TODO sobe Pablo Iglesias y Podemos.

Podrá gustar o no gustar pero en cuanto a lo de los debates es que participar en uno en el que esté el repelente niño vicente aka Marhuenda es rebajarse al mínimo común denominador. Si yo mismo me pusiera a debatir con un cerdo sobre si les gusta o no la mierda supongo que ambos acabaríamos a gruñidos.
 
Bueno, ¿y por qué no nos hablas, ya que estamos en estas, del partido ese que nombras en el que te va bien? En este hilo o en otro. Lo digo porque ahora es el momento de valorar todas las alternativas, de conocer más posturas. Yo te lo agradecería muchísimo. ?
Si es que te refieres a un partido concreto, que igual lo he entendido mal.
Gracias.


Tienes razón es muy simple pero ¿Qué podemos hacer? ¿Declararnos en huelga de votar mientras no cambie la ley electoral que permitan desbloqueo de listas, listas abiertas.?

Quedarnos en casa no provocar la invalidez de unas elecciones. Basta con que voten los acérrimos de los partidos aunque constituyan el 10% del censo electoral, y a los políticos, a éstas alturas les importa un comino lo que se diga en el extranjero y a nivel internacional sobre la marca España.

Sabes que no vale la legislativa popular mediante recogida de firmas para cambiar una ley orgánica, y la ley electoral lo es, y creo que ningún político se va a tirar piedras a su tejado para cambiarla, sabiendo que con ello se le acaba el chollo de vegetar a la sombra "del amo", que es quien al fin y al cabo le ha colocado en una lista, en los primeros puestos aumentando así las posibilidades de salir elegido.

Es un principio para solucionar los problemas de los políticos, a los cuales ni conocemos su trayectoria cuando les votamos. Solo cuando han sido elegidos sin conocerlos los medios de comunicación nos dan una pequeña semblanza de su vida, no antes.
 
El egorrevisionismo: teoría y praxis
Manuel Navarrete ⎮La Haine ⎮13/1/2014

Como aspirante a divo de la comunicación “alternativa”, nuestro amigo no pierde ocasión para recordarnos cómo de famoso se ha hecho últimamente.

Introducción

El reloj de la historia no se detiene y la situación política evoluciona. Cada vez más sectores de la juventud comprenden que, definitivamente, la crisis ha pulverizado el margen de maniobra antaño existente para los ensayos del reformismo. Que el dilema no es ya -ni lo fue nunca- entre reforma y revolución, sino entre revolución y pérdida de todas las conquistas históricas. Que si permanecemos dentro de las instituciones imperialistas europeas, si no expropiamos la banca privada, y sin la consecuente ruptura total con el sistema capitalista que ello conlleva, otro mundo no es posible.

Lenin como pos-posmoderno

A despecho de Toni Negris y multitudes, Lenin tenía razón y el centro del sistema cada vez se reduce más y más, empujando un país tras otro hacia la periferia saqueada por el imperialismo. Y si antaño países de nuestro entorno -incluido el nuestro- salían de la crisis de los 70 exportándola, en definitiva, a su periferia a través de la deuda (Cfr. “La crisis boomerang”, un artículo de Vicente Sarasa), ahora es el “Estado del bienestar” alemán el que nos condena, de la mano de su oligarquía financiera, a ser la parte sumergida del iceberg reformista, en la más perfecta escenificación del proyecto propuesto hace un siglo por el “socialista” Eduard Bernstein: que el colonialismo alemán mejore el nivel de vida de la clase obrera… alemana. Reforzando, faltaría más, la explotación y la opresión del proletariado como clase mundial.

Pero hay más, pues, a despecho de Holloways y posmodernos, Lenin volvía a tener razón y el mundo sólo puede cambiarse destrozando la maquinaria del poder capitalista y construyendo, sobre sus escombros, un poder popular revolucionario, no refugiado en los márgenes del sistema, sino con vocación de ser el nuevo centro de poder. Cada vez más gente llana de barrio despierta de la pesadilla institucionalista y electoralista, comprendiendo que estas reglas del juego sólo garantizarán el avance sin obstáculos del plan del capital para huir hacia adelante y, aunque sea reduciéndonos a una vida de perros, contrarrestar la inevitable caída de su tasa de ganancia. Y con ello sucede algo aún más avanzado: que cada vez más gente llana de barrio comprende también las limitaciones del formato-manifestación, si se hace abstracción de su carácter meramente simbólico y se convierte en un fetiche ritual o en un objetivo autosuficiente en sí mismo.

