Melania da gusto verla vestida cualquier día del año....siempre acierta con sus estilismos....y además se calza de maravilla.......cuando aparece en fotos lo primero que miro son sus pies para ver sus taconazos de aguja.........me fascinan.........
Viaje a Louisiana y Texas. Encuentro con Trump en la Casa Blanca. Junio 2018
- AutorAmadís
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Melania da gusto verla vestida cualquier día del año....siempre acierta con sus estilismos....y además se calza de maravilla.......cuando aparece en fotos lo primero que miro son sus pies para ver sus taconazos de aguja.........me fascinan.........
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No se que nos pasa a los españoles que nos fascinan los americanos.
Le pasó a Aznar con Bush, a Zapatero con Obama ,y a la Leti con Melania.
¿ cuándo llevo el vestido imitado, alguien me lo aclara?
Le pasó a Aznar con Bush, a Zapatero con Obama ,y a la Leti con Melania.
¿ cuándo llevo el vestido imitado, alguien me lo aclara?
El problema en este caso es que la mala educación de Melania no existe. Tanto Trump, como el sexto como ella se muestran iguales ante las cámaras, posando y listo. Es la KK y su actitud de adolescente excitada por ver a su ídolo lo que es de mala educación. Al entrar, ella quiere dejar pasar a Melania!!! Oiga, que Melania vive allí. Usted no es la anfitriona. No tiene NPI de comportarse y luego tachan a Melania de maleducada.
A mi el Valentino que lleva me parece divino y le sienta como un guante. Está como casi siempre, hiper femenina y seria, no le veo nada de especial. Demasiado estirada la cara, eso no me gusta ni en ella ni en ninguna. Lety parece el jocker de una baraja de terror.
D
Deleted member 20383
Guest
¿Alguien podría decirme, por favor, qué hemos sacado de positivo para nuestro país con este viaje?
En el artículo de El Español se decía que Leti quería evitar la foto del derrier (como con Carla Bruni) pues obviamente no es cierto, Leti sí eligió un vestido ceñido que marcaba bien la silueta quien lo ha evitado ha sido Melania con un vestido con falda evasé, vamos que Leti buscaba su foto comparativa de espaldas y Melania no se la dio...
En cuanto a la estatura decís que Melania mide 1,75 y yo creo que Letizia mide 1,63 llevan los mismos tacones y esa es la diferencia que se aprecia en las fotos unos 12 centímetros que es lo que mide una frente más o menos.
En cuanto a la estatura decís que Melania mide 1,75 y yo creo que Letizia mide 1,63 llevan los mismos tacones y esa es la diferencia que se aprecia en las fotos unos 12 centímetros que es lo que mide una frente más o menos.
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Con Melania. Ese vestido rosa que lleva es exactamente igual a uno en color azul que llevó Melania hace justo un año
A mi no me parece maleducada, pero Melania no me gusta tampoco. Y su actitud no me parece amable, al lado de su marido parece un derroche de amabilidad, pero comparada con cualquier dama resulta muy insípida.
El año pasado, justo un año, el 19 de junio del 2017. Pero además es que lo volvió a llevar en otro evento en septiembre del mismo año, así es menos de un año.
Se supone que el rey debe intentar mantener las relaciones defendiendo el libre comercio(que ataca duramente Trump), y el espanol(que aun ataca mas).
A lo mejor porque este es el hilo de Monarquía Española?
Adjuntos
Lety es un claro ejemplo de cerebro lagarto, es reptiliana total.
Los reptiles son las especies animales con un menor desarrollo cerebral. El suyo, está diseñado para manejar la supervivencia desde un sistema binario: huir o pelear, con muy poco o ningún proceso sentimental. Tiene un papel muy importante en el control de la vida instintiva y se encarga de autorregular el organismo. Por lo tanto este cerebro no está capacitado para pensar, ni sentir. Su función es la de actuar, cuando el estado del organismo así lo demanda. El complejo reptiliano, en los seres humanos, incluye conductas que se asemejan a los rituales animales como el de aparearse. La conducta animal e instintiva está en gran medida controlada por esta área del cerebro.
Se trata de un tipo de conducta instintiva programada y poderosa y, por lo tanto, es muy resistente al cambio. Es el impulso por la supervivencia: comer, beber, mantener la temperatura corporal, s*x*, territorialidad, necesidad de cobijo y de protección. Es un cerebro funcional, territorial, responsable de conservar la vida y el responsable de las mayores atrocidades. Nos sitúa en el presente, sin pasado ni futuro y por tanto es incapaz de aprender o preveer. No piensa ni siente emociones y es pura impulsividad. En el cerebro reptiliano se procesan las experiencias primarias, no verbales, de aceptación o rechazo.
Aquí se organizan y procesan las funciones que tienen que ver con el hacer y el actuar, lo cual incluye: las rutinas, los hábitos, la territorialidad, el espacio vital, las adicciones, los rituales, los ritmos, las imitaciones, las inhibiciones y la seguridad. Es el responsable de las conductas automáticas, tales como las que se refieren a la preservación de la especie y a los cambios fisiológicos necesarios para la sobrevivencia.
