker. Desde ese día no volvieron a verse hasta el regreso de Carlos, cuando Camilla le propuso que fuera el padrino de su hijo Tom, nacido en 1975. Y desde ese día se convirtieron en amantes aunque aceptando ella, con una total falta de moralidad, que Carlos se casara con una joven, por supuesto virgen pero de pocas luces, para que aceptara la situación de trío. La elegida fue Diana Spencer.
Fue el mismo día de la boda, el 29 de julio de 1981, cuando Diana descubre que su prometido lleva a la ceremonia el regalo que Camilla le ha hecho la víspera: unos gemelos con dos “C” entrelazadas. No pudo empezar peor el matrimonio que fue de mal en peor hasta el extremo de que Diana reconoció en su dramática entrevista en la BBC que “en mi matrimonio somos tres”. Luego vendría la publicación de las cintas eróticas de Carlos y Camilla, del famoso “tampax”, la publicación del libro Diana: su verdadera historia de Morton, en 1992, y el divorcio de Carlos y Diana, el 28 de febrero de 1996, así como, el 31 de agosto de 1997, el fallecimiento de la princesa junto a su amante Dodi Al-Fayed en París. La historia de Lady Di no pudo tener otro adiós que finalizar como la más tradicional tragedia griega, otro adiós que el de su muerte.
El día 3 de junio de 2000, la reina Isabel reconoce oficialmente la relación entre Carlos y Camilla que, ya hemos dicho, contraen matrimonio el 8 de abril de 2005.
Hacía ese día... ¡¡35 años!! que habían iniciado su historia de amor, un amor que ya dura... ¡¡53 años!! ¿Es o no la historia de un gran amor?
¡Qué vergüenza! Ahora resulta que comer marisco en Galicia es un delito. ¡Increíble! (...) No solo el padre, también el hijo y su entorno no dejan de calentar el tema. Dejémosle ya en paz. Sus movimientos los respalda el artículo 19 de la Constitución. (...) En 2021 ya regularizó ante Hacienda por valor de 4,4 millones de euros. Una docena de amigos le ayudaron en forma de préstamo. (...) ¡Qué hartazgo! Otra portada sobre lo mismo y la misma. Y van ya... (...) Primero fue la explotación mediática del hijo muerto. Ahora, la de la niña recién nacida. (...) Me gustaría saber con qué cuenta, económicamente hablando, el prometido de tan famosa y rica muchacha, de que vivirán y quién costeará la boda que se anuncia espectacular. ¿Una exclusiva? (...) Con solo 22 años, la nietísima y sobrinísima real ya tiene 240.000 seguidores en Instagram como destacada influencer. (...) ¿Qué opinarán las feministas españolas del “sí es sí” sobre la secretaria de Estado de Economía Social posando con una mano sosteniéndose el pecho como portada de Playboy? (...) Confieso que como no conduzco me muevo solo en transportes públicos por lo que siento una especial simpatía por sus conductores. En este caso Óscar Bartomeu que se molestó en localizarme para entregarme el pequeño bloc de notas que había olvidado en su coche. ¡Gracias!