Así, paradójicamente, nos encontramos con que “el anticuado Lenin” se nos va apareciendo más moderno aún que los pos-modernos. Es pos-posmoderno. Y vuelve con fuerza un siglo después porque explica lo que estamos viviendo, mientras tan “novedosos” teóricos, ante el profundo desengaño popular que se extiende, devienen conservadores defensores de un estéril pasado. Pero, naturalmente, el ojo del sistema nos observa y no se mantiene de brazos cruzados.

Instinto (de clase) básico

Ya en 2004, antes del retorno de esta nueva/vieja crisis capitalista, un conocido editorial del ABC se lamentaba del declive de IU. El reaccionario periódico se preocupaba entonces por las horas bajas de tan útil dique de contención que canalizaba a la población más descontenta, evitando que muchos cayeran, y cito textualmente, en “tentaciones rupturistas”. No es de extrañar tan aliviada simpatía. Una IU que amenaza de expulsión a quienes no pacten con el PSOE para “ni por activa ni por pasiva dejar que gobierne el PP”; que, cuando hay escraches, expropiación de carritos en el Mercadona o iniciativas para rodear el Congreso, se desmarca alegando compartir “el fondo pero no las formas”; que pide reforzar la industria militar española; que se posiciona contra el ejercicio práctico del derecho de autodeterminación nacional, etc. En fin, esa IU que suprime toda democracia interna si surge el riesgo de que las bases apuesten por iniciativas como la ruptura con la UE y el euro. Nada nuevo en realidad, sino el viejo “revisionismo carrillista” de toda la vida.

Sin embargo, ahora asistimos a un fenómeno que sí tiene algo de nuevo y que surge sobre la base de las nuevas tecnologías de la comunicación y el boom de Internet. Cuando La Tuerka comenzó sus emisiones, muchos vieron con buenos ojos el esperanzador surgimiento de un formato televisivo interesante. Y, efectivamente, en cierta medida supuso un soplo de aire fresco y nos permitió presenciar debates “diferentes”. Por desgracia, pronto este programa demostró que no dejaría de alimentar los mismos equívocos que la vieja socialdemocracia, con Vicenç Navarro a la cabeza, viene alimentando desde hace años: el equívoco de que una posición antineoliberal equivale a una posición anticapitalista; el equívoco de que la línea política y sindical de organizaciones como el PSOE, IU, CC OO o UGT es capaz de lograr mejoras perdurables de la situación de la clase trabajadora y los sectores populares; el equívoco de que el keynesianismo es posible y realista actualmente, mientras que el socialismo es imposible y utópico; y el equívoco de que los logros sociales obtenidos en otro tiempo en ciertas zonas del planeta no fueron, en realidad, un mérito de la práctica revolucionaria mundial (encabezada por la URSS que, ya se sabe, tenía más tanques que el Vaticano), sino del revisionismo moderno, sus “manifas” y sus mágicas urnas. Equívocos que ya trató de refutar una declaración política de Red Roja titulada “El mito de la vuelta del Estado del Bienestar: otro capitalismo es imposible”.

La cantinela, por supuesto, es bien conocida. Los medios de comunicación del sistema llevan repitiéndola desde hace un siglo. Las tradiciones del marxismo, del leninismo y del movimiento comunista en definitiva están desfasadas, anticuadas y llenas de polvo. En su lugar hay que proponer algo aparentemente muy novedoso, pero más antiguo que el marxismo en realidad: el “socialismo utópico” (barnizado, eso sí, con lenguaje algo más chic y cool). En este nuevo utopismo se mezclan dos rasgos: la ilusión de que, por algún extraño e inexplicado motivo, mediante concentraciones de plañideras manos alzadas se logrará que la oligarquía deje de masacrar, bombardear y reprimir pueblo, entregando repentina y pacíficamente sus seculares privilegios; y la ilusión de que la clave ya no está en quién detenta la propiedad de los sectores estratégicos de la economía y los medios de producción, sino en cuál de los partidos existentes es menos “corrupto”, más “democrático” y persigue mayor “progre-sividad fiscal” (nunca mejor dicho lo de progre-).

Como nos recordaba el barbudo, no podemos juzgar a los sujetos por cómo se ven a sí mismos. Por eso a veces el ABC puede contener más verdad e instinto de clase que más de una Tuerka.