En síntesis: este cerebro se caracteriza por la acción. El sistema básico o reptiliano controla la respiración, el ritmo cardíaco, la presión sanguínea e incluso colabora en la continua expansión-contracción de nuestros músculos. Este primer cerebro es sobre todo como un guardián de la vida, pues en él están los mayores sentidos de supervivencia y lucha. Y además, mantiene la interrelación con los poros de la piel, los cuales son como una especie de interfase que poseemos con el mundo externo. Este primer cerebro es nuestro agente avisador de peligros para todo el cuerpo. Permite la adaptación con rapidez por medio de respuestas elementales poco complicadas emocional o intelectualmente. Esta conducta no está basada en consideraciones basadas en las experiencias previas ni en los efectos a medio o largo plazo.
Las conductas de las personas calificadas como de psicópatas (las que carecen de sentimientos de culpa) y de paranoicos se ajustan a este patrón de conducta. En la psicopatía se juega el papel de depredador y en la paranoia el de presa. Es en este primer cerebro donde las adicciones son muy poderosas, tanto a algo como a alguien o a una forma de actuar. Por decirlo de alguna forma rápida, este primer cerebro es una herencia de los períodos cavernarios, donde la supervivencia era lo esencial.
El cerebro reptil sustenta una parte de la mente inconsciente, o subconsciente, donde se graba, se aloja y se desarrolla el Trauma Psicológico, aquello que determina la mayoría de miedos y fobias que conforman la mente reactiva, la cual, en algunas ocasiones, lleva al ser humano a comportarse como un animal salvaje.
El sistema límbico del cerebro pertenece a la evolución intrínseca de los mamíferos, es el encargado de gestionar las emociones, artífice de la ira, el miedo, la pasión y el amor. La parte reptiliana del cerebro posee un poder atávico dentro de nuestras vidas, que es el impulso y el lugar donde se revelan los rituales más ancestrales, s*x*, territorialidad o necesidad de cobijo.
Los reptiles son las especies animales con un menor desarrollo cerebral. El suyo, está diseñado para manejar la supervivencia desde un sistema binario: huir o pelear, con muy poco o ningún proceso sentimental. Tiene un papel muy importante en el control de la vida instintiva y se encarga de autorregular el organismo. Por lo tanto este cerebro no está capacitado para pensar, ni sentir. Su función es la de actuar, cuando el estado del organismo así lo demanda. El complejo reptiliano, en los seres humanos, incluye conductas que se asemejan a los rituales animales como el de aparearse. La conducta animal e instintiva está en gran medida controlada por esta área del cerebro.
Se trata de un tipo de conducta instintiva programada y poderosa y, por lo tanto, es muy resistente al cambio. Es el impulso por la supervivencia: comer, beber, mantener la temperatura corporal, s*x*, territorialidad, necesidad de cobijo y de protección. Es un cerebro funcional, territorial, responsable de conservar la vida y el responsable de las mayores atrocidades. Nos sitúa en el presente, sin pasado ni futuro y por tanto es incapaz de aprender o preveer. No piensa ni siente emociones y es pura impulsividad. En el cerebro reptiliano se procesan las experiencias primarias, no verbales, de aceptación o rechazo.
Aquí se organizan y procesan las funciones que tienen que ver con el hacer y el actuar, lo cual incluye: las rutinas, los hábitos, la territorialidad, el espacio vital, las adicciones, los rituales, los ritmos, las imitaciones, las inhibiciones y la seguridad. Es el responsable de las conductas automáticas, tales como las que se refieren a la preservación de la especie y a los cambios fisiológicos necesarios para la sobrevivencia.
En síntesis: este cerebro se caracteriza por la acción. El sistema básico o reptiliano controla la respiración, el ritmo cardíaco, la presión sanguínea e incluso colabora en la continua expansión-contracción de nuestros músculos. Este primer cerebro es sobre todo como un guardián de la vida, pues en él están los mayores sentidos de supervivencia y lucha. Y además, mantiene la interrelación con los poros de la piel, los cuales son como una especie de interfase que poseemos con el mundo externo. Este primer cerebro es nuestro agente avisador de peligros para todo el cuerpo. Permite la adaptación con rapidez por medio de respuestas elementales poco complicadas emocional o intelectualmente. Esta conducta no está basada en consideraciones basadas en las experiencias previas ni en los efectos a medio o largo plazo.
Las conductas de las personas calificadas como de psicópatas (las que carecen de sentimientos de culpa) y de paranoicos se ajustan a este patrón de conducta. En la psicopatía se juega el papel de depredador y en la paranoia el de presa. Es en este primer cerebro donde las adicciones son muy poderosas, tanto a algo como a alguien o a una forma de actuar. Por decirlo de alguna forma rápida, este primer cerebro es una herencia de los períodos cavernarios, donde la supervivencia era lo esencial.
El cerebro reptil sustenta una parte de la mente inconsciente, o subconsciente, donde se graba, se aloja y se desarrolla el Trauma Psicológico, aquello que determina la mayoría de miedos y fobias que conforman la mente reactiva, la cual, en algunas ocasiones, lleva al ser humano a comportarse como un animal salvaje.
El sistema límbico del cerebro pertenece a la evolución intrínseca de los mamíferos, es el encargado de gestionar las emociones, artífice de la ira, el miedo, la pasión y el amor. La parte reptiliana del cerebro posee un poder atávico dentro de nuestras vidas, que es el impulso y el lugar donde se revelan los rituales más ancestrales, s*x*, territorialidad o necesidad de cobijo.