Ha nacido una estrella


Pablo Iglesias Turrión es un hombre talentoso. Por eso ha logrado erigirse como el mejor representante de este archipiélago que, en sus versiones más fieles al original, deriva en un progresismo institucionalista de factura Mediapró, que sueña con esa futura Moncloa PSOE-IU que, en definitiva, no dejará de recortarnos (eso sí, con mucha “mano izquierda” e “imperativo legal”, como en Andalucía). Un archipiélago que, además, desaprovecha una oportunidad única para educar a sus espectadores, y especialmente a todo ese espectro de frivolidad posmoderna descentralizada (asamblearia y vegana, por supuesto, pero profundamente reaccionaria en esencia) que, afectada aún por la derrota histórica que supuso la caída del socialismo real, no duda en convertir todas las manifestaciones en un alegre circo sin pan… o incluso en entrar, para prolongar el mismo, en buena sintonía con la policía.

Alguien tan inteligente no podía conformarse con aportar su granito de arena: tenía que volar alto. Por eso, como aspirante a divo de la comunicación “alternativa”, nuestro amigo no pierde ocasión para recordarnos cómo de famoso se ha hecho últimamente, algo que plaga su vida de anécdotas en las cuales la gente se hace fotos con él por la calle o cosas por el estilo. Lo cual, aunque no lo parezca, acaba teniendo siempre una insospechada trascendencia política.

Pero ser un divo de la comunicación no es como ser un “anónimo luchador”, que diría Barricada. Para lo primero hay que tener padrinos. Y, para tenerlos, hay que invitar a muchos tertulianos de IU y del PSOE, aunque a algunos, más que una tuerca, les falte un tornillo. Y si muere Santiago Carrillo, hay que escribir un elogioso artículo conmemorándolo (aunque haya protagonizado una de las mayores traiciones y sea uno de los más insignes responsables de que suframos un régimen que la vida y el tiempo han contribuido a desenmascarar). Si echan de Beatriz Talegón de una manifestación, también hay que defenderla (aunque ello supusiera algo histórico, pues marcó un punto de inflexión hacia un nuevo escenario en el que el PSOE lo tendrá más complicado para apropiarse de la confusa indignación popular). Si gente con los pies en la tierra sigue apelando a la clase obrera, hay que subrayar que ya no existe, pues poca gente se pone el “mono azul” (?), y que lo que hay ahora es una multitud de “los de abajo” (aunque eso implique un desconocimiento, impropio en tan ínclito profesor, de la categoría marxista de “proletariado”, más rabiosamente actual hoy día que en los propios tiempos de Marx, como sujeto social que sólo dispone de su propia fuerza de trabajo para subsistir). Y si Cao de Benós defiende a un país amenazado y sitiado por resistir al imperio, como Corea del Norte, hay que desmarcarse públicamente de él -con cara de asco, a ser posible- y lavarse las manos; por supuesto, siempre puedes emplear la expresión “burócrata soviético” como insulto contra Esperanza Aguirre (aunque, como ha documentado por ejemplo Herwig Lerouge, sin la existencia de la tan “burocrática” Unión Soviética no se habría logrado una sola de las reformas “bienestaristas” que nuestro héroe dice defender).

Asustar ricos, pero sólo un poquito

Tal es el aliento político de Pablo Iglesias, con el que se ha granjeado la admiración de un público muy elegante, ilustrado y “democrático”, que condena “el terrorismo”, no se cuestiona por qué sólo el Estado puede tener soldados y sonríe desdeñoso y altanero cuando alguien defiende “los horrores del comunismo”. Actitudes significativas que, desgraciadamente, nuestro héroe no combatirá jamás. Por eso sólo a los más despistados pudo sorprender su discurso en el Corrala Rock de Sevilla, en diciembre de 2013, en el que defendió la necesidad de una “izquierda responsable” que entienda el comunismo no como la ruptura revolucionaria que se produjo en (y léase con ostensible tono despectivo) “el Este”, sino como un movimiento que “asuste a los ricos” para “obtener algunas reformas” y plasmarlas “en la legalidad”. Con esta sola idea, Pablo Iglesias (un hombre -lo sabemos- encantado de conocerse a sí mismo) entronca con el viejo revisionismo en dos sentidos: entronca directamente con el reformismo anti-leninista de Bernstein en su idea de que “el movimiento lo es todo, y el objetivo final nada”; y entronca con el “eurocomunismo” de Berlinguer, Marchais y Carrillo en la falacia histórica de que eran ellos mismos (los reformistas), y no el revolucionario “Este”, quienes asustaban a “los ricos” para que cedieran las reformas que caracterizaron el llamado modelo social europeo.

No es de extrañar, en consecuencia, que en dicho discurso Iglesias le reprochara a Ángeles Maestro su ruptura de hace años con el PCE; o que le recordara a Diego Cañamero que, más allá de la simpatía popular despertada por las acciones del SAT, al final son CC OO y UGT quienes negocian los convenios colectivos. Estas enigmáticas afirmaciones sólo encontraban solución en la fórmula preferida de Iglesias y de muchos otros, con la cual finalizó su discurso: la unidad en abstracto. Una unidad en la que, sin informarte debidamente de los objetivos, del trayecto, del timonel y del destino, te invitan a subirte a un barco. Y lo hacen después de que, antes de dicho barco, hayan zarpado otros cincuenta iguales, naufragando todos en mitad del océano. Pues todo barco que aspire simplemente a “asustar a los ricos” pero sólo un poquito, como el gamberro que llama al portero y sale corriendo, está condenado a un naufragio como el del Titanic, del que sólo se salvan… los ricos. Y la revolución, la URSS, el socialismo y otras realidades (probablemente más “viejas y aburridas” que humillar a Marhuenda en humeantes platós y debates) fueron, ellas sí, especialistas en eso de asustar -e incluso derrocar- ricos.

La oportunidad no oportunista de las Marchas del 22 M

Por eso dicha unidad en abstracto, que no es una “unidad con” ni una “unidad para”, sino simplemente una “unidad” enigmática, constituye una de las principales trabas para el desarrollo de la línea revolucionaria que necesitamos en la actualidad. Más aún por el factor de confusión que el “unitarismo abstracto” entraña. Pues la línea revolucionaria sí que contempla, efectivamente, una táctica de “unidad popular”, siempre y cuando se identifique correctamente la contradicción principal movilizadora, la que actualmente puede construir el bloque histórico popular -y las relaciones hegemónicas necesarias dentro del mismo- para hacer avanzar el proceso político en curso. Contradicción principal que, como ha sostenido Red Roja en sus Informes de Coyuntura publicados en el último año, no nos enfrenta a Madrid o al gobierno del PP, sino a Bruselas y a la oligarquía financiera alemana parapetada detrás de la Unión Europea y el euro.

Esto es algo que deberán tener muy en cuenta los sectores más consecuentes del heterogéneo bloque que está organizando las Marchas del 22 de marzo a Madrid, a fin de que dichas marchas aprovechen la más que interesante oportunidad que tienen para lograr que la lucha popular suba un peldaño y no se centre en ir “contra el PP”, sino en quebrar el bucle bipartidista reclamando que se vayan todos los que están de acuerdo con pagar la deuda externa, con la secuela de inevitables recortes sociales que ello conlleva… y no por decisión de Rajoy, sino por la ciega acción de las leyes internas del sistema capitalista, especialmente la de la caída tendencial de la tasa de ganancia. Pues ya sabemos que, en realidad, la verdadera estafa es decir que la crisis es una estafa.

Así pues, las abstractas llamadas a la unidad de Iglesias y otros son más peligrosas aún por contener una parte de verdad. El problema dimana entonces de la mala traducción práctica, fruto de la falta de concreción y del muy posmoderno miedo a discutir programas políticos; sin olvidar la ideológicamente construida incapacidad para hacerlo sin estar maniatados por lo que los taquígrafos del grupo multinacional Mediapró tecleen.

Llegar cómo a la gente

Efectivamente, no se trata de predicar sin más “el socialismo” y “la revolución” como abstracciones de salón, sino que es necesaria una táctica práctica y concreta, un programa democrático y una línea de masas. Línea de masas que los revolucionarios deben implementar a fin de que se vayan abriendo espacio las posiciones revolucionarias en las movilizaciones de masas existentes (Cfr. “Línea revolucionaria y referente político de masas”, de Vicente Sarasa). Para ello (y la insistencia en esta idea no deja de ser proporcional a la insistencia en el error que subsana), lo primero es evitar que dichas movilizaciones populares entren en la órbita gravitatoria del PSOE, con su “unidad de todos contra el gobierno del PP”, su “Cumbre Social”, sus sindicatos vendeobreros, etc. En otras palabras, urge hacer exactamente lo contrario de lo que está haciendo IU (o de lo que está haciendo el Partido de la Izquierda Europea, al que IU pertenece y que hace unos días ha renunciado incluso a luchar por el no pago de la deuda). Y hacerlo sin complejos, desde la convicción, asentada profundamente en la experiencia histórica, de que con ello estaremos beneficiando las aspiraciones populares y dificultando el proyecto de la burguesía para arrebatárnoslo todo.

Así pues, éste es un debate crucial y necesario, aunque también, para muchos, un tema tabú. Toda crítica a “la izquierda posible” y “responsable” es interpretada mecánicamente como sectarismo o izquierdismo infantil. Sin embargo, la crítica comunista del izquierdismo se basa en dos premisas: por un lado, hay que participar en las movilizaciones populares realmente existentes, aunque se basen en consignas incompletas y no revolucionarias; por otro, esa participación debe compaginarse con la denuncia implacable de sus líderes reformistas, pues sólo desbordándolos -y siendo revolucionarios- las bases de dichos movimientos lograrán materializar sus objetivos (incluyendo los objetivos… reformistas).

Pero la cuestión va más allá de lo meramente programático y alcanza dimensiones histórica y políticamente más amplias. He ahí la praxis revisionista que, a base de concesiones de cara a la galería, ofreciendo resquicios al enemigo de clase, le muestra grietas por donde penetrar y acorralarnos con ideología burguesa, desnaturalizándonos inevitablemente. Pues, cuanto más espacio se les dé, más complejos inducirán desde sus medios de comunicación. Pero no somos nosotros quienes debemos pedir perdón, sino ellos. Se empieza por renegar de la URSS, pero eso te obliga a renunciar a la antigua China Popular, y más tarde a Cuba y, por supuesto (ya se sabe, hay que cuidar “la imagen”) a Corea del Norte.

Como unos mass media en los que no deberías confiar (por ejemplo, alguno propiedad de Jaume Roures) te premiarán o castigarán en función de lo que digas, acabas renegando hasta del “anticuado Lenin” y defendiendo simplemente la Revolución Francesa, como Pablo Iglesias. Concesión tras concesión hasta la claudicación final, lo que nos lleva a la pregunta crucial: ¿basta con llegar a la gente, sin importar con qué consigna se llegue, aligerando peso a base de tirar objetivos políticos por el camino? ¿No se tratará, más bien, de hacer llegar ciertas consignas a la gente? Es obvio que no hay que pensar sólo en cómo llegar a la gente… sino también en llegar cómo a la gente.
Quién es quién

No todo lo nuevo es necesariamente mejor, pero, incluso aunque así fuera, ¿qué hay de novedoso en todo esto? Los focos, el estilo musical o determinada corbata pueden constituir algo novedoso. El contenido político, en cambio, es demasiado antiguo para sorprender a nadie. Así, este modelo de tertuliano amortigua los golpes, se sale por la tangente, se niega a enfrentar los debates más cruciales. Y, como dijo el crítico marxista Lucien Goldmann, en toda producción literaria puede rastrearse una “poética del silencio”: los autores hablan más por lo que no dicen que por lo que dicen.

Veremos a los tertulianos de turno atacar a Marhuenda, a la “caverna”, al PP. La izquierda consecuente coincidirá con dichos tertulianos en muchos frentes: si se trata de defender el aborto, de oponerse a los recortes, de apoyar a Nicolás Maduro. Pero, por otra parte, estos tertulianos callarán en muchas cosas; incluso coincidirán con el enemigo en bastantes temas cruciales: si se trata de insultar a los presos políticos comunistas o a la memoria histórica de los países que se embarcaron en la construcción del socialismo; de condenar toda superación revolucionaria de esos métodos de lucha institucionalistas y legalistas que sólo nos llevarán a perderlo todo; de alabar a la llamada “democracia” burguesa como si se tratara de un régimen político superior y/o legítimo. Y es justamente en los temas cruciales donde se define quién es quién. Quién se pondrá de parte de la policía y quién de parte de los grupos revolucionarios. Quién, aun estando a favor del aborto y de Maduro, abortará la posibilidad de que aquí llegue a existir un Maduro (e incluso de que aquí llegue a conquistarse el aborto libre), “condenando” y aislando a los que, como Chávez en 1992, se levanten dando un paso al frente.

Porque en realidad esa es, a nivel histórico, la principal diferencia entre este “egorrevisionismo” y el fascismo abierto de Marhuenda u otros. El segundo tiene su propio público. Pero el primero, como diría aquel significativo editorial del ABC, está ahí para domesticarnos a nosotros. Es de facto, aunque inconscientemente, un reparto de tareas. De ahí esa tendencia histórica al bipartidismo que nos anima a creer en el “voto útil” y en el “mal menor”. La cuestión es: a estas alturas ¿podemos caer aún en un truco tan burdo? ¿Debemos, pues, olvidar que el sistema capitalista (no un “desafortunado empleo”, neoliberal en lugar de socialdemócrata, del mismo), lejos de ser un “mal menor”, es el mayor mal del planeta, el más grande criminal y productor de injusticia y genocidio que existe?

Conclusión


No es casual que el discurso de Pablo Iglesias en el Corrala Rock defraudara a ciertos sectores hasta entonces esperanzados. La gente lo está pasando mal; algunos hasta se suicidan; esto no es un juego. Y cada vez más gente entiende que la hora no es de frase bonita e imagen, sino de “machete en mano”, que diría Nicolás Guillén: el machete de priorizar la táctica realmente necesaria para avanzar en el proceso revolucionario socialista que necesitamos, en un contexto de crisis capitalista en el que ya no tenemos margen de maniobra reformista; en el que hasta la más ínfima reforma requiere la expropiación de la banca privada, cosa que no puede realizarse “pacífica” ni institucionalmente”, como tanto nos gustaría a todos (y no sólo a los Anguita, Garzón o Cayo Lara, los cuales, aparte de desear eso, confunden la realidad con sus deseos). Cada vez más jóvenes sin futuro se preguntan: ¿cuándo dejaremos de decir banalidades que sabemos que son mentira? ¿Cuándo dejaremos de recomendarle a Espartaco que se enfrente a las falanges romanas lanzando besitos y sentimientos amorosos y fraternales? ¿Cuándo decidiremos ser útiles para los olvidados, aunque eso nos aleje de platós, concejalías, diputaciones, liberaciones sindicales y sueldos asegurados? ¿Cuándo dejaremos de buscar el aplauso fácil, superaremos el liberalismo y pensaremos en función de una ética y unos intereses no particulares sino de clase?



Fuente: http://www.lahaine.org/index.php?p=74446
 
Muchas gracias crunia

La ignorancia es bestial

Me considero ignorante pero llego pa darme cuenta de un simple detalle, qué coj*nes hace este chico siendo el títere izquierda elegido por los dueños de la imprenta. Por el mamavergas lara, mismamente.
pero alguien puede creer que si molestara lo mas mínimo le tendrían de títere??

alguien cree que van a llevar a sus pogramitah de cichinabo, a sus estafas a por ejemplo...un cañamero con su discurso de expropiación de tierras??



¿en serio alguien cree que eso no tiene importancia? que es casualidad?

claro, que lo mismo es que yo le tengo manía a lara y sus cadenas jajaja, manía xq sí y de ahí que diga esto.

en fin, me da pereza seguir...
 
A Cañamero al principio lo llevaban para reírse de él, y encima ni disimulaban. Cuando vieron que a pesar de no ser un gran intelectual con un discurso grandilocuente su mensaje llega, y llega mucho porque es muy clarito, pues lo dejaron de llevar.
Por lo menos es un tío honesto. Qué da gusto oír a una persona así - estés de acuerdo o no. Por lo menos alguien que no se limita a repetir como loro a cambio de una paguita un vomitivo argumentario recién salido de la sede de PP o PSOE que es lo que hacen el 99% de tertulianos que pululan.
 
Tienes razón es muy simple pero ¿Qué podemos hacer? ¿Declararnos en huelga de votar mientras no cambie la ley electoral que permitan desbloqueo de listas, listas abiertas.?
Votar a cualquier partido que no sean los que nos han llevado a la situación sin salida actual debido a que avalan el Régimen corrupto en que ha derivado la Transición del 78. En el momento en que no saquen representación electoral los partidos que articulan el Régimen, éste se vendrá abajo. El poder inmediatamente tendrá que crear una alternativa. Pero si votamos a lo de siempre...nos seguirán dando la misma mierda de siempre. Entenderán que el pueblo español no está maduro o preparado para dosis más altas de transparencia y democracia pues no muestra iniciativa...siguen votando lo mismo o quedándose en casa.

Votad al Pacma, a los verdes...a cualquiera que no sea PP, PSOE, IU, PNV o CIU (los partidos del Régimen) Obviamente no para que gobiernen sino para que se rompa la baraja y vayamos hacia una regeneración del sistema, hacia una 2ª Transición. Y aquí los ciudadanos sí tendremos mucho que decir. Ya no se votará con el miedo de 1978 que había que aceptar lo que buenamente nos dieran.
 
Última edición:
jajaja imagino a anguita involucrado en una historia de pablo onanismo donde desde el principio (al parecer) engañan a las bases. Y en una "operación" encima, xq hace falta una operación jojojo, llamada "operación coletas"

de verdad, en fin. anda que si anguita diera su opinión jojojojo

pa nota el otro día por la noche, mirando a un punto fijo con su intensidá. que parece ciego, diciendo que en la espera mientras otros "tertuli-anos" están de hablando y tal, él siempre está en la sala de espera estudiando xq sus seguidores le merecen tanto respeto que tiene que prepararse bien, que es lo que esperan de él jojojoo

después puso la foto de él mirando unos papales, osease, el estudio.

encima es grasiosoh y todo jajajaj
 
Pablo Iglesias presenta Podemos como "un método participativo abierto a toda la ciudadanía"

Intelectuales y activistas de distintos movimientos sociales arropan al profesor en la presentación de esta iniciativa, que nace con la mano tendida a IU y al resto de fuerzas de izquierda para que participen en un proceso abierto de primarias para que se elija un candidato único contra los recortes

LUIS GIMÉNEZ SAN MIGUEL Madrid 17/01/2014 12:05 Actualizado: 17/01/2014 16:26

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Pablo Iglesias en la rueda de prensa celebrada en el Teatro del Barrio de Lavapiés.- JAIRO VARGAS
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"Dijeron en las plazas que sí se puede y nosotros decimos hoy que podemos". Con estas palabras ha comenzado el profesor y presentador de La Tuerka Pablo Iglesias Turrión la presentación de la iniciativaPodemos, que él mismo ha definido como "un método participativo abierto a toda la ciudadanía". El objetivo de esta nueva formación es "convertir la indignación ciudadana en cambio político" a través de "la decencia, la democracia y los derechos humanos", pues éstos hoy en día son incompatibles con los recortes sociales.

Para que esta nueva candidatura arranque y se presente a las elecciones al Parlamento Europeo del próximo mes de mayo tres son las condiciones que han puesto los impulsores: un apoyo popular con más de 50.000 firmas en la web www.podemos.info, que el método de configuración de las listas y el programa político sea abierto a la participación de toda la ciudadanía y que se busque la unidad de todos aquellos que protestan contra la austeridad.

La presentación de Podemos se ha realizado en el Teatro del Barrio de Lavapiés en una rueda de prensa que por la afluencia de cientos de personas se ha convertido en un acto público. Más de un centenar de asistentes se han quedado en la calle después de que se llenara el aforo del teatro, a los que Iglesias ha dirigido también unas palabras al terminar las intervenciones en el interior. Junto a él, han hablado algunos de los integrantes del grupo promotor, como la maestra y sindicalista de la Marea Verde Teresa Rodríguez; el profesor Juan Carlos Monedero; la psiquiatra Ana Castaño, de la Marea Blanca; el analista e investigador Íñigo Errejón y el activista social Miguel Urbán. En unas gradas detrás del atril se han sentado una treintena de figuras reconocidas del mundo de la cultura, el activismo social y la Academia, como Carlos Fernández Liria, Jorge Alemán, Carolina Bescansa o Jaime Pastor.

Monedero: "No somos una lista, somos un grito. Somos alegría porque somos mayoría"

Para responder a las preguntas que se han planteado durante el acto sobre si este proyecto iba a dividir el ya fragmentado y limitado espectro de la izquierda, Iglesias ha explicado que Podemos nace "con la mano tendida a todos", pero con las "líneas rojas" del respeto a los derechos humanos y la lucha contra los recortes sociales. Así, ha ofrecido a Izquierda Unida y todas las fuerzas de izquierda y movimientos sociales a someterse a un proceso abierto de primarias para que se elija un candidato único contra los recortes, saliendo así al paso de todos los que desde ese espacio político le están acusando de querer romper la unidad de las izquierdas.

Lo que quieren es "un verdadero proceso de unidad". Los integrantes han inisitido en que pretenden hacer partícipes a movimientos sociales y mareas ciudadanas, pero sin representarles, pues "los movimientos son irrepresentables", como ha dicho el propio Iglesias. Además de una mano tendida a IU, el llamado también está dirigido a todas las fuerzas que están por el cambio político, como Anova, las CUP o el SAT.

"Hoy hacemos un llamamiento a la gente que lucha a dar un golpe en la mesa, a mover ficha el propio tablero sobre el que nos hacen jugar. Disputarles las calles, donde están incómodos, y disputarles también sus lugares de poder, como las instituciones". Así ha arrancado la andaluza Teresa Rodríguez, activista en defensa de la educación pública y delegada sindical de USTEA, dando muestra de la pluralidad de perfiles que se han sumado a este proyecto. Rodriguez también ha expresado la "necesidad de recuperar el hilo violeta en un momento en le que las mujeres pierden los derechos más básicos, como es el derecho de autodeterminación de sus cuerpos", defendiendo así derecho al aborto libre, gratuito y en la sanidad pública.

Juan Carlos Monedero también ha tomado la palabra, con estilo literario: "No somos una lista, somos grito" y "somos alegría, somos mayoría". Así, el profesor de Ciencia Política de la Complutense, y también presentador de La Tuerka, ha afirmado que "en nuestra democracias no están robando directamente la vida: nos precarizan, nos hacen inferiores, no echan la culpa y encima nos dicen que no hay alternativa". Paralelamente, Ana Castaño, activista de la Marea Blanca en defensa de la sanidad pública, ha visto la iniciativa como "un intento necesario para recuperar la política" y "una oportunidad única de tender puentes con los jóvenes".

Decía Iglesias que hay "poquitas personas" que puedan dar "un paso así" y entre ellas estarían el diputado de IU Alberto Garzón o la portavoz de la PAH Ada Colau, tal y como lo afirmó en una entrevista en este diario. Así, la necesidad de una figura con proyección mediática como la suya la justifica por la "debilidad" de las organizaciones sociales para hacerse oír por sí mismas.





Participación y financiación ciudadana
Miguel Urbán ha sido el encargado de explicar cuáles son los siguientes pasos para constituir este nuevo movimiento. Primero llega la consulta popular: si no hay 50.000 firmas de apoyo a Iglesias a través de la web se retirarán de la arena. En la web también habrá documentos y distintos materiales para que la gente que lo desee pueda debatir y dar su opinión. Luego vendrá la conformación de asambleas y grupos de apoyo que esperan que surjan en barrios y pueblos de toda la geografía. También habrá un wiki colaborativa para construir colectivamente el programa político de Podemos.

Además, Urbán ha hecho hincapié en que esta candidatura "nace con cero euros: cero euros de la banca que queremos expropiar y cero euros de los políticos que queremos echar". De esta forma, abrián distintas formas para que los simpatizantes puedan apoyar económicamente la iniciativa para acarrear con los gastos que exige una campaña electoral. Y así lo ha justificado: "Igual que a la derecha la financian constructores y banqueros, y con ellos tienen sus lealtades, nosotros nos vamos a financiar a través de la gente y con ellos será nuestra lealtad".

"No somos una marca más en el supermercado de los partidos"
"Somos conscientes de que esta iniciativa es atípica, pero también somos conscientes de que el momento que vivimos es excepcional, un situación de bloqueo político que queremos contribuir a cambiar, esto es una herramienta para el cambio", ha explicado Íñigo Errejón, quien ha querido dejar claro también que no quieren "ser una marca más en el supermercado de los partidos", pues este es "un momento de atreverse, de sumar con todos los que no quieren que vendan el país a trozos".

Íñigo Errejón: "Basta con escuchar las conversaciones en el bar para ver que la ciudadanía puede recuperar la política"

A continuación, Errejón ha dicho que "es un su***dio entregar el país a los que el diputado de las CUP David Fernández llamaba los gángsters". Y para ello cuentan "con los mejores maestros: los barrenderos de Madrid o los vecinos de Gamonal, que han demostrado que se les puede hacer retroceder". Y es que "basta escuchar las conversaciones en el bar o en el bus para ver que el escenario se puede abrir a la recuperación de la política por partrte de la ciudadanía".

Iglesias ha vuelto a coger la palabra para explicar que "esta campaña puede ser un instrumento de autoorganización de la gente" y para ello contarán con todo aquél que quiera sumarse, en referencia, entre otros, al Partido X, de quienes han aprendido "la metedología participativa a través de la red". Y respecto a IU y el resto de las izquierdas ha quierdo remarcar que no son mejores que nadie, simplemente ponen un método renovador al alcance de cualquier formación. "Y nuestra mano va a estar tendida a las formaciones políticas de izquierdas".

http://www.publico.es/politica/4959...do-participativo-abierto-a-toda-la-ciudadania

 
Este chico es parejo de una diputada autonómica de IU. ¿Esto cómo lo llevarán en la intimidad?
 
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